En el artículo de ayer recorrimos con brevedad los años de gobierno del emperador Marco Ulpio Trajano (53-117), el primer emperador que no había nacido en Italia sino en Hispania, en concreto en la ciudad de Itálica, cuyas conquistas llevaron las fronteras del Imperio más lejos que ningún otro emperador antes y que ninguno igualaría después , conquistas que le convirtieron para muchos romanos en el mejor emperador de su historia junto al fundador del Imperio, Octavio Augusto (63 a.C-14 d.C). Vimos como a su muerte en 117 el trono imperial fue ocupado por su hombre de más confianza, miembro de su familia y además con raíces en la misma ciudad de Itálica, Publio Elio Adriano(76-138), un hombre de vasta erudición pero también práctico, que ordenó el repliegue de las legiones romanas de aquellos territorios que consideraba indefendibles y que dedicaría gran parte de su tiempo a recorrer todo el ámbito geográfico de los nueve millones de kilómetros cuadrados que abarcaba el Imperio Romano que eran el hogar de más de sesenta millones de habitantes. Construyó fortalezas, reforzó con más hombres las fronteras hasta disponer de un ejército de más de medio millón de hombres, erigió murallas como el célebre Muro de Adriano que al norte de Britania protegía a la provincia romana contra los ataques de los indómitos pictos. Fortaleció el poder del emperador arrebatando competencias al Senado y apoyó la introducción en los puestos altos de la administración de hombres procedentes de otras provincias del Imperio, buscando sobre todo la eficiencia más que la sangre romana.
Introdujo leyes que mejoraran la situación de los esclavos y también se practicó una política de tolerancia hacia los credos y costumbres de otros pueblos, incluyendo a los cristianos que durante el siglo I habían comenzado a ser perseguidos. Sin embargo, durante el gobierno de Adriano también se produjo un cambio en la aplicación de la justicia que tendría consecuencias que perdurarían en el tiempo, al hacer una distinción entre aquellos romanos que podían ser considerados "respetables" de aquellos que recibían la denominación de "humildes". Así nos lo cuenta el historiador británico Robin Lane Fox(1948) en su obra "El mundo clásico" a la que también me refería ayer "Entre los respetables estaban los veteranos del ejército, pero también aquellos que tenían el rango de consejero municipal, caballeros y senadores. En el grupo de los humildes entraban los vagabundos sin bienes y de ahí para abajo. Por los mismos delitos , estos dos tipos de personas podían recibir ahora distintos castigos. Los ciudadanos respetables no podían ser azotados ni torturados, ni tampoco decapitados ni crucificados o deportados. Ahora a un ciudadano romano humilde podían aplicársele las penas mas brutales , como a cualquier otro individuo de estatus inferior, como si su condición de ciudadano no comportara ningún privilegio". Hasta aquel momento ser ciudadano romano , con independencia de su estatus económico, conllevaba una serie de privilegios , pero ahora era la riqueza la que permitía disfrutar de estos privilegios, creando una justicia para los ricos y otra para los pobres, un concepto que, por desgracia, permanecería con el tiempo llegando hasta nuestros días.
