martes, 9 de febrero de 2016

INGRES , LO SUBLIME INCLASIFICABLE

"En cuanto a su talento es sublime , pero no para los necios. Su arte padece la misma desgracia que las obras maestras perfectas , que son admiradas por la posterioridad , pero despreciadas por sus contemporáneos" escribía en 1821  el escultor italiano Lorenzo Bartolini (1777-1850)  sobre su buen amigo, el pintor francés Jean-Auguste-Dominique Ingres (1780-1867). Después de acudir a la hermosa y completa exposición que el Museo del Prado de Madrid ha dedicado al gran pintor francés puedo corroborar la primera parte de la afirmación de Bartolini, el arte de Ingres es sublime, pero no tenía tanta razón al decir que sus obras serían despreciadas por sus contemporáneos, pues, aunque es cierto que algunas de sus obras despertarían una viva polémica, en particular aquellas que tenían como protagonista a los desnudos femeninos, su arte fue reconocido en vida, sobre todo su faceta como retratista aunque, como se subraya con frecuencia en la exposición, él siempre quiso ser reconocido como pintor de obras de temas históricos . Su arte  fue inclasificable para los críticos de su tiempo ¿a qué escuela pertenecía?¿un maestro del neoclásico como lo etiquetan en muchos artículos de diferentes enciclopedias?¿era un pintor academicista, como lo era su maestro Jacques Louis David (1748-1825)?¿es un artista del Romanticismo, la corriente artística que predominaría durante la mayor parte de su vida y a la que pertenecía su principal rival artístico, Eugène Delacroix (1798-1863)? ¿un discípulo tardío de su amado y venerado  Rafael Sanzio (1483-1520) y los pintores renacentistas italianos a los que con tanta pasión estudió durante sus largas estancias en Italia?¿o tal vez un clasicista como otro de sus maestros más admirados, Nicolás Poussin (1594-1665)? Tal vez hay algo de todos ellos en él, pero como sucede con los grandes artistas, Ingres tenía una voz propia,  y prevalecería por encima de escuelas e influencias para ser él mismo, el gran retratista, uno de los mejores dibujantes del siglo XIX, el autor de hermosas y sensuales fantasías orientales y , sobre todo, un devoto de la belleza , en particular de la belleza femenina. Bebió de todas las fuentes, porque como él mismo decía "En arte, uno aprende a inventarse a sí mismo tornando familiares las invenciones de los demás"  y eso hizo de él un artista inclasificable y ecléctico.    

Este es el cartel oficial de la exposición que el Museo del Prado de Madrid dedica a Jean-Auguste-Dominique Ingres, la primera vez que hay una exposición dedicada al gran pintor francés del siglo XIX y una de las más completas que se han celebrado en el mundo de su obra, pues se pueden contemplar setenta y un cuadros , con la colaboración del Museo del Louvre que ha prestado  treinta obras y otros catorce dibujos  y pinturas procedentes del Museo Ingres de Montauban , el lugar de nacimiento de Ingres, un pintor que hizo de la belleza la piedra filosofal entorno a la cual giró su obra, o, dicho con otras palabras, la belleza era su religión. Aunque él siempre se consideró más un pintor de escenas históricas, hoy la belleza de sus retratos nos sigue cautivando, y entre ellos el más seductor de todos ellos es este bellísimo retrato   "La condesa de Haussonville" que volveremos a encontrar al final de éste relato al  igual que cierra la exposición de Ingres
 (Imagen procedente de www.tiendaprado.com )



Pero empecemos la historia por el principio  y vayamos a la localidad occitana de Montauban , en la región del Languedoc-Roussillon . Aquí se había establecido desde 1775 un escultor y pintor  de talento discreto llamado Jean Marie Joseph Ingres (1754-1814) que contraería matrimonio dos años más tarde  con Anne Moulet(1758-1817), hija de un peluquero de Montauban. Jean Marie, que había estudiado arte en la Academia de Toulouse  , no sobresalía por su talento pero se ganaba  la vida decorando el interior de muchos edificios de Montauban. El 29 de agosto de 1780 el matrimonio tiene un hijo al que darán el nombre de Jean-Auguste-Dominique Ingres ,nuestro protagonista. Su padre le  introduce en los secretos del oficio y no tarda en reconocer en su hijo un talento artístico superior al suyo y así, con sólo once años, su padre le inscribe en la Academia de Bellas Artes de Toulouse donde él había estudiado . En ella tendrá como maestro al pintor de Toulouse, Jean Suau (1755-1841), especializado en pintura histórica que ejercería una gran influencia en Ingres que siempre quiso ser reconocido como un pintor de temas históricos.  Se gradúa  en 1797 y ese mismo año viaja a París  para ingresar en la Escuela de Bellas Artes donde tendrá como maestro a Jacques Louis David , uno de los pintores más destacados de Francia entre finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, con obras inspiradas en la escultura y la mitología clásica, que fue un ferviente partidario de la Revolución Francesa  y pudo sobrevivir , a pesar de su compromiso político, a los vaivenes de estos años, siendo después uno de los pintores predilectos de un joven general que en 1797, cuando Ingres llega a París, había alcanzado un gran  renombre y fama gracias a la victoriosa campaña militar que acababa de conducir en Italia, Napoleon Bonaparte (1769-1821).

Estudio de torso masculino realizado por Ingres en 1799 , uno de sus ejercicios académicos más tempranos cuando ya se encontraba en la Escuela de Bellas Artes de París y era alumno de Jacques Louis David , aunque no tardaría en ir alejándose del estilo académico de su maestro para buscar sus propios caminos en el arte. La primera gran influencia la encontraría en los propios alumnos de David que habían formado un grupo que sería conocido como los Primitivos o los Barbudos que defendían  el regreso a una estética clásica más pura todavía que la de David, buscaban el retorno al arte griego y romano en la que no existía la perspectiva, y las figuras  se inspiraban en las esculturas clásicas como sucede con éste torso    (Imagen procedente de www.pinterest.com)


Pero cuando llega a París Ingres ya está muy formado como pintor gracias a las enseñanzas de Suau, como años después diría uno de los discípulos de Ingres cuyas palabras nos recuerdan  en la exposición del Prado, "Ya era hábil en el manejo del pincel cuando David se hizo cargo de la tarea de enseñarle".  Durante sus años de estudio en París  se aplicará  con más continuidad y perseverancia que la mayoría de sus compañeros, según se nos cuenta en la exposición para "esquivar todas las locuras y turbulencias que ocurrían a su alrededor" Desde 1789  Francia se hallaba en una continua efervescencia política, que había provocado la caída de la monarquía, la ejecución de los monarcas, el advenimiento de la República y la muerte de muchos de los primeros líderes de la Revolución. Se convierte en un asiduo visitante Museum Central des Arts,el nombre del museo que en 1793  había fundado su maestro  David en el Palacio del Louvre , que había sido sede del gobierno hasta el estallido de la Revolución en 1789, y donde comenzó a reunir los tesoros artísticos que fueron requisándose como resultado de la Revolución: la colección de arte de los reyes de Francia, las obras que se hallaban en las iglesias pertenecientes a las órdenes  religiosas que fueron suprimidas durante el período revolucionario, las obras de arte en poder  de los aristócratas que o bien habían huido fuera de Francia o habían perdido la cabeza por cortesía de la guillotina  y, a partir de 1794, las obras procedentes de los saqueos resultantes de las victoriosas campañas de Napoleón Bonaparte en Bélgica, Holanda o el norte de Italia.  De ésta época podemos ver en la exposición varios estudios anatómicos , entre ellos un Torso Masculino de 1799 , que es uno de sus primeros ejercicios académicos. Entre sus compañeros de estudios hace  grandes amigos, como  el pintor español José de Madrazo (1781-1850)   pero, sobre todo, Ingres tenía un gran objetivo, ganar el Grand Prix de Roma.

"Aquiles recibe a los embajadores de Agamenón"  realizado por Ingres en 1801 para presentarlo al concurso del Grand Prix de Roma  cuyo premio consistía en una estancia de cuatro años en la Academia de Francia en Roma para seguir formándose como artista en contacto con los grandes maestros de la pintura del Renacimiento, entre ellos su admirado Rafael Sanzio, y también del arte clásico . La escena está basada en el Canto IX de la Ilíada de Homero en la que se relata  la guerra de Troya. Agamenón , el líder de los aqueos que sitian Troya, ha enfadado al mejor  guerrero y el más amado de los héroes , Aquiles, al que le ha quitado a su amada esclava Briseida. Aquiles abandona el campo de batalla y Agamenón envía una embajada  para solicitar a Aquiles que regrese. En el texto leemos el momento que reproduce Ingres cuando la embajada, encabezada por Ulises, llega al lugar donde está Aquiles 
" Cuando hubieron llegado  a las tiendas y las naves de los mirmidones, hallaron al héroe deleitándose  con una hermosa lira labrada ; con ella recreaba su ánimo , cantando hazañas  de los hombres. Patroclo (su mejor amigo), solo y callado , estaba sentado frente a él y esperaba  que acabase de cantar. Entraron aquellos , precedidos por Ulises y se detuvieron delante del héroe: Aquiles, atónito , se alzó  del asiento sin dejar la lira , y Patroclo al verlos se levantó también"
Este es justo el momento que recoge Ingres. A la izquierda vemos a Aquiles  aún con la lira en la mano y haciendo el movimiento para levantarse y a su lado se encuentra su leal Patroclo , ya en pie mientras que con una clámide roja Ulises(u Odiseo) encabeza la embajada de Agamenón. Ingres divide el cuadro en dos partes diferenciadas , a la izquierda Aquiles y Patroclo, con formas más sinuosas, menos escultóricas, mientras que a la derecha las figuras de los embajadores son más musculosas y recuerdan a una escultura clásica. Con esta obra Ingres ganaría el Grand Prix de Roma en 1801   y hoy se puede contemplar en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París 
Imagen procedente de www.kunstkopie.de

