jueves, 27 de julio de 2017

GRANDES EXPLORADORES: EL SUEÑO AFRICANO DE ALEXINE TINNE (SEGUNDA PARTE)

"Hogar dulce hogar .  Que razón tiene el famoso dicho de que no existe lugar como la propia casa. Espero no volver a dejarla  nunca más. Creo que no es mucho pedir dada mi edad"  escribía Henriette Marie Louise van Capellen(1796-1863) después de regresar a su casa en La Haya el 6 de noviembre de 1857 tras casi dos años de viaje por Egipto, Palestina, Líbano y Siria en compañía de su hija  Alexandrine Petronella Francine Tinne (1835-1869), que para nosotros será siempre a partir de ahora Alexine Tinne. Había sido un viaje emocionante y retornaban a Holanda con una mochila llena de imágenes y  buenas historias que contar, desde las visitas a Alejandría , El Cairo o el mágico crucero por el Nilo  hasta su visita a Tierra Santa , las noches en el desierto, los encuentros con los beduinos , el exotismo y el peso de la historia en ciudades como Jerusalén o Damasco o  la belleza de ruinas como las de Baalbek . Si , para Henriette fue un gran viaje pero a sus sesenta y un años creía que ya era hora de parar y descansar en su hogar en La Haya contando a sus amigas todas las aventuras que había vivido en aquellos años. Pero su joven hija, la intrépida Alexine, con apenas  veintidós años, ya estaba contagiada de la fiebre del viajero, esa a la que se refería  el escritor y periodista estadounidense John Dos Passos (1896-1970) cuando escribía que "Como todas las drogas, viajar requiere un aumento constante de la dosis" Podemos imaginar a Alexine junto a la ventana de su casa en La Haya , en un día gris y lluvioso como tantos otros en esta ciudad holandesa, mientras su mente se halla vagando por los paisajes descritos por el explorador escocés James Bruce (1730-1794) en su libro  "Viajes para descubrir las fuentes del Nilo en los años 1768-1773" que era uno de los muchos libros de exploración que Alexine leerá durante estos años en La Haya , alimentando sus sueños y sus ansias de viajar. 







Como acabamos de ver uno de los libros que leyó Alexine Tinne en sus años en La Haya después de regresar de su primer viaje por Egipto y Tierra Santa  fue "Viaje en busca de las fuentes del Nilo" del explorador y geógrafo escocés James Bruce (1730-1794)  que sería una de las obras que la inspiró su nuevo viaje a Egipto con el objetivo de remontar el Nilo Azul y explorar Etiopía.  Ya sabemos que el Nilo  tiene dos brazos, el Nilo Blanco, que nace en las aguas del Lago Victoria  entre Uganda, Kenia y Tanzania , y el Nilo Azul que nace en el Lago Tana, en Etiopía. Ambos se unen a la altura de la ciudad de Jartum, actual capital de Sudán,  El explorador escocés se atribuía  el descubrimiento del nacimiento del Nilo Azul  y escribía en su libro:
"Las cataratas componían el espectáculo más imponente que jamás hubiera contemplado . Grandiosa escena que todos los siglos  , sumados a la máxima duración de la vida humana, no borrarían ni arrancarían de mi memoria. Me sumió en una especie de estupor ,  en un olvido total del lugar donde me hallaba, de cualquier otra preocupación sublunar. Era una de las mas asombrosas y excelsas visiones de la creación"
Hermosas palabras excepto por un detalle, James Bruce no fue el primer occidental en contemplar el nacimiento del Nilo Azul y aunque él lo sabía hizo todo lo posible restar valor a lo escrito por el misionero jesuita español Pedro Páez (1564-1622) que ejerció su labor misionera en la corte del rey de Etiopía y que en uno de sus viajes por el país en 1618 se convirtió en el primer europeo en contemplar el nacimiento del Nilo Azul . Escribía Páez que
"Está la fuente casi al Poniente de este reino , en la cabeza de un vallecito que se forma en u campo grande, y el 21 de abril de 1618 llegué a verlo y no parecía más que dos ojos redondos de cuatro palmos de largo."
Y añade
"Confieso que me alegré de ver lo que tanto desearon ver el rey Ciro su hijo Cambises , el gran Alejandro y el famoso Julio César"
Y es hacia esas tierras poco exploradas   con las que soñaba con   viajar Alexine Tinne durante estos años en La Haya
(Imagen procedente de http://paulcoulbois.blogspot.com ) )




