El presente artículo nace de la lectura de otro que venía en la edición dominical de un periódico español llamado "El Mundo" donde el autor de la columna, Andrés Pérez Ortega, al que sólo puedo citar ya que no conozco nada más aparte del nombre, escribe sobre las redes sociales y el uso que de ellas hacemos. Se supone que estas redes sociales deberían de ser como el ágora en la Grecia de Sócrates(470-399 a.C) o Platón(hacia 427-347 a.C), donde los ciudadanos de Atenas pasaban gran parte de sus días hablando sobre los asuntos de la ciudad, política, arte , filosofía, lo que se podían permitir ya que el trabajo era realizado por miles de esclavos , lo que facilitaba a los ciudadanos disfrutar de mucho tiempo libre ya que tampoco debían ocuparse de los asuntos del hogar, pues para ello estaban las mujeres. Hoy disponemos de redes sociales como Facebook o Twitter donde podemos expresar nuestras opiniones y compartirlas con miles e incluso millones de personas con las que de otra forma no habríamos podido contactar antes. Se supone que esto deberías ser un enriquecimiento de nuestros debates, facilitar el intercambio de ideas ,las discusiones sobre ellas y aprender así unos de otros, que es lo que Sócrates trataba de despertar en la mente de sus conciudadanos atenienses .
Pero si así es como debería ser , la realidad creo que se aproxima más a esta descripción que realiza en el artículo que mencionaba al comienzo , donde Andrés Pérez Ortega escribe "Tras la imagen de tolerancia que caracteriza al mundo de las redes sociales hay un ejército de justicieros voluntarios dispuestos a saltar como fieras para sacar los colores o denunciar a cualquiera que exprese algo que les disguste , se aleje del pensamiento único o consideren políticamente incorrecto" Un poco más adelante añade "Las redes sociales parecen diseñadas para que una frase pueda convertirse en un arma arrojadiza. Una reputación profesional intachable puede quedar destrozada por culpa de una opinión sincera pero alejada de la de la mayoría vociferante. Quizá más tarde se demuestre que tenía razón, pero ¿a quién le importa?" No es sencillo exponer tu pensamiento ante personas a las que no conoces y no sabes la reacción que tendrán a tus palabras, pero el que escribe en una red social, en un blog o habla en los medios de comunicación no debería preocuparse de ello sino de expresar un mensaje lo mejor construido que pueda, que resulte inteligible y argumentado , que puede ser crítico pero no debería ser nunca insultante, y , lo esencial, ser honesto consigo mismo y con los demás expresando aquello que piensa de verdad y no lo que se considera conveniente o en el lenguaje actual, políticamente correcto.
Busto de Pitágoras de Samos(580-495 a.C). Diógenes Laercio, un historiador griego del siglo III al que debemos una gran cantidad de información sobre los filósofos griegos recogidos en su obra "Vida de filósofos" cuenta que un día Leonte, el tirano de la ciudad de Fliunte, pregúnto a Pitágoras "¿Quién eres?" y Pitágoras respondió "Soy un filósofo". Fue el primero en emplear esta palabra, filósofo, para definir su amor a la sabiduría. A él se atribuye esa definición del filósofo como amante del saber sin esconder otro interés más que la búsqueda de la verdad "En esta vida hay tres clases de hombres, al igual que hay tres categorías de personas que van a ver los Juegos Olímpicos. La clase más baja está formada por los que va a comprar y a vender. Luego están los que compiten por la gloria . Sin embargo, los mejores de todos son los que van simplemente a ver. Por lo tanto la purificación más perfecta es la ciencia desinteresada y a ella se dedica el filósofo auténtico que se ha liberado completamente de los vínculos de la naturaleza" (Imagen procedente de http://commons.wikimedia,org ) |
Pero con demasiada frecuencia la voz que difiere de la opinión mayoritaria es silenciada por un cúmulo no de opiniones contrarias y críticas, que es lo lógico en un debate,sino por descalificaciones, burlas , insultos que se pronuncian sin añadir la mínima argumentación a su rechazo. Quizás el ejemplo paradigmático de esta forma de actuar sea Twitter, una red social donde el pensamiento tiene que ser sintetizado en 140 caracteres y aunque es todo un ejercicio de precisión expresarse con un número tan limitado de letras ¿cómo se puede matizar lo que se expresa?.Esto a menudo da lugar a malinterpretaciones del mensaje que se quiere transmitir y a reacciones apasionadas que distorsionan las palabras y dejan indefenso al que las comunicó. A todo ello hay que sumar la creciente presión del pensamiento único, de aquel que es compartido por la mayoría, un pensamiento que a menudo no es tal, sino solo la repetición de los mensajes de otras personas, los ecos de otros pensamientos y reflexiones que no te pertenecen y sobre los que no has reflexionado y te limitas a corroborar.Si alguien trata de aportar una crítica, un matiz o disiente en algo de ese pensamiento surge lo que define el artículo que he mencionado al principio "un ejército de justicieros voluntarios". Deberíamos hacernos una pregunta ¿nos interesa buscar la verdad?¿nos interesan las respuestas a nuestras preguntas aunque pueda ser que esas respuesta no nos gusten? o , por el contrario ¿preferimos leer, ver o escuchar solo aquello que coincide con nuestro pensamiento y corrobore lo que creemos? Por supuesto, esto no sucede siempre, pero si es algo que se percibe cada vez con más fuerza en la red, o al menos yo lo siento así.