Se trataba de un concurso de pintura y escultura que había sido creado  en 1663  durante el reinado de Luis XIV (1638-1715) organizado por la Academia Real  de Pintura y Escultura  y estaba abierto a todos los alumnos de las academias de arte apadrinados por algún académico. . Los vencedores en cada especialidad, a partir de 1720 se organizaría también el de arquitectura, recibían una beca para estudiar la Academia de Francia en Roma, una escuela de arte fundada en 1666 por el que entonces era el principal ministro de Luis XIV,  Jean-Baptiste Colbert (1619-1683), y que desde 1725 tenía su sede en el Palacio Mancini de la ciudad italiana.  y que tenía como objetivo que los jóvenes artistas franceses pudieran conocer la obra de los grandes maestros de la Antigüedad Clásica  y del Renacimiento. En 1800 un Ingres de veinte años de edad presenta  al concurso   una obra de contenido histórico con el  largo título de "El hijo de Escipión , hecho prisionero, es entregado a Antíoco  a su padre enfermo"  en la que Ingres ya muestra  su inclinación por la recreación de episodios históricos, pero la obra no será premiada. Vuelve a intentarlo al año siguiente con otra obra de temática histórica, "Aquiles y los embajadores de Roma", que podéis ver sobre estas líneas, y en esta ocasión  Ingres consigue obtener la victoria aunque la beca no se hará  efectiva hasta cinco años después.  De éstos primeros años de trabajo , todavía en París, podemos contemplar en la exposición un Autorretrato del pintor cuando tenía veinticuatro años, en 1804,  aunque la obra expuesta es  una copia realizada del original  por una de sus discípulas, la pintora francesa  Madame Gustave Héquet (1845-1865)  en la que el joven Ingres aparece mirando al espectador mientras está trabajando en un retrato que también está en la exposición y que es uno de sus primeros retratos, el de su íntimo amigo  Jean Pierre François Gilibert, abogado de profesión  y con quien mantendría a lo largo de toda  su vida una intensa correspondencia  que nos ha proporcionado una información imprescindible para conocer  mejor la vida del artista. 

Ingres portrait de Jean-Francois Gilibert.jpg
Retrato de Jean Pierre François Gilibert que Ingres realizaría entre 1804-1805. Gilibert era un abogado natural de Montauban al igual que Ingres y uno de sus amigos más íntimos con el que mantendría una intensa correspondencia a lo largo de su vida. Es uno de los retratos de su primera época, en la que a pesar de que quería centrarse en la pintura de escenas históricas tenía que aceptar realizar retratos para ir superando sus estrecheces económicas. El cuadro  está inacabado aunque parece que ese efecto es deliberado. Gilibert conservaría el cuadro hasta el día de su muerte  y después se conservó en la familia Gilibert hasta que en 1937 pasó a formar parte de la colección del Museo Ingres   en la localidad natal del pintor, Montauban.  
 Ingres (Imagen procedente de https://fr.wikipedia.org)



Ingres (1780–1867) as a Young Man
Autorretrato de Ingres cuanto tenía veinticuatro años , en 1804, aunque en realidad éste no es el original de Ingres, sino la copia que del original hizo una de sus discípulas, Madame Gustave Héquet donde le representa dispuesto a pintar el cuadro de Jean Pierre François Gilibert que acabamos de ver justo antes. En el rostro del joven pintor ya podemos apreciar  su talento sublime para dar vida a sus retratados. Es el primero de sus  autorretratos y estaba inspirado  en el retrato de Bindo Altoviti realizado por su admirado Rafael Sanzio  en 1514. Sería expuesto en el Salón de París de 1806  pero fue duramente tratada por los críticos , como estas palabras que le dedicó el poeta Pierre Jean Baptiste Chaussard(1766-1823)
"Cuando uno tiene la ventaja de ser artista y de tener talento ¿por qué retratarse con un aspecto tan desfavorable?"
Y criticaba el contraste entre el negro y el blanco en la obra: 
"Por último, una oposición sistemática del negro al blanco , lo que produce una discordancia infinitamente desagradable"
Las críticas en Francia le acompañaron durante muchos años, incluso a pesar de haber retratado en dos ocasiones al hombre más poderoso de Francia, Napoleón Bonaparte   
(Imagen procedente de http://www.metmuseum.org/)


Raphael - Bindo Altoviti - Google Art Project.jpg
Éste es el retrato de Bindo Altoviti realizado por Rafael en 1514 y en el que se habría inspirado tres siglos después  Ingres para su propio autorretrato. Os lo incluyo para que podáis observar las similitudes en el rostro y el gesto entre ambas obras
(Imagen procedente de https://fr.wikipedia.org)


En estos años , y en espera de que se haga efectiva la beca que le permita viajar a Roma, el joven Ingres tiene que ganarse la vida como retratista, aunque lo hacía a disgusto porque prefería ser valorado como pintor de escenas históricas, como la que le había hecho ganar el Grand Prix. Pero los pintores también tienen que comer y en esos años comienza a sobresalir como retratista  aunque algunas de sus obras despertarán cierta polémica, sobre todo su forma de retratar a las mujeres , con  una mezcla del brillante colorido de los maestros holandeses y la sensualidad de los pintores italianos. Un buen ejemplo de ello sería el bello retrato de "La señora Aymon" , también conocido como "La Belle Zélie", que pintaría nada más llegar a Roma en 1806. Pero antes de eso, en 1804 obtendría su primer gran éxito con el encargo realizado por el propio Napoleón Bonaparte  para conmemorar su visita a la ciudad belga de Lieja en 1803 . En 1799 Napoleón había dado un golpe de estado que acabó con el Directorio, la forma de gobierno que había adoptado la República Francesa desde 1795. Tras el golpe  del 18 brumario del calendario republicano (nuestro 9 de noviembre)  Napoleón estableció una nueva forma de gobierno, el Consulado, donde el poder se repartía entre tres cónsules, entre lo que el primero sería siempre Napoleón. Ocupaba éste cargo de primer cónsul cuando en 1803 visitaba Lieja y ayudaría a la reconstrucción de la  ciudad que había sufrido muchos daños causados en 1794 por el ejército del Imperio Austriaco. Fue el primer encargo oficial que tuvo Ingres  que seguía quejándose de los muchos encargos que recibía para pintar retratos más todavía a raíz de su éxito con el retrato de Napoleón. Entre los nuevos encargos que recibió en ésta época sobresale el de la familia Riviére, para la que hizo tres retratos, los del señor y la señora Rivière y el de su hija Caroline Rivière,que, sin embargo, no tuvo una buena acogida por parte de la crítica que calificaba a estas obras como "gotizantes". En la exposición del Prado podemos disfrutar del retrato de Madame Sabine Rivière en el que Ingres hace gala una vez más de su penetración psicológica captando el carácter independiente y la viva inteligencia de ésta dama de la burguesía. 






En 1805  Ingres realizó los retratos de la familia Rivière, Philippe Rivière, su hija Caroline Rivière y la esposa de Philippe, Sabine Rivière o  Madame Rivière, que es precisamente el título de la obra que tenemos sobre estas líneas donde vemos a una mujer en la madurez  pero a la que dota de una belleza cálida y sensual . donde Ingres logra  mostrarnos  la imagen de una dama burquesa  de mirada dulce y rostro inteligente y que anuncia un carácter independiente,  en contraste con el retrato que luego haría de su hija donde la retrata con la candidez e inocencia propia de una joven de quince años que todavía  no ha explorado la vida  Ingres ya se mostraba como un gran pintor de la mujer . El retrato de Sabine Rivière se puede contemplar hoy en el Museo del Louvre (Imagen procedente de https://fr.wikipedia.org )




Jean Auguste Dominique Ingres, Portrait de Napoléon Bonaparte en premier consul.jpg
"Napoleón Bonaparte , primer cónsul" realizado por Ingres en 1804.  Fue encargado por Napoleón , que entonces era Cónsul vitalicio y que poco después se proclamaría emperador de Francia,   para conmemorar su visita a la ciudad belga de Lieja que realizó en 1803,y en la que ayudó a la ciudad a su reconstrucción  después de los daños que causara en la ciudad el ejército austriaco en 1794. Ingres trató de resaltar la implicación de Napoleón en la reconstrucción de la ciudad  haciendo que señale el decreto donde ordena el comienzo de las obras de reconstrucción mientras que por la ventana vemos la catedral de Saint Lambert que fue uno de los edificios reconstruidos por  orden de Napoleón. Fue el primer encargo oficial que tuvo Ingres y sólo pudo retratar el rostro de Napoleón  en una única sesión y para el resto del cuerpo ,a falta de poder disponer del propio Napoleón,  tomaría como modelo el retrato que de Napoleón había hecho en 1802 el pintor francés Antoine Jean Gros (1771-1835). El brillante traje rojo fue un regalo de la ciudad de Lyon que esperaba así revitalizar su industria textil . A Napoleón le gustó mucho el retrato  y llegó a considerar que era el mejor que le habían hecho hasta ese momento lo que hizo que aumentara la cotización de Ingres y los encargos de nuevos retratos.  Hoy la obra sigue expuesta en Lieja, la ciudad a la que Napoleón entregó la obra    (Imagen procedente de https://en.wikipedia.org )



