Si hay algo que despierta la imaginación de todo el mundo cuando se habla de la piratería es la mención a los tesoros piratas enterrados en islas perdidas en el océano, esperando a que alguien se decida a buscarlos guiados por un mapa que señala el lugar exacto donde se hallará el botín dejado allí por algún capitán pirata. En la obra "Breve historia de los piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros" de la escritora argentina Silvia Miguens(1950) ,cita a su vez una obra titulada "El libro de los piratas" que habría tenido una gran difusión a mediados del siglo XIX aunque ignoro , ya que no lo menciona, si se trata de una obra titulada "Los bucaneros de América: el relato verdadero de los más destacados asaltos cometidos en los últimos años en las costas de las Indias Occidentales por los bucaneros de Jamaica y la Tortuga" publicada en Amsterdam en 1678 y que es la principal fuente de información sobre la piratería del Caribe en el siglo XVI .Su autor fue .Alexandre Olivier Exquemelin(hacia 1645- 1707), un hombre que antes de establecerse en Holanda para trabajar como cirujano estuvo entre los años sesenta y setenta del siglo XVII a bordo de diferentes barcos bucaneros, entre ellos el de uno de los nombres míticos de la piratería ,Henry Morgan (hacia 1635-1688) ¿Quienes eran los bucaneros? Entre las posesiones españolas del Caribe, Cuba, Puerto Rico y la Española, había una gran cantidad de criminales , esclavos fugados de las plantaciones , europeos que huían de las guerras de religión e incluso dueños de plantaciones que habían visto arruinarse sus negocios. Este grupo heterogeneo de hombres terminaron hallando refugio en una escarpada isla, la misma en la que se establecería Exquemelin, la isla de La Tortuga. Estos hombres se dedicaban a vivir de la caza de unos cerdos salvajes cuyas carnes ahumaban luego en unas barbacoas que recibía el nombre de origen indígena de buccan, por lo que terminaron siendo conocidos como bucaneros, que podría traducirse por "el que hace cecina". Aunque en un principio se limitaban a vender esta carne ahumada a los barcos que allí recababan no tardaron en tener la tentación de asaltar esos barcos y otras poblaciones de la costa.
"Me ha sido imposible rehusar las repetidas instancias que el caballero Trelawney , el doctor Livesey y otros muchos señores me han hecho para que escribiese la historia circunstanciada y completa de la Isla del Tesoro . Pongo, pues, manos a la obra, relatándolo todo, desde el alfa hasta la omega , sin dejarme cosa alguna en el tintero , exceptuando la determinación geográfica de la isla, y esto sólo porque estoy convencido de que en ella existe aún un escondido tesoro" Así comienza una de las novelas de aventuras más leídas de la historia de la literatura, "La isla del Tesoro", publicada entre 1881 y 1882 por el escritor escocés Robert Louis Stevenson (1850-1895) y creo que la historia que a todos nos viene a la cabeza cuando hablamos de tesoros pirata . Esta es la mejor forma de empezar este relato donde el protagonista es un tesoro o varios tesoros cuya existencia real o imaginaría han marcado la vida de muchos de sus buscadores, pero a ninguno tanto como a August Gissler, que entregaría dos décadas de su vida a la búsqueda de la riqueza pero también , en cierta forma, a vivir una gran aventura (Imagen procedente de paraiso4.com ) |
Pero retomando el hilo de lo que os estaba contando, Minguens cita este fragmento de ese "Libro de los piratas" ya sea el de Exquemelin u otra obra diferente "El nombre de pirata está asociado con ideas de riqueza, cofres de joyas enterrados, lingotes de oro, bolsas de relucientes monedas, ocultos en secretos y solitarios parajes, fuera de los caminos conocidos, enterrados en salvajes playas, o a orillas de ríos y de inexploradas costas de mar, cerca de rocas árboles con misteriosas marcas. A menudo asesinado o capturado, el pirata nunca podía regresar donde dejaba su tesoro, inmensas sumas permanecen enterradas en esos lugares, y están irremediablemente perdidas. La búsqueda es hecha por personas quienes con palas y picos se precipitan para obtener barras de oro, diamantes, cruces relucientes entre el polvo, bolsas de doblones de oro, ducados y perlas. Estos cofres están cerrados con granes candados y cadenas, pero todos estos grandes tesoros están escondidos en tal forma que aún no han sido descubiertos.¡Esperan por tí!" ¿Cómo no dejar volar la imaginación y sentir la llamada no sólo de la riqueza sino incluso más fuerte todavía de la aventura de emprender la búsqueda de esos tesoros perdidos en islas desiertas? Sin duda ,en este deseo juega un papel importante la codicia pero también el espíritu aventurero del buscador , que además corre el peligro de que esa búsqueda se convierta en una obsesión y dedique su vida entera a la persecución de lo que tal vez no se más que una quimera, una cruz en un mapa dibujado no se sabe por quién hace mucho tiempo. Esa historia de tesoros perdidos que recogía el "Libro de los piratas" citado por Silvia Minguens ha sido escuchada por muchos hombres a lo largo de los últimos siglos, hombres que soñaban que un golpe de la fortuna les hiciera ricos, aunque sus empresas estaban casi indefectiblemente condenadas al fracaso. Hoy quiero contaros la historia de uno de aquellos hombres que en esa búsqueda fue protagonista de una gran aventura donde se mezcla la historia y la leyenda , pero con una realidad , la aventura vivida por su protagonista.