Permitidme ahora que os lleve en nuestra máquina del tiempo hasta la Grecia del siglo V a. C, aquella en la que podías encontrarte por las calles de Atenas a Sócrates charlando con sus vecinos , animándoles a pensar , a buscar respuestas y aprendiendo de ellos . Platón, su discípulo, pone estas palabras en boca de Sócrates "¿Pero qué pueden enseñarme a mí los árboles y el campo, cuando la ciudad pone a mi disposición todos los hombres que quiero y todos ellos tan instructivos?" Sócrates observaba a los hombres y trataba de ayudarles a buscar por sí mismos la verdad aunque él confesaba no conocerla y se definía como una partera que en lugar de ayudar a las madres a traer niños al mundo ayudaba a los hombres a amar el saber y hallar la verdad, o al menos a tratar de hallarla "Mi trabajo de partero- decía - se asemeja en todo al de las comadronas , sólo que ellas actúan sobre las mujeres y yo sobre las almas". En la obra "Historia de la filosofía griega" del escritor italiano Luciano di Crescenzo (1928) incluye este diálogo inventado pero que nos ayuda a ver la forma en que Sócrates buscaba eso que nos parece tan evidente pero es tan elusivo como la verdad . Sócrates pregunta a uno de sus vecinos llamado Menón "¿Qué es la bondad?" a lo que Menón responde "Significa ayudar al prójimo y dar dinero a un amigo que no lo tiene". Sócrates reflexiona y dice "Quieres decir entonces que si ayudas a uno que no es amigo tuyo ¿no es un acto de bondad?".
Cuadro "La muerte de Sócrates" del pintor francés Jacques-Louis David (1748-1825). Al final de su vida los atenienses le acusaron de impiedad, es decir, por no creer ni adorar a los dioses y enseñar a los jóvenes a no hacerlo, aunque en realidad le acusaban de buscar incansablemente la verdad. Estas eran las palabras de Meleto, uno de sus acusadores , en la obra "Las nubes" de Aristófanes(hacia 444-385 a.C), una sátira contra los filósofos como Sócrates "Yo , Meleto, hijo de Meleto, acuso a Sócrates de inmiscuirse en cosas que no le atañen ; de investigar sobre lo que hay bajo tierra y lo que hay sobre el cielo y de discurrir con todos y acerca de todo, intentando siempre hacer parecer como mejor razón la peor. ¡Por estos delitos solicito a los atenienses que se lo envíe a la muerte!" Aristófanes, queriendo burlarse de Sócrates en su texto, en realidad lo ensalza, porque vemos lo injusta de la acusación de un hombre cuyo delito había sido buscar la verdad y tratar de enseñar a los demás a hacerlo. Creo que también en nuestros días habría causado mucha irritación, porque obligaba a pensar, a enfrentarnos con los tópicos que empleamos al hablar y con las ideas recibidas de otros y que hemos hecho nuestras sin preguntarnos el por qué (imagen procedente de http://commons.wikimedia.org) |
Menón replica "No , señor. Incluso si ayudo a uno que no es mi amigo,se trata de una buena acción" . Sócrates sigue su linea de pensamiento y se dirige de nuevo a Menón "Y si al dar dinero a un amigo supieras que se valdrá de él para cometer una mala acción, ¿sería aún una buena acción?" Podemos imaginar a Menón ya un poco confuso cuando responde "No, en ese caso, ciertamente no" y ahora es cuando Sócrates llega a donde quería ir "Recapitulemos entonces: dar dinero a un amigo podría ser y no ser una buena acción, mientras podría ser una buena acción dar dinero a uno que no es un amigo" Con este diálogo vemos como la verdad del significado de bondad está llena de matices, y si es bueno ayudar a un amigo, no siempre lo es si esa ayuda sirve para que cometa una mala acción que perjudique a otras personas o a sí mismo. Sócrates era un filósofo, palabra de origen griego compuesta por philo, que significa amor, y sophos, sabiduría,es decir, "amor a la sabiduría", y es lo que él y tantas otras grandes figuras del pensamiento antes y después han hecho, amar el saber, el conocimiento que es lo único que nos puede aproximar a la verdad. El gran escultor italiano Miguel Ángel Buonarrotti (1475-1564) decía sobre una de sus obras "Vi al ángel en el mármol y tallé hasta que lo dejé en libertad" y creo que esa es la mejor imagen que podemos utilizar para la filosofía, ve la verdad y trata de despojarla de todos sus adornos para mostrarla al desnudo y que todos podamos contemplarla.