Gracias a estos encargos Ingres logra superar sus estrecheces económicas aunque sigue renegando de su condición de retratista , algo que en realidad seguirá haciendo a lo largo de toda su vida, pues lo consideraba una faceta secundaria de su creación artística, lo que no quiere decir que no siguiera aceptando todos estos encargos. Como diría uno de sus amigos "Siempre es así. Siempre desea todo y siempre lamenta lo que ha aceptado cuando se pone a ejecutarlo"  Pero por fin llegaba el momento en que el premio se haría efectivo. Antes de marcharse a Roma en 1806, Ingres se compromete con la joven pintora, también discípula de David,Marie-Anne-Julie-Forestier (1782-1843). En la exposición encontraremos  la obra "La familia Forestier", un retrato de la familia de Julie, acompañada de sus padres, su tío y un criado , una escena que  retrata a la típica familia burguesa de comienzos del siglo XIX. Realizado en 1806, Ingres se lo regaló a Julie con la promesa de que a su regreso de Roma  se casarían. Pero parece que la distancia enfrió los sentimientos , ,promesa que sería quebrantada sólo un año después  cuando Ingres rompió el compromiso  tras lo cual la familia Forestier  decidió devolver al pintor  su dibujo. También el mismo año de su partida a Roma presentará en el Salón de París  su "Napoleón I en su trono imperial", el segundo encargo oficial que le hacía Napoleón,  que después de haberse convertido en 1802 en Cónsul Vitalicio, en 1804  , a través de un plebiscito , fue proclamado Emperador de los Franceses. La obra de Ingres sería precisamente un retrato de Napoleón como emperador, aunque una vez más , como ya le había sucedido con sus retratos de la familia Rivière,  no sería bien recibido por los críticos . Pero por fin puede partir para Roma  para ingresar en la Academia Francesa de Roma. Allí  podrá profundizar en sus estudios sobre la tradición artística clásica de Roma y Grecia  y, sobre todo, contemplar a su admirado Rafael Sanzio .Por ésta época ya hacia tiempo que  Ingres mostraba su inclinación por una corriente artística e intelectual a la que se daría el nombre de "Los primitivos" también conocidos como   "Los barbudos". 


"La familia Forestier" , dibujo que realizó Ingres en 1806 de la familia de su prometida, la también pintora Marie Anne Julie Forestier, antes de abandonar París para iniciar su estancia en la Academia de Francia en Roma y disfrutar así de su victoria en el Gran Prix de Roma de 1801. El dibujo es el retrato de una familia burguesa en el París de comienzos del siglo XIX. Como siempre hacen los amantes, Ingres prometió a Julie, a la que vemos en el centro en pie rodeada por sus padres y un tío además de una criada, que no la olvidaría y que regresaría en un año. Pero Ingres o sólo no regresaría en muchos años sino que ya en 1807 la escribió rompiendo su compromiso , a lo que la familia Forestier respondió devolviéndole el dibujo   (Imagen procedente de www.culture.gouv.fr)




Dos años después  de retratarlo como primer Cónsul, Ingres  realizaba éste "Napoleón I sentado en su trono imperial" en 1806. Apenas habían pasado dos años entre una u otra obra pero éste Napoleón ya no es sólo el hombre decidido y poderoso que Ingres retrató  en 1804, sino que ahora es algo más , un emperador,  e Ingres lo retrata casi como si fuera  Zeus Olímpico, inspirándose en la estatua que el escultor griego  Fidias(hacia 490-430 a.C) hizo del padre de los dioses para Olimpia y que se convertiría en una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, .  Era el segundo retrato que Napoleón le encargaba pero parece que nunca llegaría a verlo . Ingres lo presenta aquí como el heredero  directo de Carlomagno (hacia 742-814)  con una serie de elementos que remiten a la pompa imperial de la Antigüedad, desde la corona de laurel, al manto de armiño  y el trono de oro. Además  incluye también los símbolos de la realeza francesa, como el Cetro de Carlos V que sostienen su mano derecha (a la izquierda según miramos el cuadro), la espada de Carlomagno  . Hoy se conserva en el Museo de l ´Armée de París 
(Imagen procedente de sancho70art.wordpress.com)

Este grupo se había formado a partir de los alumnos de Jacques Louis David, que , como sabemos, también era maestro de Ingres. Pero este grupo de alumnos se rebelaba contra su maestro abogando por un regreso a las líneas más puras y estilizadas del arte clásico o de las obras iniciales del Renacimiento, con ausencia de profundidad y  teniendo como modelos los protagonistas de los poemas homéricos de la "Ilíada" o "La Odisea" o los textos del Antiguo Testamento. Pero  este regreso al pasado no se limitaba a la pintura sino también a la vida cotidiana , llegando a vestir a la forma en que lo hacían los antiguos griegos . Finalmente David los expulsaría de su taller  en 1800 debido a las duras críticas que hicieron del cuadro de su maestro titulado "Las Sabinas" y los barbudos, dirigidos por el pintor Pierre Maurice Quays (hacia 1779-1803) , se establecieron en un monasterio abandonado. El grupo se desintegraría tras la muerte de Quays hacia 1803. Pero Ingres estaba desarrollando su propia voz, independiente de toda escuela. Al poco de llegar a Roma , en 1807 realiza un retrato de su amigo y compañero de estudios en el taller de David,  François Mariot Granet (1775-1849) que se puede contemplar en la exposición. Muchos de sus retratados eran amigos suyo o sus familias, Ingres no sabía decir que no a nadie .Aunque en 1810 el tiempo de la beca en Roma se acaba Ingres, cuyas pinturas tenían más éxito en Roma que en París, decide quedarse  cuando la ciudad italiana se convierte de facto en la segunda capital del imperio napoleónico, y una miríada  de nuevos funcionarios  franceses acuden a la ciudad aumentando así el mercado de potenciales clientes de Ingres.  En esos años establece relaciones con muchos funcionarios franceses desplazados a la ciudad italiana  para los que pinta numerosos retratos , entre los que sobresale  el que realizó en 1811 del barón de Norvins, Jacques Marquet de Montbreton (1769-1854) que tuvo una acogida tan buena entre el resto de la colonia francesa desplazada a Roma que a partir de ese momento tendría una nutrida  clientela tanto italiana como francesa. El Imperio de Napoleón no deja de crecer y se extiende por toda Europa continental  hasta emprender la invasión del Imperio Ruso,mientras que Roma se convierte en la segunda capital del Imperio. Entre las personas que más apreciaban la pintura de nuestro protagonista, se encontraba Carolina Bonaparte (1782-1839), hermana del emperador y desde 1808 reina de Nápoles junto a su  esposo y  mariscal napoelónico, Joachim Murat (1767-1815), y le hará numerosos encargos, entre ellos una de sus obras más emblemáticas y también rodeada de mayor polémica, "La Gran Odalisca", que Ingres realizó en 1814.


François Mariot Granet (1775-1849) era un pintor francés que  llegó a París en 1796 , casi al mismo tiempo que Ingres, y  estudió con él teniendo a Jacques Louis David como maestro. En 1802 se había establecido en Roma , donde se dio a conocer como pintor  de interiores de conventos e iglesias, lo que hacía con un estilo sombrío adoptado de los maestros holandeses , además de pinturas que reflejaban la vida cotidiana de los artistas en Roma. Regresaría a Francia en 1824 y ocupó el puesto de conservador en el Museo del Louvre y también en el Palacio de Versalles. Durante sus años parisinos él e Ingres habían compartido vivienda  y cuando Ingres viaja a Roma en 1806  realiza  este retrato de su amigo en 1807 . En él parece que sorprendiéramos a Granet camino de alguna cita o algún trabajo, con un cuaderno en su mano  y una vista de Roma a sus espaldas tomada desde la colina del Quirinal. La oscura nube de tormenta que se cierne sobre la ciudad era un homenaje de Ingres al gusto de su amigo por los tonos sombríos de sus cuadros. Como sucede con casi todos los retratos realizados por Ingres, busca la naturalidad , el gesto espontáneo del modelo, como una fotografía tomada en medio de una actividad cotidiana, un instante de vida congelada en sus pinceles. Ingres regaló la obra a Granet que la tuvo con él hasta su muerte en 1849, año que entró a formar parte de la colección del Museo Granet de Aix en Provence, la localidad natal de Granet  y al que el dono todas las obras que estaban en su poder al morir y allí sigue pudiéndose contemplar hoy este retrato de Ingres , un de los primeros de sus años romanos  
(Imagen procedente de en.wikipedia.org)





"Madame de Senonnes"  realizado por Ingres en 1814 y que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Nantes. Ella es Marie Geneviève-Marguerite Marcoz (1783-1828), hija de una familia burguesa de Lyon  que en 1802 se casó con un comerciante con el que luego se iría a vivir a Roma. Tuvieron un hijo, pero en 1809 el matrimonio se separó y en 1814, cuando Ingres hace éste retrato, Marie es la amante de Alexandre de la Motte, vizconde de Senonnes (1781-1840) que fue quien encargó el retrato a Ingres  que , una vez más  deja traslucir la influencia que Rafael ejercía sobre su forma de pintar, lo que se puede ver en la calidez y vivacidad  de los colores que utiliza,  en la expresión lánguida de la dama, en la gran cantidad de accesorios que la acompañan, las joyas, los anillos, el collar además de todos los detalles que nos revelan el lujo de la vida de las clases acomodadas en las primeras décadas del siglo XIX, con el uso de tejidos caros como el terciopelo rojo de su vestido , el chal de cachemir que reposa sobre el diván o la muselina transparente que rodea su delicado cuello. Otro detalle presente en muchos retratos de Ingres, en particular de los retratos femeninos, es la presencia de un espejo  en el que se refleja la parte posterior del retratado . En el borde derecho del espejo (desde nuestro punto de visa) vemos como sobresale una tarjeta de visita donde figura el nombre de Ingres. 
Por cierto, Marie se casaría un año después con el vizconde a pesar de la oposición de la familia del aristócrata que no veía con buenos ojos esta unión  tanto porque su origen no era noble sino burgués y además porque se trataba de una mujer divorciada
(Imagen procedente de https://fr.wikipedia.org)