El Panteón de Agripa que Adriano, erigido reconstruyó por completo después de que fuera destruido por un incendio en el año 80, aunque si vais a visitarlo no busquéis el nombre de Adriano como autor de la reconstrucción, algo que era lo habitual en todas las construcciones romanas donde figuraba el nombre de quién ordenaba la construcción del edificio, ya que Adriano solicitó que no apareciera pues no se consideraba su autor. Su reconstrucción se atribuye, aunque no hay certeza de ello, a quién fue uno de los arquitectos más importantes de la época, Apolodoro de Damasco (hacia 65-130) , responsable también de la Columna de Trajano que conocimos ayer y del Puente de Trajano que cruzaba el Danubio. Se dice que las discrepancias entre Apolodoro de Damasco y Adriano, a quién el arquitecto le reprochaba sus incursiones en la arquitectura, concluyeron con la condena a muerte del arquitecto por orden del emperador en 130. Sobre este edificio el escritor francés Stendhal diría en el siglo XIX que era " El más bello recuerdo de la antigüedad romana es sin lugar a dudas el Panteón. Este templo ha sufrido tan poco, que aparenta estar igual que en la época de los romanos" (Imagen procedente de http://misterios2imperios.blogspot.com ) |
Aunque no dudaba en compartir la austeridad de la vida militar, comiendo lo mismo que sus hombres en campaña, Adriano no escatimaba en gastos cuando lo consideraba necesario y organizaba grandes juegos en el Coliseo de Roma , gastando más que muchos de sus predecesores, financió la construcción de grandes monumentos, entre ellos la reconstrucción del Panteón de Agripa, un templo que hoy podemos seguir admirando cuando visitamos Roma porque es el mejor conservado de la ciudad. Construido en el siglo I a. C por el cónsul Marco Vipsanio Agripa (63 a.C - 12 a.C), había sido destruido parcialmente por un incendio en el año 80 y Adriano se encargó de su reconstrucción. Muchos siglos después el gran artista del Renacimiento, Miguel Ángel(1475-1564), diría del Panteón que era un "Diseño angélico y no humano" . Además de las numerosas construcciones militares dejaría el emperador dos construcciones que destacarían sobre los demás. A poco más de veinte kilómetros de Roma diseñó y dirigió la construcción de un lugar donde poder retirarse lejos de la ruidosa Roma , un lugar que sería conocido como Villa Adriana , un complejo palaciego compuesto por una treintena de edificios, entre los que había bibliotecas, termas, templos, teatros, bellos jardines, fuentes , palacios y todo ello inspirado por el sentido de la armonía y la belleza griegos que tanto admiraba Adriano. Hoy sus ruinas aún pueden contemplarse aunque solo parcialmente porque la Villa Adriana ocupaba un kilómetro cuadrado de extensión y sólo ha sido desenterrada una parte de ella. La otra gran construcción de Adriano fue su mausoleo, que el emperador ordenó construir en 135 aunque no lo vería finalizado, pues fue su sucesor Antonino Pío quién lo concluyó en 139, depositándose en él las cenizas del emperador. Hoy podemos seguir disfrutando de él , aunque es más conocido con el nombre de Castillo de Sant´Angelo, una impresionante construcción que durante siglos sirvió de refugio a los pontífices de Roma en situaciones desesperadas.
Fotografía del Teatro Marítimo de la Villa Adriana, situada en Tívoli a unos 23 kilómetros de Roma, el lugar desde donde gobernaría el Imperio el emperador Adriano durante sus últimos años. Más que una villa era una auténtica ciudad en miniatura, El Teatro Marítimo estaba cubierto por una cúpula y en su interior se hallaba una piscina circular, como veis en la imagen, y en su interior una isla donde se construyó una pequeña villa conectada con dos puentes levadizos que salvaban el agua de la piscina. En la Villa Adriana se encontraban construcciones con estilos arquitectónicos procedentes de todos los rincones del Impero que Adriano había conocido en sus numerosos viajes. Por desgracia, además de los daños sufridos por el paso del tiempo y el abandono, muchas de sus esculturas y mármoles fueron expoliados en el siglo XVI por el cardenal Hipolito II d´Este, para adornar su propio palacio, Villa de Este, que también se encontraba en Tívoli. Entonces no se tenía el mismo respeto por los restos arqueológicos que en nuestros días (Imagen procedente de http://it.alli.a.blogspot.com ) |
Pero ya sabemos que el gran amor de Adriano era , por encima de todo, la cultura griega, buscando siempre el ideal helénico de belleza , las formas perfectas y armoniosas de los grandes artistas griegos de la antigüedad de la que habían dejado constancia artistas como Fidias (490 a.C- 430 a.C), Policleto (siglo V a.C) o Praxíteles (hacia 400 a.C- hacia 320 a.C) y lo que no esperaba el emperador fue hallar aquel ideal de belleza en un joven , aunque podríamos decir mejor en un niño, pues tenía unos doce años cuando Adriano lo vio por primera vez mientras viajaba por la provincia de Bitinia, un territorio situado a orillas del Mar Negro al norte de lo que hoy es Turquía. Estamos en la ciudad de Nicomedia, es verano, hace calor y el emperador se halla en la casa del gobernador de Bitinia , en sus hermosos jardines acompañado por el sonido del agua cristalina que brota de las fuentes refrescando el ambiente. Este es el escenario que la escritora Marguerite Yourcenar (1903-1987) imaginó en sus "Memorias de Adriano" para el primer encuentro entre el emperador y el gran amor de su vida, Antínoo "Algo apartado - escribe Marguerite - un muchacho escuchaba las difíciles estrofas con atención a la vez ausente y pensativa. Sentado al borde de la taza de la fuente, mojaba los dedos en la bella superficie lisa. Supe que su padre había ocupado un puesto secundario en la administración. Hice que se quedara cuando se marcharon los demás. Era poco instruido, lleno de ignorancias, reflexivo y crédulo. Logré hacerlo hablar de su casa familiar, de los hermosos caballos de su país y de sus extraños dioses" Y es entonces, de la súbita forma en que suele hacerlo , cuando surge el sentimiento amoroso.