En este mapa podéis ver junto a la costa de la isla de La Española, que entonces incluía las actuales República Dominicana y Haití, la isla de la Tortuga de 180 kilómetros cuadrados de superficie, 7 kilómetros de ancho y 27 kilómetros de largo. Fue bautizada con este nombre en diciembre de 1492 por la expedición de Cristóbal Colón (hacia 1447-1506). Se trataba de una isla que se caracterizaba por un relieve accidentado y montañoso. Se convertiría en la primera base de la piratería en el Caribe, a la que seguirían Port Roya en Jamaica (en el mapa aparece con el nombre español de Santiago) y más tarde New Providence , en el archipiélago de las Bahamas, ya en los primeros años del siglo XVIII (Imagen procedente de http://capitaine-rouge.en.eremas.com ) |
Antes de seguir os diré que he encontrado diferentes versiones de la misma historia que a veces difieren bastante unas de otras. He intento obtener el relato más coherente posible basándome en el relato de esta historia recogido en la obra "El misterio de la isla del tesoro" de la escritora y bióloga alemana Ina Knobloch (1963) en el que también se inspira un documental del canal Discovery dedicado a la historia de nuestro protagonista, pero quedo abierto a aportaciones de los lectores que quieran indicarme otros datos o realizar correcciones sobre la historia. Y ahora sí, emprendamos nuestra propia aventura. Estamos en el año 1881 , a bordo de un velero británico que navega por las aguas del Pacífico rumbo al archipiélago de las Hawaii. Entre su tripulación viaja un joven alemán llamado August Gissler (1857-1935). Gissler era el tercero de once hermanos nacido en una familia dedicada a la fabricación de cuchillos. August estaba destinado a seguir la tradición familiar trabajando en la fábrica de cuchillos, pero no era esa su intención, quería ver mundo y viajar y nada mejor para ello que enrolarse en un barco y así es como llega a este barco inglés que navega hacia las Hawaii. En el barco también viaja un portugués llamado Manuel Cabral, con el que mantiene largas conversaciones a lo largo del viaje . Durante tantas horas de tediosa navegación hay tiempo suficiente para hablar de todo y contar tu propia vida y es lo que hace Cabral , que relata a Gissler las peripecias de su abuelo. Había sido un pescador que un día se vio sorprendido por una tormenta que le desvió de su rumbo y le dejó a la deriva después de romper el mástil de su embarcación. Cuando se creía perdido fue recogido por un barco del que pronto sabría que se trataba de un barco pirata cuyo capitán era el portugués Benito Bonito, también conocido por su sobrenombe de "Espada Sangrienta", que habría estado en activo entre 1818 y 1821.
Una de las playas de la isla del Coco en Costa Rica , que fue candidata a ser una de las Siete Maravillas Naturales del mundo. Un paraíso que durante siglos sólo recibió la visitas de piratas y balleneros y después se convertiría en un lugar de peregrinación de los buscadores de tesoros . En el siglo XIX en su centro había un gran lago pero por alguna razón, probablemente un corrimiento de tierras debido a las intensas lluvias, hizo que se desbordara y desapareciera.. Para el célebre explorador y submarinista francés Jacques Yves Cousteau era la isla más bella de la Tierra y viendo fotografías como esta no hay muchos motivos para , al menos, pensar que no estaba muy equivocado . Hoy será nuestra protagonista (Imagen procedente de http://es.wikipedia.org) |
Cabral mostró a Gissler ,cada vez más cautivado por aquel relato, un diario forrado de piel y ya con la patina que prestan los años. Se trataba del diario de su abuelo donde relataba sus peripecias a bordo del barco pirata que se dedicaba al asalto de los barcos españoles que todavía en aquella época , cuando España estaba a punto de perder sus colonias americanas, aún transportaban cargamentos de metales preciosos hasta la Península Ibérica u otras colonias . En una ocasión los hombres de Benito Bonito habrían asaltado una de estas naves haciéndose con un gran tesoro. y fueron en busca de un lugar para enterrarlo ya que si lo llevaban a puerto llamarían demasiado la atención desembarcando tales riquezas. Gissler leería en el diario la descripción del lugar escogido para enterrarlo "Unos días después de nuestra captura -relataba el abuelo de Cabral- el vigía divisó una isla. Desde lejos se podía ver una enorme cascada y altas montañas a ambos lados. En tres botes llevamos el tesoro a tierra, cerca de un palmeral. También había un arroyo que desembocaba en el mar" A continuación relata como siguieron el arroyo durante dos kilómetros hacia el interior de la isla hasta llegar a otro palmeral que fue el sitio elegido para enterrar el tesoro.. "Cavé un hoyo en el suelo - proseguía el relato del abuelo- y ahí enterramos el tesoro. El capitán apuntó la posición exacta pero no me dijo cual era . Yo intenté orientarme desde la desembocadura del arroyo en línea con la roca redonda. Estábamos a unos 400 pasos al suroeste(algo más de 550 metros) de la desembocadura y a unos 12 pasos del palmeral" Después de leer el diario Gissler quedó embargado por la emoción, aquello era la indicación de la localización de un tesoro y nunca había sido publicado ,aunque faltaba algo esencial, el nombre y la localización de la isla.
