jueves, 25 de junio de 2015

GRANDES EXPLORADORES: KARL MAUCH Y LAS MINAS DEL REY SALOMÓN (PRIMERA PARTE)

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"Los cazadores de elefantes suelen ser hombres rudos, que no se preocupan de nada que no sean las realidades de la vida y las costumbres de los kafires (término árabe para referirse a los infieles o no creyentes en Alá). Pero aquí y allá es posible encontrar un hombre que se toma la molestia de recoger las tradiciones de los nativos , e intenta formar una pieza de la historia de esta tierra ignora. Fue un hombre así el primero que me contó la leyenda de las minas del rey Salomón , hace cerca de treinta años . Se llamaba Evans. Recuerdo que una noche le hablé de unas minas maravillosas que yo había  hallado mientras cazaba kudus y antílope. - ¡Ah!- exclamó Evans- , pues yo voy a contarte una historia aún más extraña. Y me dijo que en el remoto interior había tropezado con una ciudad en ruinas, que creyó la Ofir de la Biblia, y , por cierto, hombres más instruidos que él han dicho lo mismo desde entonces. Recuerdo que yo escuchaba con atención esas maravillas, porque era joven , y esa historia  de una antigua civilización  y de los tesoros que los  aventureros judíos o fenicios solían extraer de un país que luego se había hundido en la más oscura barbarie ejercía un poder enorme  en mi imaginación.- Muchacho- me dijo - ¿has oído hablar alguna vez de las montañas de Solimán , al noroeste del país de Mushakulumbwe?- Respondí que no- Bueno- dijo-, pues ahí es donde Salomón tenía sus minas, de diamantes, claro.  - ¿Cómo lo sabes?- pregunté - Pues porque ¿qué es "Solimán sino corrupción de Salomón? Además, una vieja isanusi, o hechicera del país de Manica me lo contó . Me dijo que los pobladores del otro lado de las montañas eran una rama de los zulúes, que hablaban un dialecto zulú, aunque eran hombres más finos y fuertes, que entre ellos vivían  grandes magos, quienes aprendieron su arte de los hombres blancos cuando "el mundo entero estaba oscuro", y que guardaban el secreto de una prodigiosa mina de "piedras brillantes".


Fotografía del escritor inglés Henry Rider Haggard (1856-1925), hijo de un terrateniente y de su esposa amante de la literatura y poeta ocasional, , con diecinueve años y gracias a las influencias de su padre se convirtió en el secretario del recién nombrado gobernador de Natal, la colonia inglesa en lo que hoy es Sudáfrica. Recorrió aquella tierra y conoció a los pueblos que allí vivían, en particular a los zulúes . Más tardé ambientaría en aquel escenario muchas de sus novelas de aventuras . En 1879 regresaba a Inglaterra, contraía matrimonio y volvía otra vez a África donde pensaba establecerse como abogado, pero el estallido de la guerra entre los británicos y los colonos holandeses, la conocida como Primera Guerra Anglo-Boer  que se desarrollaría entre 1880 y 1881, hizo que de nuevo hiciera las maletas y se instalara en Inglaterra. En 1882 publicaba su primera libro, que no tendría una gran repercusión, pero en 1885 veía la luz "Las minas del rey Salomón" y  la historia que aquellas minas perdidas en e interior de África llenas de oro , se convirtió para Haggard en su particular mina de oro. La novela fue un  gran éxito que lo convertiría en un escritor famoso y rico. Su protagonista, Alan Quatermain, estaba inspirado en el gran cazador y luego conservacionista  Frederick Courteney Selous, pero su historia también  parecía relatar las aventuras de nuestro protagonista, Karl Gottlieb Mauch, un Allan Quatermain de carne y hueso (Imagen procedente de goingdownswinging.org.au ) 

