lunes, 19 de agosto de 2013

EGIPTO Y LOS PRINCIPIOS DE LA DEMOCRACIA

 
Hace unos meses escribí un artículo refiriéndome a la guerra civil en Siria, una guerra que había empezado con manifestaciones pacíficas de cientos de miles de sirios que pedían al presidente Basha al -Asad(1968) una apertura del régimen hacia un sistema democrático impulsados por las otras revoluciones que se habían extendido por buena parte del Norte de África y Oriente Medio, desde Túnez, donde todo empezó con la inmolación del joven Mohamed Bouazizi (1984-2011) el 17 de diciembre de 2010 desencadenando una sucesión de manifestaciones populares que terminó derrocando al que había sido presidente de la república tunecina y aliado de Europa desde 1987, Ben Ali(1936), y que luego proseguiría en Libia, que causó la caída y muerte el 20 de octubre de 2011 de Muamar el Gadafi(1942-2011) en el poder desde 1969 y en los últimos tiempos también aliado de Europa después de años en los que fue considerado un estado terrorista, la revolución en Egipto que finalmente conduciría a la caída del presidente Hosni Mubarak (1928), en el poder desde 1981 y renunció por la presión popular el 11 de febrero de 2011, y nuevos movimientos revolucionarios y protestas que no llegaron a tener un efecto tan evidente pero que también amenazaron con desestabilizar países como  Omán, Yemen , Jordania o Irak. La mayoría recordaréis como los periódicos , los canales de televisión , las tertulias de la radio recibían alborozados aquellas revueltas a las que no tardó en bautizarse como "las primaveras árabes" que anunciaban una nueva era de democracia y libertad en el mundo árabe.

Cuando la guerra civil en Siria llevaba ya más de un año me preguntaba ¿Dónde han quedado las primaveras árabes?¿dónde han ido sus promesas de libertad para todos, de respeto de los derechos humanos y de las libertades individuales? Siria sumida en una sangrienta guerra civil donde hay tantos bandos implicados y con intereses tan diferentes que no es posible prestar ayuda a unos para derrotar a otros, no hay un bueno identificado porque todos los bandos participantes en la guerra parecen culpables con una víctima evidente, el pueblo sirio,  ya que si unos pertenecen a un gobierno tiránico que no duda en bombardear a su propio pueblo para conservar el poder la llamada oposición está integrada por una pléyade de pequeños grupos formados muchos de ellos por milicias de extranjeros al servicio de Irán o partidarios no de un estado democrático sino de un estado regido por la ley islámica . Túnez con una sociedad cada vez más polarizada , gobernada por un islamista moderado, Hamadi Yebali(1949), líder del Partido del Renacimiento, pero que tiene que enfrentarse a la oposición laica contraria a la progresiva islamización de la nación y que se recrudeció aún más tras el asesinato de uno de los líderes de la oposición laica, Chokri Belaid (1964-2013), en febrero de este año 2013. Y si en Túnez hay un equilibrio de fuerzas entre laicos e islamistas, en Libia la situación es aún peor, sumido el país en una grave crisis económica y prácticamente dividido en dos, al este el territorio gobernado por el  Consejo Transicional de Cirenaica (CTC), con capital en la ciudad de Bengasi y que controla el 70% de las reservas de petróleo del país , y al oeste el territorio bajo el control del que podríamos considerar el gobierno oficial de Libia, el Congreso General de la Nación.

Fotografía de una de las manifestaciones que estos días recorren las calles de muchas ciudades de Egipto de los partidarios de Mohamed Morsi y que han sido reprimidas con violencia por el gobierno provisional que dirige en segundo plano el Jefe del Ejército Egipcio   al-Shsi. Pero la violencia también es ejercida por los seguidores de los Hermanos Musulmanes que durante las últimas semanas han quemado iglesias coptas. Una vez más la gran oportunidad que había significado la caída de la dictadura de Mubarak, que no hay que olvidar que se mantuvo en el poder gracias en parte a la aquiescencia de Europa y Estados Unidos porque es más conveniente para la paz general un gobierno como el de Mubarak que la incertidumbre en la que ahora se halla Egipto, se ha perdido debido a una sociedad donde la religión y la política siguen yendo de la mano para un número importante de los habitantes que , y esto es lo grave, tratan de imponer sus creencias a los demás sin respetar algo básico en una democracia , la libertad individual (Imagen procedente de http://eldiariony.com )

