Los que leen habitualmente el Mentidero ya saben que los protagonistas habituales de sus artículos son algunos de los personajes más conocidos de la historia o acontecimientos que encuentro relevantes y que sólo pretendo compartir con vosotros aunque encontraréis mil referencias que traten temas similares. En un mundo global es muy difícil, a no ser que estés dotado de un talento especial del que yo carezco , ser original y ofrecer relatos que nadie conozca. Yo me limito a tratar de explicar las cosas de la forma más amena y comprensible de la que soy capaz y si despierto el interés o la curiosidad de alguien para que siga por su cuenta profundizando en un tema, en un momento de la historia o sobre alguna situación una injusticia social de las muchas que se producen en nuestro planeta ya me daría por más que satisfecho. En la mayoría de artículos ,tanto referentes al pasado como al presente, aparece el dolor , la injusticia, el sufrimiento aunque también el valor, la capacidad de superación del ser humano , el afán de aventura, la curiosidad de los científicos o la sensibilidad de los artistas. Pero cuando escribo sobre ellos a menudo pienso en los millones de seres humanos cuyas vidas jamás conoceremos , existencias quizás tan extraordinarias o incluso aún más que las vidas de las grandes figuras históricas.
Y hoy, leyendo una revista, he conocido una historia que yo ignoraba ,aunque ya he visto después que mucha gente a escrito sobre ella , así que una vez más no seré original. Pero igual que yo la desconocía a lo mejor tampoco vosotros tenéis noticias de ella y por eso, por un día, abandono a los actores principales de la historia del mundo, los que ocupan el escenario principal y a los que se dirigen todos los focos, para relataros una historia sencilla de dos personas extraordinarias, como tantos otros seres humanos extraordinarios cuyas vidas jamás conoceremos pero que en realidad son mucho más importantes para la humanidad que otros temas que ocupan titulares de informativos y periódicos. Son ellos los que tejen eso que el escritor español Miguel de Unamuno llamaba la intrahistoria, la que se halla detrás de los grandes momentos de la historia, de las listas de monarcas, de las fechas de grandes batallas, de los descubrimientos científicos o geográficos , personas que no encontraremos en los libros y a las que no se dedicará una estatua, las que algunos autores llaman las personas sin historia, pero sin las que ésta no sería posible porque la escriben, la escribimos, día a día con sus vidas.
Los protagonistas de esta hermosa historia de amor y también de la fuerza que tuvieron para vencer la intolerancia y la incomprensión de la sociedad de su tiempo ,para lo que es necesario un valor y una capacidad de renuncia que sólo se explica por el amor sincero que se profesaban. No se trata de literatura, es la vida real y eso hace aún más extraordinaria esta historia (imagen procedente de http://www.inspirationline.com ) |
A medida que pasan los años hay que luchar con más fuerza contra el escepticismo, eso que nos lleva a dudar o desconfiar de casi todo y poner en cuestión los grandes conceptos como la bondad, la generosidad, la amistad verdadera o el amor puro casi hasta el extremo de sentir pudor al escribir o pronunciar estas palabras , como si referirse a ellas no fuera más que un ejercicio de ingenuidad o un intento de engañarse a uno mismo. Parece incluso que ser escéptico fuera una demostración de inteligencia y madurez pero yo creo que el escepticismo sólo conduce a la perdida de entusiasmo, a perder la capacidad de asombrarnos, de ilusionarnos y tratar de superarnos . Como decía el filósofo Albert Schweitzer "Los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma.". Y en ocasiones surgen historias que son el mejor arma contra el escepticismo , historias como la de Xu Chaoquin y Liu Guojiang. Para conocerla tenemos que viajar hasta la China de la década de los años cincuenta del siglo XX, gobernada con mano de hierro por el Partido Comunista Chino y su líder, Mao Zedong(1893-1976).
Al igual que había sucedido en Europa hasta prácticamente el siglo XX ,en China el amor tenía poco que decir en los matrimonios, pues estos eran concertados incluso cuando la futura pareja eran todavía niños y en la mayoría de los casos ni siquiera se conocían. El matrimonio por amor es casi una revolución del pasado siglo , cuando deja de contemplarse como una alianza entre familias en las que ambas se vieran favorecidas en su riqueza y patrimonio y el amor se convierte en la pieza clave en las nuevas parejas. En la China de 1950 se aprueba por primera vez una Ley del Divorcio y sus efectos no tardan en dejarse notar. Entre 1950 y 1952 se registran más de un millón de solicitudes de separación, lo que demostraba que muchos matrimonios de conveniencia no funcionaban pero se mantenían juntos por obligación . Pero estas leyes aperturistas, que luego conocerían un retroceso en los años sesenta durante la conocida como Revolución Cultural en la que se trató de eliminar tanto las antiguas tradiciones chinas como las influencias culturales de Occidente para crear lo que ellos llamaban un verdadero estado socialista . Y en este contexto en el que artistas e intelectuales sufrieron la persecución y se destruyeron libros y obras de arte, el matrimonio pasó a considerarse un asunto de estado, los chinos estaban obligados a casarse no por amor sino para traer al mundo nuevos socialistas.
