lunes, 27 de enero de 2014

HISTORIAS DE LA GRAN GUERRA: EL MAGNICIDIO DE SARAJEVO (PRIMERA PARTE)

"Si alguna vez hay otra guerra en Europa será resultado de alguna maldita estupidez en los Balcanes " diría Otto von Bismarck(1815-1898),  conocido como "el canciller de hierro"  y principal responsable de la unificación de Alemania en 1871 cuando treinta y nueve estados que hasta entonces habían sido independientes se unieron bajo la corona del que hasta entonces había sido rey de Prusia  y a partir de ese momento se convertía en el primer emperador del Imperio Alemán, Guillermo I de Alemania (1797-1888). Y a Bismarck no le faltaba razón, porque apenas dieciséis años después de su muerte sucedería algo en los Balcanes que significaría el inicio de una de las grandes tragedias del sangriento siglo XX, la Gran Guerra, que durante cuatro años teñiría de sangre los campos de batalla de Europa , que significaría la desaparición del Imperio Austrohúngaro a su vez  sucesor del milenario Sacro Imperio Romano-Germánico, desencadenaría la Revolución Rusa que derrocaría al último de los zares , Nicolás II(1868-1918), precipitaría la disolución del debilitado  Imperio Otomano que en los siglos XVI y XVII llegó a sitiar la ciudad de Viena  y dejaría postrada a Alemania, que dejó de ser un Imperio para convertirse en una República  sometida a las humillantes condiciones impuestas por las potencias vencedoras de la guerra a través del Tratado de Versalles que pondría las semillas para que creciera la perversa planta del nazismo y de la Segunda Guerra Mundial. 

Fotografía del llamado Canciller de Hierro Otto von Bismarck, el verdadero forjador de la unificación de Alemania en 1871 , manteniéndose en el cargo de canciller hasta 1890 . Durante todos esos años Otto von Bismarck se dedicó a fortalecer la unidad de aquella nación recién nacida forjando una red de alianzas con  el Imperio Austrohúngaro, el Imperio Ruso e Italia cuya principal finalidad era aislar al que consideraba gran enemigo de Alemania, Francia , a la que había infligido una gran derrota en la guerra Franco Prusiana entre 1870 y 1871. En 1890 presentaría su dimisión al emperador Guillermo II como consecuencia de las desavenencias que mantenía con el emperador por la política exterior, ya que se oponía a los deseos del monarca de impulsar la expansión internacional con la creación  de un Imperio colonial, algo que Otto no consideraba oportuno y prefería seguir fortaleciendo las fronteras europeas de Alemania. Su política ayudó a mantener el equilibrio en Europa al tiempo que convertía a Alemania en una gran potencia que rivalizaba con la primera potencia mundial, el Imperio Británico.  Uno de sus empeños fue el de evitar que se dieran las condiciones para una guerra en Europa y afirmaba que "La política no debe tratar de vengar el mal realizado, sino de cuidar que no se reproduzca" (Imagen procedente de   http://es.wikipedia.org)
  

 En este año de 2014 se publicarán decenas de libros, se  escribirán miles de artículos y se estrenarán películas dedicadas a este primer conflicto global del siglo XX que cambió la faz de Europa , una guerra que fue recibida por muchos con aplausos que no tardaron en convertirse en lágrimas por el horror de la guerra de trincheras, de los gases tóxicos , de los campos de batalla embarrados donde dejaba su vida la juventud de Europa, una guerra que según el que fuera Secretario de Estado de los Estados Unidos Henry Kissinger , fue "Una guerra que nadie quería y una catástrofe que nadie pudo haberse imaginado". Mi intención era dedicar un artículo a resumir el origen, desarrollo , desenlace y consecuencias de este conflicto pero la cantidad de información existente es tan abrumadora que no me he sentido capaz de sintetizarla hasta ese extremo, por lo que he decidido ir escribiendo a lo largo de este año diferentes artículos sobre ella y he creído que debía comenzar por el acontecimiento que desencadenaría  el conflicto, el magnicidio de Sarajevo, y lo haré basándome en los relatos del historiador español Alvaro Lozano (1967) , en su "Breve Historia de la Primera Guerra Mundial"  y del doctor en Derecho Pedro González Trevijano (1958), autor de "Magnicidios en la historia"  cuyas palabras nos acompañaran a lo largo de este relato. Antes de adentrarnos en los acontecimientos que desembocaron el en el magnicidio de Sarajevo y el estallido de la guerra, quiero contaros porque he elegido la denominación Gran Guerra y no Primera Guerra Mundial . En realidad,cuando el conflicto estaba desarrollándose y también justo después de su final, nadie la denominaba Primera Guerra Mundial, se referían a ella simplemente como La Guerra o la Gran Guerra. 