En ella  Ingres retrata a una bella odalisca, las mujeres que vivían en los harenes turcos, recostada sobre un diván  completamente desnuda, dando la espalda al espectador mientras gira su cabeza para mirarnos de forma incitante, como invitándonos a acompañarla y rodeada de elementos que nos sitúan en un escenario  de exotismo oriental, que estaba muy de moda en la época,  desde el turbante que lleva en su cabeza a las telas de seda  sobre las que se recuesta. Ingres nos ofrece aquí un desnudo alejado de todo pretexto mitológico o heroico como era característico de las obras de su maestro David, el desnudo se la odalisca se justifica por sí mismo, en el gozo que causa observar el erotismo que emana del cuerpo femenino, el placer de la belleza sensual  al margen de cualquier canon estético  o de reglas morales en las que solían apoyarse los desnudos de otros artista y ,por eso mismo, por hallarse al margen de cualquier regla, se trata de una belleza intemporal pues no está sujeta a ninguna moda, sólo a su misma esencia, la belleza del cuerpo. Pero no todo va a ser trabajo y nuestro protagonista también encuentra tiempo para  el amor, aunque será un amor epistolar, porque nació de las cartas que se escribía  con una modesta sombrerera llamada Madeleine Chapelle (1782-1849), natural de la localidad francesa de Guéret y a la que parece que Ingres conoció a través de su prima Adèle de Lauréal. Ingres comenzó a escribirla cartas y debía ser tan bueno con las palabras como con los pinceles porque  Madeleine  viaja a Roma y el 4 de diciembre de 1813  contraen matrimonio, una unión que será feliz hasta la muerte de Madeleine en 1849, y a la que Ingres retratará en diferentes ocasiones. En la exposición del Museo del Prado la podemos contemplarla en un bello retrato que Ingres realizó en 1814 cuando  Madeleine esperaba un hijo, Por desgracia  nacería muerto y el matrimonio no pudo tener más hijos . Tal vez por esta vocación frustrada de padre, Ingres  desarrollaría en sus obras una sensibilidad muy especial  en sus retratos de niños, obras que irradian ternura y cariño.  


Dibujo  de Madeleine Chapelle, la esposa de Ingres, realizado en 1814 cuando Madeleine esperaba un hijo que, por desgracia, nacería muerto . El matrimonio  no tendría hijos pero siempre permanecieron muy unidos e Ingres realizaría hasta diez retratos de Madeleine a lo largo de su vida, el último en 1841, En todas sus obras Ingres  trata de dotarlas de vida,  de calidez,  de transmitirnos su personalidad, su carácter, ponía amor y pasión en sus obras y eso se transmite al espectador que las contempla. Explicaba a sus discípulos que 
"El arte vive de los pensamientos elevados  y de las pasiones nobles ¡del carácter y del color! Nunca muere de calor, sino de frío"
  Imagen procedente de www.artehistoria.com)


Jean Auguste Dominique Ingres, La Grande Odalisque, 1814.jpg
La Gran Odalisca  que Ingres pintó en 1814 y que en la actualidad se halla en el Museo del Louvre. La obra fue un encargo de la hermana de Napoleón, Carolina Bonaparte (1782-1839), una de las protectoras de Ingres y que a la sazón era reina de Napóles desde 1808 junto a su esposo, Joachim Murat (1767-1815). Por desgracia para  Ingres nunca recibirá el pago por su obra debido a la desaparición del Imperio en 1815 tras la definitiva derrota de Napoleón en la batalla de Waterloo. 
En oposición a lo establecido por los cánones academicistas, no hay ningún pretexto mitológico que justifique la desnudez de la modelo, lo que unido a la evidente sensualidad que irradia la composición hizo que  fuera criticado al considerar que  cruzaba los límites establecidos  para el género de desnudo, reglas que  Ingres no iba a preocuparse en cumplir. En esta hermosa obra encontramos todas las características propias de la pintura de Ingres: el amor al detalle, la sensualidad, el marco de exótico orientalismo con el turbante que cubre la cabeza de la retratada y también otra característica que le es  propia, la deformación de la anatomía para acentuar la belleza del cuerpo y crear así una belleza intemporal fuera de los cánones académicos, porque Ingres prefiere la belleza ideal a la belleza real . Como él mismo explicaba: 
"Lo verdadero puede no ser verosímil.  Para expresar el carácter se puede  consentir una cierta exageración  que a veces resulta incluso necesaria  cuando se trata de capar y resaltar un elemento de la belleza"
(Imagen procedente de https://es.wikipedia.org)


Regresando a su creación artística , gracias a la popularidad que obtiene con sus retratos consigue que otros clientes le realicen encargos para su género preferido, pinturas de escenas históricas y de ella en estos años en Italia sobresale  "El sueño de Ossian", que Ingres concluye en 1813 y que estaba destinado a ornar el techo del dormitorio donde descansaría Napoleón Bonaparte en el Palacio Quirinal cuando regresase victorioso de su campaña en Rusia  que se desarrollaría entre junio y diciembre de 1812. La obra de Ingres estaba inspirado en la figura mítica de Ossian, que según las leyendas habría sido el mayor poeta irlandés. Su figura había cobrado relevancia después de que el poeta escocés James McPherson (1736-1796) publicase en 1765 "Las obras de Ossian" que según McPherson era la recopilación de los poemas escritos en gaélico por el propio Ossian y cuyos  manuscritos McPherson decía haber hallado. No tardó en surgir la polémica, porque McPherson nunca mostró dichos manuscritos  y se extendió la idea de que en realidad aquellos versos habían salido de la propia pluma de McPherson. Hoy se cree que es posible que , aunque no existieran los manuscritos, McPherson extrajera los poemas de Ossian de la tradición oral  y que el poeta escocés se encargó de adaptarlas al gusto de su tiempo. Fuera como fuese, la figura de Ossian  se convertiría en fuente de inspiración para el movimiento del Romanticismo que comenzaba a dar sus primeros pasos a finales del siglo XVIII, entre ellos de autores de la talla del escritor escoces Walter Scott (1771-1832) y el alemán Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) , y se encontraban en su máximo esplendor cuando Ingres pinta  "El sueño de Ossian". Para Napoleón también era una figura esencial, porque se dice que era uno de los `poemas de cabecera del emperador francés pero nunca  disfrutaría del cuadro de Ingres en el Quirinal. La campaña en Rusia fracasó , vencidos los franceses  no por el ejército ruso sino por su crudo invierno, aunque las tropas napoleónicas llegaron a ocupar Moscú pero  no tuvieron más remedio que retirarse ante la falta de provisiones, y en su retirada el ejército francés sería diezmado. por la táctica de guerrillas rusa, por el frío, por el hambre y por las enfermedades. De los más de seiscientos mil hombres que le acompañaron apenas sobrevivió un 20% de los hombres. 

"El sueño de Ossian" creada por Ingres en 1813 y conservada hoy en el Museo Ingres de Montauban. que Ingres regalaría a su amigo Jean Pierre François Gilibert, cuyo retrato ya hemos contemplado en éste relato. Esta obra  está inspirada en un poema atribuido entonces al legendario  bardo celta Ossian, cuyo nombre significa "pequeño ciervo", y que había sido dado a conocer por el poeta escocés James McPherson en la década de 1760 asegurando que había encontrado los manuscritos  con los texto del poeta, aunque estos nunca fueron mostrados en público y hoy se cree que en realidad lo que hizo McPherson fue recopilar  estos poemas de la tradición oral irlandesa. A finales del siglo XVIII Ossian era considerado como la versión celta de Homero y tuvo una gran influencia en los artistas del nuevo movimiento que nacía en estos años, el Romanticismo. Ossian era hijo del mítico guerrero celta Fion mac Cumhaill, al que McPherson da el nombre de Fingal siguiendo la tradición escocesa, que era el líder de  Fianna, el nombre que se daba a los grupos de cazadores, mercenarios y bandidos que vivían de forma independiente del resto de la sociedad en el interior de los bosques de Irlanda aunque acudían a la llamada de los reyes cuando era necesario.Esta obra junto a otra realizada también por Ingres, "Rómulo, consquistador de Acron", estaba destinada a decorar el dormitorio de la que iba a ser la residencia de Napoleón en Roma, el Palacio del Quirinal, aunque la derrota del emperador en la campaña de Rusia truncaría esos planes. En ella vemos al bardo Ossian, recostado sobre  su arpa, soñando con todos los héroes cuyas vidas luego cantará en sus poemas épicos . Es cierto que los personajes del sueño  asemejan a las estatuas del arte clásico de Roma y Grecia, tal y como establecía el neoclasicismo, pero  el dramatismo de la composición acentuado por los claroscuros, el espectral aspecto de los soldados que asoman  al fondo , la misma figura  de Ossian, crean un  una obra muy alejada  de los cánones academicistas  y más próximo  al arte romántico  e incluso al barroco. Hoy cuelga de las paredes del Museo Ingres.   
(Imagen procedente de https://es.wikipedia.org)



"Felipe V imponiendo el Toison de Oro  al mariscal de Berwick" realizada por Ingres en 1817. Fue una de las tres obras que encargó al pintor francés  el XIV duque de Alba , Carlos Miguel Fitz James (1794-1835) con la condición  de que el argumento de estas obras estuviera relacionado con la Casa de Alba  . Además la madre del duque le encargó otras dos obras, e incluso el administrador de la Casa de Alba, pero por desgracia sólo pudo realizar la obra que tenéis sobre estas líneas, porque el Duque de Alba andaba corto de fondos y no podía pagarle el resto de sus encargos., dejando inconclusa otra obra titulada "Agradecimiento del papa al duque de Alba". Hoy es la única obra de Ingres en territorio español, conservada por la Fundación Casa de Alba. 
Además  de estos trabajos para la Casa de Alba, Ingres  mantenía vínculos con España  a través de su amistad con diferentes artistas, entre ellos el pintor José de Madrazo,al que había conocido en París cuando ambos eran alumnos de David , y luego el hijo de éste,  Federico de Madrazo (1815-1894) fue su alumno en París. Años después  Federico de Madrazo fue nombrado director del Museo del Prado  y quiso adquirir para el Museo la obra de Ingres "La apoteosis de Homero", que veremos un poco más adelante,  pero el gobierno español del momento no aprobó la sugerencia de Federico de Madrazo  alegando que se trataba de la obra de un pintor extranjero.
(Imagen procedente de http://fundacioncasadealba.com/)



