lunes, 27 de octubre de 2014

EL PRECIO DE LA CORRUPCIÓN Y LA HISTORIA DE LOS BARCOS NEGROS

 No era hoy mi intención escribir  sobre la corrupción, un tema que a veces parece acaparar toda la actualidad informativa eclipsando cualquier otra noticia, pero hay ocasiones en que la actualidad se impone como una realidad de la que no debes evadirte y es lo que me ha sucedido hoy cuando los medios de información anunciaban una redada de cargos políticos en diferentes punto de España acusados de corrupción. Abro el Diccionario de la Lengua Española para buscar las definiciones del término corromper. En su segunda acepción el Diccionario lo describe como la acción de "echar a perder, depravar , dañar , pudrir" , en su cuarta acepción lo describe como aquello que va dirigido a "pervertir o seducir a alguien"  y en la última de las siete definiciones que incluye del término corromper lo describe sencillamente como "oler mal". El castillo de Elsinor, la residencia del rey de Dinarmarca. Un espectro se aparece ante el príncipe Hamlet, le llama para hablar con él mientras dos de sus amigos, Horacio y Marcelo , tratan de disuadirle sin éxito. Hamlet sale en busca del espectro , Horacio se pregunta "¿A donde conducirá todo esto?" y Marcelo replica en tono lúgubre "Algo huele a podrido en el estado de Dinamarca!" . Esta frase del "Hamlet" de William Shakespeare (1564-1616) que ha quedado para la historia como la sospecha expresada en palabras de la corrupción que carcome a un estado. Ese huele a podrido que pronuncia Marcelo  es el "oler mal" al que se refiere el diccionario y también al "echar a perder, depravar, dañar, pudrir" porque eso es lo que sucede no sólo con los organismos o los alimentos sino con los pueblos y las naciones cuando se extiende la corrupción. La corrupción no es patrimonio de una nación sino de toda la humanidad, parece formar parte de nuestra propia naturaleza y allí donde hay una sociedad , donde existe una jerarquía organizada , al amparo del afán del afán de poder y de la codicia, crece como una hiedra venenosa la corrupción. 

"El estado democrático debe aplicarse a servir a la mayoría y procurar a todos la igualdad delante de la ley, debe al mismo tiempo protegerse contra el egoísmo y proteger al individuo contra la arbitrariedad del Estado" Son palabras del político ateniense Pericles (495-429 a.C) que gobernó Atenas, la ciudad cuna de la democracia,  durante el siglo V a. C, la auténtica edad de oro de la ciudad. La corrupción provoca que en lugar de servir a los ciudadanos , de servir al bien común,  el corrupto busca el bien egoísta de unos pocos a costa del bienestar de la mayoría violando las leyes  que la sociedad se ha dado a sí misma para ser gobernada con justicia  y que los representantes de los ciudadanos elegidos en las elecciones deberían ser los primeros en cumplir escrupulosamente para conservar la autoridad moral que necesita todo representante público para que sus palabras tengan valor y sean escuchadas (Imagen procedente de http://en.wikipedia.org ) 

Podría escribir sobre cualquier otro país, pero vivo en España y esta es la realidad que más conozco y al igual que nos duele lo que le pasa a otro ser humano pero aún nos duele más cuando algún mal le sucede a alguien muy próximo a nosotros, a un familiar, a un amigo, lo mismo me sucede con España y pongo en mi boca las palabras del escritor Miguel de Unamuno(1864-1936) cuando exclamaba "Me duele España". No es  ni mucho menos la primera vez que se puede decir , parafraseando a Shakespeare, "Algo huele a podrido en el estado de España" , en otras ocasiones la corrupción ya pareció ocupar toda  su realidad hasta hacer que la atmósfera del país pareciera irrespirable. La corrupción tiene la capacidad de distorsionar tu percepción de la realidad, consigue eclipsar cualquier logro , como si la putrefacción contaminara incluso las aguas más puras. Tal vez algo parecido quiso expresar el psicólogo y sociólogo italoargentino José Ingenieros (1877-1925) cuando escribía que "Nadie piensa, donde todos lucran; nadie sueña, donde todos tragan" , porque en una sociedad corrupta hay sólo una minoría que se aprovechan de esa corrupción, que se lucran y salen beneficiados pero sus actos dañan al conjunto de la sociedad  que "traga" , observa como la honestidad, la profesionalidad, el trabajo honrado, el comportamiento ético son burlados y violados a pesar de las leyes que parecen existir sólo para aquellos que las cumplen y no para la que las infringen impunemente aprovechando su posición de poder. Durante los últimos años las noticias sobre la corrupción entre el estamento político y económico español se han ido sucediendo, primero de una forma lenta, como a cuenta gotas. Pequeños escándalos que aun despertando indignación  todavía no creaban esa sensación de ruindad generalizada. 