Otra fotografía del litoral de la isla del Coco sólo para que podáis comprobar la impresionante belleza de esta isla en la que se podría haber inspirado el escritor estadounidense Michael Crichton (1942-2008) para su célebre novela "Parque Jurásico" y la isla Nubla donde se encontraba aquel parque que albergaba a dinosaurios. Sin duda su belleza nos recuerda "El mundo perdido" de otro escritor, el francés Julio Verne (1828-1905) y , por supuesto, es el escenario ideal para una isla del tesoro (Imagen procedente de ocean.nationalgeographic.com) |
Según he leído en diferentes sitios se afirma que el tesoro que podría haber capturado Benito Bonito, en el caso hipotético de que tal pirata hubiera existido de lo que tampoco tenemos pruebas, podría tratarse del llamado Tesoro de Lima con el que se conoce a las supuestas riquezas que habrían sido embarcadas el 22 de octubre de 1820 en Lima por orden del rey español Fernando VII(1784-1833) rumbo a México para ponerlas a salvo de la llegada de la llamada Expedición Libertadora del Perú procedente de Chile y dirigida por José Francisco de San Martín (1778-1850) que ya había liderado la lucha por la independencia de Argentina y Chile y que ahora lucharía por la independencia de Perú. Y aquí nos encontramos con un problema, porque hay una versión que cuenta que el encargado de llevar este tesoro a México fue el capitán William Thompson a bordo de la Mary Dear, pero no hay ninguna información sobre este capitán ni registro que confirme la existencia del barco y su cargamento..El llamado Tesoro de Lima consistiría en veinticuatro cajas llenas de monedas de oro y plata, joyas, diamantes y una imagen de oro de la virgen María. Pero Thompson no habría resistido la tentación y él y su tripulación se convirtieron en piratas quedándose el tesoro y decidiendo buscar una isla donde enterrarlo. Así lo hicieron en una isla frente a las costas de Costa Rica, la Isla del Coco, pero cuando ya estaban de nuevo en alta mar fueron detenidos por un barco español y acusados de piratería y condenados a morir en la horca. Toda la tripulación fue ahorcada excepto Thompson y su primer oficial , que en un intento de salvar su vida, prometió a los españoles conducirles a la isla donde había enterrado el tesoro. Así lo hicieron pero una vez allí logró escaparse e internarse en la jungla y nunca más se le volvió a ver ni a él ni al tesoro. La isla donde fue enterrado este tesoro resultaría ser la misma de la historia del tesoro enterrado de Benito Bonito ¿dos versiones de una misma historia?¿dos tesoros diferentes? ¿o tal vez sólo dos leyendas? Si lo fueran, han logrado hechizar a muchas personas, entre ellos a August Gissler.
Fotografía aérea de la isla del Coco. . El dramaturgo español Félix Lope de Vega (1562-1635) escribía "¡Oh libertad, gran tesoro! porque no hay buena prisión , aunque fuese en grillos de oro" No hay tesoro que compense la renuncia a la libertad y una vida esclavizada por una obsesión aunque quiero creer que Gissler llegó a disfrutar de momentos de dicha en aquella isla que llegó a considerar como parte de él (Imagen procedente de http://www.alertdiver.com ) |
Pero regresemos junto a Gissler y al velero en el que viajaba con Manuel Cabral, que casi seis meses después de zarpar de Londres llegaba a Hawaii y en su cabeza ya se había sembrado la semilla de una obsesión: buscar el tesoro de Benito Bonito ¿o de Wiliam Thompson? Para no mezclar más las dos historias a partir de ahora me referiré al tesoro de Benito Bonito aunque es posible que Gissler también conociera ya la historia de Thompson y estuviera interesado en los dos tesoros. Con el fin de reunir dinero para emprender la búsqueda comienza a trabajar en una plantación bananera en Hawaii y de forma casual conoce a un hombre que al hablarle de la historia de Benito Bonito le cuenta que también su suegro había estado embarcado con el pirata portugués y había participado en el asalto a un barco español frente a la costa mexicana, a la altura de Acapulco .Lo sé, parece una causalidad extraordinaria. Pero aún iba más lejos, este hombre tenía en su poder un mapa con la localización de la isla trazado por su suegro y él mismo había tratado en 1852 de emprender la búsqueda del tesoro pero no reunió dinero suficiente para poder organizar una expedición. Finalmente, este hombre le reveló el nombre de aquel lugar, la Isla del Coco,la misma isla donde según la leyenda del Tesoro de Lima Thompson habría enterrado también su tesoro. En el mapa se podía ver una isla con dos montañas y dos bahías y unas coordenadas, 5º27´latitud norte y 87º longitud oeste, que mostraban el lugar exacto donde se hallaba enterrado el tesoro marcado en el mapa con un cuadrado. Este hombre entregó a Gissler el mapa y le advirtió que si iba a organizar una expedición sería mejor que "No lleves a mucha gente a la isla y que n un alma sepa lo que estás buscando. No sólo podrías perder el tesoro, sino también la vida" Una observación muy prudente pues ya sabemos que el brillo del oro tiene a enturbiar la mente del hombre.