Preciosa fotografía del Mausoleo de Adriano aunque hoy es conocido como Castillo de Sant´Angelo, que comenzó a ser construido en 135 por orden de Adriano y cuatro años después estaría listo para albergar las cenizas del emperador, aunque no permanecerían mucho tiempo allí. Ya en el siglo V fue integrada en las Murallas Aurelianas que desde el siglo III defendían a Roma . Fue en el siglo VI cuando surgió la leyenda que haría que fuera conocido con el nombre actual de Castillo de Sant´Angelo. Era el año 590 cuando Roma sufría una gran peste y el papa Gregorio I Magno (540-604) decidió salir en procesión para rezar por la salvación de la ciudad, cuando sobre el Mausoleo del emperador Adriano vio la figura del arcángel San Miguel que introducía su espada en la vaina , un símbolo de que aquella peste llegaba a su final. Desde entonces el Mausoleo sería conocido ya como Castellum Sancti Angeli o Catillo del Santo Ángel. Mucho tiempo después, en el siglo XIII , durante el papado de Nicolás III (1215-1280) se construiría un pasillo que comunicaba el Mausoleo de Adriano con las dependencias papales en el Vaticano con unos 800 metros de longitud conocido como Passetto di Borgo. A partir de entonces se convertiría en la fortaleza refugio de los papas de Roma en situaciones desesperadas , como en el célebre Sacco di Roma realizado por las tropas del emperador Carlos V (1500-1558) en el año 1527, cuando el papa Clemente VII(1478-1534) se refugió detrás de sus muros durante más de un mes y mucho después también serviría de refugio al papa Pio VII(1742-1823) cuando las tropas de Napoleón Bonaparte(1769-1821) entraron en Roma. También fue prisión de personalidades tan ilustres como el astrónomo Galileo Galilei(1564-1642) y el también astrónomo además de filósofo y poeta Giordano Bruno(1548-1600). Hoy es el Museo Nacional del Castillo de Sant´Angelo y , sin duda, una de las principales atracciones turísticas de Roma (Imagen procedente de http://www.esacademic.com ) |
Volvemos a las palabras de Yourcenar, que aunque inspirada en fuentes históricas es en gran parte una creación de ficción, pero a falta de otras fuentes, es la mejor forma de imaginarnos como pudo ser aquel encuentro decisivo en la vida de ambos "De pronto, sabiéndose escuchado o quizá contemplado, se turbó, enrojeciendo , y recayó en uno de esos obstinados silencios a los que acabé por habituarme. Así habría de nacer una intimidad. A partir de entonces me acompañó en todos mis viajes y comenzaron algunos años fabulosos" ¿Cuándo se produjo este encuentro? Es difícil de determinar porque los datos son imprecisos y desconocemos incluso la edad de Antínoo, pero si como se estima Antínoo había nacido hacia 110 y el emperador lo encontró cuando tenía unos doce años, este encuentro tendría lugar hacia 122, cuando Adriano ya tenía cuarenta y seis años. Por supuesto hoy esta relación sería ilícita y Adriano sería acusado de pederastia , pero como advertía ayer, no podemos juzgar el comportamiento del pasado con nuestros criterios morales actuales. Ya sabemos que en la Antigua Grecia era habitual no solo la homosexualidad, sino la relación entre un hombre maduro, el erastés, palabra griega que significaba "amante", y un niño o adolescente, el erómenos. Esta relación era denominada pederástica, la pederastía se
puede traducir por "amor de niño, y era mucho más , como ya sabemos, que una relación sexual, era una forma de introducir al joven en el mundo adulto ayudándole en su aprendizaje y formación. Lo que hoy nos parece algo condenable, y por supuesto lo es porque nuestro contexto histórico nada tiene que ver con el de hace dos milenios, entonces formaba parte de su cultura, por lo que la relación entre Adriano y Antínoo no hacía más que cumplir con ese amor pederásta tan extendido en Grecia.