En las últimas semanas el Consejo Transicional de Cirenaica , gobernados por islamistas, ha lanzado un ultimátum al Congreso General de la Nación de cortar el suministro de petróleo en el caso de no aceptar la imposición de la ley islámica en todo el territorio libio y que le sea otorgada una mayor autonomía, poniendo a la nación al borde de la ruptura. Y ahora llegamos a Egipto, dos años después de la caída de Hosni Mubarak y un año después de que el 30 de junio de 2012 Mohamed Morsi (1951), candidato del Partido Libertad y Justicia se convirtiera en el nuevo presidente de Egipto. Morsi y su partido estaban estrechamente vinculados con los Hermanos Musulmanes, una organización islamista fundada en 1928 , que durante años había actuado en la clandestinidad y ahora alcanzaba el poder, teniendo al Corán y la ley islámica como la única guía para gobernar la nación y a los musulmanes. Pero aquellas elecciones mostraron una nación dividida. Tan solo participó un 43,4% de los egipcios y sus votos estaban repartidos que Morsi logró en la primera vuelta 25,30% de los votos seguido muy de cerca por un candidato que representaba el continuismo pues había sido ministro con Mubarak, Ahmed Shafik (1941) con un 23,74% . En la segunda vuelta las votaciones siguieron mostrando esa sociedad dividida, teniendo Morsi y con él los islamistas, un 51,7% de los votos, mientras que Shafik alcanzó el 48,3%.  Si Moris hubiera abierto entonces la puerta al diálogo tal vez las cosas hubieran seguido otro cauce, pero en noviembre de 2012 anunciaba la aprobación de un decreto ley que aumentaba sus poderes y le otorgaba una completa inmunidad legal.

Las protestas del amplio sector de la población que no había votado a Morsi o que simplemente no había acudido a las urnas, salía ahora a la calle para  manifestarse contra él porque consideraban que estaba traicionando los ideales de libertad y regeneración democrática que habían inspirado la revolución egipcia en 2011. Después de una semana de manifestaciones en noviembre de 2001, Morsi terminó cediendo eliminando el decreto ley que le garantizaba inmunidad pero siguiendo adelante con la reforma de la Constitución. La crisis se cerró en falso e iba a estallar de nuevo unos meses después. La nueva constitución que pretendía aprobar Morsi estaba basada en la shaira o ley islámica, sin tener en cuenta no sólo a muchos egipcios musulmanes que no la apoyaban sino tampoco al 10% de la minoría cristiano copta. Además, los problemas económicos del país, con su sector más importante, el turismo, agonizante debido a la inestabilidad política de los último años y el ejército, siempre presente en la escena política de Egipto, esperando el momento de actuar. En abril de este año de 2013 se fundaba Tamarod, que significa "rebelión" en árabe, promovido por el Movimiento Egipcio por el Cambio, otra organización nacida en el año 2004 y formada por partidarios del laicismo y la democratización de Egipto, que se oponían a la deriva fundamentalista de Morsi y los Hermanos Musulmanes. El 29 y el 30 de junio tenían lugar nuevas manifestaciones tanto en la emblemática Plaza Tahrir o Plaza de la Liberación en el centro de El Cairo , que había sido también el punto de origen de la rebelión que derrocó a Mubarak , y en otras ciudades de la nación.