Esta viñeta del genial dibujante español Antonio Forges (1942)  creo que representa muy bien lo que en estos momentos sienten muchos españoles ante el bombardeo continuo de noticias sobre nuevos casos de corrupción.  La novelista estadounidense Taylor Caldwell  (1900-1985) escribía que "Las naciones nunca se apartan de los abismos. La corrupción es irreversible cuando ha llegado a pudrid el alma de una nación " Yo no comparto esta idea y  aunque la corrupción es algo que existe en todas las sociedades, en una sociedad democrática tenemos las herramientas  para cambiar esa realidad corrupta  a través del control de las instituciones por medio de los medios de comunicación ,  los tribunales y  finalmente, el poder supremo en toda democracia, el voto  (Imagen procedente de http://pacovivas.blogspot.com.es ) 
Pero al igual que avanza el gusano en el interior de la manzana de la que se alimenta, el gusano de la corrupción ha ido extendiéndose hasta que las noticias sobre nuevos casos de escándalos políticos ocupan los titulares de los informativos de televisión y la portada de los periódicos , con casos que han ido implicando desde empresarios y políticos municipales hasta alcanzar a todos los estamentos de la sociedad, , sindicatos, partidos políticos de diferentes ideologías, empresarios, el gobierno  e incluso a la Familia Real  y todo ello en un tiempo en el que la sociedad lleva sufriendo casi seis años de crisis económica, con un nivel de desempleo por encima del 23% desde hace cuatro años, con un retroceso en servicios esenciales en la sociedad como la educación, la sanidad o la inversión pública en infraestructuras o en investigación , con continuas llamadas al sacrificio y la austeridad, del recorte de derechos laborales y sociales por los que generaciones anteriores lucharon años para conseguirlos y que ahora se ceden con resignación porque nos dicen que "no hay otro camino". Una sociedad igual que una persona puede aceptar muchos sacrificios pero para exigirlos es necesario que quien los pida tenga alguna autoridad moral. ¿Qué autoridad moral tendría un médico que pide a su paciente que deje de fumar mientras él enciende un cigarrillo detrás de otro?Cuando surgieron las noticias sobre comportamientos  morales reprobables en el seno de la Familia Real , que implicaban a una de las hijas del monarca, escribí que "Si la monarquía ha sobrevivido ha sido sólo por su peso histórico, por la tradición y por esa fascinación que en ciertos sectores de la sociedad ejerce aún la figura de los monarcas y sus ceremonias. Por eso, si se despoja a esta monarquía de su valor simbólico , si deja de ser ejemplo de buen comportamiento y pierde así el prestigio necesario para ejercer  su papel conciliador entre las posturas encontradas de las diferentes alternativas políticas , actuando como un moderador y un vínculo de unión de la nación, con la que los ciudadanos se puedan sentir identificados, la monarquía habrá perdido la única justificación para seguir existiendo."