Mapa con la situación de la Isla del Coco con respecto a Costa Rica de la que la separan 532 kilómetros. Está conectada con el continente a través de los barcos que salen del puerto de Puntarenas , en cuya provincia está integrada la isla La travesía dura alrededor de treinta y seis horas. Es todo un paraíso natural que alberga al menos a setenta especies de plantas que sólo se encuentran aquí, sesenta y cuatro especies de insectos también endémicos y cuatro especies de aves igualmente endémicas además de más de dos centenares de tipos de peces y más de un centenar de diferentes tipos de molusco entre otras muchas más riquezas naturales . El atractivo de la isla, no sólo para los piratas, sino también para balleneros y otras naves consistía principalmente en que era el único lugar en varios centenares de kilómetros a la redonda donde se podían abastecer sin problemas de agua potable, que abundaba y abunda por toda la isla (Imagen procedente de rastreadordenoticias.com ) |
Gissler zarpó a bordo de un navío sueco que viajaba hacia Chile y que le prometió llevarle hasta la isla del Coco aunque el viaje iba a ser muy accidentado,pues primero se vieron sorprendidos por una gran tormenta y luego por un periodo sin viento. Escribe Gissler "Sólo estábamos a 550 kilómetros de la isla y pensábamos que llegaríamos sin problemas en una semana de navegación , pero apenas soplaba el viento y pasaron catorce días hasta que avistamos la isla de Coco. En ese punto, el viento volvió a parar y por la noche perdimos la isla de vista por completo" Después de otra semana más de luchar contra la falta de viento, las provisiones de agua y comida amenazaban con agotarse así que el capitán sueco decidió poner rumbo a Chile donde llegaron setenta y tres días después de haber zarpado de Hawaii. Antes de seguir creo que será necesario que os cuente algo más sobre esta isla del Coco. Se encuentra en el Océano Pacífico y territorialmente pertenece a Costa Rica, de cuya costa se encuentra a 532 kilómetros. Es una isla de origen volcánico de casi veinticuatro kilómetros cuadrados de superficie, con una longitud de 7,6 kilometros y una anchura máxima de casi cuatro kilómetros y medio con una forma casi rectangular. La isla había sido descubierta en 1526 por un navegante español llamado Juan Cabezas del que parece que sólo existen referencias de él en el libro "Historia General y Natural de las Indias, Islas y Tierra Firme del Mar Océano" publicada en 1535 por el militar, escritor y cronista español Gonzálo Fernández de Oviedo (1475-1557) Como veis, parece que todo lo que rodea a esta isla está envuelvo en el misterio.Años más tarde la isla aparecería por primera vez cartografiada en un mapa mundi realizado por el cartógrafo francés Nicolás Desliens del que , curiosamente, apenas se sabe nada y en la que la isla aparece señalada con el nombre de "Coque" que en francés puede significar "cáscara" .