Pero nuestra pareja protagonista vivían muy lejos de las grandes ciudades, en la localidad de ChongQing, en la provincia de Hubei, situada al sur de China. En las poblaciones rurales como ChongQing no se tenían en cuenta leyes como la del Divorcio, seguían actuando de acuerdo a sus tradiciones milenarias, comportándose como habían hecho sus padres y antes sus abuelos y así durante generaciones. Los padres continuaban arreglando los matrimonios de sus hijos con otras familias cuando estos aún eran niños y ese era el caso de Liu Guojiang(1937), al que su padre ya le había elegido esposa. Pero el joven Liu, que en 1956 tiene diecinueve años, no iba a aceptar a la esposa elegida por su padre , un acto de rebeldía casi desconocido en la conservadora sociedad rural china. Y la causa de su negativa es que se había enamorado de otra mujer del pueblo, Xu Chaoquin(1927). El problema era no solo que Xu Chaoquin fuera diez años mayor que Liu,ni siquiera que fuera viuda, sino que además tenía hijos.
El padre de Liu jamás daría su permiso para el matrimonio porque en aquella sociedad era inconcebible que el marido alojara en su casa y tuviera que alimentar y educar a los hijos que su mujer hubiera tenido con otro hombre y que podrían heredar en el futuro las tierras y el patrimonio de la familia. A Liu y Xu sólo les quedaba una salida para poder vivir juntos y era abandonar lo que hasta entonces había sido su hogar y sus familias y buscar un lugar alejado de todos donde pudieran fundar el suyo propio y el único sitio donde pensaron que podrían hallar un refugio donde vivir su amor en libertad fue en las montañas. Durante un tiempo vagaron de un lugar a otro , sin ninguna posesión, sin dinero y comiendo cuando podían, pero la decisión de seguir juntos no les abandonaba . Por fin Liu y Xu encontraron una cueva en una zona muy escarpada y de difícil acceso, al abrigo del viento y les pareció el lugar adecuado para establecer su hogar . Al pie de la montaña había un pueblo aunque el descenso de la montaña era complicado y desde la cueva Liu tardaba dos o tres días en ir y volver junto a Xu que no se atrevía a descender.
Es difícil imaginar como podía ser la vida allí, sin luz, sin agua caliente, sin ninguna de las comodidades que nosotros damos por supuestas y de las que nos resultaría casi imposible prescindir pero ,aunque pueda parecer un tópico, para ellos sólo era imprescindible el amor que se tenían y a pesar de esas duras condiciones de vida tuvieron la fuerza y el entusiasmo necesario para vencer el frío, la escasez y el aislamiento en el que vivían para crear un hogar . Liu logró cultivar pequeños huertos próximos a la cueva que les permitía alimentarse a ellos y a los siete hijos que tendrían en los siguientes años . Y así transcurría la vida de Liu y Xu, al margen del mundo, lejos de todo aquello que hace más fácil la vida, pero felices. Durante cinco décadas sus familias no tendrían noticias sobre Liu y Xu, en realidad estaban fuera del mundo , de la sociedad y nadie habría escrito su historia si unos excursionistas no se hubieran detenido con curiosidad ante unos escalones tallados en la dura roca de la montaña. Subieron por ellos y alcanzaron la cueva donde desde hacía cincuenta años vivían Liu y Xu.
Se convirtieron en noticia y su historia fue conocida gracias a un reportaje en una revista china llamada Chinese Women Weekly . Los lectores de la publicación se sintieron conmovidos ante su historia de amor y les eligieron por votación popular como la mejor historia de amor de aquel año. La escalera que les había delatado se convertiría en un símbolo de la fuerza y constancia del amor que se profesaban , más modesta en las formas pero no menos grande en amor que el hermoso Taj Mahal que el emperador Shah Jahan (1592-1666) construyera para su esposa favorita Mumtaz Mahal(1593-1631) para honrar la memoria de Mumtaz después de su muerte. Si, el Taj Majal deslumbra por sus muros de mármol y sus incrustaciones de piedras preciosas, pero los seis mil escalones de aquella escalera que recorría toda la montaña hasta la cueva habían sido labrados uno a uno durante años y con infinita constancia y esfuerzo por Liu para que su amada Xu pudiera abandonar la cueva y pasear , haciéndola la vida más fácil y agradable. Que fácil es escribirlo pero labrar seis mil peldaños en la roca viva de la montaña se me antoja una hazaña comparable a erigir una pirámide , esa era la fuerza del amor de Liu por Xu.
