miércoles, 9 de octubre de 2013

DIAMANTES , UNA HISTORIA DE LUJO, DUREZA Y SANGRE (PRIMERA PARTE)

"Los diamantes son el mejor amigo de una mujer" cantaba la actriz Marilyn Monroe en la película de 1953 "Los caballeros las prefieren rubias", algo con lo que se mostraba de acuerdo otra actriz, Zsa Zsa Gabor(1917), que con ironía declaraba que "Nunca he odiado a un hombre lo suficiente como para devolverle su diamante" y algo debía saber la actriz de origen húngaro porque se ha casado en nueve ocasiones. No daba tanto valor a estas piedras brillantes el que fuera secretario de estado de los Estados Unidos , Henry Kissinguer(1923), que señalaba que para él los diamantes no eran más que "un pedazo de carbón que se ha formado bajo presión" y como veremos más adelante no se puede decir que le faltar razón en esta definición, pero es evidente que el valor y significado de los diamantes va mucho más allá del conocimiento de su origen natural  y  han ejercido a lo largo de la historia una poderosa fascinación sobre el ser humano que no ha hecho más que acentuarse durante el pasado siglo XX y hasta nuestros días. Otra legendaria actriz, Elisabeth Taylor(1932-2011), relataba en una entrevista como los diamantes la cautivaron desde sus primeros días de vida "Mi madre decía que no abrí los ojos hasta los ocho días de vida, pero que cuando lo hice, lo primero que vi fue su anillo de compromiso. ¡Quedé enganchada!" y añadía que "Las chicas grandes necesitan diamantes grandes", un mensaje que el actor británico Richard Burton(1925-1984), que fuera su esposo en dos ocasiones, supo entender muy bien porque en 1968 la regaló el fastuoso diamante Krupp que costó en aquel momento el equivalente a un millón de euros y que la actriz británica vendería en la década de los ochenta por casi el triple de esta cantidad, dedicando los beneficios obtenidos a financiar causas benéficas.


Elisabeth Taylor luciendo en su mano el anillo de platino en el que engarzó el diamante Krupp que le regaló su marido , el también actor Richard Burton. El diamante junto con el resto de sus joyas fueron subastadas en el año 2011 , unas joyas de las que la actriz británica decía que "No me creo la dueña de ninguna de estas piezas. Soy su custodia , me pregunto donde terminarán, porque un día serán subastadas y esparcidas por los cuatro rincones del planeta. Espero que quien las compre les dé un verdadero hogar" El Krupp , de 33,19 quilates (unos 6,6 gramos de peso) fue vendido el 16 de diciembre de 2011 por la casa de subastas Christie´s por 8.818.500 dólares . Como tantas otros millones de personas, Taylor había caído bajo la extraña  fascinación del diamante. Andy Warhol(1928-1987) , el célebre artista del Pop Art, diría en una ocasión que no podía haber nada mas glamuroso que reencarnarse en un anillo en un dedo de Elisabeth Taylor  (Imagen procedente de http://www.niutz.com )


Este es el lado luminoso de de los diamantes, aquel que relacionamos con el lujo, el glamour, la belleza y también como símbolo del amor gracias al marketing de la más poderosa compañía de diamantes, De Beers, pero también hay otro lado más sombrío, el de la historia de los millones de personas que han vivido esclavizadas para  extraerlos del corazón de la tierra o de las aguas de los ríos, el de las guerras financiadas con su venta, el de los criminales y genocidas que lograron el poder y se enriquecieron a través de los beneficios que obtenían de la explotación de los yacimientos de diamantes mientras que sus pueblos no recibían nada más que sufrimiento y explotación. Es la historia de los llamados Diamantes de Sangre, esos mismos diamantes que decenas de miles de parejas han utilizado para sus anillos de compromiso sin sospechar el sufrimiento que se escondía detrás del brillo de aquella piedra preciosa con la que pretendían simbolizar la duración eterna de su unión porque, como reza uno de los eslóganes más conocidos de la historia de la publicidad, "un diamante es para siempre". A lo largo de este relato trataré de mostraros los dos lados de la industria del diamante y creo que la mejor forma de empezar es conociendo su origen y para ello tendremos que viajar hacia el interior de nuestro planeta. Atravesaremos la corteza terrestre , la capa de roca más externa de la Tierra , que se extiende desde el suelo que pisan nuestros pies y se prolonga hasta un máximo de cincuenta a setenta kilómetros de profundidad.