Pilar Tejera (1958) en su libro "Viajeras de leyenda: aventuras asombrosas de trotamundos victorianas"  nos cuenta como Alexine "está decidida a llegar más lejos, sueña con alcanzar Jartum (en Sudán) y explorar algunas zonas del interior de Etiopía"  y también participar en la búsqueda de las míticas Fuentes del Nilo que en aquel momento centraba la atención de la Royal Geographical Society y también de la prensa después de la expedición de Richard Francis Burton (1821-1890) y John Hanning Speke (1827-1864)  entre 1857 y 1858 . Speke afirmaba , contra el parecer de Burton, que las fuentes del Nilo se encontraban en el Lago Victoria. Burton, por su parte,  creía que el Nilo nacía en el Lago Tanganika. En 1860 Speke se disponía a realizar una segunda expedición  junto al explorador escocés y oficial del ejército  James Augustus Grant (1827-1892) para confirmar su descubrimiento de las Fuentes del Nilo. Mientras Alexine ardía en deseos de emprender de nuevo sus viajes y tal vez en organizar su propia expedición al Nilo para descubrir su nacimiento, en La Haya causaba  sensación un atractivo cocinero llamado Halib que habían contratado en El Cairo  y una elegante y bella perra Afgana llamada "Matruka" que adquirieron en Alejandría , una raza de perro de caza  procedente de Afganistán que entonces era casi desconocida en Europa . La periodista y escritora española Cristina Morató (1961) en su libro "Las reinas de África", recoge unas palabras escritas por Henriette al respecto en su diario "Es imposible contar la sensación que causaron Halib y Matruka . Había tal gentío rodeando nuestra casa que tuvimos que llamar a la policía para que vinieran a mantener el orden" Sin duda Henriette y Alexine eran la sensación del momento en la ciudad holandesa , pero eso no iba a detener a Alexine, que no tenía suficiente con contar sus aventuras a las numerosas visitas que recibían.  En 1860 la decisión  de volver a viajar a Egipto  está tomada, bueno, Alexine la ha tomado y su madre, sabiendo que no podrá disuadirla de sus intenciones, , se dispone resignada a seguir a su hija. Pero además irán acompañadas por un tercer miembro de la familia, la hermana de Henriette y tía de Alexine, Adriana van Capellen (hacia 1812-1863) a la que me referiré a partir de ahora por el apelativo familiar, Ady. 







Fotografía de Alexine Tinne junto a uno de sus caballos tomada  hacia 1860 antes de dejar La Haya  para emprender un nuevo viaje a Egipto sin sospechar  que nunca regresaría a su tierra natal. Escribe Cristina Morató como en esta segunda expedición a Egipto
"Como no sabían el tiempo que iban a pasar fuera de casa , cargaron un voluminoso equipaje que incluía treinta y seis maletas con un buen número de elegantes vestidos, sombreros, enaguas, corsés , botines y sombrillas. Además transportaban una biblioteca completa , muebles de salón, un piano, cabezales de bronce para las camas, colchones, sábanas , vajillas de porcelana, cubertería de plata  y todos los utensilios inimaginables para una confortable  y sofisticada vida de campamento, incluidas dos bañeras portátiles"
Amaba la aventura, pero sin renunciar al confort  de su condición de millonaria heredera . E sus viajes nunca ocultarían su riqueza, lo que las convirtió en víctimas propiciatorias de todos aquellos que no dudaban en cobrarlas precios exorbitados por todo aquello por lo que ellas mostraban interés
(Imagen procedente de   https://en.wikipedia.org )