Busto de Antínoo procedente de la Villa de Adriano y que en la actualidad puede contemplarse en el parisino Museo del Louvre. Hay más de un centenar de retratos conservados de Antínoo, muchos más que de otros personajes más importantes que Antínoo, pero la devoción que por él sentía el emperador , hizo que su rostro apareciera en esculturas, relieves, monedas por todo el Imperio en los apenas ocho años que transcurrieron entre su misteriosa muerte, de la que no conocemos todavía su verdadera causa y tal vez no lo averigüemos nunca, y la muerte del emperador, cuando comenzó a decaer la devoción por el favorito del emperador que, sobre todo en la zona oriental del Imperio, era visto como un héroe ya que se creía que había sacrificado su vida para alargar la existencia del emperador. (Imagen procedente de http://www.myspace.com ) |
Volviendo con Marguerite Yourcenar , así imaginaba la escritora francesa el deslumbramiento de Adriano ante la belleza del joven efebo "Vuelvo a ver una cabeza inclinada bajo una cabellera nocturna, ojos que el alargamiento de los párpados hacía parecer oblicuos, una cara joven y ancha. Aquel cuerpo delicado se modificó continuamente, a la manera de una planta. El niño cambiaba, crecía. Una semana de indolencia bastaba para ablandarlo, una tarde de caza le devolvía su firmeza, su atlética rapidez. Una hora de sol lo hacía pasar del color del jazmín al de la miel. Las piernas algo pesadas del potrillo se alargaron, la mejilla perdió su delicada redondez infantil, ahondándose un poco bajo el pómulo saliente; el tórax henchido de aire del joven corredor asumió las curvas lisas y pulidas de una garganta de bacante. Si , aquel rostro cambiaba como si yo lo esculpiera noche y día." y añade que aquellos fueron los años más felices de su vida "Cuando considero esos años, creo encontrar en ellos la Edad de Oro. Todo era fácil , los esfuerzos de antaño se veían recompensados por una facilidad casi divina. Viajar era un juego. El trabajo incesante no era más que una forma de voluptuosidad. Mi vida, a la que todo llegaba tarde, el poder y aún la felicidad, adquiría un esplendor cenital" A todo esto tengo que mencionar que Adriano estaba casado desde el año 100 , cuando tenía veinticuatro años, con Vibia Sabina (86-137), una mujer de gran belleza y también de espíritu independiente y fuerte carácter . No sería un matrimonio feliz pues Sabina no se sentía amada por Adriano y se especula con que incluso podría haberse negado a tener hijos con él . Se cree que pudo haber sido amante del historiador y secretario de Adriano, Gayo Suetonio Tranquilo(76 - hacia 126) y al descubrirlo Adriano expulsó al historiador de su corte. Es a Suetonio a quién debemos la "Vida de los doce césares" que narra la vida de todos los emperadores romanos desde Julio César (100-44 a.C) hasta Domiciano (51-96), fuente de información impagable para los historiadores actuales.