Mapa Mundi del cartógrafo francés Nicolás Desliens realizado en 1561.Había otro,al parecer ya que no ha llegado hasta nuestros días, que fue realizado en 1541, donde ya aparecía cartografiada la isla del Coco frente a las costas de la actual Costa Rica apenas quince años después de que fuera descubierta por el navegante español Juan Cabezas. No deja de ser un hecho curioso que apenas sepamos nada de la biografía ni de su descubridor ni del primer cartógrafo que la incluyó en un mapa con el nombre de "Coque"(Imagen procedente de http://commons.wikimedia.org ) |
Parece que la isla, cubierta de bosques, muy lluviosa, recorrida por múltiples arroyos y con un gran número de cascadas, fue refugio habitual durante los siglos XVII y XVIII de piratas entre ellos algunos tan conocidos como Henry Morgan (hacia 1635-1688) del que ya os hablé al principio de este relato como el capitán bucanero de cuya tripulación formó parte Alexander Olivier Exquemelin, autor de aquel libro sobre los piratas más conocidos del siglo XVII. Sin duda, fue en esta época cuando se empezó a forjar la leyenda de la isla del Coco como el lugar donde fueron depositados diferentes tesoros piratas. Ya en el siglo XIX, en el año 1869 el gobierno de Costa Rica presidido en aquel momento por Jesús Jiménez Zamora (1823-1897) reclamó la soberanía sobre la isla y `pasó a formar parte del territorio nacional de Costa Rica. Pero regresemos con August Gissler al que habíamos dejado a bordo del velero sueco que llegaba a Chile . Los marineros suecos le presentarían allí al capitán de un ballenero que había estado en la isla en varias ocasiones y esto es lo que escribió Gissler sobre aquella conversación "Una vez en 1875 se encontró (el ballenero) con una expedición norteamericana que iba en busca del tesoro y había estado cavando cerca de la playa . Esto me interesó, ya que los mapas que tenía en mi posesión indicaban que el tesoro estaba tierra adentro", es decir, alimentaba sus esperanzas ya que aquella expedición había estado buscando en el lugar equivocado. Animado, Gissler se puso a organizar un nuevo viaje , logrando convencer a un grupo de hombres dispuestos a viajar con él . Por fin , en febrero de 1889 Gissler lograba poner sus pies por primera vez en la isla del Coco, ocho años después de aquella conversación con Manuel Cabral sobre el tesoro enterrado y el diario del abuelo de Cabral.
Este mapa de la isla del Coco que se conserva en el Archivo General de San José de Costa Rica, fue realizado en 1883 por el cartógrafo, etnógrafo e ilustrador costarricense José María Figueroa Oreamuno (1820-1900) y en su interior recoge la historia de la toma de posesión de la isla por parte de Costa Rica y su uso como penal además del número de expediciones de cazadores de tesoros que se se habían sucedido desde entonces, veinte en apenas catorce años, aunque la mayoría apenas se quedaba unos días y renunciaban. Ninguno sería como Gissler . "El 15 de septiembre de año de 1869 tomó posesión de esta isla la expedición exploradora que comandaba don Rafael Oreamuno, enarbolando la bandera nacional costarricense por orden del gobierno de la administración de Jesús Jiménez. Después fue presidio para los reos políticos. Han arribado como más de veinte expediciones para descubrir los tesoros enterrados por los piratas en diversas épocas" (Imagen procedente de http://www.maptak.com ) |
En la isla no había ningún asentamiento estable, aunque había habido años antes una colonia penal. Los hombres de Gissler levantan un campamento mientras éste explora la isla y examina su mapa, todo parecía coincidir "Las dos montañas -escribe Gissler - estaban marcadas en mi mapa. Desde esas montañas habían trazado dos líneas que se cruzaban tierra adentro hasta coincidir y formar un cuadrado alrededor de la intersección de las líneas. El texto del mapa estaba escrito en español pero el primer oficial de la expedición me lo tradujo" y a continuación detalla aquel texto que figuraba en el mapa "En 1821 enterramos un tesoro de un valor inmenso. Después de enterrarlo plantamos encina un cocotero y averiguamos nuestra posición con un compás: 60º al noroeste de la montaña del este y 10ª al noreste de la montaña del oeste" ¿Qué más podía pedir? Tenía todos los datos necesarios para encontrar el tesoro. Comenzaron a excavar debajo de los cocoteros del área que estimaba que se encontraba dentro del cuadro señalado en el mapa , pero los días pasaron y no hallaban nada. Poco a poco fueron desistiendo hasta que diez meses más tarde, en diciembre de 1889, Gissler decidió abandonar la búsqueda y regresar a Chile. Pero seguía empeñado en encontrar el tesoro y no iba a rendirse con tanta facilidad. Así, en octubre de 1890 volvemos a encontrarlo en la isla del Coco y en esta ocasión hallaría varias monedas españolas que le hicieron pensar que estaba en el buen camino, pero a pesar de este inicio alentador no volvió a encontrar nada más "La expedición -escribe Gissler - pasó varios meses en la isla cavando hasta que nos vimos obligados a admitir que no había indicios de que fuéramos a encontrar algo en el futuro inmediato. Por tanto, decidimos levar anclas".