Sugestivo ¿verdad? Si queréis saber como sigue la historia tendréis que sumergiros en las páginas de "Las minas del rey Salomón" la primera novela de aventuras que tiene como escenario África y que fue publicada en septiembre de 1885 por el novelista inglés Henry Rider Haggard (1856-1925), convirtiéndose en una de las obras de más éxito en el género de aventuras del siglo XIX y a la que pertenece el texto que he elegido para empezar esta historia. Su protagonista, Allan Quatermain, estaba inspirado en los grandes exploradores y cazadores  victorianos del siglo XIX, en particular en el legendario cazador Frederick Courteney Selous (1851-1917)  que ya ha sido protagonista en  el Mentidero
Pero esa novela convertida en un éxito de ventas también se hallaba inspirada por otro hombre mucho menos conocido y afortunado que Selous , aunque su vida no fue menos aventurera que la del cazador británico y , al igual que el Quatermain de ficción, viajaría al sur de África en busca de la mítica Ofir bíblica y de las no menos legendarias minas del sabio y rico rey Salomón. Le acompañaremos en su búsqueda, pero para ello antes tenemos que emprender un viaje en el tiempo y el espacio hasta el mes de mayo de 1837. Estamos en la localidad de Stetten im Remstal ,en territorio del joven reino de Württemberg , fundado el 1 de enero de 1806 cuando el hasta entonces duque de Württemberg convirtió al ducado en reino y a sí mismo en su primer rey con el nombre de Federico I de Württemberg (1754-1816) contando con el apoyo del emperador francés Napoleón I Bonaparte (1769-1821) y junto a otros pequeños estados alemanes subordinados al emperador francés entró a formar parte de la Confederación del Rin, luchando al lado de Francia como aliados hasta la derrota francesa en la batalla de Leipzig en 1813, que supuso la disolución de la Confederación y el final de la alianza entre estos estados y Francia. 


Mapa de la Confederación Germánica  nacida después del Congreso de Viena tras la derrota del emperador francés Napoleón I Bonaparte (1769-1821) El reino de Württemberg  lo podéis ver al lado de Baviera  y aunque no aparece en el mapa su capital era la ciudad de Stuttgart. Fue allí donde nación Karl Mauch  que décadas después dedicaría sus descubrimientos a la recién nacida nación alemana, unificada en 1871 bajo la forma del Imperio Alemán. (Imagen procedente de www.wiphala.org)  


En el Congreso de Viena que se celebró en ésta ciudad  entre 1814 y 1815  y en el que se dibujaría el nuevo orden político de Europa tras la derrota de Napoleón, se acordó que estos estados formarían un nuevo ente supranacional, la Confederación Germánica , cuya existencia se prolongaría hasta 1866. Federico I moriría en 1816 y le sucede como segundo rey de Württemberg su hijo Guillermo I (1781-1864) Este era el marco geográfico e histórico  en el que nació el 7 de mayo de 1837 nuestro protagonista, Karl Gottlieb Mauch (1837-1875). Nacía en el seno de una familia humilde. Su padre era carpintero y tenía que alimentar a Karl y a sus otros tres hermanos, así que no nadaban en la abundancia. En 1847 , con motivo de su décimo cumpleaños,  al pequeño Karl le regalaron  un atlas, un regalo que cambiaría su vida.Hoy estamos acostumbrados a ver imágenes de cualquier rincón del mundo , conocemos destinos que se encuentran a miles de kilómetros de distancia  tan bien casi como si hubiéramos viajado hasta ellos, lo que es un gran avance pero , por otro lado, le quita al viaje la emoción de ir al encuentro de aquello que nos es desconocido, de dejar libre la imaginación para que construya una idea de lo que hay detrás de nombre exóticos y lejanos. En tiempos de Karl un atlas o un libro de relatos de un viajero era lo más parecido a un documental de nuestros días. Y mientras pasa hojas de su Atlas  podemos verle deteniéndose fascinado ante el contorno del continente africano, con sus costas cartografiadas , pero no era eso lo que más llamaba la atención de Karl sino su interior, un gran espacio en blanco sobre el que se habían escrito las palabras más sugerentes para un aventurero, para un explorador y , por supuesto, para un niño  porque ¿qué niño no ha soñado con convertirse en explorador y vivir aventuras en lugares lejanos e ignotos? Y eso era lo que sugerían aquellas palabras escritas en grandes letras "Terra Incognita"., "Tierra desconocida".


