Tienes quince años y, como todas las mañanas, te levantas temprano no para ir a clase sino para acudir al mercado donde trabajas duro para llevar un poco de dinero a casa. Tu mejor amigo tiene un poco más de suerte que tu y puede acudir a clase. Cuando los dos termináis vuestras tareas, uno en el mercad, otro en clase, vais corriendo para juntaros con otros amigos en un descampado y jugar en un pequeño equipo local, dando rienda suelta a vuestra gran pasión, el fútbol. En vuestras mentes están los nombres de grandes estrellas africanas que lograron triunfar en Europa, Mahamadou Diarra(1982), Kanouté(1977) o Keita (1980), todos ellos , al igual que vosotros , nacidos en Mali, uno de los países más pobres del planeta donde más de la mitad de la población vive por debajo del nivel de pobreza establecido por los organismos internacionales en apenas 1,25 dólares. De los catorce millones y medio de habitantes de Mali más de siete millones no llegan a ese ingreso mínimo diario, es decir, no alcanzan los treinta dólares al mes una cantidad equivalente a veintidós euros mensuales. Hay muy pocas alternativas para prosperar en Mali para aquellos que viven en la pobreza y los adolescentes tratan de mostrar sus habilidades con el balón por si de pronto los sueños se convierten en realidad y algún agente europeo llega allí y se fija en tu velocidad, en tu regate y te ofrece la oportunidad de tu vida, viajar a Europa, firmar un contrato y convertirte en una estrella. Aún así sabéis que es casi imposible y sólo unos pocos elegidos lo logran , pero ¿cómo impedir a un chico de quince años que sueñe?
Y de repente , un día como cualquier otro, un europeo con una carpeta bajo el brazo , sudoroso y con gafas de sol se aproxima al entrenador de tu equipo de barrio y le dice que está interesado en ti y en tu amigo. Le ha gustado vuestra forma de jugar, os ve con posibilidades y os cita en un hotel para tener una entrevista. Allí estáis, al lado de una piscina, en un hotel donde no podríais pagar una noche de estancia ni reuniendo todo el dinero ganado en medio año, y frente a vosotros ese europeo bien vestido que os promete llevaros a Europa , ser vuestro agente y buscaros un equipo donde triunfar. Estaréis alojados en una residencia junto a otros jóvenes jugadores.¿Queréis ir a París? Es natural, Mali fue colonia francesa y es vuestra segunda lengua. No hay problema, iréis a París pero antes hay dos cosas importantes. Primero, tenéis que decir en el aeropuerto que viajáis no a jugar al fútbol sino a estudiar y segundo, todos estos trámites tienen un coste que tu familia tendrá que pagar , dos mil quinientos euros, pero este hombre afirma que no es nada a cambio del enorme futuro que os espera en Europa. Regresas a casa y se lo cuentas a tu madre, que está enferma. ¿Cómo podrá reunir esa cantidad de dinero cuando apenas tienen para comer? Pero la madre está dispuesta a cualquier sacrificio para que su hijo no pierda la oportunidad, aunque ese sacrificio la desgarre por dentro, pero no dirá nada , lo importante es que su hijo pueda ver realidad su sueño , jugar en Europa, convertirse en estrella, ser el orgullo de la familia. Y un día regresará convertido en un hombre rico que sacará a su familia de la pobreza, que financiará escuelas y pondrá en marcha una fundación como han hecho otras estrellas.