Uno de los últimos escándalos que más han indignado a la sociedad española y que ha empezado a colmar su paciencia ha sido el del uso de las llamadas "Tarjetas Opacas" , llamadas así porque eran tarjetas que la entidad bancaria Cajamadrid entregaba a sus directivos y miembros del Consejo de Administración con la que realizaban gastos personales que luego no eran declarados , es decir, dinero negro, y no se trataban de unos pocos euros, sino de más de quince millones de euros, como podéis ver en los diagramas sobre estas líneas,  empleados en  actividades tan alejadas de la actividad bancaria como la compra de botellas de vino, viajes privados o fiestas nocturnas. Y aquí estaban implicados miembros de los principales partidos políticos, sindicados y empresarios , entre ellos el presidente de la patronal de empresarios de Madrid, Arturo Fernández (1945) presidente de la patronal de empresarios , CEOE, Gerardo Díaz Ferrán(1942), que después lanzaría mensajes a la sociedad de que era necesario sacrificarse, aceptar reducción de salarios y trabajar más horas (Imagen procedente http://economia.elpais.com ) 

Sigo pensando lo mismo  que  expresan estas palabras escritas hace casi tres años, el prestigio ,que el Diccionario define como "Realce, estimación, renombre, buen crédito",
reside en un comportamiento ejemplar pero si los ciudadanos observan que  ha dejado de ser un ejemplo de honestidad , que han abandonado la ejemplaridad, ese prestigio se derrumba, se pierde el buen crédito  y con ello la institución que representan queda vacía de significado pues sin prestigio sus gestos y palabras pierden todo el valor que pudieran tener. Pero ahora ya no es sólo la Familia Real a lque entonces yo me refería, los casos de corrupción se han extendido a un ritmo constante a todas las instituciones y aunque el número de corruptos siempre sea una minoría es inevitable que la sociedad tenga la impresión de que sus representantes han olvidado lo que son "servidores públicos", porque en una democracia el poder emana de los ciudadanos que deciden delegar ese poder en sus representantes elegidos en las elecciones para gobiernen en su nombre al servicio del bien común. Lamentablemente, la sensación que provoca este alud de noticias sobre casos de corrupción de los que no parece librarse ninguna organización política, sindical o empresarial  es que no trabajan por el bien común, no cumplen con lo que debiera ser su única y principal función, el bienestar de los ciudadanos que les han elegido y el cumplimiento escrupuloso de las leyes ,que se han dejado seducir por el poder y la codicia  y creen poder actuar con impunidad. No soy un ingenuo y bien se que la corrupción es algo inevitable en la naturaleza humana y también esta creencia de estar por encima de las leyes como bien sabían ya en la antigua Roma. El filósofo Lucio Anneo Séneca (4 a.C - 65)  afirmaba que "el que no quiere vivir entre justos viva en el desierto" y el poeta  Marco Anneo Lucano(39-65)  nos advertía que "aléjese de los palacios el que quiera ser justo. La virtud y el poder no se hermana bien"

"La muerte de Séneca" de Pedro Pablo Rubens. El filósofo romano pagó con la vida su cercanía al poder. Tutor del emperador Nerón durante años fue su consejero hasta que cayó en desgracia y en el año 65 fue implicado en una conspiración contra Nerón. Antes de que le llegara la sentencia de pena de muerte optó por suicidarse . Sin embargo los corruptos, no era ese el caso del filósofo  nacido en Hispania,   buscan siempre la proximidad al poder para beneficiarse de él. Así se explica en la serie estadounidense" House of Cards" que retrata los entresijos del poder y el  mudo de la política  su protagonista, interpretado por el actor estadounidense Kevin Spacey(1959), dice "El poder es como la propiedad inmobiliaria. La clave es ubicación, ubicación, ubicación.Cuanto más cerca  estés de la puente de poder más vale tu propiedad" Y lo peor de todo esto es el cinismo, pues muchos de los implicados en estos casos de corrupción antes han sido los más severos a la hora de criticar otros casos de corrupción  cuando ellos eran tan culpables como aquellos a los que criticaban    (Imagen procedente de  https://www.museodelprado.es )    