Mapa de África
Mapa de África realizado en 1820 por el cartógrafo francés, uno de los más importantes de su época, Adrian Hubert Brué (1786-1832) que nos muestra el grado de conocimiento de África durante las primeras décadas del siglo XIX, muy parecido al que pudo contemplar el pequeño Karl Mauch  en el atlas que le regalaron  en su décimo cumpleaños en 1847 , cuando despertó su pasión por la exploración. Como podéis ver  el corazón del continente , África Central,  aparece en blanco, seguía siendo todavía Terra Incognita, una llamada a la aventura (Imagen procedente http://www.wdl.org/es/item/55/ )

Desde aquel momento Karl se propuso  ser uno de aquellos hombres que recorrería la Terra Incognita y rellenaría aquel interior ahora en blanco con ríos, montañas , valles, animales y pueblos. Aunque sus padres no tenían recursos económicos para pagarle estudios superiores Karl estaba dotado de una curiosidad natural y se convirtió en un  autodidacta apasionado de la lectura , sobre todo de cualquier libro que cayera en sus manos sobe África y los relatos de antiguos exploradores, navegantes y militares que habían puesto sus pies en el continente negro. Y al igual que el atlas despertó su amor por la exploración y la aventura, otro libro iba a ponerle en el camino  hacia lo que se convertiría en la misión de su vida , eso que el filósofo danés contemporáneo de Karl, Sören Kierkegaard (1813-1855), consideraba el objetivo de toda existencia. "El asunto -decía Kierkegaard - es encontrar una verdad que sea cierta para mí , encontrar  la idea por la cual yo sea capaz de vivir y de morir" Y Karl acababa de encontrar esa idea  en el relato de un capitán portugués del siglo XVI, Vicente Pegado, destinado en Sofala, hoy Nova Sofala, en el actual estado de Mozambique, en la costa este de África. Éste puerto  había sido fundado hacia el siglo VIII y a partir del siglo X se convirtió en un centro comercial donde se asentaron comerciantes somalíes que comerciaban allí con algodón , marfil y también con oro. Tiempo después surgiría ,entre los siglos XI y XIII, el  Reino de Mapungubwe y a éste le sucedería el reino de Monomotapa, que se extendía entre los actuales estados de Zimbabwe y Mozambique, forjado por el pueblo de los Shona, que hoy sigue habitando en territorios  que se encuentran distribuidos entre Zambia, Zimbabwe y la propia Mozambique. 


En este mapa podéis ver la extensión del reino de Monomotapa en su época de máximo esplendor durante el siglo XV,  cuya capital era  la ciudad de Gran Zimbabwe, que podéis ver en la parte superior , a orillas del río Zambeze, la ciudad de piedra más antigua y de mayor tamaño de África al sur de Sahara  y que en el siglo XIX era todavía desconocida para los europeos, que sólo tenían los relatos de los mercaderes árabes que hablaban de la presencia de  grandes ruinas de piedra  en el interior. En la costa podéis ver la situación del antiguo puerto de Sofala, donde los portugueses fundarían en 1505 su segundo asentamiento en la costa este de África y que algunos identificaban con el mítico Ofir, el puerto al que arribaban las naves de Salomón, el célebre rey de Israel, cargando sus bodegas del oro procedente del interior. (Imagen procedente de  http://ricardostumpf.blogspot.com )