Napoleón no se recuperaría de aquel golpe. La derrota en Rusia , a la que se uniría luego la retirada francesa en España, supuso un punto de inflexión en las guerras napoleónicas que acabarían con el emperador  destronado y en el exilio.. Primero lo sería en la isla de Elba, pero abandonó su exilio para volver a ponerse al frente de los destinos de Francia  en la primavera de 1815, hasta su decisiva derrota en la batalla de Waterloo el 18 de junio de 1815 frente a una coalición de sus enemigos liderada por el británico Arthur Wellesley, duque de Wellington (1769-1852). La derrota en Waterloo significó el final de las guerras napoleónicas y el emperador fue recluido en la remota isla de Santa Elena donde moriría seis años más  tarde, el 5 de mayo de 1821. La caída de la estrella de Napoleón supuso el regreso a los problemas económicos de Ingres, que en estos años, perdido la protección de la corte napoleónica, se ve obligado a aceptar todos los encargos que le hacen . Tras la desaparición  de la corte napoleónica, Ingres  entraría al servicio de XIV Duque de Alba , Carlos Miguel Fitz James (1794-1835). Ingres había establecido lazos de amistad con diferentes pintores españoles, entre ellos José de Madrazo (1781-1859), que fue compañero suyo durante los años de estudio en el taller de David en París ,y a través de esos contactos españoles inició su relación con el Duque de Alba que le haría una serie de encargos de obras relacionadas con la historia de España y , sobre todo, de la relación entre la Casa de Alba y los sucesivos reyes españoles, subrayando la lealtad que los Alba siempre tuvieron con los sucesivos monarcas españoles.. También en estos años se implica en el movimiento Troubadour o estilo Trobador , un estilo pictórico nacido en Francia dentro del Romanticismo  y cuyos integrantes  se centraban en la representación de temas históricos  de otras épocas diferentes a la Antigüedad Clásica que es lo que había predominado hasta entonces, sobre todo de las cortes europeas de la Edad Media. Son obras que toman prestado el colorido de la pintura holandesa del siglo XVII y que se caracterizan además por el amor al detalle y por representar no grandes espacios abiertos, sino´escenas  que discurren en la intimidad de una estancia. 


Nicolo Paganini (1784–1840)
Dibujo del  violinista y compositor italiano Niccol Paganini(1782-1840)  realizado por  Ingres hacia  1819. Una de las grandes pasiones de Ingres era la música y durante un tiempo ´participó como segundo violín en la Orquesta Nacional del Capitolio de Toulouse  y llegaría a tocar con el propio Paganini .   (Imagen procedente de http://www.metmuseum.org/)


"Paolo e Francesca" realizada por Ingres  en 1819 . Forma parte del movimiento  denominado Troubadour  que propugnaba una recuperación de la Edad Media  con una visión romántica  de aquel tiempo . La primera obra de este estilo , que era también una reacción contra la pintura academicista y neoclásica, Este estilo se caracteriza por el detallismo de sus composiciones,  y por la representación de escenas íntimas, casi siempre en el interior de una estancia, además de por la idealización del pasado, mostrando un mayor interés en lo emocional que en el rigor histórico. La primera obra de éste estilo fue presentada en  el Salón de París en 1802 , realizada por el pintor francés Fleury François Richard (1777-1852) y titulada  "Valentina de Milán llorando la muerte de su esposo" que tuvo un gran éxito . En cuanto a "Paolo e Francesca"  Ingres se inspiró en  la historia de estos dos amantes recogida en el Canto V del Infierno de la "Divina Comedia" del poeta florentino Dante Alighieri (1265-1321) . Dante recoge el relato de los dos jóvenes que padecen su pena en el Infierno . Francesca cuenta a Dante como el amor se adueñó de los dos jóvenes
"Por entretenernos leíamos un día 
de Lanzarote, como amor lo oprimiera
estábamos solos y sin sospecha alguna  
Cuando leímos que la deseada risa
besada fue por tal amante, 
este que nunca de mi se había apartado
temblando entero me besó en la boca 
el libro fue y su autor, para nos Galeoto,
y desde entonces no más ya no leímos"
Ingres recoge el instante en que Francesca deja caer el libro donde está leyendo la historia del amor adúltero entre la reina Ginebra, esposa del rey Arturo, y  el caballero Lanzarote, cuando Paolo se abalanza sobre ella para besarla, todo ello contemplado desde las sombras por el esposo de Paola, Malatesta, que dará muerte a ambos   
(Imagen procedente de mini-site.louvre.fr)



"Francisco I asiste al último suspiro de Leonardo da Vinci"  realizado por Ingres en 1818 dentro del estilo Troubadour.  donde el pintor recrea el momento de la muerte del gran genio del Renacimiento, Leonardo da Vinci (1452-1519) en el Palacio de Amboise  en presencia del rey francés Francisco I (1494-1547). En realidad, como señala el escritor francés Stendhal (1783-1842), sabemos que Francisco I lloró al conocer la muerte de Leonardo, pero no hay documentos que prueben que el monarca se encontrase junto al pintor en el momento de su muerte, pero ya sabemos que en este estilo Troubadour, lo esencial no es el rigor histórico sino la emoción que nos transmite la composición como éste monarca que sostiene entre sus manos el frágil cuerpo del anciano artista que exhala su último suspiro . La cabeza de Francisco la tomó Ingres de un retrato del monarca realizado por el pintor Tiziano Vecellio (hacia 1477-1566) en el año 1539. Por cierto , Stendhal se mostró crítico con ésta obra de Ingres pues consideraba impropio de un monarca que expresase sus emociones con tanta vehemencia(Imagen procedente de https://es.wikipedia.org )

 En éste estilo  Ingres realizará una serie de composiciones donde las escenas que retrata  sobresalen más por la carga emocional que poseen que  por su interés histórico, inspirándose en muchas  de estas composiciones en obras como la  "Divina Comedia" del poeta florentino  Dante Alighieri(1265-1321) de la que surgen obras como su "Paolo e Francesca" de 1819  o de relatos biográficos  como los recogidos por el pintor, arquitecto y escritor italiano Giorgio Vasari (1511-1574) en su obra "Vida de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos"   de la que nace, entre otras, su "Francisco I asiste al último suspiro de Leonardo da Vinci" creada en 1818. Ambas se pueden contemplar en la exposición y las tenéis sobre estas líneas.. A pesar de su intensa actividad creativa, Ingres sigue  con problemas económicos y aceptando el consejo de su buen amigo, el escultor italiano  Lorenzo Bartolini , se traslada a Florencia  donde permanecerá cuatro años y donde recibirá  el encargo del Ministerio del Interior de Francia de realizar un gran cuadro para la decoración de la catedral de Montauban, y cuyo tema sería la consagración de Francia  que el monarca Luis XIII había realizado en agosto de 1638 y con la que quería simbolizar la unión entre la monarquía y la nación, una monarquía que había sido restaurada en Francia después del período republicano y del gobierno de Napoleón en la figura del rey  Luis XVIII (1755-1824) . Ingres puso todo su esfuerzo en esta obra, decidido a que fuera un gran éxito y así trabajó durante sus cuatro años en Florencia en ella hasta que la concluyó en 1824 y la presentó con un éxito arrollador en el Salón de París de aquel año . Por fin obtenía el reconocimiento en su país que durante tanto tiempo se le había negado y cuando ahora regresa a Francia es recibido como un gran maestro de la pintura y se convierte  en el retratista de la alta sociedad parisina y llegará un momento en el que Ingres escribe en una carta "Me han puesto a pintar a todo París". ¿Quién no querría hacerse un retrato con el mismo artista que años antes había retratado al mismísimo Napoleón Bonaparte.?


"El voto de Luis XIII " realizado entre 1820 y 1824  por Ingres  cumpliendo un encargo del Ministerio del Interior francés y destinado a la decoración de la catedral de Montauban, la localidad natal de Ingres. El éxito de esta obra  , que recoge la consagración del reino de Francia realizada en 1638 por el rey Luis XIII,  en el Salón de París de 1824 significaría el reconocimiento de Ingres en su patria facilitando su regreso a París . También fu el comienzo de la rivalidad entre Ingres y Delacroix alentada por la prensa y los críticos de arte, que contraponían el  romanticismo de las obras de Delacroix con el clasicismo que atribuían a las pinturas de Ingres, aunque en realidad era un intento vano de clasificar la obra de Ingres que evolucionaría a lo largo de toda su vida.   
El escritor Charles Baudelaire nos deja testimonio de esta rivalidad:
"Los señores Eugène Delacroix  e Ingres se reparten el favor y el odio públicos. Desde hace mucho tiempo la opinión ha trazado un círculo a su alrededor como se traza en torno a dos luchadores"
Sobre ellos se proyectaba algo más que la rivalidad  artística entre el Clasicismo (Ingres) y el Romanticismo (Delacroix), entre la monarquía (que representaría Ingres) y el espíritu de la revolución (Delacroix).     
  (Imagen procedente de https://fr.wikipedia.org )