Nos cuenta Alvaro Lozano en su "Breve Historia de la Primera Guerra Mundial" que esta denominación se la debemos al teniente coronel del ejército inglés y corresponsal de guerra Charles Repington(1858-1925) , quién al final del conflicto se dispuso a publicar en 1920 una historia de la guerra que acababa de terminar en dos volúmenes. Pero ¿Cómo titularla? Parece que Repington mantuvo un intercambio de opiniones con un  profesor de la universidad estadounidense de Harvard que había viajado a Europa para escribir su propio relato sobre la guerra, y ambos hombres discutieron sobre el nombre que dar al conflicto. Repington nos  cuenta que "Le propuse llamarla La Guerra, pero era una denominación que no podía durar. La Guerra Alemana concedía demasiado a los alemanes. Sugerí "La Primera Guerra Mundial" para evitar que las generaciones posteriores olvidasen que la historia del mundo era la historia de la guerra", Aquella denominación tuvo éxito y aquel mismo año de 1920 Repington publicó su obra titulada "La Primera Guerra Mundial 1914-1918", pero yo he preferido conservar el nombre con el que el conflicto fue conocido durante su desarrollo , la Gran Guerra. En realidad no fue el primer conflicto mundial y ese triste honor habría que reservarlo para la denominada Guerra de los Siete Años, llamada así por su duración en el tiempo entre 1756 y 1763 en la que se vieron involucradas España, Francia, Inglaterra, Portugal, el Imperio Ruso, el Sacro Imperio, Suecia, el Reino de las Dos Sicilias, Sajonia, Prusia y hasta pueblos tan alejados como el Imperio Mogol del norte de India o las tribus indias, en particular los iroqueses, de América del Norte, con operaciones militares que se desarrollarían en Europa, América, Asia y África , una auténtica guerra mundial.

Mapa de Europa en el año 1914 , antes de comenzar la guerra, donde además podéis ver los diferentes regímenes políticos de cada una de las potencias europeas. Monarquías parlamentarias en España, con el rey Alfonso XIII(1886-1941), Alemania, con el emperador Guillermo II, el Reino Unido, donde gobernaba el rey Jorge V , o Italia con el rey Victor Manuel III(1819-1947) Repúblicas en Portugal, Francia y Suiza , y monarquías absolutas en el Imperio Austrohúngaro, gobernado desde 1848 por Francisco José de Austria, el Imperio Ruso en manos de Nicolás II y el decadente Imperio Otomano que tenía al frente al sultan Mehmet V (1844-1918). La fuente más importante de inestabilidad se encontraba en los Balcanes, donde Serbia , aliada de Rusia, deseaba recuperar los territorios que en el siglo XIV formaban parte de la Gran Serbia antes de ser derrotada por los turcos en la Batalla de Kosovo en 1389, territorios que en parte se encontraban ahora en manos del Imperio Austrohúngaro  , que a su vez también pretendía expandirse en los Balcanes (Imagen procedente de http://www.lasalle.es )