El reino de Monomotapa alcanzaría su época de máximo esplendor a mediados del siglo XV, cuando exporta oro que traslada desde el interior hasta el puerto de Sofala donde lo íntercambiaban con los comerciantes árabes por otros productos. A lo largo del siglo XV los portugueses habían ido avanzando a lo largo de la costa africana  en busca del paso que les permitiera llegar hasta la India y las codiciadas Islas de las Especias,  hasta que en 1488 el navegante portugués Bartolomeu Dias( hacia 1450-1500) se convertía en el primer europeo en lograr doblar la punta más meridional de África, al que dieron el nombre de Cabo Agulhas,  alcanzando las aguas del Océano Índico, aunque no pudo seguir la ruta hacia India porque una gran tormenta les obligó a retroceder en un  punto que Dias bautizó con el nombre de Cabo de las Tormentas, aunque después el rey portugués Juan II de Avís (1455-1495) lo rebautizaría con el nombre de Cabo de Buena Esperanza  porque abría la esperanza de hacer factible una ruta desde Portugal a India y las islas de las Especias, en un tiempo en que las especias eran casi tan valiosas como el oro. Diez años más tarde sería otro navegante portugués, Vasco de Gama (hacia 1460-1524) , el que se convertiría en el primero en comandar una expedición que alcanzó las costas de India desde Europa, el mayor viaje por mar que se había hecho hasta entonces.  En estos años, los portugueses se establecieron en diferentes  puntos de la costa africana . En 1489, un año después del viaje de Bartolomeu Dias, el diplomático y explorador portugués Pero da Covilha (hacia 1460-1526)  llegaba disfrazado de comerciante árabe al puerto de Sofala. 


En este mapa de África tenemos dibujada con un trazo negro el itinerario seguido por Vasco de Gama en su viaje de 1498 en la que por fin culminó la aventura portuguesa que a lo largo del siglo XV  había ido avanzando por la costa africana hasta que en  1488 Bartolomeu Dias doblaba la punta más meridional de África y sólo una gran tormenta le impidió seguir hacia la India. Diez años más tarde Vasco de Gama alcanzaba el subcontinente indio y atracaba en Goa y Calicut. Pero antes de eso, en 1487 salían de Santorem los diplomáticos y exploradores Pero da Covilha y Afonso de Paiva  con la misión de explorar Oriente Próximo, Asia y la costa este africana y buscar el mítico reino del Preste Juan . En el mapa tenéis dibujado con una línea verde el itinerario que recorrieron juntos que les llevó a pasar por Barcelona,  y finalmente la ciudad de Aden , hoy en territorio de Yemen a orillas del Golfo de Aden y casi en la entrada del Mar Rojo. Aquí decidieron  separarse y acordaron encontrarse en El Cairo. Afonso de Paiva se dirigió a Etiopía  y Covilha seguía hasta la India (itinerario en color naranja) . Después regresó para encontrarse con Paiva pero antes recorrió parte de la costa este de África y fue entonces cuando se convertiría en el primer europeo en entrar en el puerto de Sofala y a partir de entonces comenzaría a convertirse en objeto de interés para los portugueses, que mantendrían en secreto su localización  cuando ésta fue establecida en 1501 por Sancho de Tovar (Imagen procedente de https://en.wikipedia.org)