Pero en el mismo siglo en que vivió Sócrates aparecieron otros hombres a los que la historia conoce con el hombre de sofistas , igualmente procedente de sophos, "sabiduría" y la palabra sofista se empleaba para aquellos que tenían un conocimiento profundo, sabiduría sobre algo concreto. Pero la diferencia entre los filósofos y los sofistas, que en principio son ambos amantes de la sabiduría, es que los primeros ofrecen este conocimiento gratis y no obtienen beneficios de él mientras que los sofistas ponían sus facultades al servicio de quién tuviera dinero para pagarlas, vendiendo por ejemplo su capacidad oratoria para defender a los que tenían que afrontar un juicio. Hay que tener en cuenta que en Atenas , hasta el gobierno de Pericles(495-429 a,C), cada persona tenía que responder personalmente a las acusaciones ante un tribunal sin valerse de un abogado, pero no todo el mundo tenía la capacidad de escribir un buen discurso de defensa y es entonces cuando entraban en escena los sofistas preparando un discurso para librarse de la acusación. Esta forma de rentabilizar la sabiduría era rechazada por los filósofos como lo demuestran estas palabras de otro filósofo Jenofonte(431-534 a.C) "Son llamados sofistas unos hombres que se prostituye y que por dinero venden su propia sabiduría a quién se la pide:ellos hablan para engañar y escriben por la ganancia y no ayudan a nadie en nada" Cuando escribe Jenofonte que no ayuda a nadie en nada quiere significar que su objetivo no era llegar a la verdad, sino utilizar los argumentos a su propia conveniencia para alcanzar los resultados deseados, igual que haría un abogado o un político
de nuestros días.
Y con los sofistas y los políticos surgió la demagogia, otra palabra griega que significa "dirigir al pueblo", y que Aristóteles (384-322 a.C), definió como la "forma corrupta o degenerada de la democracia que lleva a la institución de un gobierno tiránico de las clases inferiores o, más a menudo, de muchos o de unos que gobiernan en nombre del pueblo" pero creo que hoy se aproxima más a la realidad la definición recogida en el Diccionario de la Lengua Española "Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder." Al igual que entre los sofistas , entre los demagogos la verdad vuelve a ser su víctima ya que no es importante, el que anhela el poder regala al pueblo las palabras que estos quieren oír aunque sepa que son falsas y que sus promesas no serán cumplidas. El demagogo en su discurso omite aquellos elementos que no apoyan el mensaje que quieren transmitir, los oculta y , por lo tanto, miente. También utiliza otro recurso, el del falso dilema, que consiste en ofrecer en el discurso dos alternativas excluyendo a todas las demás , es decir, presenta una situación determinada como buena o mala, justa o injusta, puedes estar con él o contra él, sin admitir ningún matiz y excluyendo cualquier otra posibilidad.