Merece la pena que me detenga un momento en Ady pues tiene una buena historia detrás que explica que Henriette y Alexine la invitaran a acompañarla y que refiere Morató en su libro. Ya vimos en la primera parte que Henriette procedía de una familia de la aristocracia con muy buenas y elevadas conexiones sociales, y ella misma era amiga personal de la esposa del rey de Holanda Guillermo III(1817-1890),  la reina Sofía de Wurtemberg (1818-1877). Por su parte Ady era dama de compañía de la Reina Madre, la viuda del rey Guillermo II (1792-1849), padre de Guillermo III. Se trataba de Ana Pávlovna Románova (1795-1865), que entre sus títulos detentaba también el de  Gran Duquesa de Rusia en su condición de hija del zar Pablo I (1754-1801) y tía de quien era zar en aquel momento, Alejandro II (1818-1881). Ana Pávlovna hacía frecuentes viajes a la corte rusa  y en ellos siempre la acompañaba Ady , que según Morató no pasaba precisamente desapercibida debido a su "elevada estatura, belleza y distinción" .Cuando conoció en persona al zar Alejandro II, Ady se enamoró de él y parece que fue correspondida. Se trataba de un amor imposible, pues el zar ya estaba casado con la princesa alemana María de Hesse-Darmstadt (1824-1880) . Sólo quedaba la opción de convertirse en amante del zar, pero las firmes convicciones religiosas de Ady se lo impedían por lo que optó por abandonar su puesto como dama de compañía de Ana Pávlovna Románova y regreso a La Haya. Desde entonces , nos cuenta Morató  "vivía retirada  y sumida en una profunda depresión " Su hermana Henriette , creyendo que así la sacaría de ese estrado de postración , la animó a que se uniera a ellas en aquella aventura . Sin embargo, aquello demostraría ser una mala idea pues Ady "triste e hipocondríaca -escribe Morató - no era una buena compañera de viaje y nunca se acostumbraría a aquella vida nómada en territorios salvajes" Pero fuera como fuese  en julio de 1861 ya estaba todo preparado para el viaje. Acordaron que Alexine partiría en barco hasta el puerto de Marsella con todo lo necesario para la expedición , y allí esperaría la llegada de Henriette y Ady que primero irían por tierra a París y de allí en tren a Lyon y, finalmente,  a Marsella para encontrarse con Alexine y zarpar juntas rumbo a Egipto.







File:Alexandrine Tinne, Henriëtte Tinne-van Capellen and Jetty Hora Siccama, by Robert Bingham.jpg
Imagen tomada por uno de los pioneros de la fotografía, el inglés Robert Jefferson Bingham (hacia 1824-1870) donde a la izquierda , en pie, vemos a Alexine Tinne y sentada en el centro a su madre Henriette van Capellen, que ya tenía sesenta y cinco  años cuando partieron de viaje en julio de 1861. Aunque por su  edad ya no se sentía con ganas de emprender aquella aventura no quería dejar sola a su hija y no dudó en acompañarla, en esta ocasión en compañía de su hermana pequeña , Adriana von Capelen
(Imagen procedente de  https://pl.wikipedia.org/ )  






El 20  de julio de 1861 zarpa el barco que llevará a Alexine del puerto de Amsterdam a Marsella . Y no lo hace precisamente sola , como nos cuenta Pilar Tejera  pues Alexine "había logrado reservar  la totalidad de la primera clase del barco, donde viajaría con tres sirvientes, el cocinero egipcio  Halib, tres perros y treinta y seis baúles " No era una de las cualidades de Alexine  y Henriette viajar ligeras de equipaje . Cumplieron el programa establecido y mientras  Alexine llegaba en barco al puerto de Marsella su madre y su tía lo hacían por tierra después de atravesar Francia. Y, por fin, el 10 de agosto de 1861 zarpaban de Marsella  rumbo a Alejandría. La aventura acababa de comenzar. Lejos estaban de sospechar aquellas tres mujeres que ninguna de ellas volvería a su hogar. Una vez en Alejandría tomaron el tren que las condujo a El Cairo donde pasarían los siguientes seis meses cumpliendo con una apretada agenda social como ya había sucedido en su primer viaje.  En esta ocasión no se alojaron en el lujoso Shepeard´s Hotel sino que alquilaron una mansión en el centro de la ciudad  donde llevaban una vida lujosa como correspondía a la fortuna que poseían. Sus fiestas , en las que a menudo la propia Alexine interpretaba piezas al piano, se hicieron famosas  y a ellas asistían las más destacadas personalidades de la sociedad cairota , entre ellos el diplomático y empresario francés Ferdinand de Lesseps (1805-1894) que se hallaba en aquel momento supervisando la construcción del Canal de Suez que había comenzado un año antes y a cuyas obras invitó a nuestras tres viajeras. Escribe Morató que a Alexine "le gustaba  cabalgar todos los días unas horas por el desierto vestida con una amplia falda negra, una elegante camisa blanca de algodón  y un sombrero adornado con plumas" , un aspecto que no hacía difícil que los egipcios creyeran que estaba emparentada con la realeza europea.  En estos meses los gastos de las tres mujeres son muy elevados, más aun cuando no se molestaban en ocultar su riqueza lo que hacía  que los mercaderes se aprovecharan de ellas vendiéndolas todo mucho más caro que al resto de clientes. Morató cita a modo de ejemplo la adquisición de un burro albino del que Alexine se encaprichó y por el que pagó setenta libras, que según Morató sería equivalente a unos seis mil euros de nuestros días. 






