"Reducirse, sujetarse voluntariamente a hacer o sufrir algo por lo cal se siente alguna repugnancia" Así define el Diccionario de la Lengua Española el término "conformarse", tan parecido al concepto de resignación descrito como "Someterse , entregarse a la voluntad de alguien". Conformismo y resignación implican en cierto modo rendición , bajar los brazos , es decir, "reducirse" y "someterse". Durante la mayor parte de la historia la mujer no ha tenido muchas más alternativas que conformarse , reducirse y resignarse a vivir en sociedades donde tenía un papel subordinado al del hombre, destinada a la peligrosa tarea de traer hijos al mundo, cuidar de la casa y esperar que la fortuna le diera como marido un hombre que no la maltratara. Por esta sección del Mentidero dedicada a Mujeres en la Historia han ido trayendo a lo largo de los años reinas, escultoras, científicas, pintoras, músicos, poetas, escritoras, exploradoras, pensadoras, cantantes, deportistas, periodistas, gobernantes y guerreras. Todas y cada una de ellas eran mujeres cuya existencia era lo opuesto al conformismo y la resignación pues sólo con un carácter fuerte, rebelde y audaz podía abrirse camino en una sociedad diseñada para el hombre y que miraba con ojos de sospecha a toda mujer que tratara de desarrollar sus cualidades al margen del papel que la sociedad ya le había asignado por nacimiento en razón de su sexo. Cada uno de los nombres de mujer que ha llegado hasta nosotros es una excepción entre millones de mujeres que se vieron obligadas a llevar vidas oscuras no por falta de cualidades sino porque debían silenciar su su talento y capacidades , una forma de lo que me atrevería a llamar castración intelectual y vital pues ni siquiera tenían oportunidad de fracasar pues para ello tienes que tener la posibilidad de emprender algo, posibilidad que les era negada . Siempre que escribo sobre una de estas mujeres excepcionales que consiguieron romper las barreras sociales y tomaron las riendas de su destino siguiendo su vocación , pagando a menudo el precio de la incomprensión y el rechazo por ello, me hago la misma pregunta, la que se haría cualquiera de nosotros ¿cómo habría sido nuestra historia si durante siglos no hubiéramos condenado al ostracismo a la mitad de la humanidad, si no hubiéramos ahogado sus voces?¿cuantos genios, cuantas obras de arte, cuantas ideas se han perdido para siempre por la exclusiva razón de nacer en la mente de una mujer?
Por supuesto esta subordinación de la mujer no fue igual ni con la misma intensidad en todas las sociedades y en todas las épocas, no era igual la vida de una mujer que viviese en el Imperio Romano, en un pueblo germánico o entre los escandinavos que la de una mujer cuya existencia se desarrollara en las sociedades feudales europeas o en las musulmanas de África y Asia. Pero con matices y diferencias, la mujer partía como mínimo con desventaja con respecto al hombre sólo por su condición femenina y no fue hasta la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo XX cuando realmente comenzó a reclamar sus derechos, a exigir su participación activa en la sociedad y con ello la lenta conquista de la igualdad con respecto al hombre, un proceso que sigue abierto en nuestros días y en diferentes grados de evolución según de la sociedad de que se trate . En cierto modo , todas las mujeres que han ido pasando por esta sección son triunfadoras, aunque algunas tuvieran un final trágico, porque lograron romper, aunque fuera por un tiempo, las barreras establecidas por la sociedad y logrando que su nombre aparezca en los libros de historia,pero la mujer que hoy es la protagonista de esta historia no era conocida,no destacó en ningún campo del arte, no fue reina o princesa, no peleó en el campo de batalla ni exploró territorios desconocidos . Era una mujer más, una entre millones cuya vida seguía los cauces normales en la sociedad española del siglo XVII y nada hacía pensar que cuatro siglos más tarde su nombre saldría a la luz precisamente porque, como las célebres protagonistas de esta sección , tuvo el valor de no resignarse a su destino, de no someterse en silencio a la violencia ejercida habitualmente por su esposo El escritor francés Albert Camus (1913-1960) se preguntaba "¿Qué es un rebelde?" y él mismo respondía " Un rebelde es un hombre que dice no" Sólo tenemos que reemplazar hombre por mujer y tendremos la definición del espíritu de nuestra protagonista, una mujer que supo, en un determinado momento de su vida, supo decir no a la vida que le había tocado en suerte, convirtiendo sus días en un calvario sin aparente esperanza y en el momento en que tomo la decisión de no resignarse luchó con firme voluntad y se negó a rendirse en su lucha por reconquistar su libertad
Conocí su historia, creo que como la mayoría de los que han escrito después sobre ella, gracias al trabajo del profesor español Ignacio Ruiz Rodríguez , doctor y licenciado en Derecho por la Universidad de Alcalá y del también doctor en Derecho Fernando Bermejo Batanaero . En una entrevista publicada el 8 de marzo de 2015 en el Diario Digital de la Universidad Alcalá de Henares, Ignacio Ruíz Rodríguez explicaba como "Durante la elaboración de mi tesis doctoral yo manejé miles de procesos de la jurisdicción académica alcalaína y , de pronto, apareció uno con el título "matrimonial". Me pareció rarísimo. Pensé inicialmente que alguna de las partes procesales era un aforado de la Universidad de Alcalá , pero descubrí que no, y lo que se reveló ante mis ojos era una historia durísima de malos tratos , de humillación , de padecimientos , de violencia contra esta mujer. En ese mismo momento decidí que algún día yo daría a conocer esta historia, y aunque he tardado veinte años , la promesa está cumplida" Se refería a la publicación del libro "Una alcalaína frente al mundo. El divorcio de Francisca de Pedraza" , porque ese es el nombre de nuestra protagonista, Francisca de Pedraza. Ignacio Ruíz Rodríguez rescató del olvido el nombre de Francisca, oculto durante casi cuatrocientos años entre el polvo y la oscuridad de viejos archivos que casi nadie consulta, e hizo algo más, recuperó el espíritu indomable de una mujer del siglo XVII que vivió una situación con la que, por desgracia, muchas mujeres se siguen identificando hoy en día pues forma parte de su realidad cotidiana , una realidad marcada por el desprecio, los maltratos, el miedo y la humillación cotidiana infligida por hombres malvados, pues no encuentro mejor calificativo para referirme a ellos , como Jerónimo de Jaras , el esposo que convertía la vida de Francisca y sus hijos en pesadilla. Aunque han transcurrido cuatro siglos Francisca de Pedraza sigue constituyendo un ejemplo de la forma de enfrentarse a individuos como Jerónimo de Jaras, una llamada a no resignarse ni conformarse con esa violencia cotidiana como si fuera algo inevitable contra lo que nada se puede hacer, y recurrir a todos los medios legales para poner punto final a esa situación. A todas las mujeres que hoy siguen padeciendo en silencio la violencia ejercida sobre ellas por un hombre dedico este artículo, para que Francisca de Pedraza las ayude de alguna forma a romper el silencio del miedo y las impulse a tomar las riendas de su destino . Porque, como escribía el poeta mexicano Amado Nervo (1870-1919), ninguna mujer debe tolerar ninguna agresión ni física ni verbal " El proverbio persa dijo; no hieras a una mujer ni con el pétalo de una rosa; más yo te digo; no la hieras ni con el pensamiento"