Aquí podéis visualizar las capas más externas de nuestro planeta, la corteza, que es la zona más superficial que se extiende hasta los 50 o 70 kilómetros de profundidad, la litosfera , que alcanza hasta los 300 kilómetros de profundidad , fragmentada en las placas tectónicas que a su vez flotan y se desplazan sobre la Astenosfera que se extiende desde los 300 a los 600 kilómetros de profundidad y está formada por materiales fundidos. Las placas tectónicas al desplazarse chocan entre sí y se desplazan unas por debajo de otras en un proceso llamado subducción que genera tensiones que están en el origen de los terremotos y las erupciones volcánicas . Es en la litosfera, entre los 140 y los 300 kilómetros de profundidad, donde se forman los diamantes como consecuencia de la cristalización de los átomos de carbono producido por las elevadas temperaturas, hasta 1300ºC , y elevadas presiones a las que se ven sometidos. Las erupciones volcánicas son las que sacaran los diamantes al exterior (Imagen procedente de http://www.windows2universe.org )

Dividida en placa o corteza continental, sobre la que se asientan los continentes, y placa o corteza oceánica, la que se halla bajo los océanos que cubren tres cuartas partes del planeta, es comprendida y sostenida por la litosfera , palabra que procede del griego y significa "esfera de piedra" y que se extiende entre los cincuenta y los trescientos kilómetros de profundidad. Es en ella donde se encuentran las placas tectónicas , fragmentos de litosfera que flotan como si se trataran de grandes barcos en el mar, sobre la capa inmediatamente inferior, la astenosfera , que se prolonga hasta los más de seiscientos kilómetros de profundidad y  compuesta por materiales que están fundidos o semifundidos, formando una superficie liquida que permite que las placas tectónicas floten sobre ella desplazándose por la superficie del planeta en un movimiento denominado deriva continental. Las colisiones de las placas tectónicas entre sí se hallan en el origen de los terremotos y las erupciones volcánicas y también son las que permiten que afloren a la superficie nuestros protagonistas, los diamantes. En la litosfera, a una profundidad de entre ciento cuarenta kilómetros y hasta los trescientos kilómetros en el interior de la Tierra, con temperaturas que oscilan entre los 900ºC y los 1300ºC y una presión que puede superar más de cincuenta veces la presión de la Fosa de las Marianas, la más profunda de los océanos terrestres, los átomos de carbono se unen lentamente formando cristales de gran tamaño , que pueden alcanzar las dimensiones de un balón de fútbol , adoptando generalmente la forma de un octaedro, es decir, un cuerpo geométrico de ocho caras. Posiblemente la litosfera contenga millones de diamantes, pero sólo una pequeña cantidad de ellos llegarán a la superficie, y eso es lo que luego les hará ser tan valiosos para el ser humano.


Fotografía de la Kimberlita , la roca volcánica   que contiene en su interior los diamantes , lo que no fue descubierto hasta el siglo XIX en Sudáfrica, en la ciudad de Kimberley que daría su nombre a la roca y que despertaría una auténtica fiebre del diamante en la Sudáfrica del último tercio del siglo XIX  (Imagen procedente de http://www.taringa.net)