Pero da Covilha y el también diplomático y explorador portugués Afonso de Paiva(hacia  1443- hacia 1490), fueron elegidos por el rey Juan II de Avís para emprender un viaje de exploración que tenía como objetivo  explorar las tierras de Oriente Próximo y otros territorios de Asia y la costa este de África. La expedición partía de la localidad portuguesa de Santarem el 7 de mayo de 1487  y en su viaje pasaron por Barcelona, Nápoles y la isla de Rodas , hasta que , ya disfrazados como mercaderes árabes, desembarcaron en Alejandría y de allí pasaron a El Cairo. Más tarde llegarían a Aden, en el actual Yemen, y aquí se separaron, y mientras Paiva  dirigía sus pasos hacia Etiopía , Covilha emprendía viaje hacia India acordando que en el regreso se encontrarían de nuevo en El Cairo. Después de alcanzar India , Covilha regresó sobre sus paso  pero antes de volver a El Cairo recorrió parte de la costa  este de África, y fue entonces cuando en 1489 llegaba a Sofala. convirtiéndose en el primer europeo en hacerlo y gracias al informe que realizó al final de su viaje, en el que, por cierto, no pudo encontrarse con Afonso de Paiva del que nunca se volvió a saber, se despertó el interés portugués por aquel puerto donde Covilha observó , bajo su disfraz de mercader árabe, como se comerciaba con grandes cantidades de oro. En 1501 el navegante portugués Sancho de Tovar(hacia 1465-1547) navegaba frente a  Sofala y establecía su localización exacta en el mapa . Ya en 1505 los portugueses fundaban cerca de Sofala  el segundo fuerte portugués en la costa este africana, el Fuerte Sao Caetano, fundado por Pero de Anaia (fecha desconocida - 1506)  cumpliendo con las órdenes del monarca portugués Manuel I el Afortunado (1469-1521)  Y sera en este fuerte donde  se encontraba en 1531 el capitán Vicente Pegado, el autor de aquel relato que más de tres siglos después iba a leer Karl Mauch. 


Mapa con el recorrido de la expedición portuguesa de 1505 enviadapor el rey Manuel I el Afortunado  bajo el mando de Francisco de Almeida (hacia 1450-1510),  que había sido nombrado por el rey como primer virrey de India . La llamada Séptima Armada de la India Portuguesa, zarpaba el  25 de marzo de  Lisboa, formada por  22 naves y con 1500 hombres cuya misión era fundar diferentes fuertes a lo largo de la costa africana y en India , establecer acuerdos con las poblaciones locales y asegurar el comercio de las especias. En color rosa podéis ver el itinerario de la flota de Almeida, que en julio de 1505 atacaba el importante puerto de Kilwa y fundaba el primer fuerte portugués en la costa este africana, el Fuerte Santiago. Seis naves se separarían de la flota principal bajo el mando de   Pero de Anaia, marcado en color verde, y serían ellos los que llegaron a un acuerdo con los gobernantes de Sofala para establecer allí el segundo fuerte portugués, el  Fuerte de Sao Caetan, donde años más tarde serviría el capitán Vicente Pegado y donde escribiría aquel relato acerca de las minas del oro del interior y de la existencia de una gran fortaleza de piedra  que encendería la imaginación de Karl Mauch  cuando todavía era un adolescente y fue entonces cuando tomó la decisión de prepararse para un día viajar hasta allí y explorar toda la región en busca de aquellos lugares (Imagen procedente de https://en.wikipedia.org )  

Escribía  Pegado que los informes que  tenían confirmaban que "Entre las minas de oro de las planicies del interior, entre los ríos Limpoco y Zambeze, hay una fortaleza construida a base de piedras de un enorme tamaño , y parece no haber argamasa uniéndolas. Este edificio está casi rodeado por colinas , sobre las que hay otros parecidos, con el mismo tipo de piedra y sin argamasa, y uno de ellos es una torre de más de doce metros de altura . Los nativos del país llaman a estos edificios Zimbawe, lo que en su idioma significa "palacio". Los portugueses estaban convencidos que las minas de donde procedía el oro eran las que habían alimentado la riqueza del antiguo rey de Israel, el legendario Salomón, famoso tanto por su gran sabiduría como por su riqueza y su amor por las mujeres y aventuraron que aquella fortaleza de la que hablaban los nativos  tal vez pudieran ser los restos del palacio de otra figura mítica, la reina de Saba . Antes de seguir veamos quien era ,o al menos quien era según el Antiguo Testamento, el rey Salomón y también  la reina de Saba . En el siglo XI a. C Saúl (hacia 1079-1007)  luchó y derrotó a numerosos pueblos, como los moabitas, amonitas y filisteos que disputaban a los hebreos aquellas tierras, entre otros. Después de duras campañas , hacía 1020 a. C Saúl consiguió unificar todas aquellas tierras bajo su poder , convirtiéndose en el primer rey de un Israel unificado,  aunque al mismo tiempo que su poder se incrementaba perdía el favor de Yavé por su desobediencia. Finalmente, Yavé concedió su favor a David , de la tribu de Judá. Saúl moriría luchando contra los filisteos y le sucedió en el trono David(hacia 1040-970 a.C), el segundo rey de Israel , que conquistaría la ciudad de Jerusalén , convirtiéndola en la capital del reino. Tras la muerte de David hacia 970 a.C, le sucedería su hijo Salomón, que reinará entre 970 y 930 a.C, quién se haría celebre por su sabiduría y riqueza conduciendo bajo su gobierno a Israel a la época de máximo esplendor  tal y como le había prometido Yavé "Te doy un corazón sabio y perspicaz, tal que antes de ti no haya habido otro como tu, ni después de ti aparezca otro semejante. Pero además añado lo que no has pedido: así riquezas como gloria; y tales que no habrá en tus días rey alguno como tú" (Reyes I 3, 12-14)