Pero antes de adentrarnos en la historia de Francisca , creo que será interesante que realicemos un breve viaje todavía más atrás en el tiempo para conocer algunas nociones sobre la evolución del divorcio , por el que tanto lucharía Francisca. Hacemos nuestra primera parada en la antigua Grecia . El filólogo y escritor español Javier Murcia Ortuño (1963) nos cuenta en su obra "De banquetes y batallas" que las atenienses "estaban confinadas en el interior de las casas y limitadas a la vida doméstica . El matrimonio y la procreación eran las finalidades principales de la vida de una mujer. El matrimonio se concertaba entre el padre o tutor de la chica y el novio. La norma era que una hija tomara por marido a aquel que designasen sus padres." Lo que acabamos de leer bien se podría aplicar a muchos otros momentos de la historia hasta el siglo XX . Hay que añadir que las diferencias de edad entre los novios solía ser amplia, pues mientras el hombre ateniense esperaba a contraer matrimonio hasta más allá de los treinta años las atenienses se casaban en plena adolescencia , cuando tenían catorce o quince años. No las preparaban para el matrimonio pues consideraban que era algo que irían aprendiendo sobre la marcha y el dramaturgo Eurípides (hacia 484 -406 a.C) escribe en una de sus obras lo que esperaba un ateniense de su esposa "Para una mujer lo más hermoso es , junto al silencio, el ser prudente y permanecer tranquila dentro de casa" En este sentido las mujeres de clase social más elevada gozaban de menos libertad de movimientos que las pertenecientes a familias de menos recursos que por necesidad debían salir más para obtener recursos para la familia . ¿Eran las mujeres ciudadanos de tercera en la antigua Atenas? Los historiadores no se ponen de acuerdo al respecto aunque si nos atenemos a la literatura la situación de una mujer atenienses no era la más deseable. En la "Medea" de Eurípides , el dramaturgo griego pone en boca de su heroína estas amargas palabras referentes a su condición femenina "De todo cuanto tiene alma y pensamiento somos nosotras, las mujeres, el ser más desgraciado.En primer lugar , es preciso , con gasto de dinero, que consigamos un esposo , un amo de nuestro cuerpo. Dicen que nosotras vivimos una vida sin peligro dentro de las casas , mientras ellos pelean con la lanza . ¡Necios! Preferiría tres veces aguantar a pie firme con el escudo que dar a luz una sola vez"
Miniatura atribuida al Maestro Bedford que estuvo en activo durante las primeras décadas del siglo XV. Representa a Christine de Pisan (1364-1430) enseñando a su hijo Jean Castel. Christine de Pisan fue una de las primeras protagonistas de esta sección de Mujeres en la Historia en su calidad de filósofa, poeta y , en particular por ser considerada la primera escritora profesional de la historia, y también precursora de los movimientos feministas por su defensa de la mujer cuyo mejor ejemplo se encuentra en la más importante y conocida de sus obras, "La ciudad de las mujeres" , escrita en 1405 . En aquella obra adelantada a su tiempo Christine reflexionaba sobre los motivos del desprecio que el hombre sentía por la mujer "Muchos hombres han censurado a las mujeres por diversas razones: unos a causa de sus propios vicios , otros a causa de la imperfección de sus propios cuerpos , otros por pura envidia, otros incluso porque les gusta murmurar. Algunos para demostrar que han leído mucho , se basan en lo que han encontrado en los libros y sólo citan a otros autores , repitiendo lo que ya se ha dicho" Y ante ese desprecio Christine responde con unas palabras que parecen escritas en nuestro siglo XXI por su defensa de la igualdad de los sexos y su distinción sólo en función de sus virtudes y talentos individuales "La excelencia o la inferioridad de los seres no residen en sus cuerpos según el sexo, sino en la perfección de sus conductas y virtudes"Christine de Pisan fue una mujer luchadora , que al quedarse viuda se vio ante la necesidad de hacer algo para sacar a su familia adelante y fue entonces cuando convirtió su amor al conocimiento y a la escritura en su profesión , algo insólito en su época . Pisan rompió las convenciones de su tiempo que limitaban la vida de la mujer al hogar y el cuidado de los hijos y , de otra forma, también la protagonista de esta historia, Francisca de Pedraza, desafiará a las normas establecidas por la sociedad que inducía a la mujer a aceptar en silencio el maltrato que sufría por su esposo (Imagen procedente de https://es.wikipedia.org ) |
Por supuesto esta subordinación de la mujer no fue igual ni con la misma intensidad en todas las sociedades y en todas las épocas, no era igual la vida de una mujer que viviese en el Imperio Romano, en un pueblo germánico o entre los escandinavos que la de una mujer cuya existencia se desarrollara en las sociedades feudales europeas o en las musulmanas de África y Asia. Pero con matices y diferencias, la mujer partía como mínimo con desventaja con respecto al hombre sólo por su condición femenina y no fue hasta la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo XX cuando realmente comenzó a reclamar sus derechos, a exigir su participación activa en la sociedad y con ello la lenta conquista de la igualdad con respecto al hombre, un proceso que sigue abierto en nuestros días y en diferentes grados de evolución según de la sociedad de que se trate . En cierto modo , todas las mujeres que han ido pasando por esta sección son triunfadoras, aunque algunas tuvieran un final trágico, porque lograron romper, aunque fuera por un tiempo, las barreras establecidas por la sociedad y logrando que su nombre aparezca en los libros de