Tenían razón y lo sabían de primera mano pues vivieron en los años de gobierno de Nerón (37-68),  pero ellos escribieron en un tiempo donde el gobierno  estaba en manos de una sola persona, el emperador, que gozaba de poder absoluto y al que sólo la muerte, bien natural o causada por la mano de otro hombre, podía apartarle del gobierno. Por fortuna hoy vivimos en España en una democracia, que no olvidemos significa el "gobierno del pueblo",  un pueblo que se ha dado a sí mismo una Constitución  votada y aprobada en el referéndum celebrado el 6 de diciembre de 1978 y en cuyo Artículo 1 podemos leer que "La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado" y por lo tanto, y aunque es obvio que  demasiados representantes públicos lo olvidan y también nosotros tendemos a no recordarlos , el poder auténtico reside en los ciudadanos, son ellos, los que lo otorgan o lo retiran, y son los servidores públicos,los miembros de los partidos políticos, de los sindicatos , de la misma Familia Real, los que se encuentran a nuestro servicio y no a la inversa. Por supuesto que esta no es la experiencia cotidiana que tienen un ciudadano, ni aquí ni en casi ningún lugar del mundo, pero eso no significa que a pesar de ello el poder no siga en nuestras manos . He titulado a este artículo "el precio de la corrupción" porque  aquellas cosas que hacemos tienen consecuencias, nada pasa sin dejar una huella, y uno de los precios que hay que pagar por la corrupción es la desconfianza . El filósofo alemán Friedrich Nietzsche(1844-1900) decía  sobre el engaño que "Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que , de ahora en adelante, ya  no podré creer en ti" Muchos tendréis la experiencia de haber confiado mucho en alguien, pero una vez que se descubre un engaño, una mentira, por pequeña que esta sea, esa desconfianza queda dañada y es casi imposible repararla. porque siempre queda viva la llama de la sospecha porque si ya nos ha engañado una vez ¿por qué no lo hará en una nueva oportunidad?

Retrato de Francisco de Sandoval,  Duque de Lerma (1553-1625) primer ministro y valido del rey español Felipe III(1578-1621) , realizado por Pedro Pablo Rubens (1577-1640). El monarca carecía de las dotes para el gobierno y la política de su padre Felipe II(1527-1598) y estaba mucho más interesado en su principal afición , la caza, además del teatro y la pintura, que en el gobierno que dejó en manos del duque de Lerma . Es el protagonista de uno de los primeros casos conocidos de especulación inmobiliaria. El duque impulso el cambió de la capitalidad de España de Madrid a Valladolid en 1601. Curiosamente había comprado viviendas en Valladolid antes de saberse esta noticia por lo que una vez que se conformó el traslado de la corte esas viviendas multiplicaron con rapidez su precio con el consiguiente beneficio para el duque. Lo mismo pero a la inversa sucedió seis años después cuando la capitalidad retornó a Madrid y de nuevo el duque había comprado antes propiedades en Madrid . Aunque tal vez no sea responsable de tantos casos de corrupción como se le acusan utilizó su posición de privilegio en su propio beneficio aunque hay que reconocerle el haber mantenido durante sus años de gobierno a España fuera de cualquier conflicto militar.  Bajo las sospechas de corrupción, Felipe III le retiró su confianza en 1618 aunque antes pudo arreglar el duque su nombramiento como  cardenal pues así lograba  protegerse de cualquier juicio amparándose en la inmunidad como miembro de la Iglesia. Cuando  en 1621  Felipe III se preparaba   para la muerte mostraba su arrepentimiento por haber abandonado los asuntos de Estado  "Ah, si Dios me diera vida, cuán diferente gobernara" (Imagen procedente de https://www.museodelprado.es )   