Pero hora es ya de que viajemos hasta la Europa de comienzos del siglo XX. y creo que será interesante  que veamos una fotografía de aquella Europa que entraba en el nuevo siglo con optimismo. Escribe Alvaro Lozano que "Europa se encontraba en su apogeo. Las grandes potencias habían conseguido preservar la paz a pesar de haber tenido que enfrentarse a numerosas crisis. El grado de desarrollo y progreso alcanzado por la civilización occidental parecía haber superado,entre otras cosas, las guerras, algo propio de los países incultos. Muchos europeos consideraban que estaba viviendo una edad de oro" y eso se debía a muchos factores que los europeos podían observar  en su vida cotidiana "el crimen estaba bajo control -sigue contándonos Alvaro Lozano - se producían constantes avances médicos y con ellos un aumento de la esperanza de vida" de hecho si a comienzos del siglo XIX, coincidiendo con el inicio de la Revolución Industrial,  la población europea no superaba los cincuenta millones de habitantes, e los primeros años del siglo XX se había incrementado nada menos que hasta los trescientos millones de habitantes. Y si la población había crecido , la esperanza de vida había aumentado, también los salarios de los trabajadores experimentaron una notable mejora, incrementándose en Europa una media de un 50% entre la última década del siglo XIX y la primera década del siglo XX hasta el comienzo del conflicto. Si, las cosas cambiaban vertiginosamente y en sentido positivo en una Europa que, por otro lado, seguía manteniendo muchas estructuras del pasado y albergaba en su seno fuertes tensiones  muchas de ellas surgidas precisamente del ritmo vertiginoso con el que se producían los cambios.  

Los movimientos feministas crecen y  reclaman derechos para las mujeres, el socialismo , nacido en la segunda mitad del siglo XIX, exige el reconocimiento de nuevos derechos para los obreros al tiempo que se alimenta el enfrentamiento entre las diferentes clases sociales y también arde cada vez con mayor intensidad la llama de los nacionalismos y las grandes potencias mantiene un frágil equilibro  done unas  recelan de las intenciones de las otras. Como sucede también  en nuestros días entre la población europea reinaba una gran incertidumbre por los avances tecnológicos y los cambios que iba a traer ,una mezcla, como escribe Alvaro Lozano, "de entusiasmo y aprensión", los europeos se preguntaban "¿hacía donde vamos?". ¿Quienes eran esas grandes potencias  que dibujaban el mapa de Europa a comienzos del siglo XX? Al inicio de este relato os citaba unas palabras de Otto von Bismarck, el primer canciller del Imperio Alemán nacido , como hemos visto, de la unión de más de una treintena de  estados independiente a la potencia que ya era el Reino de Prusia. Su primer emperador fue Guillermo I y a su muerte en 1888 le sucedió su hijo Federico III (1831-1888) pero en el momento de subir al trono Federico III padecía un cáncer de laringe en estado avanzado que causó su muerte apenas tres meses después de su subida al trono. Le sucedería el hijo que  Federico había tenido con su esposa la princesa Victoria del Reino Unido(1840-1901) que a su vez era hija de la reina Victoria I de Inglaterra (1819-1901). Por lo tanto, el nuevo emperador de Alemania era nieto de la reina de Inglaterra y emperatriz del Imperio Británico que, en realidad estaba emparentada con casi todas las familias reales europeas que formaban una especie de Gran Familia que parecía asegurar que cualquier conflicto podría evitarse gracias a estos lazos familiares. El nuevo emperador reinaría con el nombre de Guillermo II(1859-1941).