Una de las pocas fotografías que se encuentran en Internet de August Gissler , que he reconocido porque también aparece en el documental dedicado a su vida y a la búsqueda del tesoro en la isla del Coco. Sólo desistiría de proseguir su búsqueda tras la muerte de su mujer, pero murió convencido de que el tesoro se encontraba allí "El tesoro está en la isla - diría Gissler - pero hace falta mucho dinero y mucho esfuerzo para desenterrarlo" Él le dedicaría casi dos décadas de su vida y aunque no lo encontró y vivió obsesionado por su búsqueda creo que en cierto sentido cumplió su sueño de llevar una vida de aventuras que es lo que le impulsó de joven a abandonar su destino en la fábrica familiar de cuchillos para embarcarse y recorrer el mundo (Imagen procedente de cultura.elpais.com ) |
Los intentos infructuosos se sucedieron y cada una de estas expediciones suponían un gran gasto para Gissler que no se podía permitir seguir organizándolas con esa frecuencia. Comenzó a entrever que si quería tener éxito en su búsqueda debería establecerse en la isla y tal vez dedicar años hasta que diera con el tesoro. Durante sus expediciones había alcanzado un gran conocimiento de la isla y pensaba que su suelo era muy fértil y apto para cultivos como las bananas o el tabaco . Además también había animales que se podían cazar para alimentarse como jabalíes y cabras que en su día habrían sido introducidas por los piratas que visitaban la isla. Se le ocurrió que no sólo el podía vivir allí de forma autónoma sino que incluso se podría organizar una colonia que prosperaría con facilidad gracias a lo que él presumía como una tierra feraz. Dicho y hecho presentó un plan al gobierno costarricense para crear una colonia agrícola , lo que le pareció la fórmula ideal para establecerse de forma permanente en la isla. Por fin , en julio de 1891 el presidente de Costa Rica, José Joaquín Rodríguez Zeledón (1838-1917) accedió al plan de Gissler para establecer una colonia siempre y cuando encontrara a cincuenta familias que quisieran establecerse allí . En principio aquello le pareció una condición sencilla a Gissler que se dispuso a viajar a Alemania para reclutar voluntarios, pero no los encontró, como tampoco lo haría después en Estados Unidos. Gissler nos cuenta que entonces se dirigió de nuevo al presidente de Costa Rica "Le expliqué al presidente que era imposible recaudar ningún capital con la concesión que había recibido en 1891. Él me pidió que le escribiera que es lo que quería para ver lo que podía hacer. Le solicité que me concedieran la mitad de la isla para mi , que la otra mitad se dividiera en secciones para los colonos que me proponía llevar. Me costó un tiempo convencerlo pero al final accedió a mis peticiones"
Uno de los bonos certificados de la compañía fundada en 1894 por August Gissler la Cocos Island Plantation Company, el mismo año en que se trasladó definitivamente a vivir en la isla para encargarse de la colonia agrícola que pretendía crear allí . Tres años más tarde recibiría el nombramiento oficial por parte del gobierno costarricense del cargo de gobernador de la isla del Coco. Si el suelo hubiera sido un poco más fértil el sueño de una colonia próspera habría funcionado, pero a pesar de la lluvia y las temperaturas cálidas la particular composición del suelo no lo hacía adecuado para el cultivo (Imagen procedente de www.pinterest.com) |
Con esta concesión en la mano y acompañado por su esposa Mary, de la que no he podido encontrar ningún dato, Gissler regresó a Alemania y en esta ocasión si encontró personas dispuestas a establecerse en la isla del Coco para fundar una colonia agrícola. Y después de reunir los fondos suficientes , Gissler nos cuenta "Mi mujer vino a la isla conmigo el 13 de diciembre de 1894. Desde Nueva York llevamos madera y materiales de construcción , provisiones y semillas. De Panamá trajimos plantas tropicales, pollos , patos y pavos" y a continuación "lo primero que hicimos fue despejar el terreno para plantar caña de azúcar, bananeros y café" El 11 de noviembre de 1897 August Gissler recibía del presidente costarricense Rafael Iglesias Castro (1861-1924) que había sucedido en 1894 a Zeledón, el nombramiento oficial como gobernador de la isla del Coco. Por cierto, en honor del presidente Rafael Iglesias, la mayor altura de la isla lleva su nombre, el Cerro Iglesias de 634 metros de altura. Gissler se tuvo que sentir feliz y muy cerca de cumplir sus sueños. Por un lado estaba ayudando a fundar una colonia agrícola donde estaba seguro que podrían prosperar y ser felices, por otro disponía por fin del tiempo, los recursos y los hombres necesarios para encontrar el tesoro. Sin embargo, pronto las cosas comenzaron a torcerse. En primer lugar el barco que el gobierno costarricense se había comprometido a enviar periódicamente con provisiones , dejó de venir. Por otro lado , el suelo demostró que no era tan fértil como parecía y pronto los sueños de plantar caña de azúcar, tabaco o café fueron sustituidos por una mera agricultura de subsistencia. El descontento comenzaba a cundir entre los colonos que no encontraban allí el paraíso que les había dibujado Gissler . Además , las provisiones se agotaban así que Gissler tuvo que ponerse a construir un barco pequeño con el que pudieran navegar hasta la costa y aprovisionarse.