historia,pero la mujer que hoy es la protagonista de esta historia no era conocida,no destacó en ningún campo del arte, no fue reina o princesa, no peleó en el campo de batalla ni exploró territorios desconocidos . Era una mujer más, una entre millones cuya vida seguía los cauces normales en la sociedad española del siglo XVII y nada hacía pensar que cuatro siglos más tarde su nombre saldría a la luz precisamente porque, como las célebres protagonistas de esta sección , tuvo el valor de no resignarse a su destino, de no someterse en silencio a la violencia ejercida habitualmente por su esposo El escritor francés Albert Camus (1913-1960) se preguntaba "¿Qué es un rebelde?" y él mismo respondía " Un rebelde es un hombre que dice no" Sólo tenemos que reemplazar hombre por mujer y tendremos la definición del espíritu de nuestra protagonista, una mujer que supo, en un determinado momento de su vida, supo decir no a la vida que le había tocado en suerte, convirtiendo sus días en un calvario sin aparente esperanza y en el momento en que tomo la decisión de no resignarse luchó con firme voluntad y se negó a rendirse en su lucha por reconquistar su libertad
Escultura egipcia "El sacerdote Teti y su esposa " . En el "Atlas del Antiguo Egipto" del egiptólogo italiano Alessandro Bongioanni (1955) nos explican el significado de esta escultura que nos servirá para entender la naturaleza del matrimonio en el Antiguo Egipto "La altura igual de las dos figuras indica la paridad de derechos existentes entre el hombre y la mujer. Marido y mujer se dan la mano en un gesto que simboliza afecto, unidad, ayuda mutua y colaboración" En el Egipto de los faraones la mujer gozaba de una libertad que no encontraremos en sociedades muy posteriores en el tiempo. El matrimonio pertenecía a la esfera privada y la mujer tenía derecho a elegir a su esposo y disponía de derechos impensables en otras sociedades. Explica Bongioanni que: "Eran propietarias de tierras, participaban en transacciones mercantiles sin ayuda de hombres y podían heredar y dejar en herencia como quisieran" Y en lo que más nos interesa en esta historia, el matrimonio y el divorcio, sigue explicándonos Bongioanni que la mujer "Una vez casada , seguía disponiendo de sus bienes, que recuperaban en caso de divorcio. Las causas de divorcio eran muchas , desde la esterilidad de la mujer , al adulterio o por mutuo acuerdo. Roto el matrimonio , el marido no tenía que mantener a la mujer y ambos eran libres para casarse de nuevo"Unos derechos que estaba muy lejos de soñar una mujer como Francisca de Pedraza en la España del siglo XVII. (Imagen procedente de https://es.pinterest.com/kuehnthomas/ancient-egypt-old-kingdom-art/?lp=true ) |
Conocí su historia, creo que como la mayoría de los que han escrito después sobre ella, gracias al trabajo del profesor español Ignacio Ruiz Rodríguez , doctor y licenciado en Derecho por la Universidad de Alcalá y del también doctor en Derecho Fernando Bermejo Batanaero . En una entrevista publicada el 8 de marzo de 2015 en el Diario Digital de la Universidad Alcalá de Henares, Ignacio Ruíz Rodríguez explicaba como "Durante la elaboración de mi tesis doctoral yo manejé miles de procesos de la jurisdicción académica alcalaína y , de pronto, apareció uno con el título "matrimonial". Me pareció rarísimo. Pensé inicialmente que alguna de las partes procesales era un aforado de la Universidad de Alcalá , pero descubrí que no, y lo que se reveló ante mis ojos era una historia durísima de malos tratos , de humillación , de padecimientos , de violencia contra esta mujer. En ese mismo momento decidí que algún día yo daría a conocer esta historia, y aunque he tardado veinte años , la promesa está cumplida" Se refería a la publicación del libro "Una alcalaína frente al mundo. El divorcio de Francisca de Pedraza" , porque ese es el nombre de nuestra protagonista, Francisca de Pedraza. Ignacio Ruíz Rodríguez rescató del olvido el nombre de Francisca, oculto durante casi cuatrocientos años entre el polvo y la oscuridad de viejos archivos que casi nadie consulta, e hizo algo más, recuperó el espíritu indomable de una mujer del siglo XVII que vivió una situación con la que, por desgracia, muchas mujeres se siguen identificando hoy en día pues forma parte de su realidad cotidiana , una realidad marcada por el desprecio, los maltratos, el miedo y la humillación cotidiana infligida por hombres malvados, pues no encuentro mejor calificativo para referirme a ellos , como Jerónimo de Jaras , el esposo que convertía la vida de Francisca y sus hijos en pesadilla. Aunque han transcurrido cuatro siglos Francisca de Pedraza sigue constituyendo un ejemplo de la forma de enfrentarse a individuos como Jerónimo de Jaras, una llamada a no resignarse ni conformarse con esa violencia cotidiana como si fuera algo inevitable contra lo que nada se puede hacer, y recurrir a todos los medios legales para poner punto final a esa situación. A todas las mujeres que hoy siguen padeciendo en silencio la violencia ejercida sobre ellas por un hombre dedico este artículo, para que Francisca de Pedraza las ayude de alguna forma a romper el silencio del miedo y las impulse a tomar las riendas de su destino . Porque, como escribía el poeta mexicano Amado Nervo (1870-1919), ninguna mujer debe tolerar ninguna agresión ni física ni verbal " El proverbio persa dijo; no hieras a una mujer ni con el pétalo de una rosa; más yo te digo; no la hieras ni con el pensamiento"
La estela de dorita y de casi 2,50 metros de altura conservada en el Museo del Louvre que contiene el código legal más antiguo que se conserva, el Código de Hammurabi, que lleva el nombre del rey de Babilonia que ordenó que se pusieran por escrito, Hammurabi que gobernó aproximadamente entre 1792 y 1750 a.C. En lo que respecta al divorcio el escritor checo Josef Klima en su obra "Sociedad y cultura en la antigua Mesopotamia" nos cuenta que: "El divorcio sólo podía ser solicitado por el esposo. La esterilidad de la mujer podía ser la principal causa de divorcio . Sin embargo, si esta era la única causa para el divorcio, el marido estaba obligado a devolverla su dote y a pagarle la indemnización fijada para el divorcio" Sin embargo, si una mujer mostraba su desprecio al hombre las leyes no eran muy benignas. Esto es lo que recogía el artículo 143 del Código de Hammurabi "Si no ha sido correcta y vigilante (la esposa) y hay error en su conducta , si disipa el patrimonio, si ha descuidado la atención de su marido, esta mujer será arrojada al agua"Pero también había otros aspectos más humanos en sus leyes como lo que contiene el artículo 148 en caso de que el hombre busque otra mujer si su esposa está enferma "Si uno tomó una esposa y si una enfermedad se apoderó de ella, si él desea tomar otra esposa, la tomará. Su esposa de la que se apoderó la enfermedad, habitará en la casa , y mientras viva , será sustentada" (Imagen procedente de https://es.wikipedia.org) |