El hijo del sofismo es el relativismo, donde la verdad no existe, sino que todo es interpretable y opinable .Luciano De Crescenzo lo explica mucho mejor que yo "Lo que yo conozco no es una realidad objetiva igual para todos , sino que asume un significado preciso sólo en el momento en yo la percibo y , naturalmente, este significado cambia al cambiar mis opiniones" El sofista renuncia a buscar la verdad , el demagogo, simplemente, pretende ocultarla, falsearla, engañar. A la mayoría de los políticos de nuestra época y de casi todas las épocas no les importa la verdad, sino ganar las elecciones y para ello están dispuestos a decir lo que el pueblo quiere escuchar, son demagogos. También lo son aquellos medios de comunicación que abandonan la independencia y apoyan a una u otra postura política , transformando los mensajes que envían a sus lectores o espectadores en aquello que desean que crean que es la verdad y que coincide normalmente con lo que desea leer su comprador. Eso es lo que lleva a que las personas conservadoras compren periódicos conservadores y los que tienen unas ideas socialistas adquieran prensa que simpatiza con estas ideologías. No buscamos la verdad, queremos confirmar que lo que pensamos es cierto y si discrepa con nuestro pensamiento lo rechazamos con un gesto de disgusto.
Las redes sociales deberían servirnos para librarnos de ese control de los políticos y los medios de comunicación afines, de los grandes grupos que controlan la prensa y las emisoras de radio y televisión, un ágora donde hablar en libertad, de intercambiar ideas , de debatir y buscar la verdad uniendo una cantidad de mentes en esta tarea como no se había visto hasta ahora en nuestra historia, pero me pregunto si realmente nos interesa la verdad, si queremos hallarla, porque si es así esto no se corresponde con esa tiranía del pensamiento políticamente correcto, con ese rechazo visceral al que piensa de forma diferente al que no se responde con argumentos razonados sino que se trata de silenciar su voz con descalificaciones e insultos. Esta actitud que se está extendiendo cada vez más en las redes hará que personas que piensan de forma diferente a la mayoría y por lo tanto tienen un pensamiento original y que podría aportar diferentes puntos de vista a los problemas actuales, decidan guardar silencio antes que enfrentarse a un coro de voces que no quieren escuchar nada más que aquello que confirme sus ideas. Las redes sociales son el gran ágora de nuestro tiempo, podríamos convertirlo en el mayor foro de ideas y debates del mundo, pero sólo se convertirá en ello si no somos ni sofistas ni demagogos , sino filósofos en el sentido de amar el saber y buscar la verdad aunque esta pueda no gustarnos.
El historiador romano Tácito escribía que "La verdad se robustece con la investigación y la dilación; la falsedad, con el apresuramiento y la incertidumbre", pero en este tiempo de reacciones inmediatas parece no existir el tiempo para reflexionar sobre las palabras que escribimos ni sobre los textos que leemos , pulsamos las teclas de nuestros ordenadores y teléfonos para mostrar al momento nuestra conformidad o rechazo para que otros lo sepan y reaccionen con la misma inmediatez. No encontraremos la verdad en lo inmediato, es necesario detenerse, valorar los matices, tratar de comprender lo que la otra persona quería decir con las palabras que ha escrito porque no siempre el significado de una frase es el que le damos en una primera lectura, y luego , si estamos en contra, busquemos los argumentos para apoyar nuestro rechazo y enriquecer así el debate, pues como decía Aristóteles " No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad" y por supuesto sin ahogar las otras voces, y aquí me apoyo en mi admirado poeta Rabindranath Tagore que afirmaba que "La verdad no está de parte de quién grite más." . Reflexionar,debatir,tolerar, buscar la verdad, siempre con respeto a los demás , deberían ser nuestras guías en las redes sociales para que se conviertan en lo que pueden ser, algo que va mucho más allá de compartir canciones o fotografías, un motor de transformación de nuestras sociedades. En nuestras manos está.
Pero en el mismo siglo en que vivió Sócrates aparecieron otros hombres a los que la historia conoce con el hombre de sofistas , igualmente procedente de sophos, "sabiduría" y la palabra sofista se empleaba para aquellos que tenían un conocimiento profundo, sabiduría sobre algo concreto. Pero la diferencia entre los filósofos y los sofistas, que en principio son ambos amantes de la sabiduría, es que los primeros ofrecen este conocimiento gratis y no obtienen beneficios de él mientras que los sofistas ponían sus facultades al servicio de quién tuviera dinero para pagarlas, vendiendo por ejemplo su capacidad oratoria para defender a los que tenían que afrontar un juicio. Hay que tener en cuenta que en Atenas , hasta el gobierno de Pericles(495-429 a,C), cada persona tenía que responder personalmente a las acusaciones ante un tribunal sin valerse de un abogado, pero no todo el mundo tenía la capacidad de escribir un buen discurso de defensa y es entonces cuando entraban en escena los sofistas preparando un discurso para librarse de la acusación. Esta forma de rentabilizar la sabiduría era rechazada por los filósofos como lo demuestran estas palabras de otro filósofo Jenofonte(431-534 a.C) "Son llamados sofistas unos hombres que se prostituye y que por dinero venden su propia sabiduría a quién se la pide:ellos hablan para engañar y escriben por la ganancia y no ayudan a nadie en nada" Cuando escribe Jenofonte que no ayuda a nadie en nada quiere significar que su objetivo no era llegar a la verdad, sino utilizar los argumentos a su propia conveniencia para alcanzar los resultados deseados, igual que haría un abogado o un político
de nuestros días.