Pero este proceso de cristalización de los átomos de carbono en diamantes requiere de millones de años para su formación y la mayoría de diamantes que hoy extraemos de la tierra o de las aguas de los ríos tienen una antigüedad que oscila entre los mil millones y los tres mil trescientos millones de años, lo que teniendo en cuenta que nuestro planeta tiene una edad aproximada de cuatro mil cuatrocientos setenta millones de años , lo convierte en uno de los materiales más antiguos del planeta.¿Cómo alcanzan estos diamantes  la superficie desde la profundidad de la tierra? Ya hemos visto que el movimiento de las placas tectónicas, donde se encuentran los diamantes, es la causa de terremotos y erupciones volcánicas.  Cuando el material fundido o semifundido sobre el que flotan y se desplazan las placas tectónicas, llamado magma, asciende a la superficie, provoca las erupciones volcánicas. Este magma asciende por chimeneas volcánicas que llevan estos materiales fundidos hasta la superficie  , siendo expulsados por los cráteres de los volcanes en forma de lava. Dentro de estas chimeneas volcánicas hay una a la que los geólogos han bautizado como Chimeneas de Kimberlita ,que producen erupciones muy violentas y verticales. Estas chimeneas tienen forma de zanahoria y expulsan al exterior todo tipo de materiales, entre ellas las rocas de kimberlita, que contiene en su interior los codiciados diamantes a los que ahora les queda esperar a ser descubiertos por el hombre . Aunque el nombre diamante procede del griego "Adámas" que tiene el significado de "indomable", "inalterable" o "irrompoble" haciendo referencia a su extrema dureza, parece que  el primer lugar donde se conoció su existencia fue la India , donde abunda no en yacimientos bajo tierra, sino en los ríos, en depósitos aluviales donde habrían sido arrastrados y depositados por las corrientes de ríos como el Godavari, uno de los principales cursos fluviales de India después del Ganges y el Indo.


Archivo:Chimenea kimberlita.svg
En este esquema vemos la forma de una Chimenea de Kimberlita por la que sube el magma del interior de la tierra arrastrando diversos materiales, entre ellos los diamantes y el grafito , un mineral muy parecido al diamante, aunque menos estable que el diamante a esas profundidades,  e incluso hay un proceso que permite transformar el grafito en diamante pero su alto coste hace que no sea rentable llevarlo a cabo. Recibe el nombre de Kimberlita por la ciudad sudafricana de Kimberley  donde en 1866 se identificó por primera vez la roca que contenía los diamantes, la Kimberlita (Imagen procedente de http://en.wikipedia.org ) 

Fue en  India donde los diamantes comenzaron a utilizarse para decorar sus ídolos religiosos  y también sería India la primera en abastecer de diamantes a otros pueblos. Pero ¿qué hacía tan especial a los diamantes? En primer lugar un diamante es el material natural más duro que se conoce, no puede alterarse ni rayarse con ningún material que no sea otro diamante.  Este grado de dureza es determinado por la Escala de Dureza de Mohs, ideada por el geólogo alemán Friedrich Mohs (1773-1839) , que la dio a conocer en 1825 con la publicación de su libro "Tratado de Mineralogía". La Escala permitía clasificar  los minerales del uno al diez en función de su grado de dureza,  utilizando para ello diez minerales como referencia y dando el número uno al de mEnor dureza y el diez al de máxima dureza. El uno correspondió al talco, que puede ser rayado con una uña, el cinco al apatito, un mineral que exige utilizar un  cuchillo para rayarlo y el diez para el de mayor dureza de todos ellos, el diamante. En los últimos años se ha estudiado una forma similar al diamante, la Lonsdaleíta, que a diferencia de los diamantes no es un octaedro sino un hexaedro, tiene seis caras, y que no se halla en la Tierra sino que es traído por los meteoritos que caen a nuestro planeta. Según los estudios realizados sobre ella tendría un grado de dureza un 58% superior al del diamante. Pero dejando a la Londaleíta al margen, sin duda la resistencia del diamante y la casi imposibilidad de rayarlo sino es con otro diamante, contribuyó a su fama como piedra preciosa , ya que podía ser utilizado en la vida cotidiana sin temor a que se deteriorara y ya a partir del siglo XX serían muy apreciados por su uso industrial para cortar, tallar y perforar otros materiales formando parte de sierras y brocas.