Pero antes de adentrarnos en la historia de Francisca , creo que será interesante que realicemos un breve viaje todavía más atrás en el tiempo para conocer algunas nociones sobre la evolución del divorcio , por el que tanto lucharía Francisca. Hacemos nuestra primera parada en la antigua Grecia . El filólogo y escritor español Javier Murcia Ortuño (1963) nos cuenta en su obra "De banquetes y batallas" que las atenienses "estaban confinadas en el interior de las casas y limitadas a la vida doméstica . El matrimonio y la procreación eran las finalidades principales de la vida de una mujer. El matrimonio se concertaba entre el padre o tutor de la chica y el novio. La norma era que una hija tomara por marido a aquel que designasen sus padres." Lo que acabamos de leer bien se podría aplicar a muchos otros momentos de la historia hasta el siglo XX . Hay que añadir que las diferencias de edad entre los novios solía ser amplia, pues mientras el hombre ateniense esperaba a contraer matrimonio hasta más allá de los treinta años las atenienses se casaban en plena adolescencia , cuando tenían catorce o quince años. No las preparaban para el matrimonio pues consideraban que era algo que irían aprendiendo sobre la marcha y el dramaturgo Eurípides (hacia 484 -406 a.C) escribe en una de sus obras lo que esperaba un ateniense de su esposa "Para una mujer lo más hermoso es , junto al silencio, el ser prudente y permanecer tranquila dentro de casa" En este sentido las mujeres de clase social más elevada gozaban de menos libertad de movimientos que las pertenecientes a familias de menos recursos que por necesidad debían salir más para obtener recursos para la familia . ¿Eran las mujeres ciudadanos de tercera en la antigua Atenas? Los historiadores no se ponen de acuerdo al respecto aunque si nos atenemos a la literatura la situación de una mujer atenienses no era la más deseable. En la "Medea" de Eurípides , el dramaturgo griego pone en boca de su heroína estas amargas palabras referentes a su condición femenina "De todo cuanto tiene alma y pensamiento somos nosotras, las mujeres, el ser más desgraciado.En primer lugar , es preciso , con gasto de dinero, que consigamos un esposo , un amo de nuestro cuerpo. Dicen que nosotras vivimos una vida sin peligro dentro de las casas , mientras ellos pelean con la lanza . ¡Necios! Preferiría tres veces aguantar a pie firme con el escudo que dar a luz una sola vez"
Estela funeraria de Filónoe del siglo IV a. C y conservada en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas . Vemos a una mujer que sujeta a un bebé que tiende sus brazos hacia otra mujer que no realiza ningún gesto en respuesta. Ella es su madre, Filónoe, que debió morir al dar a luz a su hijo. Las muertes en los partos eran muy frecuentes , de ahí las palabras de Medea en la obra del dramaturgo Eurípides "Preferiría tres veces aguantar a pie firme con el escudo que dar a luz una sola vez" En lo que se refiere a las mujeres casadas, al menos en Atenas pues cada ciudad tenía sus leyes y costumbres, su vida de reclusión no era para todas por igual, afectando más a las de posición elevada que a las mujeres de las clases más bajas. El historiador británico Robert Lane Fox (1946) en su obra "El mundo clásico" nos explica que: "En el interior de sus hogares , las atenienses respetables se dedicaban a hilar lana o a supervisar a la nodriza a la que muchas de ellas encomendaban la crianza de sus pequeños. Mientras, las mujeres de clase humilde trabajaban fuera de casa, salían a la calle y no llevaban una vida de confinamiento" En lo que se refiere al divorcio en un principio el único que podía proceder al repudio era el hombre sin necesidad de presentar una causa justificada. La mujer debía abandonar el hogar y dejar a sus hijos, si los hubiera, al cuidado de su esposo y a cambio el marido devolvería la dote que recibió en el momento de contraer matrimonio . También llegó a existir la posibilidad del divorcio por mutuo acuerdo lo que requería una declaración de ambos cónyuges antes el arconte expresando su deseo de separarse (Imagen procedente de http://www.nationalgeographic.com.es ) |
No era fácil ser mujer. Como indica Murcia Ortuño "con la mujer no había relación entre iguales y, por tanto, el matrimonio se limitaba a la procreación y la formación de una familia" aunque es evidente que no se puede establecer una norma general y sin duda había matrimonios en los que surgía el amor o diferentes grados de afecto entre los esposos , pero partiendo de esa relación inicialmente fría y distante no debía resultar muy difícil romper el vínculo matrimonial. ¿Se divorciaban los griegos o el matrimonio era un vínculo indisoluble como sería después durante la Edad Media? En la Antigua Grecia el hombre podía dar por finalizado el matrimonio simplemente enviando a la esposa de regreso con su familia, lo que se denominaba repudio, que nuestro Diccionario de la Lengua define como "rechazar un hombre a su esposa por cauces legales, de modo que se rompa el matrimonio" No era necesario que el marido alegara ninguna causa concreta para la separación y en el caso de que el matrimonio tuviera hijos estos se quedaban a cargo del marido aunque a cambio éste debía devolver a la familia de su esposa la dote recibida en el momento del matrimonio ¿Y la mujer podía solicitar también el divorcio? Si, pero tenia que alegar una causa que justificara la solicitud del divorcio como , por ejemplo, que su esposo estuviera conviviendo en la casa con otra mujer, que tuviera un amante masculino o que tuviera hijos con otra mujer o bien viviera fuera de su hogar . Fuera cual fuera la causa alegada para el divorcio la mujer debía demostrarla ante un arconte, uno de los magistrados que formaban parte del gobierno de la ciudad. Así que aunque fuera posible, para la mujer resultaba mucho más complicado lograr el divorcio y además ,tanto si era el divorcio iniciativa del hombre como de la mujer era ella que debía asumir el desprestigio social que suponía el divorcio . Sin embargo, al menos en Atenas, había leyes que amparaban a la mujer que sufría maltrato y Murcia Ortuño explica que el Estado "se ocupaba de las ancianas y las viudas" así que la mujer no se hallaba del todo desamparada por la ley.