Fotografía del kaiser (título alemán del emperador) Guillermo II con el político británico Winston Churchill (1874-1965) tomada en septiembre de 1909. Guillermo II había puesto punto final a la política de Bismarck  impulsando la política expansionista alemana , la denominada Weltpolitik o Política Global. Prometió , según sus palabras, que llevaría a Alemania "hacia tiempos gloriosos" y añadía que "Alemania se hace cada vez más fuerte con los años de paz. Tan sólo podemos ganar con el tiempo.". El historiador Álvaro Lozano  nos cuenta que una de las características principales de Guillermo II era que detestaba a Gran Bretaña, a pesar de ser nieto de la reina Victoria I de Inglaterra "Su animosidad era personal - escribe Lozano -  Su brazo izquierdo estaba deformado debido a una complicación en el parto de la que culpaba al medico inglés de su madre, algo que le provocaba un enorme complejo de inferioridad en un ambiente familiar tan marcial" Se refería a la Familia Real inglesa como "La maldita familia" a la que sin embargo él pertenecía.  Winston Churchill , el futuro primer ministro inglés durante la II Guerra Mundial,  no tenía muy buena opinión del kaiser alemán "Tan sólo se pavoneaba y hacia sonar la espada desenvainada -nos cuenta Churchill -, pero detrás de tantas poses y atavíos había un hombre ordinario, vanidoso, aunque en general bien intencionado, que tenía la esperanza de que lo consideraran un Federico el Grande", con lo que Churchill hacía referencia a uno de los emperadores más importantes del Sacro Imperio que gobernó durante el siglo XIII (Imagen procedente de http://www.elmundo.es)

Alemania era a comienzos del siglo XX una potencia cada vez más pujante, con un territorio de 588.000 kilómetros cuadrados de superficie, un poco más que la superficie de España, que había incrementado su población desde los cuarenta y nueve millones que tenía en 1890 hasta los sesenta y seis millones que iba a alcanzar justo antes del comienzo de la guerra. Su potencia agrícola se había multiplicado aunque debido a este incremento de la población necesitaba importar  grano de Rusia y Estados Unidos. También experimento un fuerte desarrollo industrial que amenazaba con desbancar a la primera potencia industrial del mundo, el Imperio Británico, doblando por ejemplo su producción de acero, con grandes industrias cuyos nombres hoy siguen siendo  importantes como Siemenes , AEG o Krupp, un ejército moderno sólo inferior en número al de Rusia pero mejor preparado , dotado de armamento de calidad y que gozaba de una movilidad extraordinaria gracias a la amplia red ferroviaria que recorría el territorio alemán, más de 61.000 kilómetros de vías que dejaban atrás a los 49.500 de Francia, los 38.000  de Gran Bretaña o los 70.000 kilómetros de Rusia, que disponía de sólo nueve mil kilómetros más en un territorio gigantesco como era el del Imperio Ruso. Además, Alemania disponía de  la segunda flota naval más poderosa después de la británica y aunque era inferior en el número de barcos la superaba en cuanto a su tecnología.   Su gran aliado en Europa era el heredero directo del Sacro Imperio Romano Germánico . El origen del Sacro Imperio se remontaba a la coronación como emperador en el año 800 del rey de los francos Carlomagno (hacia 742-814) y después de un milenio de historia el 6 de agosto de 1806 el emperador Francisco II (1768-1835) decretaba oficialmente la disolución del Sacro Imperio tras ser derrotado por las tropas  del emperador francés  Napoleón I Bonaparte (1769-1821) en un intento de evitar  que Napoleón se hiciera con este título. 

Francisco II pasó a convertirse en Francisco I, fundador del Imperio Austriaco que estaba formado por un conglomerado de territorios entre los que estaban los reinos de Hungría, Bohemia y Dalmacia , los territorios italianos de Venecia y Lombardía, las posesiones polacas de Cracovia y Galitzia entre otros territorios. Tras la muerte de Francisco I en 1835 le sucede su hijo primogénito Fernando I de Austria (1793-1875), afectado por ataques epilépticos y cierto retraso intelectual consecuencia de los sucesivos enlaces consanguíneos de los Habsburgo.. En 1848 fue forzado a abdicar y él mismo coronó a su joven sobrino Francisco José de Austria (1830-1916), de apenas dieciocho años de edad, como nuevo emperador del Imperio Austríaco. Casi veinte años después, en 1867 , el Imperio Ausríaco pasaba a denominarse Imperio Austrohúngaro después de que Hungría lograse ser reconocida como un ente autónomo dentro del Imperio. Antes del comienzo de la guerra el Imperio tenía una extensión de 675.000 kilómetros cuadrados y una población que superaba los cincuenta y dos millones de habitantes. A pesar de tener una mayor extensión territorial que el Imperio Alemán el Imperio  Austrohúngaro no igualaba ni su desarrollo industrial, ni militar y ,sobre todo, carecía de la cohesión territorial alemana ya que en 1914 incluía territorios tan diversos como las de las actuales  Austria, Hungría,  República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Bosnia así como diferentes territorios de las actuales Italia, Serbia, Rumanía, Polonia, o Ucrania que se comunicaban en más de quince lenguas diferentes y con grandes tensiones nacionalistas en su seno, sobre todo entre el 46& de su población de origen eslavo en las que checos , rumanos y las regiones que el Imperio controlaba en los Balcanes pugnaban por lograr el reconocimiento de sus derechos nacionales. 