Escala de Dureza de Mohs, donde la dureza viene determinada por la dificultad en que su superficie sea rayada y que a partir de estos diez minerales sirve de referencia para determinar la dureza de todos los minerales que podemos hallar en la naturaleza. De todos ellos el de mayor dureza es el diamante, que sólo puede ser rayado por otro diamante, pero no hay que confundir dureza con  el grado de fragilidad de su estructura por lo que los diamantes, frente a una idea muy extendida, no son irrompibles, es más, hasta son de una cierta fragilidad  (Imagen procedente de http://luis-viadel.blogspot.com ) 


Los diamantes se pueden clasificar por su color utilizando hoy la desarrollada en los años cincuenta por el GIA, siglas en inglés del Instituto Gemológico Americano , que diferencia los diamantes por su color en una escala que va de la D la Z y diferencia los diamantes en incoloros, los casi incoloros, amarillos pálidos, amarillos muy claros y amarillos claros . Aquellos diamantes cuya coloración se encuentra fuera de esta escala entran dentro de otra clasificación, la de los colores de fantasía que incluye veintisiete tonalidades diferentes divididas en estos nueve grupos de color  PálidoMuy claroClaroDe fantasía claroDe fantasía intensoDe fantasía oscuroDe fantasía profundo y De fantasía vívido. Con independencia de los diferentes matices de su coloración por naturaleza los diamantes sólo tienen nueve colores posibles que son egris acero, blanco, azul, amarillo, naranja, rojo, verde, rosa a púrpura, marrón y negro. Los más comunes son los incoloros o blancos, mientras que los más excepcionales son los de color rojo , aunque el más caro vendido hasta nuestros días ha sido un diamante azul de 35,56 quilates , el Wittelsbach , procedente de las minas indias de Kollur donde fue extraído en el siglo XVII y por el que en 2008 se pagó en una subasta veinticinco millones de dólares. He mencionado su peso refiriéndome a sus quilates. Un quilate es el nombre que recibe la unidad que mide la pasa de perlas y diamantes y equivale a doscientos miligramos , por lo que un diamante de cinco quilates sería equivalente a un gramo de peso. Al igual que sucede con el nombre del diamante, quilate procede del griego Keration, que significaba algarroba , ya que eran las semillas de este fruto del árbol algarrobo las que se utilizaban para pesar los diamantes. 



Este mapa nos sitúa en la época donde se desarrolla gran parte de los acontecimientos que os cuento en esta primera parte de la historia de los diamantes, la India de los siglos XVI, XVII y XVIII, los siglos de dominio del Imperio Mogol fundado por Babur (1483-1530), que a su muerte dominaba los territorios que tenéis señalados en amarillo en el mapa. Mientras, al sur, el reino de Golconda, que podéis ver situado a la derecha de Deccan, en el centro del mapa, poseía la Mina Kullur de la que se extraerían algunos de los diamantes más célebres de la historia como vamos a ver ahora. El Imperio Mogol seguiría expandiéndose con los reinados de Akbar el Grande (1542-1605) , cuyas fronteras están marcadas en naranja en el mapa, y en particular el de Aurangzeb (1618-1707) que llevaría al Imperio Mogol a su máxima expansión, en rojo en el mapa, incluyendo la conquista de Golconda y las minas de diamantes. Hasta el siglo XVIII India era la única suministradora de diamantes del mundo (Imagen procedente de http://blogsdelagente.com )  