Cuadro del pintor italiano Edoardo Forti (1800-1850) que recrea las calles de Pompeya y a un grupo de mujeres charlando mientras recogen agua de un pozo. Una escena cotidiana de una pequeña ciudad del Imperio Romano . Durante el gobierno del primer emperador, César Augusto (hacia 63 a.C- 14 d.C) en el año 18 a.C declaró el adulterio un delito público que tenía que ser dirimido en los tribunales y que exigía al esposo solicitar el divorcio. Robin Lane Fox nos lo cuenta con más detalle "Si un marido atrapaba a su esposa cometiendo adulterio no podía matarla .Únicamente podía acabar con la vida del amante de su esposa si éste era un hombre de mala reputación.Pero podía retenerlo hasta veinte horas para hacerle confesar su culpa. El marido ultrajado tenía que divorciarse de su esposa y llevarla ante los tribunales en un plazo máximo de sesenta días" No era una posibilidad, estaba obligado a hacerlo de acuerdo a la ley dictada por Augusto.No sucedía lo mismo si era la mujer la que sorprendía al marido cometiendo adulterio en cuyo caso no había castigo alguno Un doble rasero a la hora de juzgar las acciones de uno y otro sexo que se mantendrá prácticamente hasta el siglo XX (Imagen procedente de https://ar.pinterest.com/pin/427912402084212504/ ) |
Dejemos ahora Grecia , donde ya hemos visto que el matrimonio no era indisoluble aunque romper el vínculo matrimonial era mucho más sencillo para el hombre que para la mujer, para viajar hasta Roma. El historiador francés Jeröme Carcopino (1881-1970) en su obra "La vida cotidiana en Roma en el apogeo del Imperio " nos cuenta que "nunca, ni en la época imperial ni antes , el matrimonio romano había sido indisoluble" Durante la República la forma más habitual de matrimonio era el denominado Cum Manu. El termino Manus era un concepto jurídico del derecho civil romano que indicaba que el hombre adquiría sobre su esposa la autoridad del paterfamilias. El paterfamilias , que significa literalmente padre de familia, tenía bajo su autoridad a todas las personas y bienes que contenía su hogar, y en el caso de su esposa e hijos , tenía derecho de vida y muerte sobre ellos. Cuando la mujer contraía matrimonio abandonaba su hogar y a su familia y pasaba a integrar la familia de su esposo que ahora era también su paterfamilias. En este tipo de matrimonio la mujer estaba completamente subordinada al marido y, como señala Carcopino, "era imposible que una mujer pudiera repudiar al marido, a cuya autoridad estaba sometida" Pero ya en el siglo I a. C, cuando la República se acerca a su fin y va a ser sustituida por el Imperio, el matrimonio Cum Manu fue gradualmente desplazado por el enlace Sine Manu , en el que el hombre ya no adquiere sobre su esposa la autoridad del paterfamilias concediendo esta forma de matrimonio a la mujer los mismos derechos que al hombre para solicitar el divorcio. Al respecto escribe Carcopino que "en la época de Cicerón (106-43 a.C), el divorcio de mutuo acuerdo o por voluntad de uno de los cónyuges era algo absolutamente común" y estos se hicieron tan frecuentes, al menos entre las clases altas, que el filósofo Lucio Anneo Séneca ( 4 a.C - 65 d.C) escribía "No hay mujer que se ruborice por haber roto su matrimonio , ya que las damas más ilustres han tomado por costumbre llevar la cuenta de los años , ya no por los nombres de los cónsules, sino por los de sus maridos. Se divorcian para casarse; se casan para divorciarse"
Este fresco que se conserva en el Museo Arqueológico de Nápoles y que procede de Pompeya se le da el nombre de Retrato de Paquiro Próculo y donde vemos retratado a un matrimonio romano. Durante la larga historia de Roma, primero en la República y después la época imperial las reglas sobre el divorcio experimentaron muchos cambios, pero después de la caída del Imperio Romano de Occidente en 476 , en la parte oriental del Imperio, el denominado Imperio Bizantino , durante el gobierno del emperador Justiniano I el Grande (483-565 a.C) existían cuatro formas principales de divorciarse - Por mutuo consentimiento de los cónyuges - Divortium ex iusta causa (Divorcio por causa justa) Era el repudio de uno de los cónyuges por una causa justificada recogida en la ley, como podía ser el adulterio - Divortium sine causa (Divorcio sin causa) Cuando el repudio se producía sin una causa justificada lo que podía suponer un castigo posterior al que repudiaba sin argumentos que lo justificara - Divorcio Bona Gratia: Cuando el divorcio se producía no porque el otro cónyuge tuviera culpa de algo sino por otras razones como impotencia sexual, que hubiera sido cautivo en la guerra o demencia entre otras causas (Imagen procedente de https://es.wikipedia.org ) |
Hemos visto como ni en Grecia ni en Roma el matrimonio era un vínculo indisoluble, aunque en Grecia o en la Roma republicana los obstáculos para el divorcio eran mayores si la que lo quería solicitar era la esposa Pero las cosas cambiarían con la expansión.del cristianismo y , sobre todo, con su conversión en la religión oficial del estado a partir del Edito de Tesalónica del año 381 promulgado por el emperador Teodosio I el Grande (347-395), aunque no sucedió así al principio, sobre todo cuando después de la caída del Imperio Romano de Occidente las antiguas provincias romanas quedaron en manos de pueblos germánicos donde no existía la tradición del matrimonio indisoluble. La historiadora Leah Otis-Cour en su libro "Historia de la pareja en la Edad Media" explica como durante el gobierno del emperador bizantino Justiniano I el Grande (483-565) se estableció "una lista de 117 motivos legítimos de divorcio que eran menos de los que comprendía el derecho romano clásico" pero a pesar de ello seguían siendo muchos y más de los que admitía la Iglesia. Entre las causas admitidas de divorcio bajo el gobierno de Justiniano estaban "el adulterio, el asesinato del cónyuge, la conspiración contra el emperador, el abandono nocturno de la casa por parte de la mujer sin permiso del esposo, la impotencia del marido, la esclavitud , el cautiverio y el ingreso en un convento" Señala Otis-Cour que incluso en algunos de los nuevos reinos germanos "se restablece el divorcio de mutuo acuerdo previsto en el derecho romano clásico " Fue en el Reino Visigodo establecido en la Península Ibérica donde comenzaron a adoptarse medidas más restrictivas al divorcio. Los visigodos adoptaron oficialmente la religión católica durante el III Concilio de Toledo celebrado en el año 589. Un siglo más tarde, en el XII Concilio de Toledo celebrado en 681 , se establecía en su canon octavo que "El Señor manda que el hombre no deje a su mujer sino por causa de fornicación (adulterio) ; y por lo tanto, el que a excepción de la culpa de este crimen se divorcie de la mujer por cualquier motivo, toda vez que dispuso separar lo que Dios unió, permanecerá privado de la comunión eclesiástica y de la reunión de todos los cristianos todo el tiempo que tarde en volver a unirse con su cónyuge desamparada"