El principal representante del sofismo es Protágoras (hacia 480-410 a.C) . De él se dijo que fue el primero en cobrar por dar un curso de oratoria , al menos eso afirma el también sofista Filóstrato de Atenas(hacia 170-249) en su obra "Vida de los sofistas" y justifica esta decisión de recibir una remuneración por sus servicios "Cosa que no se le puede reprochar, ya que todos tomamos más en serio lo que nos cuesta que lo que es gratuito" Los sofistas no buscaban la verdad, porque no creían que existiera una única verdad. Así lo expresaba otro sofista de la época de Protágoras, Gorgias de Leontini(hacia 480 a.C-385 a.C) "Nada es; si algo fuese, no lo podría entender; y aunque llegara a entenderlo , no sería capaz de comunicárselo a los demás" Creían sólo en el poder de la palabra. Este es un pensamiento que derivaría en la demagogia y el relativismo, si no hay ninguna verdad cualquier cosa puede ser considerada en un momento determinado como válida y luego , tiempo después, rechazada, un todo vale . Al no existir la verdad su búsqueda no tiene sentido como tampoco lo tendría la filosofía. Sin embargo, la única forma que tiene el pensamiento de evolucionar es buscar la verdad y además, si lo pensamos bien, ¿no es ya una verdad que no existiese la verdad? (imagen procedente de http://www.biografiasyvidas.com ) |
Y con los sofistas y los políticos surgió la demagogia, otra palabra griega que significa "dirigir al pueblo", y que Aristóteles (384-322 a.C), definió como la "forma corrupta o degenerada de la democracia que lleva a la institución de un gobierno tiránico de las clases inferiores o, más a menudo, de muchos o de unos que gobiernan en nombre del pueblo" pero creo que hoy se aproxima más a la realidad la definición recogida en el Diccionario de la Lengua Española "Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder." Al igual que entre los sofistas , entre los demagogos la verdad vuelve a ser su víctima ya que no es importante, el que anhela el poder regala al pueblo las palabras que estos quieren oír aunque sepa que son falsas y que sus promesas no serán cumplidas. El demagogo en su discurso omite aquellos elementos que no apoyan el mensaje que quieren transmitir, los oculta y , por lo tanto, miente. También utiliza otro recurso, el del falso dilema, que consiste en ofrecer en el discurso dos alternativas excluyendo a todas las demás , es decir, presenta una situación determinada como buena o mala, justa o injusta, puedes estar con él o contra él, sin admitir ningún matiz y excluyendo cualquier otra posibilidad.
El hijo del sofismo es el relativismo, donde la verdad no existe, sino que todo es interpretable y opinable .Luciano De Crescenzo lo explica mucho mejor que yo "Lo que yo conozco no es una realidad objetiva igual para todos , sino que asume un significado preciso sólo en el momento en yo la percibo y , naturalmente, este significado cambia al cambiar mis opiniones" El sofista renuncia a buscar la verdad , el demagogo, simplemente, pretende ocultarla, falsearla, engañar. A la mayoría de los políticos de nuestra época y de casi todas las épocas no les importa la verdad, sino ganar las elecciones y para ello están dispuestos a decir lo que el pueblo quiere escuchar, son demagogos. También lo son aquellos medios de comunicación que abandonan la independencia y apoyan a una u otra postura política , transformando los mensajes que envían a sus lectores o espectadores en aquello que desean que crean que es la verdad y que coincide normalmente con lo que desea leer su comprador. Eso es lo que lleva a que las personas conservadoras compren periódicos conservadores y los que tienen unas ideas socialistas adquieran prensa que simpatiza con estas ideologías. No buscamos la verdad, queremos confirmar que lo que pensamos es cierto y si discrepa con nuestro pensamiento lo rechazamos con un gesto de disgusto.