El emperador Francisco José I de Austria, conocido por muchos más que por su labor política por su esposa Isabel de Baviera(1837-1898) a la que seguro que conocéis más por el nombre de Sissi.  Subió al trono con sólo 18 años y su reinado sería el tercero más largo en la historia de Europa , un reinado que estaría jalonado por diferentes tragedias personales como la extraña muerte de su hijo y heredero Rodolfo de Habsburgo (1858-1889),que incluso más de un siglo después no se sabe si fue un suicidio o un asesinato urdido por los sectores más conservadores del Imperio que temían las intenciones reformistas de Rodolfo, y el asesinato de su esposa Sissi en 1898 a manos de un anarquista italiano Luigi Lucheni(1873-1910) . En 1914 el emperador tenía ochenta y cuatro años y su heredero era el archiduque Francisco Fernando de Austria (1863-1914) con el que mantenía una difícil relación como veremos en la segunda parte de este relato (Imagen procedente de http://guiadeviena.com ) 

En lo que se refiera a su ejército, además de problema del transporte ,ya que no tenía una red ferroviaria equiparable a la de Alemania, había que unirle la dificultad de coordinar un ejército que no tenía una lengua común , había que añadir el hecho de que su gasto en defensa era inferior al de otras potencias por lo que las tropas estaban peor equipadas  y  una marina que era la más pequeña entre las potencias que combatirían en la guerra. La tercera potencia que sería aliada del Imperio Alemán y del Imperio Austrohúngaro era el Imperio Otomano, al que al principio me refería con el nombre por el que era conocido en la Europa anterior a la Gran Guerra, "el enfermo de Europa". El Imperio Otomano que había nacido en el siglo XIV , comenzó su gran expansión a partir del siglo XV, cuando el sultán Mehmed II el Conquistador(1431-1482) conquistaba la capital del Imperio Bizantino, Constantinopla. Durante las décadas siguientes el Imperio Otomano siguió creciendo hasta la llegada al poder del sultán Solimán I el Magnífico (1494-1566) que llevaría a los otomanos a su máxima expansión, conquistando Belgrado en 1521 y ocupando el reino de Hungría después de su victoria sobre los húngaros en la Batalla de Mohacs en 1526, donde también encontró la muerte el rey de Hungría Luis II(1506-1526). Por dos veces, en 1529 y en 1532 trató de ocupar Viena. Entre 1645 y 1699 se libraría una prolongada serie de enfrentamientos conocida como la Gran Guerra Turca, que enfrentó al Imperio Otomano y sus aliados contra el Sacro Imperio en el transcurso de la cual los otomanos volverían a asediar Viena en 1688. Nunca más volverían a llegar tan lejos y a partir del siglo XVIII el Imperio inició un prolongado declive que se acentuó en el siglo XIX. Grecia se independizó en 1823 y otros territorios amenazaban con separarse, y sólo el apoyo de Gran Bretaña  pudo mantener al Imperio, un apoyo interesado pues los británicos querían utilizar al Imperio Otomano como una barrera que frenase el expansionismo del Imperio Ruso. 