De forma gradual la Iglesia irá sustituyendo a los códigos civiles como regulador del comportamiento moral de la población y en lo que al divorcio se refiere hacia el siglo XII , "se aceptó - escribe de nuevo Otis-Cour - de manera creciente que sólo la Iglesia tenía jurisdicción en tales cuestiones. Una separación o una anulación no eran ya un mero asunto familiar ,sino una cuestión que debía ser resuelta por los tribunales de la Iglesia." Es en ese siglo XII cuando se alzan voces como la del obispo y teólogo italiano Pedro Lombardo (hacia 1100 - 1160) que en su obra "Cuatro libros de sentencias" "rechaza el divorcio en caso de adulterio, basándose en el concepto de indisolubilidad del matrimonio". Pedro Lombardo y otros teólogos contemporáneos suyos como el sajón Hugo de San Víctor (hacia 1096-1141) o Gautier de Mortagne (hacia 1100-1174) se apoyaban para rechazar el divorcio en toda circunstancia en lo recogido en el capítulo 19 del Evangelio de San Mateo donde el evangelista escribe "Se le acercaron unos fariseos para tentarlo (a Jesús) y le preguntaron "¿Puede uno despedir a su mujer por un motivo cualquiera?" Él respondió "¿No habéis leído que el que los creó , desde el principio , varón y hembra los hizo?" Y añadió "Por eso mismo , dejará el hombre al padre y a la madre,para unirse a su mujer, y serán los dos una sola carne .De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Por consiguiente,lo que Dios unió,no lo separe el hombre" (Mateo 19, 3-7)Los fariseos insistirían inquiriendo por qué entonces Moisés había permitido el divorcio, a lo que Jesús replica "Moisés, mirando a la dureza de vuestro corazón , os permitió despedir a vuestras mujeres. Pero no fue así desde el principio .Por eso yo os digo: El que despide a su mujer- no en caso de fornicación - y se casa con otra, comete adulterio" (San Mateo 19, 7-10). Entre los siglos XII y XIII los sucesivos pontífices fueron restringiendo cada vez más las causas que permitían romper el vínculo matrimonial aunque existía la posibilidad de separarse sin llegar al divorcio, es decir, sin romper el matrimonio , en determinados casos que nos cita Otis-Cour "en casos de adulterio, de apostaría o de crueldad". Con el termino crueldad se refería a los maltratos en el matrimonio incluyendo la posibilidad de "hacer una declaración de separación de bienes que permitía a la mujer reclamar su dote" Era la forma en que la Iglesia hacía compatible el deseo de separarse de los cónyuges con el principio de indisolubilidad del matrimonio tal y como lo establecía San Mateo.
También había una serie de causas que podían conducir a la declaración de nulidad del matrimonio como , por ejemplo , según nos explica Otis-Cour "cuando los novios no habían dado un verdadero consentimiento, es decir, si se había empleado la fuerza" o cuando al celebrarse el matrimonio concurrían circunstancias que lo invalidaban como "minoría de edad, impotencia, paganismo o la existencia de un matrimonio anterior" A todo esto hay que añadir que una cosa era las reglas a las que estaba sujeta la nobleza y otra el pueblo, pues como señala Otis-Cour , en Inglaterra o en Francia "una pareja que no deseaba permanecer junta, se separaba simplemente, sin solicitar la aprobación de la Iglesia" y en Italia "se conservan actas notariales que muestran parejas que se separan por motivos de incompatibilidad de caracteres" aunque esto sería cada vez más difícil a medida que el control de la Iglesia se fue afirmando en la sociedad. En el caso de la Península Ibérica desde el siglo VII el matrimonio y el divorcio estuvo regido por lo establecido en el Liber Iudiciorum o Lex Visighotorum , un código legal promulgado durante el reinado del rey visigodo Recesvinto (fecha desconocida -672) . Dividido en un título preliminar y doce libros, es en libro tercero donde se trata las leyes que rigen el matrimonio y el divorcio . En él se permite el divorcio en el caso de adulterio , de sodomía del esposo o si éste incitaba a su esposa al adulterio. Durante el reinado del rey de Castilla Alfonso X el Sabio (1221-1284) el monarca impulsa la redacción de un cuerpo de leyes que unifique la legislación del Reino de Castilla, que será conocido como "Libro de Leyes", aunque a partir del siglo XIV recibirá el nombre de "Siete Partidas" por los siete libros en que estaba dividido . Es en la Partida Cuarta donde hace trata el matrimonio y el divorcio , afirmando la naturaleza indisoluble del vínculo matrimonial, tal y como leemos en el Título X de la IV Partida "El matrimonio legítimo entre los cristianos siempre permanece aunque ocurra divorcio entre los cónyuges",es decir, el divorcio no significaba la extinción del matrimonio sino sólo una separación y por ello "ninguno puede casarse en vida del otro" En lo que se refiere a las causas que justificarían la separación recogía dos "Por dos causas o en dos modos se hace propiamente el divorcio; por religión cuando alguno de los casados quisiera entrar en alguna Orden (religiosa) ; por adulterio corporal de la mujer acusado y probado ante el Juez eclesiástico"
Otis - Cour nos hace este resumen de la situación al final de la Edad Media "la Iglesia había impuesto tres importantes normas de matrimonio: la prohibición de la poligamia,la necesidad de evitar como cónyuges a los parientes cercanos (incesto) y la posibilidad drásticamente limitada de separarse y volverse a casar cuando un matrimonio se había consumado" .Como hemos ido viendo en este sucinto y forzosamente incompleto recorrido por el divorcio en las sociedades europeas, desde el final del Imperio Romano y a medida que la Iglesia fue consolidando su posición en las sociedades europeas, el derecho al divorcio fue restringiéndose cada vez más hasta , como en el caso de España, no contemplarse la extinción del vínculo matrimonial aunque si la separación en casos muy excepcionales. Y así llegamos al siglo XVII donde se desarrolla nuestra historia. ¿Quién era Francisca de Pedraza? Poco sabemos de ella al margen de lo que encontraron los profesores Ignacio Ruíz y Fernando Bermejo en su investigación, porque era una mujer del pueblo como tantas otras ,una de tantas pequeñas historias de la historia, o lo que el escritor español Miguel de Unamuno (1864-1936) llamaba la "intrahistoria". Ignacio Ruíz nos resume lo poco que se sabe de su vida "No es ninguna noble, no tiene ningún poder. Es una mujer como tantas miles de la España de su tiempo, nacida a finales del siglo XVI y criada por las monjas, después de quedar huérfana" No se trataba de una mujer rebelde ni revolucionaria "no era la típica mujer -explica Ignacio Ruíz - con carácter, es dulce, sensible. Su objetivo en la vida era, como el de tantas otras casarse , criar a sus hijos, envejecer con sus nietos" Una mujer normal que iba a tener un comportamiento extraordinario cuando tomó la decisión de no resignarse a su realidad cotidiana. Estamos en la España de las primeras décadas del siglo XVII, viviendo un período de relativa paz bajo el reinado de Felipe III(1578-1621). Durante los primeros años de su vida Francisca, después de la muerte de sus padres Juan de Pedraza y Mari Sánchez, permanecerá bajo el cuidado de las monjas en un convento de la localidad madrileña de Alcalá de Henares . Es probable que soñara entonces con conocer a un hombre con el que formar una familia, tener hijos y cumplir lo que ella consideraba una existencia feliz. En algún momento apareció en su camino Jerónimo Jara, una especie de Jano, el dios etrusco de las dos caras, porque Jerónimo, como tantos maltratadores, ofrecía dos caras muy diferentes, como nos cuenta Ignacio Ruíz "era el típico hombre que en la calle era muy simpático y tenia muchos amigos , pero en casa era un monstruo" . Sobre lo que sucedió después de su matrimonio versará la segunda parte de esta historia.