"Madame Marcotte de Sainte Marie"  que Ingres realizó en 1826 y que hoy se exhibe en las paredes del Museo del Louvre.  donde retrata a Suzanne Clarisse de Salvaign de Boissieu, cuñada de un amigo del pintor . Era una mujer de carácter nervioso y enfermizo  que Ingres  nos transmite a través de la mirada insegura  de la retratada . Es considerado el retrato de una mujer neurótica e inestable  y era tan inquieta que para poder retratar sus manos tuvo que utilizar las de su esposa. La pintura estuvo en poder de Suzanne hasta  su muerte en 1862 y permaneció en la familia hasta que en 1923 lo adquirió el Museo del Louvre. Fue uno de los primeros retratos que realizó Ingres después de su regreso a París tras tantos años en Italia . En todos sus retratos daba una gran importancia a la descripción psicológica del retratado y en el caso de las mujeres a eso se añadía  su atención a todos los detalles de la moda, en este caso , por ejemplo, el llamativo peinado de Suzanne, conocido como peinado Apolo     
(Imagen procedente de manuelblasdos.blogspot.com)


"El señor Bertin"  realizado por Ingres en 1832 . Es un retrato del periodista y escritor francés Louise-François Bertin (1766-1841) , director de periódico "Le journal des debats"  que llegó a ser detenido y encarcelado en 1800 sospechoso de defender la monarquía  permaneciendo en el exilio hasta 1805.  En 1814 retomó la dirección del periódico apoyando la restauración de la monarquía en la persona de Luis XVIII, aunque ya en la década de 1820 abandonó su apoyo al régimen monárquico .El hijo de Bertin había sido alumno de Ingres y posiblemente fue el que puso en contacto a su padre con el pintor . Ingres tuvo muchos problemas para encontrar la pose adecuada del retratado hasta que finalmente dio con esta postura un tanto descuidada  al menos con respecto a lo establecido por los cánones académicos  pero que nos transmite una sensación de verdad, de autenticidad, alejada de toda rigidez tan característica de los posados. Destaca el rostro de Bertin, entonces de sesenta y seis años de edad,   a la vez irónico y reflejando la fuerza de su carácter. Y , como siempre en su pinturas, el  cuidado de los detalles como el brillo de la luz que entra por la ventana y se refleja en el respaldo de la silla a la derecha, o el reloj metálico que asoma de uno de los bolsillos del chaleco. Fue una de las obras más célebres de Ingres en vida. Uno de sus discípulos, al ver la obra , diría admirado: 
"Lo que se ve aquí es un hombre y no una pintura"
La hija de Bertin vendería el cuadro al Museo del Louvre en 1897, donde sigue hoy en día
  (Imagen procedente de https://fr.wikipedia.org


También nace su rivalidad con el pintor Eugëne Delacroix (1798-1863), que la prensa de su tiempo anuncia como el enfrentamiento entre el adalid del Romanticismo, el propio Delacroix, frente al principal representante del Neoclasicismo, aunque ya hemos visto que en realidad no es posible etiquetar a Ingres en ningún estilo en concreto, pues a lo largo de su vida fue evolucionando e incorporando todo tipo de tendencias en su obra. Ambos  ambos pintores compartían la admiración por grandes artistas del pasado como Rafael Sanzio  y Nicolás Poussin pero también es cierto que no ahorraban alguna crítica algo subida de tono y no muy elegante, como Delacroix cuando se refiere a Ingres  como un pintor que tenía "el cerebro defectuoso" mientras que Ingres calificaba a Delacroix como "el apóstol de lo feo". Las disputas artísticas de la época podían ser muy apasionadas con episodios casi cómicos como el que relata la periodista Ana Echeverría en una breve semblanza biográfica de Ingres para la revista "Historia y vida" donde nos cuenta como en medio de la Revolución de 1830 que causó la caída del rey Carlos X (1757-1836), sucesor de Luis XVIII, sustituido en el trono por Luis Felipe I de Francia (1773-1850), que sería a la postre el último rey de Francia. El caso es que durante los disturbios que se produjeron durante ésta revolución  un grupo de artistas se organizó para proteger las obras que albergaba  el Palacio del Louvre, y entre ellos se encontraba Ingres al que le correspondió vigilar y proteger los cuadros de su artista favorito, Rafael Sanzio. Junto a él se encontraba el pintor Jean Baptist Paulin Guérin (1783-1855) que protegía los cuadros del pintor flamenco Pedro Pablo Rubens (1577-1640). El caso es que hacia las dos de la madrugada comenzaron a escucharse fuertes gritos por los pasillos del Louvre. Cuando los otros artistas acudieron al lugar de donde procedían los gritos  encontraron a Ingres y Guërin sumidos en una apasionada discusión acerca de Rafael, mientras fuera  las calles de París se hallaban en plena ebullición revolucionaria. Esa era la pasión con la que se vivía el arte en aquel tiempo .


Jean Auguste Dominique Ingres, Apotheosis of Homer, 1827.jpg
"La apoteosis de Homero"  fue realizada por Ingres   en 1827  cumpliendo un encargo para decorar la sala Clarc del Palacio del Louvre , que luego se convertiría en el Museo Carlos X y que está inspirada por la Escuela de Atenas de Rafael . Para  componerla hizo más de cien dibujos preparatorios  y en él vemos a diferentes artistas de todos los tiempos rindiendo homenaje a Homero, tal y como explicaba el catálogo del Salón de París en el que se presentó la obra 
"Homero recibe el homenaje de todos los grandes hombres de Grecia, Roma  y de los tiempos modernos. El Universo lo corona. La Iliada y la Odisea están a sus pies"
 Sobre la obra tenemos este testimonio del propio Ingres 
"Homero ha sido el primero en desvelar por la poesía las bellezas naturales , del mismo modo que Dios ha organizado la vida  sacándola del caos. Todos los hombres de Grecia , poetas, dramaturgos,historiadores, artistas de todos los géneros, todos han nacido de él : más tarde, en las épocas modernas, los hombres de genio han rehecho lo que se había hecho antes que ellos.Homero y Fidias, Rafael y Poussin, Glück y Mozart han dicho en realidad las mismas cosas"
Esa es , tal vez, la esencia de la universalidad del arte, decir las mismas cosas pero de forma diferente   
(Imagen procedente de https://fr.wikipedia.org)

"Martirio de San Sinforiano" que Ingres realizó a lo largo de diez años de trabajo, entre 1824 y 1834,  para la catedral de Autun y en el que él había puesto todo su empeño para que se convirtiera en la culminación  de su trabajo como pintor de escenas históricas, su género favorito. El protagonista es  Sinforiano de Autun , considerado el primer mártir galo, muriendo durante el gobierno del emperador Marco Aurelio (121-180) hacia el año 178 después de que fuera detenido por rechazar rendir culto a la diosa Cibeles  y de realizar sacrificios a los demás dioses. Fue condenado a muerte y decapitado.  Como era .habitual en Ingres, realizó un arduo trabajo de preparación  con más de dos centenares de dibujos previos. Fue presentada en el Salón de 1834 y destrozada por la crítica . Dolido profundamente por este rechazo, Ingres decidió que nunca más volvería a participar en el Salón de París  ni aceptaría encargos oficiales y un año después regresaba a su querida Roma para ponerse al frente de la Academia de Francia en Roma     (Imagen procedente de http://es.wahooart.com/)

En 1834 presentaba en el Salón de París una obra , "El martirio de San Sinforiano", que fue un encargo de la catedral de la ciudad francesa de Autun y en la que había estado trabajando  durante diez años, realizando centenares de dibujos preparatorios. Ingres tenía la esperanza de que esta obra fuera su consagración como pintor de escenas históricas pero recibió críticas muy duras que dejaron descorazonado a Ingres. que nunca más volvería a exponer sus obras en el Salón de París. Un año después, en 1835, recibe el nombramiento de director de la Academia de Francia en Roma, la misma institución en donde estuvo como becario entre 1806 y 1810. Allí se traslada con su amada esposa a la que los artistas residentes en la Academia no tardarán en llamar "Mére Ingres", "Mama Ingres", por la atención que la señora Ingres prestaba a todos y su implicación en la vida de Academia. Ingres permanece en Roma hasta 1841  el mismo año en que  realiza el último de los diez retratos que haría de su esposa , "Madeleine Ingres con un tocado de flores" . Empieza su última, larga , prolífica y brillante etapa como pintor , donde un Ingres ya sexagenario  realiza sus mejores retratos , prestando más que nunca importancia a cada detalle de sus composiciones en un tiempo en el que tiene que empezar a competir con un invento reciente, la fotografía. Si en ocasiones había sido criticado por un exceso de idealización en sus composiciones, aunque viendo los retratos que hemos ido conociendo a lo largo de éste relato es una opinión que no comparto pues los encuentro de un extraordinario realismo y de una gran penetración psicológica que sabe transmitirnos la personalidad del retratado ,  Ingres ahora se preocupará de recoger hasta el más ínfimo detalle , desde la textura de las telas que cubren a sus modelos hasta sus cabellos, los peinados, los objetos que las rodean. Y lo escribo en femenino, porque siendo hermosos sus retratos masculinos sus retratos femeninos son de una belleza casi insuperable. El poeta  Charles Baudelarie(1821-1867) escribía sobre estos retratos de mujeres "El señor Ingres elige a sus modelos, y elige, hay que reconocerlo, , con un tacto maravilloso , las modelos más idóneas para hacer valer más su tipo de talento. Las bellas mujeres , las naturalezas suculentas, la salud reposada y floreciente, ¡he ahí su triunfo y alegría!".