La violencia es cometida por ambos bandos, aunque el ejército dispone de más medios, como es lógico, para la represión, pero también los partidarios de los Hermanos Musulmanes la cometen como muestra esta iglesia copta incendiada en la localidad de Minya. Europa y Estados Unidos han guardado hasta ahora silencio ante el golpe de estado, porque no se le puede calificar de otra forma, ocurrido en Egipto en julio. Personalmente no he encontrado una respuesta adecuada para esa pregunta, porque el golpe de estado es una violación de la democracia, de la voluntad popular, pero el gobierno de Morsi estaba derivando hacia prácticas totalitarios queriendo imponer a toda la población un estado islámico. La democracia es respeto a los derechos individuales y también es negociación y parece que en Egipto , como en otros países musulmanes, la parte de la sociedad se niega a respetar al que no piensa como él , una intolerancia avivada por los que mantienen su poder gracias a esa actitud intransigente y dogmática (Imagen procedente de http://www.abc.es )

Exigían la dimisión de Morsi y la convocatoria de nuevas elecciones . Hubo los primeros tiroteos y muertos entre los manifestantes y también asaltos a algunas sedes del partido de los Hermanos Musulmanes. El 1 de julio el ejército lanza una clara amenaza a Morsi, y el jefe de las Fuerzas Armadas de Egipto, Abdul Fatah al-Sihsi(1954) proclama que "Si las demandas de la gente no se realizan en el periodo definido, entonces corresponderá  anunciar una hoja de ruta para el futuro" Apenas dos días después, el 3 de julio, Sihsi declaraba ante los egipcios que Morsi sería derrocado la constitución derogada y se convocarían nuevas elecciones. Se había dado un golpe de estado que derrocaba a Morsi y devolvía el poder a los militares. Los cientos de miles de egipcios reunidos en plazas por todo el país celebraron la caída de Morsi y lo que era un golpe de estado como un triunfo de la libertad. La paradoja no podía ser más grande, porque el ejército siempre había sido el apoyo de Hosni Mubarak , el dictador contra el que dos años antes se habían rebelado muchos de los que ahora aplaudían al ejército por derrocar a Morsi ,que había sido democráticamente elegido, aunque ciertamente sólo por cinco millones de votos en un país con ochenta y dos millones de habitantes. Ni Europa ni Estados Unidos se atrevieron a condenar el golpe de estado porque si algo no conviene a nadie en Occidente es un régimen islamista en Egipto y lo que eso supondría  para el eterno conflicto árabe-israelí, donde desde la firma de los acuerdos de Camp David en 1978 entre Israel y Egipto, esta última ha jugado un papel de equilibrio en la región que de estar en manos islámicas podría cambiar.

Por otro lado no hay que olvidar que Egipto controla el Canal de Suez , 163 kilómetros construidos entre 1859 y 1869  comunicando el Mar Mediterráneo y el Mar Rojo, por el que cada año se mueve el 8% del comercio mundial , dos millones y medio de barriles de petróleo al día y reporta a Egipto cinco mil millones de dólares anuales en concepto de los peajes que los barcos que pasan por el Canal pagan al gobierno egipcio, constituyendo en estos momentos su principal y casi única fuente de ingresos. Las consecuencias de que Egipto fuera gobernando por un gobierno islámico enemigo de Occidente o que una guerra civil pudiera desestabilizar toda la región cerrando el Canal de Suez es otra posibilidad no descartable y de consecuencias graves para todo el mundo. Casi a continuación de Morsi comenzaron las manifestaciones de los seguidores y simpatizantes de los Hermanos Musulmanes que exigían el regreso de Morsi al poder. El jefe del Ejército Egipcio al-Sihsi ponía en el poder a Adli Mansur(1945) como presidente interino de Egipto en espera de unas nuevas elecciones. Pero los partidarios de Morsi han seguido aumentado la intensidad de las manifestaciones a lo largo del mes de julio y agosto , que también fueron respondidas por lo que estaban a favor del nuevo gobierno. El ejército terminó interviniendo causando primer decenas y luego centenares de víctimas , mientras que los islamistas han atacado a policías y también han atacado a  casi medio centenar de iglesias coptas. Estas protestas llegaron a su clímax hace apenas unos día , el 16 de agosto, cuando se convocó el denominado Día de la Ira, cuando miles de partidarios de Morsi salieron a las calles y se enfrentaron al ejército con el resultado de cientos de heridos y muertos  e imágenes que han dado la vuelta al mundo por su crudeza, como la de un hombre disparado a bocajarro por un tanque.