Escultura de la esposa del emperador Adriano, Vibia Sabina, procedente de la Villa Adriana. Era el tercer vértice del triángulo amoroso compuesto por Adriano, Antínoo y ella misma, aunque parece que entre Adriano y ella no existía amor alguno y podría haber rechazado tener hijos con el emperador con quién tenía fuertes discrepancias en el sentido que daban cada uno de ellos al matrimonio. Sin duda tampoco debió tener demasiado aprecio por Antínoo y algunas versiones de la historia la consideran responsable de la muerte de Antínoo aunque no hay prueba de ello al margen de la inquina que tuviera por el joven griego que había conquistado el corazón de su marido (Imagen procedente de http://commons.wikimedia.org ) |
En cuanto a Vibia, murió poco antes que Adriano, entre el 136 y el 137 y sus cenizas serían depositadas en el Mausoleo de Adriano que aún no había terminado su construcción. Mientras, aquel joven silencioso, de mirada penetrante y de belleza deslumbrante, se convertiría en el compañero inseparable del emperador durante los años siguientes en los que compartieron una gran afición común, la caza , además del cultivo de la poesía , no olvidemos que el propio emperador gustaba de escribir poemas, y la contemplación del arte. Viajaron por todo el Imperio y la actitud discreta y reservada de Antínoo privó a sus enemigos de argumentos para atacar la relación con el emperador, pues sin duda habrían tratado de hallar cualquier palabra o gesto que pudiera sugerir que estaba manipulando la voluntad del emperador, pero si así fue no nos han llegado noticias de ello. Recordemos que la homosexualidad, aunque tolerada, no era bien vista en Roma, pues lo consideraban una costumbre griega y no romana. En realidad casi todo lo referente a este amor tenemos que dejarlo en manos de la imaginación, como imaginaba Marguerite Yourcenar que debía ser la completa devoción del joven Antínoo por Adriano "Su presencia - palabras puestas por Yourcenar en boca del emperador - era extraordinariamente silenciosa, me siguió en la vida como un animal o como un genio familiar. Me maravillaba de su de su dura suavidad, de esa sombría abnegación que comprometía su entero ser. Y sin embargo aquella sumisión no era ciega; los párpados , tantas veces bajados en señal de aquiescencia o de ensueño, volvían a alzarse, los ojos más atentos del mundo me miraban en la cara; me sentía juzgado. Pero lo era como lo es un dios por uno de sus fieles" y termina afirmando "Sólo una vez he sido amo absoluto; y lo fui de un solo ser" No sabemos como era Antínoo en realidad, aunque su imagen se encuentra en estatuas y en monedas que fueron realizadas después de su muerte y no sabemos si era una representación idealizada al estilo griego o reflejaba su verdadero físico.
DOCUMENTAL "YO CÉSAR ADRIANO" SOBRE LA VIDA DE ADRIANO
Documental sobre la vida del emperador Adriano que nos permite profundizar en la vida de este emperador , uno de los más importantes en la larga historia del Imperio Romano, y también de su apasionada relación con Antínoo. Como no he podido bajarlo al blog os dejo los enlaces
Yo César Adriano 1ºparte: http://www.youtube.com/watch?v=a8-eXq50AaA
Yo César Adriano 2ºparte: http://www.youtube.com/watch?v=XseHkVLzpUk
Yo César Adriano 3ºparte: http://www.youtube.com/watch?v=P36DpNvuL9g
Yo César Adriano 4ºparte: http://www.youtube.com/watch?v=xV2oN4Y_9Tw
Sea como fuere, el amor del hombre maduro y del joven griego se mantuvo hasta un trágico día del año 130. Lo único que sabemos es que el emperador declaró al conocer su muerte "Él cayó al Nilo", por lo que se ha deducido que murió ahogado en las aguas del Nilo durante un viaje de Adriano a Egipto. ¿Cómo murió? Nos es imposible saberlo. Algunos indican que fue un accidente , Antínoo cayo a las aguas del gran río egipcio ante la mirada del propio emperador y no pudo ser rescatado con vida, otros creen que fue un sacrificio del joven Antínoo pues pensaba que entregando su vida a las aguas del Nilo otorgaría más años de vida al emperador imitando los mitos egipcios sobre la reencarnación, otros creen que fue un complot urdido por la esposa de Adriano, Vibia Sabina, que odiaba a aquel joven al que su marido amaba en contraste con la indiferencia que sentía hacia Sabina, e incluso se aventura la posibilidad de que , con apenas veinte años, temiera envejecer y perder el amor del emperador y Yourcenar recoge la versión de la consulta que Antínoo tuvo con un astrólogo que le aseguró que su sacrificio alargaría la vida de Adriano más allá de los años que el destino había fijado para él. La muerte de Antínoo sumió a Adriano en el dolor y tal vez sopesó incluso quitarse la vida, pero su sentido de la responsabilidad, sus deberes con el Imperio, le hizo seguir adelante, pero jamás olvidaría a Antínoo. Hizo que su cuerpo fuera momificado a la manera egipcia, siendo enterrado en un lugar que hoy desconocemos. El mismo día de la muerte de Antínoo, fijada el 30 de octubre de 130, y en el lugar donde el joven se había ahogado, Adriano ordenó construir una nueva ciudad, a la que bautizó con el nombre de Antinoópolis, la Ciudad de Antínoo, construyendo en ella un templo, el Antinoeion , dedicado al culto a Antínoo que fue divinizado.
