En un día como hoy, san Valentín, no podía tratar de otro tema que no fuese sobre el amor , un tema al que ya he dedicado varios artículos en este Mentidero, pero del que nunca nos cansamos de hablar porque, como escribía el poeta alemán Adalbert von Chamisso "¿No vive acaso de dolores el amor y de amor la vida?" Si, el amor nos hace sufrir pero también nos hace sentir vivos con una intensidad que no logra ninguna otra cosa en el mundo, es lo que te impide comer porque un nudo te agarrota el estomago, te hace sudar aunque sea el más crudo invierno o temblar de frío en pleno estío, es aquello que dibuja una sonrisa en tu rostro en los días más grises y te roba tus fuerzas hasta que tus piernas ya no te sostienen.
Todos conocemos los efectos del amor, los hay afortunados que hallaron a esa persona con la que compartir el resto de su vida, otros fueron burlados en sus sentimientos y tienen que seguir buscando, los hay, en fin, que aún no conocen lo que es ser amado, pero sea cual sea el estado de cada uno de nosotros, lo más importante de todo es no dejar ganarse por el escepticismo ni la rutina, no es cierto que el amor esté condenado a extinguirse y nunca vayamos a hallar un amor que sobreviva a todos los obstáculos y podamos caminar junto a él hasta el fin de nuestra existencia. No, si hay algo a lo que no debemos abrir la puerta en nuestras vidas es al escepticismo, hay que vivir con entusiasmo, con pasión y no hay mejor combustible para alimentar esa llama que el amor.
Uno de los grandes poetas y dramaturgos españoles fue el genial Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635) y uno de los más prolíficos de la literatura universal, pues se le atribuyen más de 3000 sonetos, cuatro novelas y centenares de obras de teatro , que algunos especialistas cifran en unas 1800 obras. Fue un gran escritor, pero si su obra fue intensa y genial no lo fue menos su vida, una vida marcada por el amor y la pasión y el motivo por el que hoy le traigo al Mentidero. Ya en sus primeros años de juventud las mujeres le habían distraido a tal punto que había abandonado en 1581 sus estudios en la Universidad de Alcalá de Henares , que había iniciado en 1577 .
Félix Lope de Vega y Carpio, uno de los poetas españoles que mejor ha sabido hablar del amor en sus versos , cuya vida es tan intensa como su obra, llenas de amores apasionados que dejaban sus profundas huellas en la belleza de los versos que luego componía para sus amadas a las que escondía tras bellos sobrenombres como Filis para Elena Osorio o Belisa para Isabel de Urbina |
Este joven Lope de 19 años se ve obligado a emplearse como secretario de aristócratas y a escribir algunas comedias de encargo para poder sobrevivir.Y es entonces cuando conoce al que será su primer y gran amor de su vida, ese amor que nunca llegará a olvidar haciendo buenas las palabras de Charles Etienne "siempre volvemos al primer amor". Ella se llama Elena Osorio, aunque en sus poemas la llamará "Filis" , separada del también actor Cristóbal Calderón e hija del empresario teatral Jerónimo Vázquez. Pero aquel amor morirá en 1587, cuando Elena acepta casarse con un noble, Francisco Perrenot, por su dinero y prestigio. Lope, que la había amado con esa pasión del primer amor , dedica un hiriente soneto a su amada, a la que considera que ha vendido su amor por la posición social , pero también la dedicó versos tan hermosos como estos:
Amor, enfermedad de los sentidos
fundada en tiernos, fáciles antojos
¡qué presto satisfaces a los ojos
lo que pudo faltar a los oídos!
Algunos pensamientos , atrevidos
a darme más victorias que despojos
dieron dulce principio a mis antojos
y entraron a robar desconocidos
Vienes y vas, amor;pero no eres
poderoso ni igual en tus extremos
porque bien sabes que si matas mueres
Comienzas bien;pero tu mal tememos
porque vienes, amor cuando tu quieres
y no te puedes ir cuando queremos
Y que razón tiene Lope en estos versos ¿verdad? El amor viene sin avisar, cuando él quiere, pero una vez que ha entrado en nuestro corazón sin llamar a la puerta no somos capaces de hacer que se marche, lo hará sólo cuando él lo decida . En esos versos Lope se dirigía contra el padre de Elena Osorio por venderla al mejor postor, unos versos que dicen
Una dama se vende a quien la quiera.
En almoneda está. ¿Quieren comprarla?