El que fue presidente Mohamed Morsi conversando con el nuevo hombre fuerte de Egipto, el coronel del ejército egipcio Abdul Fatah al Sisi que en 2012 había sido ministro de defensa y ahora es el vicepresidente del país y el jefe del ejército, la institución más poderosa de Egitpo que recibe anualmente mil millones de dólares de Estados Unidos y que dentro del país gozan de unos privilegios que Morsi trató de rebajar al mismo tiempo que incrementaba sus propios privilegios, una torpe jugada que le ganó a la vez la enemistad de gran parte del pueblo egipcio que veía como Morsi quería acaparar poder para convertirse en un nuevo Mubarak, y también la del ejército que lo veía como una amenaza para su privilegiada posición en la sociedad egipcia (Imagen procedente de http://www.elimparcial.es )

Parece que el siguiente paso del ejército sea ilegalizar a los Hermanos Musulmanes que pasarían en poco más de un año de conquistar la presidencia de Egipto a la clandestinidad y prohibir todos los partidos de base religiosa, lo que me temo que no será demasiado eficaz, como ya se demostró durante las décadas en las fueron una organización clandestina . ¿Por qué ha ocurrido todo esto?¿por qué han fracasado las primaveras árabes y la democratización de Túnez, Libia , Egipto  o Siria? Quizás la clave de este fracaso se halla en la diferencia que hoy separa a las sociedades laicas occidentales , donde la separación entre la vida civil y la religión está perfectamente delimitada, de las sociedades musulmanas donde todo sigue girando alrededor de la religión como sucedía en la Europa medieval. En un artículo escrito por el filósofo español José Antonio Marina (1939) reflexiona sobre el fracaso de las primaveras árabes  y enuncia lo que el denomina Ley del Progreso Ético/Político de la Humanidad. Escribe Marina que "Cuando se eliminan cinco obstáculos, a saber, la ignorancia, la miseria, el dogmatismo, el miedo al poder y el resentimiento, las sociedades evolucionan espontáneamente hacia regímenes democráticos, respetuosos con las garantías  jurídicas y los derechos individuales"  La democracia sería el resultado de la eliminación de estos obstáculos pero no la causante de que se eliminen, lo que lleva al filósofo a reflexionar que democracia no es sinónimo de libertad en todas las naciones y sociedades, porque aunque se elija a un presidente a través de las elecciones, cuando están presentes la ignorancia, la miseria, el resentimiento o el dogmatismo, esa sociedad no es libre. En gran parte del mundo musulmán hoy la religión sigue siendo la norma suprema, la sharia , la ley islámica , quiere ser impuesta como su código de leyes y su constitución. Escribe Marina "La democracia no es la norma suprema, sino que tiene que estar sometida a derechos superiores a la democracia, de origen ético, no religioso"