Y ahora que ya conocemos un poco más sobre el origen y naturaleza de los diamantes , cuyo valor viene determinado por las llamadas Cuatro Ces en inglés caratcutcolour y clarity que se traducen en castellano por peso, talla, color y pureza, viajaremos hasta la India porque ya sabemos que de allí procedieron casi todos los diamantes que llegaron a Europa hasta el siglo XVIII, y en concreto de la que ya he mencionado anteriormente, la Mina de Kollur, que se hallaba en el antiguo reino indio de Golconda , en el territorio que hoy ocupa el estado de Andhra Pradesh, en la costa este de India a orillas del Golfo de Bengala. El reino de Golconda existió como reino independiente desde 1512 hasta 1687 , cuando fue ocupado por el Imperio Mogol gobernado en aquel momento por el último de sus grandes emperadores, Aurangzeb(1618-1707) . Ya para entonces se habían extraído de Mina Kollur, explotada desde el siglo XV, algunos de los diamantes más celebres de la historia . De India, aunque no conocemos el origen exacto , es el más antiguo de los diamantes conocidos , el Briolette de  India, de la que sabemos que su primera dueña fue la duquesa de Aquitania, reina consorte de Francia y luego reina consorte de Inglaterra, Leonor de Aquitania (1122-1203) . Habría estado en posesión de su hijo , el también rey de Inglaterra Ricardo Corazón de León (1157-1199) . Después de tres  siglos sin noticias lo encontramos en Francia, cuando el rey Enrique II de Francia(1519-1559) se lo regaló a su amante Diana de Poitiers (1499-1566), aunque a la muerte del rey en 1559 la esposa de Enrique, Catalina de Médicis (1519-1589) habría obligado a Diana a devolverlo a la corona francesa. El Briolette saldría de nuevo a la luz a comienzos del siglo XX cuando los joyeros franceses y hermanos Louis Cartier(1875-1942), Pierre Cartier(1878-1964) y Jacques Cartier (1885-1942), nietos del fundador en 1847 de la Casa Cartier, Louis François Cartier(1819-1904). , cortaron el Briolette y lo vendieron al banquero alemán de origen judío George Blumenthal(1858-1941).



El Briolette de India, si las informaciones sobre él son correctas, sería el diamante más antiguo del que tenemos noticias, pues ya fue lucido por una de las personalidades femeninas más destacadas de la Edad Media, Leonor de Aquitania, en el siglo XII. Desde el año 1970 nadie ha vuelto a ver el Briolette después de que Harry Winston lo mostrara en público en la Diaomond Dinner for American Fashion Editors en Nueva York . Recientes investigaciones parecen poner en duda su historia y afirman que en su forma actual fue tallado en París entre los años 1908 y 1909 (Imagen procedente de http://famousdiamond.tripod.com )
Décadas después el Briolette fue adquirido por el joyero norteamericano Harry Winston (1896-1978). Después de venderlo y volverlo a adquirir, Winston exhibió el Briolette en 1970  en Nueva York, justo un año antes de venderlo a un coleccionista privado de nombre desconocido y desde entonces no se ha vuelto a ver al legendario Briolette y a sus 90,38 quilates. Pero si el Briolette procedía de la India pero no de la Mina de Kollur , si fue extraído de esta mina el diamante más celebre de la historia, el Diamante Hope, también conocido como Joya de Mar y rodeado por la leyenda de una maldición que recaería sobre sus sucesivos poseedores. El actual Hope procedería de otro diamante extraído de la Mina Kollur, de color azul y de 115 quilates , equivalente a 22 gramos. En el siglo XVII el aventurero francés Jean Baptiste Tavernier(1605-1689) dedicaría gran parte de su vida a recorrer el mundo , viajando a los lugares más remotos y convirtiéndose en un pionero en las relaciones comerciales entre Francia e India, permaneciendo en la corte del Gran Mogol y visitando también el Reino de Golconda donde habría conocido la Mina de Kollur y adquirido el gran diamante de 115 quilates que según le habían relatado fue robado en la antigüedad del ojo de una estatua de la diosa hindú Sita. Tavernier lo adquirió en 1660 o 1661 y  recibiría en su honor el nombre de Tavernier Blue, el Tavernier Azul. El aventurero se lo entregó al rey Luis XIV de Francia (1638-1715), siendo tallado de nuevo para rebajar  su tamaño hasta los 67 quilates y formar parte de una joya que lucía el rey en determinas ceremonias. A partir de entonces comenzó a ser conocido como Diamante Azul de la Corona. 