Su padre es quien la vende, que aunque calla
su madre la sirvió de pregonera
Como consecuencia de estos escritos contra la familia de Elena Osorio, ahora esposa de un poderoso noble, Lope de Vega es desterrado ocho años de la corte y dos de Castilla, y en caso de desobediencia sería condenado a muerte. Pero para entonces Lope ya se había enamorado de Isabel de Urbina, hija del pintor Diego de Urbina. Fue un amor tormentoso que no contaba con el beneplácito del padre , por lo que Lope la secuestró con el consentimiento de ella, para casarse luego por poderes en 1588 . Si Elena Osorio aparecía como Filis en sus poemas, Isabel de Urbina recibirá el nombre de "Belisa" y poco después partía con la Armada Invencible con la que Felipe II pretendía conquistar Inglaterra. Tras el fracaso de esta expedición militar regreso al lado de Isabel con la que viajó a Valencia y luego a Toledo, y allí vivieron hasta la muerte de Isabel de Urbina en 1594 mientras daba a luz.
Ya en 1595, cumplido el destierro de ocho años, regresa a Madrid donde compagina su brillante carrera como dramaturgo con una no menos brillante lista de amantes. Finalmente, en 1598, vuelve a casarse con Juana Guardo, un matrimonio extraño pues Juana era una mujer poco agraciada y sus enemigos sospechaban que se había casado con ella por dinero. Con ella tendría tres hijas y un hijo. Pero Lope no podía centrar su amor en una sola mujer y al mismo tiempo se enamora de Micaela de Luján, otro de los grandes amores de Lope
Micaela era una mujer de gran belleza aunque inculta, actriz y viuda de un militar que había viajado al Perú en 1596 para no regresar jamás de allí. La relación con Micaela no tendrá la profundidad de la de Elena Osorio ni la de Isabel de Urbina, será un amor sosegado y tranquilo, que se prolonga en el tiempo y le dará nada menos que siete hijos, entre ellos su hija predilecta, Marcela. Durante mucho tiempo Lope de Vega mantendrá sus dos familias paralelas , la formada con Juana Guardo y la constituida con Micaela de Luján, a la que habrá que unir otras relaciones paralelas como la actriz Jerónima de Burgos.
Interior de la casa de Lope de Vega en Madrid, actualmente convertida en Museo y donde paso el gran dramaturgo y poeta los últimos años de su vida |
Jerónima era también actriz y estaba casada con un actor, lo que no impide que surja el amor entre ella y Lope, un amor apasionado y turbulento. Convivirá con ella en Segovia y en Toledo y le dará en sus versos el nombre de Gerarda. Para mantener tantos hogares y tantos hijos, Lope tuvo que dedicarse a escribir sin descanso, lo que se halla en el origen de su descomunal producción literaria e hizo que Miguel de Cervantes, que no se llevaba muy bien con él, reconociese su esfuerzo llamándole "Monstruo de la naturaleza" . Pero la vida le depara dos golpes casi seguidos, primero la muerte en 1612 de su hijo Carlos Félix y un año después su esposa Juana de Guardo. Lope sufre una profunda crisis espiritual y decide hacerse sacerdote , aunque él mismo se da cuenta que en su alma hay una tensión entre su amor a Dios y su amor a las mujeres. Así lo escribe:
"Yo he nacido en dos extremos, que son amar y aborrecer; no he tenido medio jamás... Yo estoy perdido, si en mi vida lo estuve, por alma y cuerpo de mujer, y Dios sabe con qué sentimiento mío, porque no sé cómo ha de ser ni durar esto, ni vivir sin gozarlo"
Pero los últimos años de Lope iban a devolverle aquella pasión que había sentido junto a Elena Osorio. Surge ahora una joven veinteañera de hermosura extrema llamada Marta de Nevares. Marta había sido casada a la fuerza siendo casi una niña, y Lope la conoce cuando ella se traslada a vivir con su marido a Madrid. A pesar de la diferencia de edad se inicia entre ellos una relación apasionada pero también bajo el temor de ser descubiertos, tanto por el marido de Marta como por la condición de sacerdote de Lope. Ella es una mujer de gran sensibilidad, y se convierte en el motivo de inspiración de muchos de los versos de Lope. Marta y Lope tienen una hija, la relación de Marta con su marido cada vez es más complicada pero todo se soluciona con la muerte de éste.
Por fin Lope y Marta pueden vivir juntos con su hija, pero entonces comienzan de nuevo las adversidades. Marta pierde la vista, se queda ciega, y Lope la cuida sin desfallecer, día y noche. De pronto, un día, recupera de nuevo la visión, pero cuando parecía que la dicha sonreía de nuevo a los amantes una nueva desgracia, más terrible aún, lo arruina todo. Marta se vuelve loca, pierde la razón, y combina momentos de total abatimiento con otros raptos de furia terrible. Así lo canta Lope en estos versos estremecedores
Aquella, que gallarda se prendía
y de tan ricas galas se preciaba
que a la Aurora de espejo le servía
y en la luz de sus ojos se tocaba
furiosa los vestidos deshacía,
y otras veces estúpida imitaba
el cuerpo en hielo, en éxtasis la mente
un bello mármol de escultor valiente
Un día , súbitamente, Marta parece mejorar. Pero cuando se encendía un rayo de esperanza, la muerte se la lleva para siempre de los brazos de Lope en 1628. De todos sus hijos sólo le quedan con vida su hija Marcela , convertida en monja, y Antonia Clara, la hija que había tenido con Marta de Nevares y la que consuela la soledad de sus últimos años de vida. Pero incluso de este consuelo se verá privado cuando ella es raptada por un hombre que, curiosamente, se llamaba Juan Tenorio. La joven Antonia apenas tenía diecisiete años y Lope espera en vano que regrese a casa, pero eso nunca sucederá.