Imagen relacionada
En este mapa con las fronteras actuales , incluidas la del país más joven del mundo, Sudán del Sur,  proclamado independiente en 2011,  vemos el recorrido  de los dos brazos del río, el Nilo Blanco con 3155 kilómetros de longitud que nace en el Lago Victoria  y atraviesa Sudán del Sur y Sudán hasta llegar a Jartum donde confluye con el Nilo Azul de 1606 kilómetros de longitud, que tiene su fuente en las  aguas del lago Tana en Etiopía . Al unirse a la altura de Jartum  forman un solo río , el Nilo, que sigue su curso hasta su desembocadura en el Mediterráneo , sumando un total de 6853 kilómetros de longitud, el más largo de África y el segundo más largo del mundo sólo por detrás del Amazonas (así se estableció definitivamente en 2008, pues hasta esa fecha se consideraba el Nilo el río de mayor longitud del mundo. Los antiguos egipcios le daban el nombre de "Hapy" o "Iteru" , que significa "Gran Río", pero su nombre actual, Nilo,  procede del griego Neilos, que puede traducirse como "Valle del Río" , que luego los árabes adoptarían con la denominación  de "Nil", aunque también hay historiadores  que afirman que "Nil" es un termino adoptado del persa y que significa "Azul" El plan de Alexine era ir de El Cairo a Jartum y allí remontar el Nilo Azul para adentrarse en Etiopía
(Imagen procedente de https://es.wikipedia.org/wiki/Nilo )






Cuando escuchaban de boca de Alexine el proyecto de remontar el Nilo hasta Jartum para allí desviarse por el Nilo Azul e internarse en Etiopía , la mayoría trataban de disuadirlas advirtiéndolas de los peligros que encontrarían en el recorrido , de la dureza del clima y de las enfermedades. Sólo hubo un hombre que escuchó con aprobación el plan de Alexine y que incuso la animó a emprender a aquella aventura. Se trataba del misionero alemán Johann Ludwid Krapf(1810-1881) quién había viajado en 1836 a Etiopía y después, en compañía del también misionero alemán Johannes Rebmann(1820-1876),había explorado África Oriental, siendo posiblemente los primeros europeos en contemplar las dos mayores cimas de África, el Kilimanjaro en Tanzania de 5892 metros y el Monte Kenia, en Kenia, de 5199 metros.  En enero de 1861 llegaba el momento de abandonar El Cairo y comenzar su viaje por el Nilo. El día antes de partir Henriette escribía en su diario  "Esta es nuestra última noche en El Cairo y Alexine ha tocado en el piano canciones que probablemente nunca volveremos  a oír. Todo se vuelve tan triste en los últimos días; pero es un buen momento para dejar el país sin pena, han recogido todas las naranjas y las mañanas y noches están empezando a ser realmente frías."    El 14 de enero de 1862  emprendían la navegación hacia  Jartum  y en una carta dirigida a su familia con esa fecha Henriette les explica como se distribuía la  expedición "Nos hallamos repartidos en tres embarcaciones de vela: nosotras con nuestras doncellas, Halib y los dos sirvientes árabes en una; el caballo y el mono de Alexine, junto con parte del equipaje en otra, y la mayoría de los enseres en una tercera con algunos guardias. ¡En nuestro barco además hemos subido cinco perros, agua y provisiones para un año!" Y no iban a viajar solas pues también abandonaban El Cairo  otras excursiones de viajeros europeos  que nos describe Pilar Tejero "Una embarcación con un matrimonio alemán, otra con pasajeros ingleses, una escandinava, otra con turistas llegados de Cerdeña , una rusa y dos italianas"  