En la Guerra Ruso Turca librada entre 1877 y 1878 los rusos obtuvieron la victoria y el en Tratado de San Stefano de 1878 que ponía punto final al conflicto, suponía la independencia de Bulgaria, aunque seguía reconociendo sobre el papel al sultán turco como su gobernante, y se reconocía también la independencia de Serbia, Montenegro y Rumanía al tiempo que a Bosnia Herzegovina se le reconocía una gran autonomía. Era el final del dominio turco sobre los Balcanes aunque poco después este tratado fue modificado por presiones del Imperio Austrohúngaro y el Imperio Británico que temían, y con razón, la inestabilidad de los Balcanes.. El Imperio Austrohúngaro trataría a partir de entonces de incrementar su influencia sobre los Balcanes que en el mismo año de la firma del Tratado de San Stefano pasó a gobernar el territorio de Bosnia Herzegovina que incorporaría definitivamente en 1908 y su máximo rival en los Balcanes a partir de aquel momento iba a ser Serbia, que, por otro lado , era aliada de Rusia. Si el Imperio Alemán, el Imperio Austrohúngaro y el Imperio Otomano formaban uno de los bloques de la Gran Guerra, el otro estaría integrado por Gran Bretaña y su imperio, Francia y el Imperio Ruso. A comienzos del nuevo siglo XX Gran Bretaña seguía siendo la primera potencia mundial  pero su dominio ya no era tan indiscutible como lo había sido a lo largo del siglo XIX bajo el reinado de Victoria I de Inglaterra. Su potencia comercial le estaba siendo disputada por la pujante Alemania, y si en 1880 el 23% del comercio mundial correspondía a Gran Bretaña y tan sólo el 9% a Alemania, en 1913 estas cifras se habían equilibrado y mientras Gran Bretaña controlaba el 17% del comercio, Alemania ya representaba el 12%. A pesar de este declive de su poder comercial e industrial, Londres seguía siendo la capital financiera del mundo , su marina, la Royal Navy, era la más poderosa del mundo y controlaba un gran Imperio que se extendía  por Asia, África y Oceanía  que le podía abastecer de todas las materias primas y hombres  que necesitase. En 1914 el rey de Inglaterra desde 1910 es el nieto de Victoria I, Jorge V (1865-1936)

Este era el mapa de las alianzas en Europa al comienzo de la Gran Guerra . En color morado el bloque de los Imperios centrales y sus aliados, Imperio Alemán , Imperio Austrohúngaro, Imperio Otomano y Bulgaria. En color naranja os países integrantes de la Triple Entente integrada originariamente por Francia, el Reino Unido y el Imperio Ruso mientras que  España, Suiza, Países Bajos, Dinamarca, Noruega y Suecia se mantendrían neutrales. En cuando a Italia mantendría un posición ambigua durante la guerra , y aunque en un primer momento estuvo junto a los Imperios Centrales terminaría uniéndose a la Triple Entente aunque su participación en la guerra no fue demasiado importante  (Imagen procedente de  http://kappostorias.blogspot.com.es


Francia había sido derrotada por Prusia en la guerra Franco Prusiana entre 1870 y 1871, en la que perdió a favor de Prusia y, por lo tanto, de la futura Alemania, las regiones de Alsacia y Lorena que poseían importantes minas de hierro y carbón, imponiendo el canciller Otto von Bismarck elevadas indemnizaciones económicas a Francia como luego haría Francia y sus aliados a Alemania en el Tratado de Versalles de 1919 que ponía punto final a la Gran Guerra. Esta pérdida territorial había provocado que la industria francesa fuera menos importante que la alemana o la inglesa y era uno de los motivos de continuas tensiones con Alemania. La guerra había supuesto además la caída del último monarca francés, el emperador Napoleón III (1808-1873) y Francia pasaba a ser de manera definitiva una república. Para contrarrestar el creciente poderío alemán Francia establecería una alianza con el Imperio Ruso llamada la Alianza Dual y en 1904 también firmaría un acuerdo de no agresión con Gran Bretaña , la Entente Cordiale, un acuerdo al que una vez iniciada la guerra , se uniría Rusia formando la Triple Entente, que se enfrentaba al bloque integrado por el Imperio Alemán, el Austrohúngaro y el Imperio Otomano. Si bien la industria francesa no era tan potente como la alemana, tenía un ejército  de grandes dimensiones, aunque si Alemania contaba con ocho millones de reservistas, Francia apenas disponía de tres millones y medio,  y apoyado por una marina que también era poderosa, aunque no tanto como la alemana y la inglesa.  Como sucedía con Gran Bretaña , podía contar con su gran Imperio Colonial, en particular en África, para el suministro de hombres y materias primas . Y el último de los protagonistas principales de la guerra sería el Imperio Ruso, gobernada por el zar Nicolás II  que controlaba un inmenso territorio que iba desde el Mar Báltico al oeste hasta el Océano Pacífico al este. 