Enlace con la segunda parte de "El inconformismo de Francisca de Pedraza "
https://chrismielost.blogspot.com.es/2017/07/mujeres-en-la-historia-el-inconformismo_3.html
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"Cama de matrimonio", miniatura medieval incluida en el Theatrum Sanitatis, un tratado médico del siglo XIV que se conserva en la Biblioteca Casanatense de Roma. El concepto de enamoramiento como paso previo del matrimonio en la Edad Media no era tenido en consideración y éste era concertado en función de los intereses de las familias . Cuando un matrimonio se realizaba fuera de los márgenes establecidos por esta costumbre , sin la correspondiente autorización de las familias, los matrimonios eran declarados nulos. Pero aunque se tratara de matrimonios concertados , la esposa tenía el deber de amar a su marido no ya con pasión , sino con total devoción. Al hombre le interesaba fomentar esta idea de la completa sumisión de la mujer al esposo, una sumisión entre devoción, entrega y admiración donde el deseo sexual estaba, en teoría, excluido y reducido a su uso como herramienta para la procreación , lo que no era así para el hombre donde el adulterio no se hallaba penado (algo que seguro que ya os suena a estas alturas) . Por ejemplo, en el derecho del Reino de Castilla si el hombre sorprendía a su mujer cometiendo adulterio tenía derecho a darla muerte y también a su amante, aunque debía dar muerte a los dos o a ninguno, no podía matar a uno y perdonar al otro. También en la legislación del Reino de Castilla, cuando se alcanzaba una reconciliación entre los cónyuges, el hombre podía firmar un documento al que se daba el nombre , muy gráfico, de "cartas de perdón de cuernos", para que quedara constancia escrita del perdón de la infidelidad. En todo caso, la mujer era siempre la parte más débil, pudiendo perder todas sus propiedades , o , en el peor de los casos, la propia vida (Imagen procedente de http://codexmiscelaneus.blogspot.com.es ) |
De forma gradual la Iglesia irá sustituyendo a los códigos civiles como regulador del comportamiento moral de la población y en lo que al divorcio se refiere hacia el siglo XII , "se aceptó - escribe de nuevo Otis-Cour - de manera creciente que sólo la Iglesia tenía jurisdicción en tales cuestiones. Una separación o una anulación no eran ya un mero asunto familiar ,sino una cuestión que debía ser resuelta por los tribunales de la Iglesia." Es en ese siglo XII cuando se alzan voces como la del obispo y teólogo italiano Pedro Lombardo (hacia 1100 - 1160) que en su obra "Cuatro libros de sentencias" "rechaza el divorcio en caso de adulterio, basándose en el concepto de indisolubilidad del matrimonio". Pedro Lombardo y otros teólogos contemporáneos suyos como el sajón Hugo de San Víctor (hacia 1096-1141) o Gautier de Mortagne (hacia 1100-1174) se apoyaban para rechazar el divorcio en toda circunstancia en lo recogido en el capítulo 19 del Evangelio de San Mateo donde el evangelista escribe "Se le acercaron unos fariseos para tentarlo (a Jesús) y le preguntaron "¿Puede uno despedir a su mujer por un motivo cualquiera?" Él respondió "¿No habéis leído que el que los creó , desde el principio , varón y hembra los hizo?" Y añadió "Por eso mismo , dejará el hombre al padre y a la madre,para unirse a su mujer, y serán los dos una sola carne .De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Por consiguiente,lo que Dios unió,no lo separe el hombre" (Mateo 19, 3-7)Los fariseos insistirían inquiriendo por qué entonces Moisés había permitido el divorcio, a lo que Jesús replica "Moisés, mirando a la dureza de vuestro corazón , os permitió despedir a vuestras mujeres. Pero no fue así desde el principio .Por eso yo os digo: El que despide a su mujer- no en caso de fornicación - y se casa con otra, comete adulterio" (San Mateo 19, 7-10). Entre los siglos XII y XIII los sucesivos pontífices fueron restringiendo cada vez más las causas que permitían romper el vínculo matrimonial aunque existía la posibilidad de separarse sin llegar al divorcio, es decir, sin romper el matrimonio , en determinados casos que nos cita Otis-Cour "en casos de adulterio, de apostaría o de crueldad". Con el termino crueldad se refería a los maltratos en el matrimonio incluyendo la posibilidad de "hacer una declaración de separación de bienes que permitía a la mujer reclamar su dote" Era la forma en que la Iglesia hacía compatible el deseo de separarse de los cónyuges con el principio de indisolubilidad del matrimonio tal y como lo establecía San Mateo.