En este mapa vemos la distribución de las seis cataratas del Nilo que, como os cuento en el texto del artículo, más que de cataratas hay que hablar de rápidos . Se encuentra entre Asuán , donde podéis ver como hoy se encuentra el Lago Nasser fruto de la construcción de la presa de Asuán terminada en 1970, y la capital sudanesa , Jartum . Es un tramo de unos 1800 kilómetros de longitud  que atraviesa tierras particularmente secas y áridas donde el Nilo solo cuenta con un afluente, el Atbara, que nace muy cerca del Lago Tana, en Etiopía y  desemboca en el  Nilo entre la quinta y la sexta catarata (no sale en el mapa , pero lo hace justo donde se encuentra la localidad de Atbara, del mismo nombre que el río) La primera de las cataratas está justo en Asuán, la segunda en Wadi Haifa , ya en territorio sudanés  que hoy se encuentra bajo las aguas del Lago Nasser  y que en el siglo XIX era el punto de salida de las caravanas que atravesaban el desierto para acortar recorrido como hará Alexine Tinne lo que veremos un poco más adelante ,  y la sexta y última se encuentra a unos 80 kilómetros de Jartum  
(Imagen procedente de https://es.wikipedia.org )







El Nilo estaba muy concurrido en aquellos días, aunque ninguna de aquellas excursiones tenía el ambicioso objetivo de Alexine, pues la mayoría de ellas se detenían, como los cruceros turísticos de nuestros días, en Asuán, a la altura de la primera de las seis cataratas que tiene el curso del Nilo. Escribe Pilar Tejera que cuando los viajeros embarcados en las demás naves supieron que Alexine y sus compañeras pretendían llegar hasta Jartum , lo que significaba atravesar las seis cataratas, comenzaron a llamarla con admiración "la reina del Ecuador". En realidad, no se trata de cataratas tal y como la entendemos cuando escuchamos esta palabra, pues no hay un salto de agua, sino que más bien se trata de rápidos poco profundos y muy peligrosos por la fuerte corriente y la abundancia de rocas.  Durante el viaje la nave de Alexine tenía que hacer al menos dos paradas al día para que sus perros pudieran bajar a tierra y hacer sus necesidades, lo que retrasaba su marcha. Una vez llegados a Asuán las demás embarcaciones dieron por terminado el viaje y retornaron a El Cairo y sólo siguió la expedición de nuestras viajeras y otra nave italiana. Y llegó el momento de afrontar la primera catarata,un hecho del que Henriette nos hace una  dramática descripción en su diario "Debo decir - escribe Henriette - que jamás había presenciado nada tan horrible como lo que supuso salvar aquella catarata. Ni siquiera el Rin en Schaffhausen ni los fiordos de Noruega se pueden comparar con la dificultad de empujar aquellas embarcaciones entre las rocas contra la fuerte corriente del Nilo. Los gritos de la tripulación  se elevaban al ayudar en las maniobras y un violento golpe de viento del norte aumentó terriblemente el peligro. El primer día tan sólo nos fue posible sortear un rápido , lo que nos obligó a pasar la noche cerca de un pueblo ribereño . Todos los hombres fueron a alojarse allí mientras que nosotras permanecimos sumidas en una profunda sensación de soledad, rodeadas de la nada a tan sólo dos millas de Asuán" Después de salvar con mucho esfuerzo la primera cascada y después de tres días más de navegación alcanzaron la ciudad de Korosko , situada a 190 kilómetros al sur de Asuán y la puerta de entrada a Nubia , la tierra que se encuentra entre la primera catarata y la sexta catarata, a caballo entre el sur de Egipto y el norte de Sudán y en el pasado un reino independiente del Egipto de los faraones. 






Fotografía de la primera catarata del Nilo a la altura de Asuán que , como podéis ver, es más bien un rápido y no el concepto que tenemos de catarata como un salto de agua. Henriette refleja en su diario el peligro que encerraban estos rápidos:
"El viento soplaba más fuerte que ayer y cuando parecía que nuestra embarcación avanzaba sin sufrir daños hubo un momento en que, a plena vela como iba, estuvo a punto de estamparse  contra las rocas. Incluso Alexine parecía horrorizada"
Y contaba, con el lenguaje tan colorido y espontáneo que la caracterizaba,  como incluso  se convirtieron en una atracción turística para un grupo de turistas  franceses que  iban en camello   y fueron espectadores  de sus penalidades para  salvar este primer obstáculo
"El día anterior  habían aparecido algunos hombres  pero hoy podría haber allí más de doscientos. Estuvimos luchando contra la corriente y las rocas hasta las seis de la tarde, hora en que ya me encontraba  tan achicharrada como la ceniza. Un grupo de turistas  franceses que viajaban en camello hacia Filé y seguían las maniobras desde un punto elevado, corrieron a otro emplazamiento para no perderse nada. Me alegré de bajar  del barco para ir también a Filé cuando el viento soplaba aun como en una tormenta"      
(Imagen procedente de  https://es.wikipedia.org )