Fotografía del hermoso Diamante Hope, en la actualidad de 45,42 quilates  perseguido por una leyenda sobre la maldición que sufren sus poseedores , alimentada hábilmente por los hermanos Cartier para incrementar su valor. Podría parecernos incoherente que quisieran promocionar un diamante alentando la leyenda de la maldición, pero contaban con la fascinación que ejercen sobre la gente, más aún si va acompañada de alguna historia extraordinaria. Su última propietaria privada, Evalyn Walsh McLean, que tuvo una vida rica en hechos desgraciados, jamás se refirió a la supuesta maldición del diamante como la causante de sus infortunios, Hoy descansa en las vitrinas del Museo Nacional de Historia Natural (Imagen procedente de http://www.glamurama.uol.com.br)

Ya en el siglo XVIII el rey Luis XVI(1754-1793) se lo regaló a su esposa María Antonieta(1755-1793). En 1789 estallaba la Revolución Francesa y tres años después, cuando los monarcas ya estaban prisioneros el Diamante Azul fue robado. En 1793 los reyes fueron guillotinados y comenzó a construirse la leyenda sobre la maldición que el diamante traía a sus poseedores. El diamante fue llevado por uno de los ladrones a Londres . En 1824 el diamante reaparecer en la historia al ser adquirido por el banquero holandés Henry Phiilip Hope para añadirlo a su colección de joyas. A partir de ahora sería conocido como Diamante Hope por el apellido del banquero que fallecería en 1839 y desde entonces y hasta el año 1901 permaneció en poder de la familia Hope , cuando fue vendido. En los años siguientes cambió en varias ocasiones de dueño hasta que en 1910 acabó en manos de los hermanos Cartier, que lo tallaron denuevo dejándolo en 45 quilates y que se encargaron de alimentar la leyenda de la maldición del Hope para aumentar el interés por el diamante que fue adquirido en 1911 por la rica heredera estadounidense Evalyn Walsh McLean (1886-1947) por 180.000 dólares. La desgraciada vida de Evalyn no hizo sino incrementar la leyenda sobre el Hope. Su esposo perdió la razón y fue internado en una institución mental, su hijo mayor murió en un accidente de coche, su hija murió de una sobredosis y el periódico familiar , el Washington Post, fue a la quiebra. Cuando Evalyn murió en 1947 el Hope fue heredado por sus nietos que también heredaron todas sus deudas y tuvieron que vender el Hope  para poder saldarlas. 



El diamante Orlov engarzado en el Cetro Imperial de Rusia y a su derecha un retrato de la zarina Catalina II la Grande sosteniendo en su mano el Cetro . Fue a ella a quién el conde Orlov , su antiguo amante, le regaló esta joya para recuperar el favor de la zarina. No volvieron a ser amantes pero la gobernante rusa favorecería  al conde y además le daría su nombre a este diamante de 67 quilates (Imagen procedente de http://site.margaritasemcensura.com )

El comprador del diamante en 1949 fue un joyero al que ya conocemos, Harry Winston, el mismo que había adquirido el Briolette, y nueve años después lo donó al Museo Nacional de Historia Natural, el más conocido como Smithsonian donde hoy el Diamante Hope puede ser visitado sin temor a su maldición. Otro de los diamantes míticos procedentes de Mina Kollur es el Diamante Orlov, de 67,5 quilates, que al igual que el Hope habría estado en su origen colcoado en la estatua de un dios hindú en un templo situado en la isla de Sri Rangam, situada en el río Kaverí, en el sur de India. De allí habría sido robado por un mercenario francés que habría fingido su conversión al hinduismo para penetrar en el templo y robar la preciada joya  hacia el año 1750. Posteriormente logró huir a la ciudad de Madrás, bajo dominio británico, donde vendió el diamante. En los años siguientes fue cambiando de manos hasta que llegó a manos de un aristócrata ruso,  el conde  Grigory Grigoryevich Orlov (1734–1783), que había sido amante de la zarina Catalina II la Grande (1729-1796) a la que Orlov regaló el diamante con la pretensión de recobrar el afecto perdido de la gobernante rusa y fue la zarina la que daría al diamante el nombre del conde. Desde entonces permanecería en poder de la familia real rusa incorporado al Cetro Imperial. de Rusia donde hoy sigue el Orlov. Algunos expertos creen que el Orlov formaba parte de otro diamante de mayores dimensiones, el Gran Mogol , hallado en la Mina Kollur a mediados del siglo XVII y que con sus 797 quilates se convertiría en el diamante más grande extraído de las minas de India. Fue bautizado con ese nombre por el emperador mogol Sha Jahan (1592-1666), padre de Aurangzeb, el conquistador del reino de Golconda donde estaba la mina Kollur , y al que seguro que conocéis como el artífice del célebre Taj Mahal en Agra.