El 25 de agosto de 1635 Lope de Vega baja a un pequeño huerto de su propiedad a regar las plantas y por la tarde se dirige al seminario donde , repentinamente, se desvanece y cae al suelo. Es llevado inconsciente a su hogar donde recupera brevemente la consciencia y pronuncia las que serían sus últimas palabras, dirigidas a uno de sus fieles amigos , Juan Pérez de Montalban "la verdadera fama es ser bueno". Lope de Vega, también llamado "el Fénix de los Ingenios" moría en su casa y rodeado de amigos la noche del 27 de agosto de 1635, pero sin ninguna de las mujeres a las que tan intensamente amó. Tan sólo su hija Marcela vería pasar el féretro de su padre desde la celosía de su celda en el convento.
He querido hablar hoy sobre Lope porque su vida fue una vida consagrada al amor, amó profunda y apasionadamente, y ese amor jamás se extinguió, a pesar de las desgracias con las que le golpeó la vida, como escribió el poeta alemán Friedrich Holderlin varios siglos después "¿qué son todas las acciones y los pensamientos de los hombres a lo largo de los siglos frente a un sólo instante de amor?" Lope vivió para el amor, no sabía vivir sin él , no podía renunciar a él y gracias a ello tenemos algunos de los mejores versos que se han dedicado a este sentimiento en castellano. Para mi, me quedo siempre con esta hermosa y cierta descripción del amor de la mano del gran Lope de Vega
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno,liberal, esquivo
alentado,mortal,difunto, vivo
leal,traidor,cobarde y animoso,
no hallar , fuera del bien, centro y reposo,
mostrarse alegre,triste,humilde,altivo,
enojado,valiente,fugitivo,
satisfecho,ofendido,receloso
Huir el rostro al claro desengaño
beber veneno por licor suave
olvidar el provecho,amar el daño;
creer que el cielo en un infierno cabe
dar la vida y el alma a un desengaño
esto es amor. Quién lo probó lo sabe
¿Cómo no sentirse reflejado en estos versos inmortales?¿Cuantos millones de seres humanos no se han sentido así al amar, al sufrir un desengaño o la euforia del amor correspondido? Si, el amor duele, el amor puede ser como una enfermedad pero, como canta Leonard Cohen "el amor no tiene cura pero es el único remedio para todos los males" Si, el amor hace sufrir, en ocasiones te hace llorar y te roba el sueño y el reposo, ahoga las palabras en tus labios, te vuelve cobarde o intrépido, pero yo no renunciaría ni a un sólo instante de amor, porque es lo más hermoso que podemos encontrar en nuestra existencia. Da igual que sea o no correspondido, lo importante es amar porque estoy convencido que eso nos hace mejores, porque el amor crea belleza y la belleza no es más que un reflejo de la bondad del alma.
Así que , los que tenéis la inmensa fortuna de tener junto a vosotros a la persona que amáis no perdáis nunca la ocasión para decírselo, para compartir cada momento, y para aquellos que no tenemos tanta fortuna siempre nos quedarán versos como los de Lope
olvidar el provecho,amar el daño;
creer que el cielo en un infierno cabe
dar la vida y el alma a un desengaño
esto es amor. Quién lo probó lo sabe
Si Lope, tu sabías bien lo que es el amor.
3 comentarios:
Creo que Lope es tan prolífico en su obra como fue su vida, a veces escribió gran parte de su obra como si se hubiese metido en los laberintos de su inconsciente y por analogía describió su propia existencia.
Digno de admiración, su personalidad inquieta por naturaleza permite adivinar que su soltura o audacia -con una pluma inagotable-, trascendió en su época de esplendor y debió ser también duramente criticado. Lo conozco atravesando las barreras que la literatura y la imaginación me permiten. La emoción que encuentro en su poesía ha trascendido los siglos y su tema sobre el amor tendrá vigencia siempre. Belisa
Muchas gracias por tu comentario y por la lectura del artículo Belisa. Lo escribí hace ya mas de cuatro años , cuando empezaba la vida de éste blog y creo que volveré sobre su figura porque es mucho más compleja y emocionante de lo que yo recogí en aquel momento.
Un abrazo fuerte y muchas gracias de nuevo!!
Me gusta mucho el articulo.
Y tus comentarios sobre el amor.
Saludos desde Cordoba.
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