Korosko era también el lugar donde se terminaba  el recorrido en barco para ahorrarse la pronunciada curva que daba el Nilo en su camino hacia la ciudad de Dongola  , acortando el recorrido cruzando el desierto en camello entre Wadi Halfa, que hoy se encuentra en territorio sudanés justo junto a la frontera con Egipto en el lado sudanés del Lago Nasser , y  la localidad de Abu Hamed . Hasta Korosko nuestras viajeras habían tardado en llegar cinco semanas desde El Cairo y se encontraban mas o menos a medio camino de Jartum. Empezaba la segunda etapa de su viaje que sabían que sería mucho más dura que lo que habían dejado atrás. Terminaba el territorio amable que recorrían las excursiones de los grupos de viajeros europeos, para adentrarse en lugares mucho más hostiles . Tardaron un tiempo en desembarcar los animales , los víveres y la gran cantidad de equipaje  que llevaba la expedición que incluía, entre otras cosas, sus camas desmontadas. Por fin, la mañana del 25 de febrero de 1861 la caravana de camellos estaba lista para iniciar la marcha hacia Abu Hamed. Pero no penséis en unos pocos camellos recorriendo el desierto. Pilar Tejera nos deja una descripción  que da cuenta de las dimensiones de la expedición de Alexine , impresionante incluso para nuestros días "Además de los perros, cargaron media docena de ovejas, varias jaulas con pavos, cajas repletas de huevos y grandes cantidades de pan , galletas y harina, siendo la carga más pesada el agua potable que transportaban  en alforja de piel. La caravana estaba integrada por ciento dos camellos, seis guías, treinta camelleros, los sirvientes, los cocineros, algunos miembros de la tripulación  y encabezada por Sheik Ammad, un apuesto nubio que llevaba años escoltando a otros viajeros por este territorio."  Si alguien ajeno a la expedición la contemplo atravesando el desierto tuvo que pensar que el calor le estaba jugando una mala pasada y observaba un espejismo. Por una vez escuchamos la voz de Alexine, que en una carta a uno de sus primos , le describe como fue la partida de la caravana  "No puedes imaginarte ni por un momento la escena. Los gritos de horror de tía Ady y mamá dando botes sobre los dromedarios  y el pavor y los ladridos , no menos violentos, de los cinco perros cargados sobre los camellos"





Este mapa procede del libro "La guerra del río: un relato histórico de la reconquista de Sudán" escrito por Winston Churchill (1874-1965), futuro primer ministro de Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial  y publicado en 1899  sobre la denominada Guerra Mahdista,  que se prolongaría entre 1881 y 1899 en la que Churchill participó como oficial  y que enfrentó al Imperio Británico contra los seguidores de un líder religioso sudanés, el Mahdi  .  Pero lo que ahora nos interesa es ver en el mapa esa línea roja que une  Wadi Halfa, a la altura de la segunda catarata del Nilo, con la localidad de Abu Hamed (justo debajo de donde poner Nubian Desert (Desierto Nubio)  Ese es el trayecto que la expedición de Alexine realizó en camello  salvando así la larga curva del río que veis que pasa por la ciudad de Dongola No se exactamente el tiempo que tardaron , porque según la fuente que se consulte varía de 8 a 18 día en salvar la distancia entre Wadi Haifa y  Abu Hamed  
(Imagen procedente de https://en.wikipedia.org )