The Koh-i-noor was presented to Queen Victoria in 1850 but India wants the jewel returned
Fotografía del Koh-i-Noor que en la actualidad se encuentra formando parte de la corona  que se custodia en la Torre de Londres junto con el resto de Joyas de la Corona. Durante mucho tiempo fue conocido por el primer emperador Mogol, Babur, que también fue le primero en mencionarla en sus memorias tituladas "Baburnama". El emperador mogol afirmaba que era tan valioso que sólo con él se podría alimentar al mundo entero durante tres días. Aunque sus 105 quilates no darían hoy para eso  sigue conservando la belleza deslumbrante que haría exclamar al sha persa Nader Shah "Oh ¡Koh-i-Noor", "Oh Montaña de la Luz", nombre por el que fue conocido a partir de 1739 cuando Nader Sha se lo arrebató al Imperio Mogol (Imagen procedente de http://www.dailymail.co.uk )

El Gran Mogol desaparece de la historia en 1739 cuando la ciudad de Delhi es saqueada por el emperador persa Nader Shah (1688-1747) . Nada se sabe del destino del Gran Mogol aunque lo más probable es que fuera robado y debido a su gran tamaño lo dividieran en diamantes más pequeños para su venta por separado. Otro de los diamantes más célebres extraídos de la Mina Killur  es el Koh-i- Noor , nombre persa que significa "Montaña de Luz", una denominación muy apropiada para este deslumbrante diamante de ciento cinco quilates. Su historia no puede ser más legendaria, pues parece que ya se conoce su existencia desde el 3000 a.C y es mencionado en antiguos textos escritos en sánscrito, la lengua sagrada de India, mientras que la mitología afirma que habría estado en manos del propio Krishna , uno de los dioses principales del nutrido panteón hindú. Pero abandonando el terreno de la mitología el Koh-i-Noor es mencionado por primera vez por su nombre por el fundador del Imperio Mogol , el Gran Mogol Babur (1483-1530), que refiere además que el diamante había estado en posesión de un rajá, título de los antiguos soberanos de los reinos de India, en el siglo XIII y habría permanecido en manos de los sucesivos gobernantes del Sultanato de Delhi, que se extendía por todo el norte de India, hasta su conquista por Babur en 1526 cuando se hizo con el preciado diamante. El Koh-i-Noor permanecería en los siglos siguientes en poder de los gobernantes del Imperio Mogol, Shah Jahan lo incrustaría en su trono y en 1739 Nader Shah, al que ya conocemos como conquistador de Delhi, se haría con el diamante que pasaría a formar parte del trono de los emperadores persas, el denominado Trono del Pavo Real. Además habría sido Nader Shah quién le dio su actual nombre, cuando al contemplarlo no pudo evitar exclamar "Oh¡Koh-i-Noor!", ¡Oh, Montaña de Luz!" No era para menos.



The Crown of Queen Elizabeth the Queen Mother, with the Koh-i-noor diamond, sits in the Tower of London with the Crown Jewels
La corona de la Reina Madre, Elisabeth Bowes Lyon (1900-2002) . En la parte superior podéis ver la cruz de malta que la corona y en ella engarzado el Koh-i-Noor. La India reclama  su devolución pero el actual primer ministro David Cameron se ha pronunciado en contra de la misma ya que eso abriría las puertas para una cascada de reclamaciones que, según sus propias palabras, dejarían vacías las salas del British Museum (Imagen procedente de http://www.dailymail.co.uk )