Eso es lo que ahora está sucediendo en España. Los casos de corrupción se han ido sucediendo mientras políticos, sindicatos y empresarios negaban una y otra vez las acusaciones , mostraban su indignación y se declaraban ofendidos por lo que calificaban de calumnias o falsas acusaciones, pero el tiempo, ese tiempo del  que el poeta romano Horacio(65- 8 a. C) decía que "Saca a la luz lo que está oculto", ha terminado mostrando una y otra vez que aquellas acusaciones que eran rechazadas por falsas y calumniosas eran ciertas y tenían fundamento.   Y así, poco a poco la confianza ha desaparecido sustituida por la sospecha generalizada y toda generalización implica en sí misma  una forma de injusticia. Claro que no todos los políticos son corruptos, ni todos los sindicalistas mentirosos, ni todos los empresarios explotadores, si esa fuera la realidad de la sociedad hace tiempo que los lazos que nos mantienen unidos  se habrían roto. No , los corruptos siempre son una minoría, pero cuando esa minoría es mas numerosa de lo habitual y cuando eso se une a una situación de crisis social y económica  tenemos todos los elementos para formar eso que se llama una "tormenta perfecta" de desconfianza hacia los representantes públicos,  de sospecha sobre sus palabras, de pérdida de prestigio , de un rechazo que se extiende a todas las instituciones , de un sentimiento de indignación del ciudadano que se siente engañado, burlado y humillado por las personas en las que había depositado su confianza creyendo en sus palabras , en su honestidad ,en su rectitud moral. Al igual que el médico que os mencionaba antes que ha perdido su autoridad moral para pediros que dejéis el tabaco porque él lo hace delante vuestro, en España nuestros representantes están perdiendo su autoridad moral , sus palabras empiezan a no significar nada, a ser despreciadas mientras la atmósfera que nos rodea cada vez se siente más irrespirable y ya  no sea suficiente sólo con palabras de disculpas, de excusas y de perdón sin  emprender una regeneración profunda del tejido dañado. 

Dejadme que os cuente con brevedad un episodio de una época bastante sombría de la historia de España , el reinado de Fernando VII  (1784-1833) En 1815 España acababa de salir victorias de una guerra por su propia supervivencia como nación, la Guerra de Independencia  contra la Francia gobernada por Napoleón Bonaparte (1769-1821), pero los años de guerra habían debilitado y empobrecido a España que además ahora veía como sus colonias en América exigían su libertad y luchaban por su independencia. En nada ayudaba un monarca que había anulado todas las medidas liberales  que se habían tomado en su ausencia por las Cortes de Cádiz, instaurando de nuevo un gobierno absolutista. Fernando VII no estaba dispuesto a permitir la libertad de las colonias americanas . En 1815 las tropas españolas dirigidas por Pablo Morillo y Morillo (1775-1837) habían logrado contener y derrotar a los sublevados en Nueva Granada, la actual Colombia, y Venezuela, pero en el Virreinato del Río de la Plata seguía habiendo focos de resistencia y para sofocarlos se organizó un ejército de treinta mil hombres que fueron concentrados en Cádiz para embarcarlos. El problema era que la flota española había quedado tan dañada después de la guerra y los barcos de los que disponía estaban en un estado tan pésimo de mantenimiento que era necesario sustituiros por otros, así que se retrasó el envío de las tropas. El ministro de la Marina era el político y teniente de navío José Vázquez Figueroa (1770-1855), un hombre adecuado para aquel puesto por su conocimiento del mar y también por la honestidad que había demostrado hasta entonces en todos los cargos desempeñados. Figueroa negoció la compra de cinco naves en Francia, todas ellas a buen precio y en muy buen estado  que en el otoño de 1817 fueron enviados a América, realizando su función con éxito. Pero , por supuesto, hacían falta más barcos para trasladar a todo el ejército.