Aunque no se ve con mucha claridad este mapa de la isla del Coco habría sido realizado en 1904 siguiendo las indicaciones de August Gissler con la posible localización de los dos supuestos tesoros que había en la isla , el Tesoro de Lima y el tesoro enterrado por el pirata portugués Benito Bonito. Muchas expediciones han ido en búsqueda de ellos, ya sean reales o leyendas, aunque ahora, con el fin de evitar que el ecosistema único de la isla sufra, se ha limitado la entrada a tres mil personas al año ,como visitantes y no para buscar tesoros (Imagen procedente de www.stevensondesign.de) |
Viajó acompañado por cuatro hombres de la colonia, pero era tal su hartazgo de la isla que al regreso no quisieron retornar con él aunque eso significara dejar atrás a sus familias, al menos así lo cuenta Gissler "Fue inútil intentar razonar con estos hombres diciéndoles lo cobardes que eran al abandonar a sus esposas." y entonces desistió e incluso pensó que podía ser favorable a largo plazo "Traer a los colonos me había costado mucho dinero , pero pensé que a la larga me saldría más barato deshacerme de ellos" Pero cuando regresa con las provisiones, la situación era todavía más tensa que cuando se marchó. Un grupo de colonos se enfrenta a él y llegan a apuntarle con las armas, acusándolo de haberlos engañado y llevado a un lugar terrible pero Gissler se hace dueño de la situación como nos explica él mismo no sin demostrar cierto desprecio en sus palabras "creía que sembrarían cultivos y se harían ricos , pero en poco tiempo se rebelaron contra mí. Declaré la ley marcial ,como gobernador que era de la isla, y apunté mis pistolas a la cara de los alemanes para que se rindieran. Entregaron las pocas armas de las que disponían y la paz quedó restaurada" Pero nada podía evitar que loa colonia se deshiciera Ya no pensaban en hacerse ricos hallando un tesoro o en prosperar como agricultores y convertirse en ricos hacendados, la vida en la isla se había convertido en una lucha cotidiana por la supervivencia. Cansados , fueron abandonando la isla y en 1902 en la isla del Coco ya sólo quedan August y su esposa Mary, pero a pesar de ello no estaba dispuesto a rendirse y siguió buscando aquel esquivo tesoro. Un día , mientras recorría la isla halló en el tronco de un árbol una inscripción donde podía leerse "El pájaro ha volado" lo que le produjo una gran zozobra ¿Quién había escrito aquello?¿A qué pájaro se refería?¿tal vez el pájaro era el tesoro que había sido desenterrado y alguien que fue a buscarlo advertía que ya no se encontraba allí?
Fotografía de August Gissler (en el centro con barba) junto a dos de los colonos alemanes que viajaron hasta allí animados por la idea de trabajar en aquellas tierras que Gissler les había descrito como muy fértiles , donde podrían tener plantaciones de café, de tabaco o de caña de azúcar . Pronto descubrirían que el paraíso no era tal y que tenían que luchar cada día por sobrevivir y sufriendo un clima tropical para el que no estaban preparados a lo que hubo que añadir la falta del barco que en teoría tenía que suministrarles provisiones y que muy pronto dejó de venir e incluso plagas de ratas (Imagen procedente de http://www.oocities.org ) |
Pasó el tiempo y las condiciones en la isla cada vez se hicieron más difíciles , se le había acabado la munición y no tenía más remedio que regresar a Costa Rica por nuevas provisiones aunque eso significaba dejar sola a su esposa durante unas semanas. Ningún barco arribaba a la isla así que reconstruyó su pequeño barco y utilizando las sábanas de su cama a modo de velas zarpó prometiendo a Mary que regresaría en seis semanas. Pero no eran esos los designios del destino porque una tormenta atrapó su pequeña nave y la arrastró muy lejos de su destino, el litoral de Costa Rica ,llegando finalmente a las cotas de Panamá. Las seis semanas de ausencia se transformaron en seis meses, en los que Mary tuvo que ingeniárselas para sobrevivir y en la incertidumbre de si volvería a ver con vida a su esposo y si ella misma estaba condenada a quedarse sola en la isla. Gissler logró regresar pero aquella aventura que casi acabó en tragedia hizo recapacitar a Gissler, que, después de diecisiete años tomó la decisión de abandonar definitivamente la isla del Coco en 1898. Todo su tesoro fueron las treinta y tres monedas españolas acuñadas entre 1793 y 1799 que encontró en la arena. Se trasladaron a Nueva York para vivir con unos familiares, pero Gissler no había cejado de su empeño "El tesoro está en la isla - escribiría - pero hace falta dinero y mucho esfuerzo para desenterrarlo. He vivido muchas penurias y peligros , pero puede que lo vuelva a intentar. Eso no me detendrá" Según cuenta Ina Knobloch que afirma que así se lo relató un sobrino nieto de Gissler, "en una fiesta en Nueva York , antes de la nueva y definitiva expedición, su mujer encendió un cigarrillo. Como sus guantes los había limpiado con gasolina se incendiaron. Murió quemada y Gissler juro que jamás volvería a la isla" August Gissler moriría en Nueva York el 8 de agosto de 1935 legando en su testamento a su familia la mitad de la isla del Coco que el gobierno costarricense le había cedido, pero cuando reclamaron esta herencia la respuesta fue negativa, ya que Gissler había sido nombrado gobernador pero no dueño de la isla.