Portada de las Siete Partidas del rey de Castilla Alfonso X el Sabio (1221-1284) en una edición de 1491 que dedica el Título X de la Partida IV a legislar el divorcio . En ella define el divorcio con estas palabras "Divorcio es la separación que se hace de los casados por razón de impedimento entre si , probado legítimamente en juicio. y se llama así de la división de voluntades del hombre y la mujer pasando a estado contrario del que tenían cuando se juntaron" Pero el divorcio que recogía la legislación de las Siete Partidas sólo significaba la separación de los cónyuges pero no la extinción del vínculo matrimonial "El matrimonio legítimo entre los cristianos siempre permanece aunque ocurra divorcio entre los cónyuges, de quienes ninguno puede casar en vida del otro" Es decir, sólo la muerte ´de uno de los cónyuges extinguía el vinculo matrimonial (Imagen procedente de https://commons.wikimedia.org/ ) |
También había una serie de causas que podían conducir a la declaración de nulidad del matrimonio como , por ejemplo , según nos explica Otis-Cour "cuando los novios no habían dado un verdadero consentimiento, es decir, si se había empleado la fuerza" o cuando al celebrarse el matrimonio concurrían circunstancias que lo invalidaban como "minoría de edad, impotencia, paganismo o la existencia de un matrimonio anterior" A todo esto hay que añadir que una cosa era las reglas a las que estaba sujeta la nobleza y otra el pueblo, pues como señala Otis-Cour , en Inglaterra o en Francia "una pareja que no deseaba permanecer junta, se separaba simplemente, sin solicitar la aprobación de la Iglesia" y en Italia "se conservan actas notariales que muestran parejas que se separan por motivos de incompatibilidad de caracteres" aunque esto sería cada vez más difícil a medida que el control de la Iglesia se fue afirmando en la sociedad. En el caso de la Península Ibérica desde el siglo VII el matrimonio y el divorcio estuvo regido por lo establecido en el Liber Iudiciorum o Lex Visighotorum , un código legal promulgado durante el reinado del rey visigodo Recesvinto (fecha desconocida -672) . Dividido en un título preliminar y doce libros, es en libro tercero donde se trata las leyes que rigen el matrimonio y el divorcio . En él se permite el divorcio en el caso de adulterio , de sodomía del esposo o si éste incitaba a su esposa al adulterio. Durante el reinado del rey de Castilla Alfonso X el Sabio (1221-1284) el monarca impulsa la redacción de un cuerpo de leyes que unifique la legislación del Reino de Castilla, que será conocido como "Libro de Leyes", aunque a partir del siglo XIV recibirá el nombre de "Siete Partidas" por los siete libros en que estaba dividido . Es en la Partida Cuarta donde hace trata el matrimonio y el divorcio , afirmando la naturaleza indisoluble del vínculo matrimonial, tal y como leemos en el Título X de la IV Partida "El matrimonio legítimo entre los cristianos siempre permanece aunque ocurra divorcio entre los cónyuges",es decir, el divorcio no significaba la extinción del matrimonio sino sólo una separación y por ello "ninguno puede casarse en vida del otro" En lo que se refiere a las causas que justificarían la separación recogía dos "Por dos causas o en dos modos se hace propiamente el divorcio; por religión cuando alguno de los casados quisiera entrar en alguna Orden (religiosa) ; por adulterio corporal de la mujer acusado y probado ante el Juez eclesiástico"
Retrato de Erasmo de Rotterdam (1466-1536), una de las principales figuras del humanismo renacentista, realizado por el pintor alemán Hans Holbein el Joven (hacia 1497-1543). Fue autor de "Elogio de la locura" donde criticaba a la Iglesia a la que observaba sumida en la ignorancia , la corrupción y la superstición . Esta obra inspiraría en parte la reforma protestante de Martín Lutero (1483-1546). Pero a pesar de la talla intelectual de estos hombres , su visión de la mujer seguía siendo la misma que había predominado durante la Edad Media , como la expuesta por el teólogo santo Tomás de Aquino (hacia 1225-1274) que escribió: "Tal y como dicen las escrituras fue necesario crear a la hembra como compañera del hombre, pero como compañera en la única tarea de la procreación, ya que para el resto , el hombre encontrará ayudantes más validos en otros hombres y a ella sólo la necesita para ayudarle en la procreación" Con menos sutileza Erasmo de Rotterdam escribía "La mujer es, reconozcámoslo , un animal inepto y estúpido aunque agradable y gracioso" Y Martín Lutero añadía con no menor delicadeza que "Aunque se agoten y se mueran de tanto parir, no importa, que se mueran de parir, para eso existen" Esto nos da una idea de a lo que iba a enfrentarse Francisca de Pedraza cuando decidió luchar por su divorcio como veremos en la segunda parte (Imagen procedente de https://es.wikipedia.org ) |
Otis - Cour nos hace este resumen de la situación al final de la Edad Media "la Iglesia había impuesto tres importantes normas de matrimonio: la prohibición de la poligamia,la necesidad de evitar como cónyuges a los parientes cercanos (incesto) y la posibilidad drásticamente limitada de separarse y volverse a casar cuando un matrimonio se había consumado" .Como hemos ido viendo en este sucinto y forzosamente incompleto recorrido por el divorcio en las sociedades europeas, desde el final del Imperio Romano y a medida que la Iglesia fue consolidando su posición en las sociedades europeas, el derecho al divorcio fue restringiéndose cada vez más hasta , como en el caso de España, no contemplarse la extinción del vínculo matrimonial aunque si la separación en casos muy excepcionales. Y así llegamos al siglo XVII donde se desarrolla nuestra historia. ¿Quién era Francisca de Pedraza? Poco sabemos de ella al margen de lo que encontraron los profesores Ignacio Ruíz y Fernando Bermejo en su investigación, porque era una mujer del pueblo como tantas otras ,una de tantas pequeñas historias de la historia, o lo que el escritor español Miguel de Unamuno (1864-1936) llamaba la "intrahistoria". Ignacio Ruíz nos resume lo poco que se sabe de su vida "No es ninguna noble, no tiene ningún poder. Es una mujer como tantas miles de la España de su tiempo, nacida a finales del siglo XVI y criada por las monjas, después de quedar huérfana" No se trataba de una mujer rebelde ni revolucionaria "no era la típica mujer -explica Ignacio Ruíz - con carácter, es dulce, sensible. Su objetivo en la vida era, como el de tantas otras casarse , criar a sus hijos, envejecer con sus nietos" Una mujer normal que iba a tener un comportamiento extraordinario cuando tomó la decisión de no resignarse a su realidad cotidiana. Estamos en la España de las primeras décadas del siglo XVII, viviendo un período de relativa paz bajo el reinado de Felipe III(1578-1621). Durante los primeros años de su vida Francisca, después de la muerte de sus padres Juan de Pedraza y Mari Sánchez, permanecerá bajo el cuidado de las monjas en un convento de la localidad madrileña de Alcalá de Henares . Es probable que soñara entonces con conocer a un hombre con el que formar una familia, tener hijos y cumplir lo que ella consideraba una existencia feliz. En algún momento apareció en su camino Jerónimo Jara, una especie de Jano, el dios etrusco de las dos caras, porque Jerónimo, como tantos maltratadores, ofrecía dos caras muy diferentes, como nos cuenta Ignacio Ruíz "era el típico hombre que en la calle era muy simpático y tenia muchos amigos , pero en casa era un monstruo" . Sobre lo que sucedió después de su matrimonio versará la segunda parte de esta historia.
Enlace con la segunda parte de "El inconformismo de Francisca de Pedraza "
https://chrismielost.blogspot.com.es/2017/07/mujeres-en-la-historia-el-inconformismo_3.html
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