TRAILER DE DIAMANTES NEGROS 2013
TRAILER DE DIAMANTES NEGROS 2013
Firmas los documentos que te entrega ese hombre, sin leerlos porque están escritos en una lengua desconocida para ti. Por fin tu y tu amigo os embarcáis en un vuelo rumbo a¿París? Parece que ha habido un cambio de planes y os detendréis en España, en su capital, Madrid. Quedáis asombrados por el aeropuerto y luego por el brillo de las luces en las calles de Madrid. Se suceden las tiendas con productos de todo tipo,la gente camina cargada de productos que ha comprado en ellas, las calles son amplias y el tráfico no es una selva como en Bamako, la capital de Mali. Aquellos lugares que parecían existir sólo en las películas eran ciertos y ellos están allí , en medio de todo ese lujo, de esa riqueza inimaginable para las familias que viven en las zonas pobres de Mali. Pero el hombre que te recoge no te lleva a la residencia deportiva prometida junto con otros jóvenes jugadores, sino que os lleva a un pequeño cuarto, en un barrio periférico. Os deja un poco de comida, un teléfono para llamarle y una grabadora con frases en español y francés para que vayas dominando la lengua. Cierra la puerta y allí os quedáis delante de la televisión, en un lugar extraño, con una lengua desconocida y dependiendo por completo de esos desconocidos que os prometen pruebas con buenos equipos. Pero como ya sabía el escritor español Francisco de Quevedo en el siglo XVII "Nadie ofrece tanto como aquel que no va a cumplir" Pronto descubriréis que el sueño puede convertirse en pesadilla en muy poco tiempo .
En estos tres párrafos os he contado el arranque de la película que acaba de ser estrenada cuando escribo esto, "Diamantes negros" realizada por el director español Miguel Alcantud (1971), un hombre que además de su trayectoria cinematográfica también ha trabajado como cooperante de la Organización no Gubernamental Fundación Voces en sus proyectos en Mali y que aquí filma la historia de dos de estos adolescentes Amadou y Moussa . Fue en Mali donde Miguel Alcantud conoció no sólo a los adolescentes que soñaban con viajar a Europa y convertirse en estrellas de fútbol sino también a europeos sin escrúpulos, a agentes deportivos que tanto en Mali como en otros países africanos ,se aprovechan de la pobreza y el deseo por salir de ella para engatusarles con un sueño que, de momento, les costará a estas familias que no ganan apenas nada a pagarles entre 1500 y 2500 euros , una cantidad desorbitada para quién sólo con mucho esfuerzo logra para tener comida al final del día, y a fiarse de sus promesas sin saber a donde van ni que les espera cuando aterrice el avión. Escribe Miguel Alcantud en la sinopsis que acompaña a su película que estando en Mali "entendí perfectamente esa desesperación que te hace agarrarte a cualquier oportunidad que tengas para salir y sacar a tu familia de esa pobreza. Y conocía a una serie de personas que se aprovechaban de esa necesidad para hacer negocio" Miguel Alcantud se puso a investigar diferentes casos de jóvenes africanos que son traídos a Europa de forma ilegal mientras aún son menores de edad, En el Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA se puede leer en su artículo 19 que "Las transferencias internacionales de jugadores se permiten sólo cuando el jugador alcanza los 18 años de edad"
Sólo se tiene en cuenta la excepción de que la familia del menor viaje con él a su nuevo país de residencia, debiendo el club de acogida proporcionar "además de la formación o capacitación futbolística , garantizar al jugador una formación académica o escolar, o una formación o educación y capacitación conforme a su vocación, que le permita iniciar una carrera que no sea futbolística en caso de que cese en su actividad de jugador profesional" Por lo tanto los agentes que contratan a menores africanos para traerlos a Europa ya están cometiendo una ilegalidad , quebrantando el reglamento de la FIFA que impide esas contrataciones a no ser que vayan acompañados de su familia, y , por supuesto, no contempla que la familia tenga que realizar ningún desembolso por ello. Alcantud se entrevistó además con el abogado holandés Ronny Van der Meij, especializado en derecho deportivo , autor de una investigación en la que denunciaba la corrupción entre los agentes deportivos y la organización de un auténtico tráfico de menores de África a Europa para jugar al fútbol. En una entrevista publicada en el diario deportivo madrileño "As" publicada en el año 2009, Ronny van der Meij afirmaba que "Según estudios cuasioficiales , unos veinte mil niños africanos que llegaron a Europa con la promesa de ser futbolistas se arrastran ahora por las calles" Hay casos afortunados, como el del jugador nigeriano en las filas del Chelsea John Obi Mikel(1986), que fue llevado de Nigeria a Noruega siendo menor de edad y nada más cumplir los 18 años fue anunciado su fichaje y mientras tanto, según cuenta Miguel Alcantud, se llevó a otros tres chicos nigerianos a Nigeria sólo para que Obi Mikel no sintiera melancolía por su hogar.