Nader Shah murió asesinado en 1747 y el diamante pasó a manos de un gobernante afgano y luego terminaría en manos del Maharajá Ranjit Singh (1780-1839), que gobernaba el Imperio Sij, en lo que hoy es el Punjab , fronterizo con Pakistán y en territorio de India. Antes de  su muerte en 1839 Ranjit Singh quiso que el Koh-i Noor fuera llevado a un templo de Krishna , pero los británicos invadieron el Punjab  y en virtud del Tratado de Lahore de 1849 el Koh-i-Noor pasaba a formar parte de las joyas de la corona británica . La joya le fue entregada a la reina Victoria I de Inglaterra(1819-1901) en 1850 en Inglaterra por el hijo y sucesor de Ranjit Singh . Desde entonces  permanece en poder de los sucesivos monarcas de Inglaterra y es custodiada junto con las demás joyas de la corona en la Torre de Londres a pesar de los intentos de India por recuperar la joya. Por supuesto, y como es una constante en estas joyas, está rodeada también de una maldición que, curiosamente, sólo afectaría a sus poseedores masculinos y no a los femeninos, pues en un texto del siglo XIV  que podría referirse al Koh-i-Noor se dice que "Quién posea este diamante dominará el mundo, pero también conocerá todas sus desgracias . Solo Dios, o una mujer , pueden llevarlo con impunidad." Por suerte, desde 1952 el diamante está en manos de una mujer , la reina Isabel II de Inglaterra(1926). El Koh-i-Noor tiene un hermano gemelo, el Darya-ye-Noor, otro poético nombre persa que significa "Océano de Luz"  y que  supera a su hermano en tamaño, ya que se estima su peso en 182 quilates. En poder de los emperadores mogoles , al igual que el Koh-i-Noor, fue a manos de Nader Shah en 1739 adornando el Trono del Pavo Real persa que, por cierto, también robaron a los mogoles . La leyenda decía que el diamante había pertenecido al antiguo emperador persa Ciro II el Grande, que gobernó entre el 559 y el 530 a.C, que fundó el Imperio Persa y lo convirtió en el reino más grande de su tiempo.



El Darya-ye-Noor u "Océano de Luz" que al igual que el Koh-i-Noor fue llevado a Persia por Nader Shah ,pero a diferencia del Koh-I-Noor, este gran diamante de 182 quilates,equivalente a 36 gramos de peso, sigue conservándose en Irán  donde puede visitarse en el Banco Central de Irán emplazado en la capital iraní, Teherán. Fue utilizado para la coronación del último emperador persa, Mohammad Reza Shah Pajalav(1919-1980) en el  año 1967 (Imagen procedente de http://ktrmurali.wordpress.com)


El diamante sigue hoy en Irán formando parte de las joyas de la desaparecida monarquía persa, derrocada en 1979. Hasta el siglo XVIII la India sería, como hemos visto, la única suministradora de diamantes, pero en 1725 iban a descubrirse los primeros yacimientos de diamantes en Brasil y entre el siglo XVIII y el XIX nuevos yacimientos saldrían a la luz en América, Colombia Venezuela, México , Perú y Estados Unidos, también en Australia y , principalmente , en África, Congo, Sierra Leona, Ghana Namibia, Bostwana o República Sudafricana entre otros. Lo que entonces estaban lejos de imaginar es que aquello que podría parecer una fortuna para estas naciones iba a convertirse en la verdadera maldición de los diamantes, que durante el siglo XX , y en particular en sus últimas décadas, sumiría a alguna de estas naciones en una espiral de violencia , explotación y terror del que todavía hoy podemos ver sus terribles cicatrices. Pero esta historia junto al origen de la gran empresa que ha controlado el comercio de diamantes en el mundo la conoceremos mañana en la segunda parte dedicada a esa piedra preciosa por la que millones de personas han entregado su vida aunque el celebre místico  ruso y consejero de los zares  Grigori Rasputin(1869-1916) decía sobre ellos que "Un pedazo de pan es más precioso para el hombre que una montaña de diamantes y oro"

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