Ferdinand-P.JPG
"Retrato de Ferdinand Philippe d´Orleans" pintado por Ingres entre 1843y 1848 que hoy se encuentra en el Museo Nacional du Chateau en Versalles. Se trata del retrato póstumo que Ingres realizó del hijo del rey Luis Felipe I de Orleans(1773-1850) que moría el 13 de julio de 1842 en un accidente con su carruaje. Fue un gran amante de  la literatura, la pintura y la música , disponía de una gran colección de objetos tanto de la época medieval como del Renacimiento y además poseía obras de algunos de los mejores pintores de su tiempo , entre ellos Delacroix  e Ingres. En una carta a un amigo  Ingres explicaba con estas palabras la razón por la que había aceptado éste encargo aunque el duque de Orleans ya había fallecido 
"No he podido negarme a pintar al duque  de Orleans, un príncipe  que para mi ha sido un mecenas tan amable  y al que jamás le podría negar nada"
(Imagen procedente de https://en.wikipedia.org)

Dominique Ingres - Mme Moitessier.jpg
"Madame Moitessier" que Ingres pintó en 1856 y que se exhibe en la actualidad en la National Gallery de Londres. Era el segundo retrato que Ingres realizaba de Marie-Clotilde-Inés de Foucauld (1821-1897) de la que había pintado un primer retrato en 1851. Ella era la esposa de un rico banquero . Para su realización Ingres se inspiró en un fresco romano hallado en la villa de Herculano, una de las ciudades romanas sepultadas por la erupción del Vesubio en el año 79 junto a la célebre Pompeya.  Sobre éste retrato escribe el crítico , dramaturgo y poeta francés Théophile Gautier (1811-1872)
"No  conocemos nada más noble que ese brazo que se acoda con una indolencia majestuosa, que esa mano apoyada en la mejilla , y , sobre todo, que ese dedo levantado sobre la sien , con un manierismo grandioso"
Una vez más el trabajo de Ingres fue arduo y tardó doce años en darlo por terminado
(Imagen procedente de https://fr.wikipedia.org)

En éste fresco hallado en la ciudad romana de Herculano  se inspiró  Ingres para la pose que presenta su retrato de "Madame Moitessier"
(Imagen procedente de https://fr.wikipedia.org


A estos años pertenecen obras maestras como  "Ferdinand Philippe de Orleans" realizado en 1844 para quien había sido su mecenas durante años , el príncipe Fernando Felipe de Orleans (1810-1832), hijo y heredero del rey Luis Felipe I de Francia, y que Ingres realizó postumamente, pues el príncipe había fallecido dos años antes de que terminara el cuadro víctima de un accidente de su carruaje. Entre los retratos de estos años sobresale también el de "Madame Moitessier" que os comento justo sobre estas lineas, al tiempo que recupera  el tema de las bellas odaliscas en su obra de 1842 "La odalisca y la esclava". También sigue trabajando en obras  de contenido histórico y religioso , aunque siempre el retrato sería lo que mayores éxitos le deparaba, muy a su pesar que ya sabemos que no era su género favorito aunque nos parezca increíble por las cimas que alcanzó, en particular con esa obra maravillosa, que cuando la vi en persona en la exposición sencillamene me enamoró, el retrato de  "La condesa de d´Hausanville" de 1845 y que he reservado para comentaros al final de éste relato porque es también el que cierra la exposición del Museo del Prado junto con un autorretrato del pintor,  y casi te impide abandonarla, tal es la belleza hipnótica de éste retrato que roza la perfección.. Entre tanto, en su vida personal sufre la pérdida  de su querida esposa  Madeleine Chapelle que fallece en 1849 después de compartir su vida con Ingres durante treinta y seis años. Tres años después volverá a casarse con Delphine Ramel (1808-1887) con la que contrae matrimonio el 26 de diciembre de 1852. Ella era nieta de uno de los grandes mecenas de Ingres , Charles Marcotte d´Argentuil (1773-1864) y quien le aportará una gran tranquilidad y  serenidad en estos últimos años de la vida del pintor . Durante está década de los años cincuenta del siglo XIX. cuando en Francia gobierna desde 1853 como restaurador del Imperio Francés el emperador Napoleón III (1808-1873), Ingres obtiene un gran éxito con pequeñas obras dedicadas a la Virgen María, que alcanzan una gran aceptación tanto entre el público como , y eso era mucho más complicado  tratándose del siempre controvertido Ingres, de la crítica. Muchas de estas imágenes son demandadas por la gente para que sean reproducidas en estampas. Entre estas obras religiosas sobresale  "La Virgen adorando la Sagrada Forma"  realizada en 1854 y que tenéis bajo estas líneas .


"La Virgen adorando la Sagrada Forma" de 1854 que se halla en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York donde una vez más se muestran  las influencias de la obra de Rafael y también de los pintores italianos del Quattrocento (siglo XV), la primera etapa del Renacimiento con pintores como Fra Angelico (1390-1455) o Sandro Botticelli(1445-1510). Esta en concreto fue la más exitosa de sus pinturas religiosas  y sería reproducida de manera constante en grabados y estampas religiosas. El emperador Napoleón III la tuvo en su capilla privada  ( (Imagen procedente de www.elmundo.es


Ingres-Delphine-Ramel-1859.jpg
"Madame Ingres" realizada en 1859, retrato de la segunda esposa de Ingres, Delphine Ramel (1808-1887) que daría armonía y equilibrio a los últimos años de vida del pintor . El retrato se conserva hoy en  el Museo Oskar Reinhart en la localidad suiza de Winterthour. . Lo realizó al mismo tiempo que pintaba su último autorretrato con setenta y ocho años  para la  Galeria de los Uffizi de Florencia , Los retratos femeninos de sus últimos años son insuperables , donde se nos muestra como un auténtico devoto  del Universo femenino  Como señalaba el poeta Charles Baudelaire: 
"El señor Ingres elige sus modelos, y elige, hay que reconocerlo , con un tacto maravilloso, las modelos más idóneas para hacer valer más su tipo de talento. Las bellas mujeres , las naturalezas suculentas, la salud reposada y floreciente, ¡he ahí su triunfo y alegría""
Nada se puede añadir a las palabras del poeta, más que asentir admirado y seducido por la belleza  arrebatadora por estos retratos que te atrapan y cuesta apartar la vista de ellos 
   (Imagen procedente de https://fr.wikipedia.org


"Juana de Arco en la coronación  de Carlos VII en la catedral de Reims"   pintado por Ingres en 1854. Él era un rendido admirador, o tal vez habría que decir mejor que un devoto, de la Doncella de Orleans, Juana de Arco (1412-1431), aquella joven campesina que de una aldea pasó a cambiar el signo de la Guerra de los Cien Años  permitiendo la victoria de Francia sobre Inglaterra. Fue un encargo del director de la Academia de Bellas Artes de Orleans para las celebraciones  que se iban a realizada en 1851 . Aquí vemos a la Doncella de Orleans con su armadura de guerrera, los ojos dirigidos al cielo y sosteniendo en uno de sus brazos la Oriflama , el pendón de guerra de los reyes de Francia. . El joven paje que vemos a la izquierda , vestido de verde y  con las manos entrelazadas  rezando es un autorretrato del propio Ingres que quiso estar presente en esta escena junto a su admirada heroína . La obra sería expuesta en la Exposición Universal de París de 1855   y posteriormente sería exhibida en las galerías de los Palacios de Versalles , de Luxemburgo  hasta llegar a las salas del Museo del Louvre donde se encuentra hoy 
 (Imagen procedente de https://fr.wikipedia.org)


También a esta época pertenecen obras de carácter histórico como su "Juana de Arco en la coronación de Carlos V en la catedral de Reims" realizada en 1854 . Un año después Ingres es elevado a la dignidad de Gran Oficial de la Legión de Honor al mismo tiempo que  en la Exposición Universal de París de 1855  se le dedica toda una sala a recorrer su obra, reconociéndo a Ingres  como el gran maestro de la pintura francesa de su tiempo.  Con setenta y ocho años  realiza en 1858 un nuevo Autorretrato por petición expresa de la florentina Galeria de los Uffizzi  que quería tener en su colección el retrato del que consideraba el más importante de los pintores franceses vivos. Precisamente éste autorretrato es la última de las más de sesenta obras expuestas en el Museo del Prado.Parece que cuando lo terminó el pintor dijo que había tratado de retratarse con la mayor sencillez posible  "para que los grandes pintores a cuyo lado voy a sentarme no puedan tacharme de orgullosa temeridad" Creo que los grandes artistas reunidos en la Galería de los Uffizi debieron de acoger con gusto al que reconocían como uno de los suyos, uno de los grandes maestros de la historia de la pintura. Después de tantas décadas de trabajo constante, Ingres obtenía ahora todos los reconocimientos , incluido el de la crítica.  En 1862 , el mismo año en que entra a formar parte del Senado Imperial presenta la culminación de sus obras de carácter histórico, "Jesús entre los doctores ", que podéis ver justo sobre estas palabras , y donde una vez más se muestra patenta la influencia que Rafael Sanzio ejerció sobre la pintura de  Ingres a lo largo de toda su vida. Fue un año especial en la vida de Ingres a pesar de su avanzada edad, pues ya contaba con ochenta y dos años, pero todavía iba a ver la luz otra de sus grandes obras por las que siempre sería recordado.