Facebook, creada en 2004 por Mark Elliot Zuckerberg (1984) y Twitter , fundada por Jack Dorsey(1976) en el año 2006, son las dos redes sociales más importantes en el mundo, la primera de ellas conectando ya a mil millones de usuarios, un potencial de intercomunicación como nunca ha existido en la historia. ¿Podéis imaginar los comentarios que habrían realizado Sócrates, Leonardo da Vinci, Newton o Einstein de haber dispuesto de una herramienta como Internet y de redes sociales para transmitir sus conocimientos?Un ágora como la de Atenas pero en lugar de unos centenares de ciudadanos , millones, cientos de millones de personas intercambiando pensamientos, una fuerza capaz de transformar el mundo como lo conocemos, pero sólo si lo empleamos con mente abierta, con ganas de aprender, de reflexionar y no sólo para oír lo que ya sabemos y dejarnos arrastrar por las corrientes predominantes, convirtiéndonos en eco de una música que no es la nuestra (Imagen procedente de http://www.trecebits.com ) |
Las redes sociales deberían servirnos para librarnos de ese control de los políticos y los medios de comunicación afines, de los grandes grupos que controlan la prensa y las emisoras de radio y televisión, un ágora donde hablar en libertad, de intercambiar ideas , de debatir y buscar la verdad uniendo una cantidad de mentes en esta tarea como no se había visto hasta ahora en nuestra historia, pero me pregunto si realmente nos interesa la verdad, si queremos hallarla, porque si es así esto no se corresponde con esa tiranía del pensamiento políticamente correcto, con ese rechazo visceral al que piensa de forma diferente al que no se responde con argumentos razonados sino que se trata de silenciar su voz con descalificaciones e insultos. Esta actitud que se está extendiendo cada vez más en las redes hará que personas que piensan de forma diferente a la mayoría y por lo tanto tienen un pensamiento original y que podría aportar diferentes puntos de vista a los problemas actuales, decidan guardar silencio antes que enfrentarse a un coro de voces que no quieren escuchar nada más que aquello que confirme sus ideas. Las redes sociales son el gran ágora de nuestro tiempo, podríamos convertirlo en el mayor foro de ideas y debates del mundo, pero sólo se convertirá en ello si no somos ni sofistas ni demagogos , sino filósofos en el sentido de amar el saber y buscar la verdad aunque esta pueda no gustarnos.
El historiador romano Tácito escribía que "La verdad se robustece con la investigación y la dilación; la falsedad, con el apresuramiento y la incertidumbre", pero en este tiempo de reacciones inmediatas parece no existir el tiempo para reflexionar sobre las palabras que escribimos ni sobre los textos que leemos , pulsamos las teclas de nuestros ordenadores y teléfonos para mostrar al momento nuestra conformidad o rechazo para que otros lo sepan y reaccionen con la misma inmediatez. No encontraremos la verdad en lo inmediato, es necesario detenerse, valorar los matices, tratar de comprender lo que la otra persona quería decir con las palabras que ha escrito porque no siempre el significado de una frase es el que le damos en una primera lectura, y luego , si estamos en contra, busquemos los argumentos para apoyar nuestro rechazo y enriquecer así el debate, pues como decía Aristóteles " No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad" y por supuesto sin ahogar las otras voces, y aquí me apoyo en mi admirado poeta Rabindranath Tagore que afirmaba que "La verdad no está de parte de quién grite más." . Reflexionar,debatir,tolerar, buscar la verdad, siempre con respeto a los demás , deberían ser nuestras guías en las redes sociales para que se conviertan en lo que pueden ser, algo que va mucho más allá de compartir canciones o fotografías, un motor de transformación de nuestras sociedades. En nuestras manos está.
2 comentarios:
Hace unos meses me fui de Facebook. No sé si la verdad existe pero seguro que allí no está. Dos posturas pueden ser ciertas o falsas simultáneamente, porque todo depende de la percepción del observador, de esos matices de los que hablas. La política es una nueva religión y la religión no ha dejado de ser el opio de los pueblos. Yo, lamentablemente, he dejado de creer.
Excelente artículo.
Un abrazo.
Muchas gracias Maia!!Creo que las redes sociales pueden ser muy útiles y eficaces pero si las empleamos para el diálogo y el debate. No hay que perder la esperanza de transformar las cosas, siempre es posible. Un abrazo desde Madrid!!
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