Pero hay muchos otros que no tienen esa suerte , y no fichan nunca por un equipo de primera fila como les habían prometido, y tampoco viven en una residencia de jugadores , ni nadie se preocupada de su formación académica. Con ellos el negocio no se encuentra en las comisiones que puedan obtener por los fichajes los agentes, sino en el dinero que les han pagado sus familias que creían que su sacrificio serviría para que sus hijos lograran el sueño de su vida. En ocasiones, una lesión es pretexto suficiente para abandonar al jugador, expulsarle de la pobre habitación donde lo han recluido y dejarlo en la calle en un país extraño sin documentación, sin dinero, sin techo, sin comida abocado a la mendicidad o la delincuencia, avergonzado y humillado y sin valor para regresar a su país y presentarse como un fracasado. Mientras en los informativos de televisión, en las secciones deportivas de los periódicos o en los programas de radio se ensalza la figura de dioses del balón como Cristiano Ronaldo o Lionel Messi, nadie parece reparar en esos jóvenes que caminan por nuestras calles , despojados de sus sueños, engañados por hombres sin escrúpulos que arruinan a sus familias y destrozan sus vidas. Es cierto que la FIFA ha establecido leyes para prohibirlo pero no es menos cierto que sigue sucediendo, que estos jóvenes son introducidos en Europa alegando que son estudiantes y presentando falsas becas .Cuando escribo este artículo se conmemora el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud y he querido traer al Mentidero la denuncia hecha de esta situación por el director español Miguel Alcantud en "Diamantes negros", que, por desgracia, apenas se estrena en unas pocas pantallas en Madrid, tal vez porque los distribuidores consideran que estos temas no atraen al público. Pero el primer paso para luchar contra las injusticias y contra aquellos que se aprovechan de la pobreza y la desesperación en su propio beneficio , es conocerlas y la excelente película de Miguel Alcantud nos permite conocer esa cruda realidad, tan alejada del glamour de las grandes estrellas, la de los esclavos del balón.
Cartel de Diamantes Negros con los jóvenes actores Setigui Diallo y Hamidou Samake que debutan con esta película en el mundo de la interpretación, acompañados por actores españoles como Carlos Bardem(1963) o Guillermo Toledo (1970), que participan en esta coproducción hispano portuguesa que denuncia algo que se sabe que existe pero pasa desapercibido eclipsado por el gran negocio del fútbol del que muchos de estos jóvenes no son más que víctimas inocentes de la codicia de hombres carentes de escrúpulos que no dudan en violar las leyes que prohíben la contratación de menores de edad falsificando documentos y simulando becas. Alcantud nos cuenta su historia sin utilizar la demagogia, ni el melodrama, sino mostrando la realidad con sencillez, honestidad y emoción, transmitiendo con sus imágenes la dura realidad de la vida de estos adolescentes en un mundo extraño y ajeno a sus costumbres donde nadie se detiene para saber que les sucede (Imagen procedente de http://www.fotogramas.es) |
Sólo se tiene en cuenta la excepción de que la familia del menor viaje con él a su nuevo país de residencia, debiendo el club de acogida proporcionar "además de la formación o capacitación futbolística , garantizar al jugador una formación académica o escolar, o una formación o educación y capacitación conforme a su vocación, que le permita iniciar una carrera que no sea futbolística en caso de que cese en su actividad de jugador profesional" Por lo tanto los agentes que contratan a menores africanos para traerlos a Europa ya están cometiendo una ilegalidad , quebrantando el reglamento de la FIFA que impide esas contrataciones a no ser que vayan acompañados de su familia, y , por supuesto, no contempla que la familia tenga que realizar ningún desembolso por ello. Alcantud se entrevistó además con el abogado holandés Ronny Van der Meij, especializado en derecho deportivo , autor de una investigación en la que denunciaba la corrupción entre los agentes deportivos y la organización de un auténtico tráfico de menores de África a Europa para jugar al fútbol. En una entrevista publicada en el diario deportivo madrileño "As" publicada en el año 2009, Ronny van der Meij afirmaba que "Según estudios cuasioficiales , unos veinte mil niños africanos que llegaron a Europa con la promesa de ser futbolistas se arrastran ahora por las calles" Hay casos afortunados, como el del jugador nigeriano en las filas del Chelsea John Obi Mikel(1986), que fue llevado de Nigeria a Noruega siendo menor de edad y nada más cumplir los 18 años fue anunciado su fichaje y mientras tanto, según cuenta Miguel Alcantud, se llevó a otros tres chicos nigerianos a Nigeria sólo para que Obi Mikel no sintiera melancolía por su hogar.