Monedas de bronce con la efigie de Antínoo, algo extraordinario porque lo habitual es que en ellas aparecieran miembros de la familia del emperador, lo que demuestra la importancia que tuvo su relación con Antínoo. Otros emperadores habían tenido amantes masculinos, pero sólo Adriano no lo ocultó y lo mostró con orgullo ante toda la sociedad romana. Adriano trató de no pasar demasiado tiempo con su esposa, y su hogar se encontraba allí donde estaba Antínoo y en sus largos viajes en los que ella no le acompañaba. Una de las características de Adriano era cierta intolerancia con aquellos intelectuales que le llevaban la contraria. (Imagen procedente de www.tesorillo.com ) |
A lo largo del imperio comenzaron a erigirse templos, esculpirse estatuas y constituirse cuerpos sacerdotales dedicados al culto del nuevo dios, Antínoo, que al igual que la deidad egipcia Osiris, había hallado la muerte en las aguas del Nilo . Incluso se organizaron competiciones musicales y deportivas en honor de Antínoo , se compusieron poemas en su recuerdo y se acuñaron monedas con su efigie. Aunque el apogeo del culto a Antínoo se prologo sólo hasta la muerte de emperador en 138 , es abrumador el número de estatuas e imágenes que nos han llegado de aquel joven griego, pues aún hoy se conservan más de un centenar de retratos , algo insólito porque otras personalidades de mayor peso en la historia de aquella época apenas han dejado huella en el arte romano, y en cuanto a las monedas, en los cinco años en que se acuñaron con su efigie se han hallado hasta 250 tipos diferentes con el rostro de Antínoo. ¿Qué sucedió con Adriano? Sus últimos años después de la muerte de Antínoo fueron amargos, ensombrecidos por una larga enfermedad y también por los conflictos internos del Imperio y los problemas de la sucesión del trono imperial. Tuvo que sofocar una violenta rebelión en Judea en 132 , conocida como Rebelión de Bar Kojba por su principal líder, Simón bar Kojba , al que algunos consideraban el Mesías anunciado por los profetas del Antiguo Testamento que liberaría a Israel de la opresión, y que llegó a declarar la independencia de Judea hasta que finalmente las legiones romanas le derrotaron en una sangrienta guerra que se prolongaría por espacio de tres años. Según el historiador Dión Casio(155-235) murieron más de medio millón de judíos, cincuenta ciudades fueron destruidas y más de novecientas aldeas arrasadas. Adriano había endurecido su espíritu y se mostraba más cruel que antes de la muerte de Antínoo.
Los últimos años de su vida Adriano padeció una enfermedad que fue minando sus fuerzas. Hoy se cree que podría tratarse de tuberculosis . Según el historiador Dión Casio "Empezaba a parecer enfermo, sufría de frecuentes hemorragias nasales" . Después de preocuparse por su sucesión, ya que no tenía hijos , eligió como su sucesor a otro de los grandes emperadores del siglo II de Roma, Antonino Pío, fallecería cerca de Nápoles , en Bayas, el 10 de julio de 138. El historiador romano Herodiano (178-252) escribiría sobre los funerales del emperador "Las damas de la nobleza cantaron solemnes himnos de lamento, mas tarde situaron sus restos en una estructura de madera en forma de pirámide, sobre ella se lanzaron todo tipo de especias, inciensos, frutas perfumadas y hierbas . Al acabar la ceremonia se arrojó una antorcha y las llamas no tardaron en devorar toda la construcción . En ese mismo instante, un águila salió volando desde el piso más alto para llevar el alma del difunto emperador hacia los cielos. Desde entonces pasó a ser honrado entre los dioses". Así concluía la vida de aquel emperador que dejaría un Imperio estable, bien protegido, organizado y en buena situación económica y que sería recordado también por su pasión por el joven Antínoo. En la fotografía podemos ver los bustos unidos de los dos amantes (Imagen procedente de http://www.flickr.com ) |