Pero Rusia , a pesar de su impresionante tamaño, del gran ejército en cuanto a número de efectivos del que disponía y de la capacidad para alimentarse a sí misma , era ella la que exportaba el 65% de su grano a Alemania, vivía un periodo de graves tensiones internas sobre todo a raíz de su humillante derrota frente a Japón en la Guerra Ruso Japonesa entre 1904 y 1905, a la que siguió una ola de agitación política interna en ese mismo año de 1905  en el que se sucedieron las huelgas, atentados terroristas, motines entre los militares y revueltas campesinas que aunque fueron controladas era un anuncio del descontento social que doce años después estallaría en la Revolución Rusa de 1917 que provocaría la caída del zar y el ascenso al poder de los bolcheviques con Vladimir Ilich Lenin(1870-1924).  Entre los problemas que afrontaba el Imperio Ruso a la hora de entrar en una guerra  estaba la falta de una red ferroviaria moderna y extensa que le permitiera trasladar a sus tropas con rapidez a lo largo de su inmenso territorio y también albergaba, al igual que el Imperio Austrohúngaro, fuertes tensiones internas ya que muchas de las nacionalidades incluidas dentro de las fronteras de su Imperio anhelaban la independencia. Entre las pretensiones  del zar estaba aumentar su influencia en Europa y principalmente en los Balcanes , donde era el gran aliado de Serbia que, a su vez, deseaba recuperar los territorios de la Gran Serbia del siglo XIV y que ahora estaban en manos del Imperio Austrohúngaro .  Así hemos visto como había diferentes  motivos que explicarían el estallido de la guerra. Por un lado el conflicto latente entre Alemania y Francia desde la guerra de 1870-1871, por otro la rivalidad entre el Imperio Austrohúngaro y el Imperio Ruso en los Balcanes con Serbia como elemento interpuesto entre ambos y finalmente el conflicto entre Gran Bretaña y Alemania por el dominio comercial, naval e industrial, así como por el crecimiento colonial.

En este mapa podemos observar los diferentes territorios que formaban este auténtico  rompecabezas de pueblos que era el Imperio Austrohúngaro en 1914 . Entre esos territorios se encontraba Bosnia Herzegovina, Montenegro y parte de Dalmacia, territorios que Serbia reclamaba  como suyos en su intento de reconstruir la Gran Serbia del siglo XIV. El nacionalismos serbio sería el desencadenante de la Gran Guerra, como veremos mañana,  aunque no fuera esa la intención de los protagonistas del magnicidio de Sarajevo. (Imagen procedente http://iesalyanub.es )