El rey Fernando VII en un retrato realizado en 1814 por el pintor Francisco de Goya (1746-1828), protagonista de uno de los reinados más sombríos de la historia de España marcado por la corrupción de la camarilla de la que se hizo rodear. Así pasó de ser llamado "El Deseado" a convertirse en "El Gran Felón" . La historia de los Barcos Negros que os cuento a continuación es un ejemplo de de la forma de gobernar durante su reinado, donde la honestidad no solo no era premiada sino que llegaba a ser castigada . Se dice que el poder corrompe, pero en esta ocasión y creo que en muchas otras habría que concluir que los hombres ya estaban corrompidos antes de tener el poder  (Imagen procedente de  http://en.wikipedia.org )

Fue entonces cuando intervino el secretario privado y hombre de confianza de Fernando VII, Antonio Ugarte Larrazábal(fechas desconocidas), que tenía una estrecha relación con el embajador ruso en España , Dimitry Tatischev(1767-1845), que también mantenía una buena amistad con el monarca español . A espaldas de Figueroa  se llegó a un acuerdo con el embajador ruso para  la compra  de una escuadra rusa a cambio de suculentas comisiones tanto para Antonio Ugarte como para otros miembros del círculo de confianza del monarca español. Se realizó la compra por sesenta y ocho millones de reales, una auténtica fortuna en aquel tiempo,  y el 21 de febrero de 1818  se hizo la entrega en Cádiz de  cinco navíos de setenta y cuatro cañones y tres fragatas  de cuarenta cañones. Todo se había hecho en secreto y manteniendo al margen al ministro de marina y a los profesionales que tenían que haber verificado si aquellos barcos estaban en buenas condiciones y  se ajustaban a lo que España necesitaba, pero eso poco importaba a los miembros de la camarilla de Fernando VII que sólo pensaron  en llenarse los bolsillos con el dinero de las comisiones. El estado de aquellos barcos era lamentable , su madera estaba podrida y no parecían reunir las mínimas condiciones para navegar y mucho menos para transportar a miles de hombres al otro lado del océano.. En un informe que los miembros de la marina enviaron al ministro José Vázquez Figueroa se le aseguró que sólo una de las fragatas estaba apta para el servicio. Figueroa supo en aquel momento lo que había sucedido , pero ya era tarde para remediarlo. Hubo que afrontar la costosa reparación de las naves que aún encareció ya lo que había sido una ruinosa compra y a pesar de ello siguieron sin poder cumplir con su misión. Cuando Figueroa informó al rey  y expuso lo que había sucedido considerando que aquello había perjudicado los intereses de España, el rey se enfureció con él y lo destituyó como ministro de Marina y no contento con eso le acusó a él y a los autores del informe sobre el mal estado de los barcos de traidores y de buscar el desprestigio del rey y sus hombres de confianza. 

De esta forma los hombres honestos fueron castigados , los serviles corruptos que rodeaban al monarca quedaban impunes y con los bolsillos llenos y , entre tanto, en América Pablo Morillo esperaba impotente los refuerzos que nunca llegaban y el tiempo corría en contra del ejército español.  Para entonces el escándalo de los barcos rusos ya había salido a la luz y la gente había bautizado con ironía a aquellos barcos que no podían navegar con el nombre de los Barcos Negros. Tratando de paliar el escándalo, Fernando VII logró del zar de Rusia Alejandro I (1777-1825) que enviara  de forma gratuita tres fragatas y así fue anunciado el 27 de febrero de 1818 en La Gaceta de Madrid "La llegada de esta escuadra a los puertos de España es un efecto de los incesantes desvelos del Rey Nuestro Señor en beneficio de sus pueblos, del comercio y de la prosperidad de sus vasallos de Europa y de Ultramar" Y en efecto, el 12 de octubre de 1818 llegaban a Cádiz estos barcos prometidos  pero en tan mal estado como los anteriores y la reparación era demasiado costosa. El escándalo no hizo más que agravarse y el monarca optó por una postura que adoptan muchos líderes políticos en situaciones así, no hacer nada y esperar a que escampara. El ejercito que esperaba Pablo Morillo nunca llegaría , los barcos comprados a Rusia fueron desguazados  en los primeros años de la década de los años veinte del siglo XIX y con ellos se perdieron los millones de reales que podrían haber sido utilizados para construir nuevos barcos y reparar algunos de los que disponíamos. Rusia  tampoco recibiría el dinero comprometido, sólo una parte de él ¿dónde estaba el resto de los sesenta y ocho millones de reales? Es evidente que fuero desviados por el camino  y ya podéis imaginar que la camarilla que rodeaba a Fernando VII tuvo mucho que ver en la distracción de ese dinero. 