Apenas tres años después de que su historia saliera a la luz , en 2009, cuando Liu tenía ya setenta y dos años y seguía viviendo con Xu en la cueva que fue su hogar durante más de medio siglo , las fuerzas le abandonaron y murió en el lugar donde siempre habría querido despedirse de la vida, en los brazos de Xu. Hoy podéis leer en Internet muchas páginas dedicadas a su historia, convertidos en una versión moderna de Romeo y Julieta, pero una versión en la que el amor triunfa por encima de la intolerancia y la incomprensión de la sociedad de su tiempo que les quiso prohibir su amor pero nada ni nade les impidió compartir sus vidas y ser felices. Si hay historias que sirven para combatir el escepticismo que en ocasiones amenaza con conquistar nuestro entendimiento, sin duda esta se encuentra entre ellas y nos recuerda la grandeza de los sentimientos del ser humano y como , aunque es difícil conseguirlo y quizás muchos jamás lo conozcan, el amor verdadero existe y para mi es suficiente con tener esa certeza . Son historias tan hermosas como las de Xu y Liu las que nos permiten entender las palabras del escritor Paulo Coelho "En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo" Mañana volveré a los temas más propios del Mentidero pero hoy necesitaba compartir esta historia, porque creo que en estos tiempos como en cualquier otro tiempo el hombre necesita esperanza y no hay mayor esperanza para la humanidad que el espectáculo de dos seres que se aman.
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Mapa de China con la situación de Chongqing . Xu y Liu vivían en una zona rural donde permanecían al margen de las convulsiones políticas y sociales que sacudían a China en aquella época, bajo el gobierno de Mao Zedong , que primero trató de modernizar algunas leyes permitiendo el divorcio para luego , ya en la década de los sesenta , impulsar la Revolución Cultura donde se perseguía tanto a las tradiciones chinas como a los artistas e intelectuales a los que se acusaba de estar influenciados por Occidente. Pero al igual que el pintor neerlandés El Bosco(1450-1516) representaba a las parejas de enamorados protegidos por una campana de cristal del mundo exterior, Xu y Liu crearon su propio mundo construido sobre el amor que la sociedad de su tiempo no toleraba (imagen procedente de http://www.chinatour.com ) |
Pero nuestra pareja protagonista vivían muy lejos de las grandes ciudades, en la localidad de ChongQing, en la provincia de Hubei, situada al sur de China. En las poblaciones rurales como ChongQing no se tenían en cuenta leyes como la del Divorcio, seguían actuando de acuerdo a sus tradiciones milenarias, comportándose como habían hecho sus padres y antes sus abuelos y así durante generaciones. Los padres continuaban arreglando los matrimonios de sus hijos con otras familias cuando estos aún eran niños y ese era el caso de Liu Guojiang(1937), al que su padre ya le había elegido esposa. Pero el joven Liu, que en 1956 tiene diecinueve años, no iba a aceptar a la esposa elegida por su padre , un acto de rebeldía casi desconocido en la conservadora sociedad rural china. Y la causa de su negativa es que se había enamorado de otra mujer del pueblo, Xu Chaoquin(1927). El problema era no solo que Xu Chaoquin fuera diez años mayor que Liu,ni siquiera que fuera viuda, sino que además tenía hijos.
El padre de Liu jamás daría su permiso para el matrimonio porque en aquella sociedad era inconcebible que el marido alojara en su casa y tuviera que alimentar y educar a los hijos que su mujer hubiera tenido con otro hombre y que podrían heredar en el futuro las tierras y el patrimonio de la familia. A Liu y Xu sólo les quedaba una salida para poder vivir juntos y era abandonar lo que hasta entonces había sido su hogar y sus familias y buscar un lugar alejado de todos donde pudieran fundar el suyo propio y el único sitio donde pensaron que podrían hallar un refugio donde vivir su amor en libertad fue en las montañas. Durante un tiempo vagaron de un lugar a otro , sin ninguna posesión, sin dinero y comiendo cuando podían, pero la decisión de seguir juntos no les abandonaba . Por fin Liu y Xu encontraron una cueva en una zona muy escarpada y de difícil acceso, al abrigo del viento y les pareció el lugar adecuado para establecer su hogar . Al pie de la montaña había un pueblo aunque el descenso de la montaña era complicado y desde la cueva Liu tardaba dos o tres días en ir y volver junto a Xu que no se atrevía a descender.