Los últimos años de su vida Adriano se retiraría a la Villa que había hecho construir a las afueras de Roma y podemos imaginarlo buscando en el cielo la estrella bautizada con el nombre de su amado Antínoo y recordado los años de felicidad que había pasado a su lado. Aún haría un último viaje, ya muy enfermo, sufriendo dolores que le acompañarían hasta el final, a la localidad de Bayas, en la costa de Campania, que era célebre por sus aguas minerales con propiedades medicinales. Allí fallecía el 10 de julio de 138. Un año después, en 139, su cuerpo fue incinerado y sus cenizas llevadas al Mausoleo que había ordenado construir en 135 y donde ya estaban las cenizas de su poco amada esposa Vibia Sabina, aunque tampoco sería este su último lugar de reposo porque finalmente fueron depositadas en el Campo de Marte. En el libro "Historia Augusta" que como vimos ayer recogía la vida de los emperadores romanos de los siglos II y III , se le atribuye un poema escrito en su lecho de muerte , en el que aquel emperador amante de la poesía y de la belleza se despedía de la vida "Pequeña alma, blanda, errante/Huésped y amiga del cuerpo/¿Dónde morarás ahora/Pálida, rígida, desnuda/Incapaz de jugar como antes?" Su sucesor en el trono, Antonino Pío(86-161) forzaría al Senado a convertir en dios a Adriano y el culto a Antínoo proseguiría aunque no con la fuerza que tuvo en vida del emperador. Así terminaba la historia de Adriano y de su apasionado amor por Antínoo, y la mejor forma de concluir este relato es con las palabras que Marguerite Yourcenar cerraba su particular visión de la vida de aquel emperador amante del mundo clásico, de la poesía y la belleza basándose en el poema de la "Historia Augusta" "Mínima alma mía, tierna y flotante, huésped y compañera de mi cuerpo, descenderás a esos parajes pálidos, rígidos y desnudos, donde habrás de renunciar a los juegos de antaño. Todavía un instante miremos juntos las riberas familiares, los objetos que sin duda no volveremos a ver. Tratemos de entrar en la muerte con los ojos abiertos" Tal vez , antes de cerrar los ojos por última vez, aún apareció ante Adriano la imagen de aquel joven silencioso que conquistó su corazón para siempre.
Enlace con la primera parte de Adriano y Antínoo, amor griego en la Roma Imperial
http://chrismielost.blogspot.com.es/2013/07/adriano-y-antinoo-amor-griego-en-la.html
El Mentidero de Mielost en Facebook :
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4 comentarios:
No e serio suponer que Adriano mantenía relaciones sexuales con Antínoo, en su época los emperadores y gente poderosa adoptaba a chicos pobres como protegidos y los criaban como a hijos muchas veces sin reconocerlos como tales. A cambio los protegidos los seguían a todos lados y les contaban cunado escuchaban algo sobre ellos (tramas, conspiraciones, etc.). En ese tiempo como en época del cristianismo más rancio así como ahora algunos escritores, etc., han inventado todo tipo de cosas para desprestigiar a los emperadores.
Muchas gracias por la lectura y el comentario. En el mundo clásico la homosexualidad , de forma particular en Grecia, de cuya cultura Adriano era un gran admirador,estaba muy extendida y era habitual la relación entre el erastés, que era el hombre maduro y experimentado, y el erómenos, un joven al que el erastés protegía y hacía las veces de tutor e introductor en la vida adulta. Probablemente Adriano mantuvo ese tipo de relación con Antínoo. Tal vez pudiera utilizarse en el pasado como una forma de atacar a los emperadores anteriores al cristianismo pero hoy no supone ningún desprestigio, por fortuna la homosexualidad ya está aceptada aunque haya costado dos milenios conseguirlo. Un abrazo desde Madrid!
Después de 30 años de tener el libro conmigo como un bien muy preciado, he vuelto a abrir para releer Memorias de Adriano. Gracias a su blog -qué maravillosa herramienta puede ser la tecnología- he leído sus artículos sobre Adriano y los agradezco mucho pues me han ayudado a reubicar la historia que voy a releer. Lo felicito, pues su blog tiene muchos otros artículos muy interesantes. Regresaré.
Muchas gracias Silvia!!Cuando escribí el artículo también hacía mucho años que no visitaba las páginas de "Memorias de Adriano" y fue una delicia volver a ellas porque Yourcenar escribe como los ángeles. Me alegra mucho que te haya sido de cierta utilidad del artículo y ahora ¡a disfrutar de la buena prosa de Marguerite!!Un abrazo fuerte desde Madrid!!
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