A todo ello habría que unir las políticas imperialistas austríacas que chocaban con los nacionalismos que surgían dentro de sus fronteras, el pangermanismo alemán que quería extender  su frontera hacia el este incorporando a otros pueblos de lengua alemana y , en el caso contrario, el paneslavismo del Imperio Ruso que pretendía incorporar a las naciones de mayoría  eslava que se concentraban en los Balcanes y también la pujanza de la ideología socialista que alentaba movimientos revolucionarios obreros y cierto deseo de que sucediera algo nuevo, emocionante como expresaba el escritor alemán Thomas Mann (1875-1955) que se declaraba "cansado y enfermo de la paz" mientras que otros se sentían animados por el pensamiento del filósofo Fredrich Nietzsche(1844-1900) que afirmaba que era necesario  un cataclismo para transformar Europa  despertándola a un estado espiritual superior. Es decir, muchos europeos, sobre todo los jóvenes que no habían vivido ningún conflicto bélico , parecían cansado de la paz y veían la guerra como una aventura emocionante. No tardarían en descubrir lo equivocados que estaban  y que aquella guerra se parecía mucho a las palabras del escritor y periodista español  español Arturo Pérez Reverte "Barro, sangre y mierda. Eso era la guerra, eso era todo". A pesar de todo lo que hemos visto a lo largo de esta primera parte,  en el inicio del verano de 1914 la gente se disponía a disfrutar de la estación estival y nada hacía pensar que apenas un mes y medio después aquel mundo iniciaría  un camino de no retorno hacia su destrucción para que de sus ruinas surgiera otro mapa de Europa muy diferente donde faltarían millones de personas que dejarían sus vidas en los campos de batalla. Es el 28 de junio, estamos en Sarajevo y un archiduque de Austria y su esposa se disponen a realizar una visita a la ciudad que cambiará la historia. Pero eso lo veremos mañana, en la segunda parte de este relato sobre el comienzo de la Gran Guerra. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La fotografía en la cual aparece Churchill joven no es con el emperador alemán, sino con algún otro oficial. El de la fotografía no es Guillermo II; era rubio tipo albino, de ojos pequeños achinados muy claritos y el señor de la foto no es así. Era bastante más alto que Churchill, quien medía calzado 1,70 mts. según su foja militar y las fotografías comparativas con Harry Truman o Josef Stalin, ambos de esa misma estatura.
Por otra parte, en el mapa europeo se sitúa a Alemania y Austria-Hungría como "monarquías autoritarias" lo cual es un disparate gigante, además de una ignorancia poco frecuente en quienes se dedican a asuntos históricos. Alemania tenía un parlamento y el kaiser (emperador, pues subsistían los reyes en los distintos "lander") no tomaba ninguna decisión política solo. Al punto tal que los políticos le exigieron el decreto de movilización de Julio de 1914 contra su expresa voluntad. Mire si era una "monarquía autoritaria". El káiser alemán tenía muchísimo menos poder que el que tiene hoy en día un presidente de un país cualquiera, a pesar de mantener ciertas prerrogativas: conceder títulos de nobleza, intervenir en alzada extraordinaria en los asuntos judiciales donde fuera requerido por alguna de las partes (que desde luego NO podía ser una parte estatal...), administrar las Fuerzas Armadas y firmar las leyes y decretos que le presentasen el Parlamento o el Gobierno. El Gobierno estaba integrado por miembros de la facción mayoritaria del Parlamento Imperial elegidos por el Emperador pero confirmados por el Parlamento. El Emperador podía elegir cierto número de senadores vitalicios porque, a diferencia de Gran Bretaña, no existía una Cámara de Nobles con funciones políticas por derecho propio. Así que GB era más monárquica que Alemania.
Austria-Hungría era muchísimo más complicada porque había dos paralmentos, dos gobiernos y dos de todo, menos Fuerzas Armadas y Emperador, que era uno solo.
Ninguno de los dos emperadores era autócratas, de ninguna forma, como lo fue el zar ruso, el rey de Serbia o los reyezuelos balcánicos o eslavos. Le sugiero que se haga con ejemplares de las constituciones de dichos países.
Gracias.

christian mielost dijo...

Muchas gracias por la lectura y el comentario. Yo también dude con la fotografía pero procee de un especial dél periódico El Mundo dedicado a la Primera Guerra Mundial con motivo del centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial y lo identificaban como al kaiser Guillermo. Y en cuanto al mapa estoy completamente de acuerdo con lo que expone, pero el problema es que en muchas ocasiones no puedo poner los mapas que quiero porque no dejan bajarlos para incluirlos en los blogs y al poco tiempo desaparecen, como pasa con algunas imágenes del artículo, que aunque trato de renovarlas , no se ven. No tuve más remedio que poner ese para ver las fronteras en ese momento
De nuevo muchas gracias por su comentario y un abrazo desde Madrid!!

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