José Vázquez Figueroa fue la víctima en el episodio de los Barcos Negros ,la flota de barcos de maderas podridas que España compró a Rusia  y cuya historia podéis  encontrar en la segunda serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós (1843-1920) que os recomiendo vivamente para tener una idea del grado de corrupción que alcanzó la sociedad española durante el reinado de  Fernando VII. Tras la muerte del monarca en 1833 , Figueroa fue nombrado de nuevo Ministro de Marina en 1834 por la viuda de Fernando VII y regente de España, María Cristina de Borbón- Dos Sicilias (1806-1878)  que trataba de solucionar algo del desastre que heredó de su esposo.  Los culpables del desastre de los barcos adquiridos a Rusia quedarían impunes . Aunque su nombre hoy es casi desconocido, José Vázquez Figueroa es un ejemplo de honestidad en el desempeño de su labor de servicio a la sociedad sin buscar el beneficio propio (Imagen procedente de http://es.wikipedia.org )

El  hombre que fue castigado por aquel desastre , José Vázquez Figueroa, era el único que tuvo un comportamiento honesto, mientras que los corruptos salieron impunes . Poco después, las colonias americanas lograron su independencia y España comenzaba una larga travesía por el desierto en un siglo XIX lleno de convulsiones , guerras civiles y crisis económicas , políticas y sociales que se prolongarían  también en el siglo XX hasta desembocar en la Guerra Civil de 1936-1939 .Y todavía hoy casi todos conocemos el nombre de Fernando VII, el hombre que amparó la corrupción de un gobierno inoperante, y sin embargo la figura de José Vázquez Figueroa, la única figura ejemplar y honrada  de este triste y esperpéntico episodio de la historia de España, yace en el olvido excepto para algunos aficionados a la historia. Así termina la historia de los Barcos Negros , un ejemplo del daño que la corrupción puede hacer a un país y a una sociedad , no sólo en un momento puntual, sino que puede prolongarse en el tiempo y tener consecuencias inesperadas en el futuro. Cuando observo el panorama actual en España tengo la sensación de contemplar a la camarilla de Fernando VII, hombres que sólo pensaban en su propio interés sin preocuparles las consecuencias de sus actos pero también la esperanza de que haya muchos otros José Vázquez Figueroa, hombres íntegros, honestos y que no están dispuestos a corromperse aunque su resistencia pueda perjudicarlos como le sucedió a Figueroa, que fue destituido y enviado al exilio.No cometamos una injusticia con los hombres como él considerando a todos por el mismo rasero, no todos son miembros de las camarillas de Fernando VII. Vivimos en una democracia donde el poder reside en los ciudadanos, actuemos con responsabilidad y justicia, busquemos a los Figueroa que haya en nuestra sociedad y no premiemos la corrupción con nuestro apoyo, sea del partido que sea  Puede que la corrupción sea inherente al poder, que , como decía el historiador británico Lord Acton(1834-1902) "el poder tiene a corromper", pero igual que los antibióticos sanan las infecciones , nosotros podemos sanar la corrupción cada vez que vuelva a manifestarse. Esa es la grandeza de la democracia, siempre tenemos la oportunidad de transformar la realidad de forma pacífica y racional, castigando al deshonesto y dando una oportunidad al que de momento no nos haya mentido y si también nos defrauda , de nuevo tendremos el voto para que no quede impune pro sin dejarnos llevar por la emoción y los cantos de sirena, usando la razón y no dejando las riendas a la emoción. La corrupción están en todos lados, en todos los países y sociedades, pero la diferencia está en mirar hacia otro lado o  no resignarse a ella.

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