Esta es una fotografía del que fue el hogar de Xu Chaoquin y Liu Guojiang durante más de medio siglo. Con un frasco de tinta que pudo birlar en una población próxima, Liu construyó una lámpara de queroseno con la que poder iluminar un poco la oscuridad de sus noches. Cuando la historia de ambos salió a la luz uno de sus siete hijos diría a la prensa "Mis padres han vivido recluidos durante más de cincuenta años por el amor que se tienen. No teníamos electricidad, mi padre hacía lámparas para iluminar nuestras vidas" (imagen procedente de http://kurioso.es ) |
Se convirtieron en noticia y su historia fue conocida gracias a un reportaje en una revista china llamada Chinese Women Weekly . Los lectores de la publicación se sintieron conmovidos ante su historia de amor y les eligieron por votación popular como la mejor historia de amor de aquel año. La escalera que les había delatado se convertiría en un símbolo de la fuerza y constancia del amor que se profesaban , más modesta en las formas pero no menos grande en amor que el hermoso Taj Mahal que el emperador Shah Jahan (1592-1666) construyera para su esposa favorita Mumtaz Mahal(1593-1631) para honrar la memoria de Mumtaz después de su muerte. Si, el Taj Majal deslumbra por sus muros de mármol y sus incrustaciones de piedras preciosas, pero los seis mil escalones de aquella escalera que recorría toda la montaña hasta la cueva habían sido labrados uno a uno durante años y con infinita constancia y esfuerzo por Liu para que su amada Xu pudiera abandonar la cueva y pasear , haciéndola la vida más fácil y agradable. Que fácil es escribirlo pero labrar seis mil peldaños en la roca viva de la montaña se me antoja una hazaña comparable a erigir una pirámide , esa era la fuerza del amor de Liu por Xu.
Xu y Liu bajando por los seis mil escalones que Liu talló en la roca para que Xu pudiera abandonar la cueva , ya que el descenso hasta el pueblo que se hallaba al pie de la montaña era tan escarpado y peligroso que Xu no se atrevía a bajar y apenas salía de la cueva . ¿Cómo igualar un acto de amor semejante? Si lo leyéramos en una novela o lo viésemos en una película nos parecería propio de la ficción pero no de la realidad. Cada uno de esos seis mil peldaños es una hermosa y conmovedora declaración de amor al que ningún poema , aún el mejor de todos, puede igualar. Y creo que, por encima de todo, simboliza la esperanza en el amor, la fuerza de dos personas que se quieren y que gracias a su amor superan cualquier obstáculo . Si, puede que esas palabras no sean más que un conjunto de tópicos para muchos, pero para ellos no eran tópicos, era su realidad , su vida y un símbolo de esperanza para todos (Imagen procedente de http://cloudmind.info ) |
Apenas tres años después de que su historia saliera a la luz , en 2009, cuando Liu tenía ya setenta y dos años y seguía viviendo con Xu en la cueva que fue su hogar durante más de medio siglo , las fuerzas le abandonaron y murió en el lugar donde siempre habría querido despedirse de la vida, en los brazos de Xu. Hoy podéis leer en Internet muchas páginas dedicadas a su historia, convertidos en una versión moderna de Romeo y Julieta, pero una versión en la que el amor triunfa por encima de la intolerancia y la incomprensión de la sociedad de su tiempo que les quiso prohibir su amor pero nada ni nade les impidió compartir sus vidas y ser felices. Si hay historias que sirven para combatir el escepticismo que en ocasiones amenaza con conquistar nuestro entendimiento, sin duda esta se encuentra entre ellas y nos recuerda la grandeza de los sentimientos del ser humano y como , aunque es difícil conseguirlo y quizás muchos jamás lo conozcan, el amor verdadero existe y para mi es suficiente con tener esa certeza . Son historias tan hermosas como las de Xu y Liu las que nos permiten entender las palabras del escritor Paulo Coelho "En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo" Mañana volveré a los temas más propios del Mentidero pero hoy necesitaba compartir esta historia, porque creo que en estos tiempos como en cualquier otro tiempo el hombre necesita esperanza y no hay mayor esperanza para la humanidad que el espectáculo de dos seres que se aman.
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