Y señala que esto le costó a Europa siglos de guerras, campos regados de sangre y dos grandes conflictos mundiales en el siglo XX . Finalmente, después de este largo y sangriento proceso de aprendizaje, Europa supo defender la libertad del individuo frente al Estado, de tal forma que una mayoría absoluta en unas elecciones no suponga la sumisión y opresión de la minoría, incluso aunque se trate de una sola persona, son sociedades que desconfían del poder absoluto lo detente quién lo detente, y donde la religión queda desplazada al ámbito individual. Después de la Primera Guerra Mundial el resentimiento, uno de los obstáculos de la democracia señalados por Marina, fue la semilla del ascenso de los nazis de Adolf Hitler(1889-1945) al poder lo que luego desencadenaría la Segunda Guerra Mundial y el horror del Holocausto judío. En el caso de los países musulmanes no es tanto el resentimiento como el dogma religioso vista también como la tradición cultural del pueblo y, sobre todo, como el instrumento utilizado por sus clases dirigentes para conservar el poder, como sucedía con los cardenales de la Iglesia Católica en la Edad Media, auténticos príncipes que a través del dogma controlaban a las sociedades asegurándose conservar su posición de privilegio. Para la ensayista, historiadora y escritora marroquí Fatima Mernissi (1940), que ha dedicado buena parte de su obra al estudio del Islam, el mayor problema de los países musulmanes es el miedo a la democracia "Porque afecta al corazón mismo de lo que constituye la tradición; la posibilidad de adornar la violencia con el manto de lo sagrado" El dogma es lo que justifica el ejercicio despótico del poder, es un instrumento para mantener sus privilegios , y para ello hay que alimentarlo, ya sea con miedo, con resentimiento o con ignorancia.
Hay imágenes que marcan determinados acontecimientos históricos, como la del hombre que en solitario se detuvo delante de los tanques en la Plaza de Tiananmen durante las manifestaciones en la capital China en 1989, y la de los enfrentamientos de este verano de 2013 en Egipto quedará marcada por el que ya es conocido como "el hombre del tanque" en el que un manifestante a favor de Morsi se detiene delante de un tanque del ejército que no vacila en dispararle. Aunque a corto plazo pueda parecer que se controla a los islamistas, a largo plazo la represión armada servirá para avivar el resentimiento y el radicalismo islámico que se volverán más peligrosos. Es una situación muy compleja para la intervención internacional, al igual que sucede en Siria o en otros conflictos musulmanes , porque ninguno de los bandos parece bueno y la opción es elegir el que ponga en menos peligro la paz en una región siempre tan compleja como Oriente Medio (Imagen procedente de http://www.elmundo.es )  


Las rebeliones de la primavera árabe parecían mostrarnos a pueblos unidos, pero en realidad estábamos contemplando a personas unidas por la indignación ante la injusticia pero separadas por la forma en que había que construir la nueva sociedad que surgiera de allí. La democracia por si sola, si no hay una sociedad que esté convencida que es la ética y no la religión la que debe regular la convivencia , que es la tolerancia y no la intransigencia el camino a seguir,  está condenada a fracasar porque los propios partidos islamistas contrarios a esa ética laica y contrarios a respetar los derechos individuales de todos los ciudadanos con independencia de sus creencias religiosos, está condenada al fracaso antes o después, porque una democracia que comienza por no respetar los derechos individuales de sus miembros es una democracia nacida con una grave enfermedad, el dogmatismo, el autoritarismo y la intolerancia, males que hoy podemos observar en Egipto, Túnez, Libia o Siria.  Marina insiste que para que pueda desarrollarse una democracia antes hay que eliminar los obstáculos que impiden que nazca "La historia nos dice - escribe Marina - que la tentación de imponer sistemas de valores por la fuerza ha sido una constante de la humanidad: lo hizo el cristianismo, la revolución francesa , las potencias coloniales, el comunismo y el islamismo. No es el camino. Hemos de confiar en la inteligencia humana y pensar que si eliminamos los grandes obstáculos - pobreza, ignorancia, dogmatismo, miedo al poder, y resentimiento - la evolución hacia la democracia y hacia la ética será espontánea" Leyendo estas palabras llego a la conclusión de que en las naciones musulmanas se ha comenzado a construir la casa por el tejado, se ha levantado el muro de la democracia sin que estuvieran preparados los cimientos para sostenerla y por eso las primaveras árabes se han marchitado hasta convertirse en un largo y sombrío otoño. Antes o después, los islamistas fracasarán, porque no se puede imponer permanentemente por la fuerza una forma de vivir  y de pensar que además margina a las mujeres, a los homosexuales y a todos aquellos que no comparten su credo, pero me temo que la represión armada no hará más que agravar el problema, despertando el odio de los partidarios de Morsi ,  iniciando una larga espiral de violencia y sufrimiento para sus habitantes y abriendo un periodo de incertidumbre en una de las regiones más influyentes para la paz en el mundo

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