Éste es el Autorretrato que Ingres realizó en 1858 a los setenta y ocho años de edad para entregárselo a la Galeria de los Uffizi de Florencia que quería tener  en sus paredes el autorretrato del que consideraban el mejor pintor vivo de Francia. . Aunque décadas después el pintor  Paul Gauguin (1848-1903) escribiera que  Ingres había sido  el pintor "más incomprendido de su época"  al final de su vida fue colmado de honores y reconocimiento a toda su trayectoria artística de siete décadas de trabajo infatigable
(Imagen procedente de www.copia-di-arte.com)




"Jesús entre los doctores" . la última gran escena histórica  concluida por Ingres en 1862. Está e inspirada en estos versículos del Evangelio de San Lucas: 
"Iban sus padres todos los años a Jerusalén  por la fiesta de Pascua. Y cuando cumplió los doce años , subieron a la fiesta , según la costumbre. Terminados aquellos días , al regresar ellos, el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo notaran sus padres. Creyendo ellos que estaría en la caravana, hicieron una jornada de camino.  Luego se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos. ; pero , como no lo encontraron, se volvieron a Jerusalén  en busca suya. Y resulto que a los tres días lo encontraron en el templo  en el templo, sentado ante los doctores , escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían, se quedaban asombrados  de su talento y de sus respuestas" (San Lucas 2, 41-48)
La obra fue un encargo realizado por la esposa del rey Luis Felipe I,  María Amelia Teresa de Borbón (1782-1866)  para la capilla del castillo de Bizy en recuerdo de su hijo fallecido en 1842  Fernando Felipe de Orleans  del que ya hemos visto un retrato en este artículo. Ingres trabajaría en esta obra durante veinte años , entre 1842 y 1862, realizando más de un centenar de dibujos preparatorios, algo que ya hemos visto que era habitual en un pintor siempre pendiente del detalle . Destacan en su composición la combinación de rojos y azules  y el uso de muchos de sus amigos que sirvieron como modelos  para los diferentes personajes que aparecen en el cuadro, entre ellos el escritor Théophile Gautier . La obra nunca pudo entregarse a los reyes , pues cuando Ingres la terminó en 1862 hacia catorce años que el rey había abdicado tras la Revolución de 1848 y diez años se cumplían de su muerte en 1850 . Hoy se conserva en el Museo de Ingres en Montauban
(Imagen procedente de es.wahooart.com)





"El baño turco" de 1862  Ingres terminó  a sus ochenta y dos años de edad una de las obras más importantes e influyentes en los pintores modernos de toda su carrera artística, aunque la había comenzado diez años antes. y no deja de ser extraordinario que  una obra empezada cuando ya superaba los setenta años y que concluye con más de ochenta  irradie la sensualidad, el erotismo y la alegría de vivir  de ésta pintura. El propio Ingres  diría en su último año de vida
 "Siempre he conservado el fuego de un hombre de treinta años"  
La obra estaba inspirada en las "Cartas desde Estambul " de la aristócrata británica  Mary Wortley Montagu (1689-1762) que en 1717 viajó a Constantinopla (Estambul) junto a su esposo que había sido nombrado embajador británico ante el sultán del Imperio Otomano. Antes de llegar a Estambul, Mary Wortley pasó por Sofía, la actual capital de Bulgaria y entonces parte del Imperio Otomano, donde visitó un hamman o baño turco  dejándonos esta maravillada descripción: 
"Todas iban como vinieron al mundo , es decir, en inglés llano, completamente desnudas , sin ocultar bellezas ni defectos. Sin embargo, entre ellas no advertí  la menor  sonrisa desvergonzada  ni el menor gesto de inmodestia.  Caminaban y se movían con la misma gracia majestuosa que describe Milton  al referirse a la madre  de todas nosotras. Había entre ellas algunas  tan bien proporcionadas  como cualquiera de las diosas dibujadas por el lápiz  de Guido o Tiziano; en su mayoría tenían la piel tan brillante y blanca, cubierta solamente por su hermoso  cabello peinado en muchas trenzas que les colgaban sobre los hombros, embellecidas  con perlas o cintas ; eran una representación perfecta de las figuras de las Gracias"
Nunca como en esta obra Ingres muestra su absoluta fascinación por la belleza  femenina, la forma más absoluta y plena de belleza . La mujer que veis con los brazos cruzados sobre la cabeza se cree que es su primera esposa, Madeleine Chapelle. El cuadro era absolutamente rompedor y sus desnudos frontales, como el de la  mujer que está saliendo de la piscina hizo que sus primeros compradores, familiares del emperador Napoleón III , la consideraran  demasiado lasciva e indecente . El mismo Museo del Louvre rechazó hasta en dos ocasiones la adquisición de la obra por considerarla inmoral, hasta que finalmente la aceptó en su colección en 1911. 
Hoy Ingres se ha convertido  en un artista utilizado incluso por colectivos feministas para reivindicar sus derechos. 
Imagen procedente de https://fr.wikipedia.org)


Se trataba de "El baño turco" donde retoma el exotismo oriental, la sensualidad y el erotismo  que tanto había sorprendido en "La gran odalisca" y que luego recuperaría  en otras obras como la ya mencionada "La odalisca y la esclava", "La pequeña bañista o interior de un harén" y que ahora culminaba en este "El baño turco" que estaba libremente inspirado en un relato de la aristócrata, viajera, escritora y científica británica lady Mary Wortley Montagu(1689-1762) que durante su viaje a Constantinopla, la actual Estambul,  donde su esposo había sido destinado en 1717  como embajador británico en la corte del sultán otomano, conoció el interior  visitó el interior de un baño turco e la ciudad de Sofía (en la actual Bulgaria y entonces en territorio otomano) y que describió en sus cartas con detalle, desmitificando la imagen que se tenía en Occidente de estos lugares como un sitio donde se practicaban todo tipo de depravaciones sexuales y donde las mujeres eran simples esclavas sexuales .Muy al contrario de esta imagen oscura, Mary Wortley Montagu escribe "Resulta agradable observar con que ternura  toda la hermanda de escritores de viajes lamentan el miserable encierro de las damas turcas  que son , quizá, las mujeres más libres del mundo y las únicas que gozan de una vida de placeres  ininterrumpidos, exenta de cuidados: todo su tiempo transcurre en visitas, baños, o diversiones tan amenas  como gastar el dinero o inventar nuevas modas" Este hedonismo y sensualidad de la vida de las mujeres en los hamman o baños turcos  será la que Ingres refleja en ésta obra. La intención de Ingres es realizar una exaltación de la sensualidad, del erotismo, de la alegría de vivir , del goce sensual que procura la contemplación de la belleza de estas mujeres, una de las cuales parece  que era su primera esposa , Madeleine Chapelle, a la que retrata con los brazos cruzados detrás de la cabeza. Fue su última gran obra maestra. Cinco años más tarde , a la venerable edad de ochenta y seis años, rodeado de la admiración y el reconocimiento de todos, Jean-Auguste-Dominique Ingres fallecía  el 14 de enero de 1867 en París. Con el tiempo su obra, lejos de apagarse, cobraría un nuevo esplendor, reconocido como fuente de inspiración de artistas modernos . El artista inclasificable que nunca perteneció plenamente a ninguna corriente artística , que nunca siguió una moda, nunca ha pasado de moda. ¿Acaso puede pasar de moda el arte de crear belleza?


"La condesa de d´Haussonville"  realizada por Ingres en 1845  es el penúltimo cuadro que se puede ver en la exposición del Museo del Prado dedicada al gran maestro francés (la cierra su autorretrato  de 1858 que podéis ver un poco más arriba) . Ya lo había visto en revistas y documentales, pero cuando me encontré ante él en persona quedé atrapado por la mirada de la condesa, sentía como si ella me estuviera mirando y fuera a hablarme y de haberlo hecho , no exagero, me habría puesto de rodillas y la habría pedido en matrimonio, tal es el hechizo que ejerce esta obra bellísima y la cumbre del arte del retrato en Ingres.  La condesa era la joven suiza  Louise de Broglie (1818-1882), nieta de la aristócrata y escritora francesa Germaine de Stäel, a la que seguro que conocéis más como Madam de Stäel (1766-1817), y bisnieta del ministro de finanzas durante el reinado de Luis XVI, Jacques Necker (1732-1804). Se caso en 1836 con el conde Joseph d´Haussonville (1809-1884). Era una mujer de carácter libre e independiente  amante de la literatura y la música  que solía decir 
"La vida de la imaginación es para mí más importante que la vida real"
El matrimonio Haussonville se encontraron  con Ingres en Roma , cuando éste era el director de la Academia de Francia en Roma y será  a su regreso a París , cuando Ingres comienza en 12842 este retrato que terminaría en 1845.  Ella estaba embarazada  y parece observarnos sonriendo divertida ante nuestro asombro por su belleza. Sólo observar los pliegues de su vestido azul  muestran  el sublime talento de Ingres. 
(Imagen procedente de https://fr.wikipedia.org/)




Antes de concluir este relato por la vida de un pintor al que apenas conocía y que después de la exposición del Museo del Prado ya figurará para siempre entre mis artistas favoritos, quería cerrarlo con estas palabras  de Jean-Auguste-Dominique Ingres , un consejo no solo para los artistas sino para todos aquello que amamos la belleza en cualquiera de sus formas que se presente en nuestras vidas. Escribía Ingres:
 "Considerad el arte como a vuestra religión. No penséis  que se produce algo bueno sin la elevación del alma . Para plasmar lo bello  no veáis más que lo sublime , no miréis ni a la derecha, ni a la izquierda y mucho menos hacia abajo. Levantad la cabeza  hacia el cielo , en vez de encorvarla  hacia la tierra  como los puercos. No estudiéis lo bello más que de rodillas" 
¿Y quién no es un buscador de belleza? Creo que todos los seres humanos la necesitamos para vivir y , si por desgracia no podemos gozar de su presencia, nos alimenta la esperanza de esa belleza que puede adoptar múltiples formas, desde la humilde gota de rocío que se desliza por una hoja al amanecer hasta las obras cumbres del arte, como los maravillosos retratos de Ingres. Así que no miremos ni a izquierda ni a derecha, ni mucho menos hacia abajo, levantemos la mirada al cielo y dejémonos arrebatar  por la belleza de éste mundo extraño y maravilloso que tanto amó Ingres. Y no olvidemos que ,  como decía el joven poeta John Keats (1795-1821) "un poco de belleza es gozo para siempre, siempre guardará un rincón de verdor, en paz para nosotros"  

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1 comentario:

Paloma Esc dijo...

Gran trabajo. Gracias

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