El abogado holandés Ronny Van der Meij que fue premiado por su trabajo sobre la corrupción entre los agentes deportivos. Afirma que "África es una selva de donde se sacan niños como si fueran animales" , una realidad muy alejada del brillo de grandes estrellas como Messi o Ronaldo a las que aspiran a convertirse millones de niños africanos que ven en el fútbol su único pasaporte para una vida mejor aunque en demasiadas ocasiones significa la ruina de sus familias y de sus propias vidas . Es lo que tratan de evitar abogados como Van der Meij y cineastas como Miguel Alcantud y aunque su película pueda pasar desapercibida en la cartelera por las pocas salas en las que se estrena, creo que merece la pena verla y conocer esa otra realidad que no suele ocupar espacio en los informativos de actualidad (Imagen procedente de http://futbol.as.com) |
Pero hay muchos otros que no tienen esa suerte , y no fichan nunca por un equipo de primera fila como les habían prometido, y tampoco viven en una residencia de jugadores , ni nadie se preocupada de su formación académica. Con ellos el negocio no se encuentra en las comisiones que puedan obtener por los fichajes los agentes, sino en el dinero que les han pagado sus familias que creían que su sacrificio serviría para que sus hijos lograran el sueño de su vida. En ocasiones, una lesión es pretexto suficiente para abandonar al jugador, expulsarle de la pobre habitación donde lo han recluido y dejarlo en la calle en un país extraño sin documentación, sin dinero, sin techo, sin comida abocado a la mendicidad o la delincuencia, avergonzado y humillado y sin valor para regresar a su país y presentarse como un fracasado. Mientras en los informativos de televisión, en las secciones deportivas de los periódicos o en los programas de radio se ensalza la figura de dioses del balón como Cristiano Ronaldo o Lionel Messi, nadie parece reparar en esos jóvenes que caminan por nuestras calles , despojados de sus sueños, engañados por hombres sin escrúpulos que arruinan a sus familias y destrozan sus vidas. Es cierto que la FIFA ha establecido leyes para prohibirlo pero no es menos cierto que sigue sucediendo, que estos jóvenes son introducidos en Europa alegando que son estudiantes y presentando falsas becas .Cuando escribo este artículo se conmemora el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud y he querido traer al Mentidero la denuncia hecha de esta situación por el director español Miguel Alcantud en "Diamantes negros", que, por desgracia, apenas se estrena en unas pocas pantallas en Madrid, tal vez porque los distribuidores consideran que estos temas no atraen al público. Pero el primer paso para luchar contra las injusticias y contra aquellos que se aprovechan de la pobreza y la desesperación en su propio beneficio , es conocerlas y la excelente película de Miguel Alcantud nos permite conocer esa cruda realidad, tan alejada del glamour de las grandes estrellas, la de los esclavos del balón.
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