Cristina Morató recoge otras palabras de Henriette en su diario donde nos describe de forma más divertida que su hija algunas de las escenas que se vivieron en el arranque de la caravana, en particular esta protagonizada por Ady , que no estaba hecha para esas aventuras "Instalamos a tía Ady sobre un burro  (el burro albino que tan caro había comprado Alexine)  sentada en un cómodo colchón y rodeada de cojines; la pobre estaba acabada, tenía la espalda dolorida y lo peor es que aquellos días pudimos dormir muy poco, aunque las frescas noches eran un placer. Todo el mundo estaba muy cansado excepto mi hija, cada día más entusiasmada con su aventura "  A lo largo de  esta historia iremos viendo como Alexine parecía no darse cuenta de las duras pruebas a las que sometía a sus acompañantes que además eran mucho mayores que ellas y tenían que soportar unas temperaturas e incomodidades que no habrían soportado por propia voluntad y lo hacían solo por acompañarla en su afán de aventuras. Se suceden los días con una monótona rutina, empezando la marcha a las ocho de la mañana y continuando sin descanso hasta las cuatro de la tarde, momento en el que acampaban. Después de ocho días llegaron a Abu Hamad  donde de nuevo se encontraban al orillas del Nilo. Continuaron hacia el sur, llegando a la localidad de Barbar, que era el punto de partida de las caravanas que cruzaban el desierto hasta el Mar Rojo. Fue allí donde el 1 de abril de 1862  Henriette celebró su sesenta y seis cumpleaños. Pasarían otros diez días hasta que los barcos de la expedición avistaron Jartum. La ciudad está emplazada en el punto donde confluyen los cursos de los ríos Nilo Blanco que fluye desde su nacimiento en el lago Victoria  mucho más al sur , y el Nilo Azul que viene del este desde su nacimiento en el Lato Tana en Etiopía  que, en principio, era el objetivo de Alexine . Jartum  , cuyo nombre procede del árabe Al-Jartum, que significa literalmente "trompa de elefante", era una ciudad nueva, pues había sido fundada en 1821 por el gobernante de Egipto Mehmet Alí (hacia 1769-1849) convirtiéndola en el centro administrativo  del Sudán y el cuartel general desde el que las tropas egipcias controlarían aquellos territorios. 







The Mahdist State, 1881-98, modern Sudan.png
En este otro mapa vemos con más claridad las diferentes localidades que hemos ido recorriendo hasta ahora  desde Asuán al norte, pasando por Wadi Haifa, donde cruzaron el desierto hasta Abu Hamed dejando atrás la curva del río y la ciudad de Dongola (en el mapa aparece como Dunqulah) , luego Barbar  donde partían las caravanas con dirección al Mar Rojo y donde Henriette celebró su cumpleaños el 1 de abril de 1862  y un poco más abajo Atbara , donde desemboca en el Nilo el único afluente que tiene en esta zona , el río Atbara procedente de Etiopía . Y finalmente, Jartum, el primer gran objetivo de la expedición
(Imagen procedente de http://es.wikipedia.org  )    





Jartum era la puerta a lo inexplorado, a lo desconocido,  el último punto civilizado antes de adentrarse en tierras casi desconocidas. También era un punto de encuentro de las caravanas  que  comerciaban con esclavos y marfil. El escritor español Javier Reverte (1944) en su libro "Los caminos perdidos de África"  nos deja su impresión sobre esta ciudad a comienzos del siglo XXI que tal vez no sea tan distinta a la impresión que les causó a nuestras  viajeras en 1861 "La impresión  que me produce esta ciudad polvorienta y roja es que, a sus habitantes, el río  parece no importarles en absoluto. Jartum  vive dándole la espalda al Nilo, orgullosa de pertenecer al desierto  ignorante del agua y amiga de la arena. Los barrios que dan al río parecen lugares casi deshabitados , apenas hay gente  y ninguna suerte de mercado, en tanto que el centro de Jartum registra un inmerso bullicio a toda hora.  El cielo, bajo el vigor del sol y recibiendo el polvo que se eleva de la tierra , parece pardo en ocasiones. Pero al atardecer , toma un color ceniciento . Jartum  no brilla,  sus colores son desvaídos y opacos, como si la poderosa luz del sol hubiese matado todo resplandor. Tanto sol ahoga, abruma, rasga la tierra y la vida , cubre de una pesada capa de opacidad todas las cosas. El poder de este sol rudo y sin belleza parece ahogar los sonidos , como si los hubiese entregado al fuego.. Bajo el cielo plano y quemado, Jartum semeja ser un gran cementerio  de seres fantasmales que, en lugar de caminar, parecen dominados por un leve estertor. Jartum tiene el aire de un cadáver de otras edades, como si fuera la cámara triste de una momia" Por su parte el historiador español César Vidal (1958) nos describe  en su obra  "Los exploradores de la reina "  a Jartum como una ciudad "rodeada totalmente por el desierto. La ciudad constituía un remolino de casuchas de ladrillo cocido  en las , malsanamente , se apiñaban unas treinta mil personas. No existía alcantarillado, ni desagües y el agua para consumo humano era apenas potable . El calor sofocante  contribuía a acentuar el hedor" pero a pesar de todo ello. como bien señala Vidal, "era el último vestigio de civilización antes de entrar en el desierto" 