DOCUMENTAL DE LA TELEVISIÓN COSTARRICENSE SOBRE LA ISLA DEL COCO
En este documental del Canal 7 de Costa Rica podréis conocer la historia del Coco y , sobre todo, ese otro tesoro que no interesa a los cazadores de tesoros pero que, sin embargo, creo que es el más valioso que cualquier otro que se pudiera encontrar en él, la maravilla de su riqueza natural
Aquí termina la historia de August Gissler y su búsqueda del tesoro o tesoros supuestamente enterrados en la isla del Coco , aunque no la leyenda de estos tesoros que todavía en nuestros días sigue atrayendo a la isla a nuevos buscadores , entre ellos la propia Ina Knobloch que escribió la historia de Gissler y la isla y la propia búsqueda del tesoro realizada por ella misma en su obra "El misterio de la isla del tesoro". Aunque no es sólo el tesoro pirata , tal vez sólo una leyenda ,lo que motivó a a Knobloch, sino otro tesoro mucho más real que es la singularidad ecológica de la isla del Coco llena de especies endémicas que sólo se encuentran aquí. Como ella misma contaba en una entrevista al periódico español "El País" en septiembre de 2012 "El tesoro sería un sueño. Pero el objetivo es sobre todo arqueológico y biológico" Hoy , el gobierno de Costa Rica trata de proteger la isla y su ecosistema de la avidez de los cazadores de tesoros. Candidata a ser elegida en 2008 entre las Siete Maravillas Naturales del Mundo y descrita por el célebre explorador, investigador y submarinista Jacques Yves Cousteau (1910-1997) como la isla más bella del mundo, es desde 2002 parte del Patrimonio Histórico Arquitectónico de Costa Rica y se ha establecido un cupo de tres mil visitantes al año para evitar el deterioro de su ecosistema aunque sus aguas están amenazadas por la pesca ilegal de grandes especies marinas que frecuentan sus costas, como los atunes. Pero eso es ya otra historia, aquí debo poner punto final a este relato de tesoros enterrados , de hombres obsesionados por el oro, de vidas apostadas a un sueño, tal vez a una leyenda que nunca fue real ¿o tal vez si lo es y en algún sitio oscuro, en el interior de una cueva o, debajo de un cocotero todavía aguardan veinticuatro cajas llenas de oro? Yo os aconsejaría que no os dejéis seducir por su hechizo, a las voces de sirena como aquellas del "Libro de los piratas" que parecen susurrarnos al oído "Estos cofres están cerrados con granes candados y cadenas, pero todos estos grandes tesoros están escondidos en tal forma que aún no han sido descubiertos.¡Esperan por tí!"
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5 comentarios:
Estupenda clase de piratas!!
Abrazo.
Muchas gracias Sara!! Es una historia que me pareció muy curiosa y que yo tampoco conocía hasta hace unos días que la leí y después vi un documental.
¡A lo que nos puede llevar la obsesión por los tesoros!
Un abrazo fuerte desde Madrid!
Hola. Mi nombre es Domingo Abarca y soy penitenciarísta. Para efectos de investigación, ME ES URGENTE SABER LA FECHA EXACTA EN QUE SALIÓ GIISLER DE LA ISLA. Es para incorporar esos datos en mi nuevo libro LOS TESOROS DE LA ISLA DEL COCO: EL PRESIDIO Y LA COLONIA PENITENCIARIA.
Gracias.
Hola. Mi nombre es Domingo Abarca y soy penitenciarísta. Para efectos de investigación, ME ES URGENTE SABER LA FECHA EXACTA EN QUE SALIÓ GIISLER DE LA ISLA. Es para incorporar esos datos en mi nuevo libro LOS TESOROS DE LA ISLA DEL COCO: EL PRESIDIO Y LA COLONIA PENITENCIARIA.
Hacia 1898, el Presidente Yglesias y su Ministro de Justicia José Astúa, llevaron hasta allá 8 vagos y delincuentes políticos y creo que murieron, logrando sobrevivir solo uno que fue visto "medio salvaje" en 1962. Como veis, es una investigación muy rigurosa y ambiciona la que desarrollo.
Gracias
Muchas gracias Domingo por tu mensaje y por la lectura del artículo. Siento no poder ayudarte porque cuando lo escribí no encontré tampoco ese dato. Te deseo todos los éxitos con tu libro. Un abrazo fuerte desde Madrid!!
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