Fotografía de Jartum y el punto donde confluyen los cursos del Nilo Azul procedente de Etiopía y el Lago Tana y el Nilo Blanco que nace del Lago Victoria. En el momento de su llegada a la ciudad el tema principal de conversación era la expedición de John Hunnington  Speke (1827-1864)  y  James Augustus Grant (1827-1892) a quienes el presidente de la Royal Geographical Society, Roderich Murchinson (1792-1871) les había encargado que confirmaran sin género de dudas que el lago Victoria era la auténtica fuente del Nilo. Habían partido el 27 de abril de 1860 de Inglaterra rumbo a África , pero en 1862 no se tenía noticias de ellos. El cónsul inglés  en Jartum, John Petherick (1813-1882), había ido junto a su esposa al sur para tratar de encontrarse con ellos.  Fue entonces cuando Alexine decidió cambiar sus planes y en lugar de dirigirse a Etiopía por el Nilo Azul decidió seguir el Nilo Blanco hacia el sur , una expedición mucho más arriesgada que su madre Henriette observaba con inquietud sabiendo que una vez que su hija había tomado la decisión ya no podría hacerle cambiar de parecer  
(Imagen procedente de https://elmiradordedonfrenando.wordpress.com  ) 




Es probable que la ciudad descrita por Reverte no fuera muy diferente  a la Jartum en la que hacían su entrada Alexine y sus acompañantes aquel mes de abril de 1862, donde la única mujer blanca  era Katherine Petherick, esposa del cónsul británico en Jartum,  John Petherick (1813-1882) . Una vez más Henriette nos deja su sincera opinión de la ciudad a la que acaban de llegar "es el lugar más miserable , más inmundo y malsano del mundo" Se acabó la poesía y el exotismo y se imponía el clima inhóspito de aquella región . Buscaron alojamiento pero no encontraron plazas así que terminaron por establecer un campamento a las afueras de la ciudad junto al río .El cónsul británico había abandonado la ciudad en compañía de su esposa, Katherine Petherick , cuando la Royal Geographical Society le confió la misión de dirigirse hacia el sur, a la ciudad de  Gondokoro, situada  a mil quinientos kilómetros de Jartum, en territorio de lo que hoy es Sudán del Sur para llevar suministros a la expedición de Speke y Grant , que habían salido de la isla de Zanzibar en octubre de 1860 y de los que ahora nadie sabía nada.   Pero cuando llegaron allí los exploradores no estaban, por lo que Petherick decidió enviar a un grupo de sus hombres más al sur en búsqueda de los dos exploradores mientras él y su mujer emprenden su propia expedición hacia el río Bahr el Ghazal , de 716 kiómetros de longitud y el principal afluente del lado occidental del Nilo. Mientras, al no tener  noticias de ellos , en Jartum muchos daban por muertos al matrimonio Petherick. Algunos mercaderes informaban que sus naves se habían quedado atrapadas  por las plantas en descomposición que llenaban la superficie del Nilo en esa zona. Mientras, el 18 de abril de 1862,  Henriette consignaba en su diario la llegada  de un barco italiano que había estado navegando por las aguas del Nilo Blanco que ahora  pretendía  recorrer Alexine, y lo que contaban no era nada alentador " Esta mañana - escribe Henriette -  ha llegado un vapor con dos italianos que han estado navegando por el Nilo Blanco diecinueve días . Cuentan cosas terribles sobre su viaje y están enfermos, pero a pesar de todo , Alexine se ha reafirmado en su decisión de tomar este rumbo. " y añadía, lamentando el cambio de planes  "Odio el ambiente de esta ciudad  y la influencia que ha ejercido en nuestros oídos  respecto al Nilo Blanco. Antes de llegar aquí estaba decidido viajar al Nilo Azul  en la estación de lluvias"  Aquel cambio de planes sellaría el destino de Henriette y Ady y dejaría marcada para siempre a Alexine, pero lo veremos en la tercera parte de esta historia. 


Enlace con la primera parte de  El sueño africano de Alexine Tinne
https://chrismielost.blogspot.com.es/2017/07/grandes-exploradores-el-sueno-africano.html

Enlace con la tercera  parte de  El sueño africano de Alexine Tinne

https://chrismielost.blogspot.com.es/2017/08/grandes-exploradores-el-sueno-africano.html



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