Mapa de la evolución del reino de Israel bajo sus tres primeros reyes, Saúl, David y Salomón, siendo con éste último con el que alcanzaría su máxima extensión territorial y también su época de esplendor. En la parte inferior podéis ver la población de Ezión- Geber , donde se encontraba la flota de Salomón  y desde allí zarpaba rumbo al misterioso puerto de Ofir, donde cargaba sus bodegas de oro, plata y maderas preciosas como el sándalo., y también se menciona otro puerto , el de Tarsis, donde  las naves cargaban todo tipo de riquezas, tantas que la plata era despreciada, como nos cuenta  el libro del Antiguo Testamento, Crónicas II
"Todos los vasos que utilizaba para beber el rey Salomón eran de oro, y todos los utensilios de la casa del bosque del Líbano  eran de oro fino. En los días de Salomón no se hacía aprecio de la plata., porque el rey tenía naves que iban a Tarsis con los súbditos de Juram, y cada tres años llegaban  las naves de Tarsis, que traían oro, plata , marfil, monos y pavos reales" (Crónicas II 9, 20-22)
Al igual que sobre Ofir, hay varias hipótesis acerca de Tarsis. Algunos creen que se refiere a la ciudad de Tarso en Asia Menor, otros que hace referencia a Tartessos, un próspero reino en el sur de la Península Ibérica que se extendía por lo que hoy son las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla. En realidad, al igual que con Ofir, no tenemos de momento certeza de cual era la localización exacta ni de Ofir, aunque se cree que tendría que estar localizada o en la costa etíope o en el sur de la Península Arábiga,   ni de Tarsis.
(Imagen procedente de    http://www.idcsevilla.org )


   

En este mismo libro del Antiguo Testamento, Reyes I, podemos leer más adelante como se menciona un puerto al que llaman Ofir y donde embarcan grandes cantidades de oro  "Salomón construyó también una flota  en Esyón-Guéber , que está junto a Elat, a orillas del mar de los Juncos, en el país de Edom.  Y envió a Jiram a súbditos suyos, navegantes expertos en el mar, para que tripularan la flota juntamente con los súbditos de Salomón. Llegaron hasta Ofir, de  donde trajeron oro, cuatrocientos  veinte talentos, que presentaron al rey Salomón" (Reyes I 9, 26-28) No es ésta la única referencia en el libro de Reyes I  a este puerto donde la flota de Salomón acudía a llenar sus bodegas de oro  y así  "La flota de Jiram, que traía oro de Ofir, trajo también de allí  gran cantidad de madera de sándalo y de piedras preciosas" (Reyes I 10,11-12). Y todavía hay otra mención a Ofir en Reyes I  cuando ya ha fallecido Salomón "Yosafat construyó naves de Tarsis para ir a Ofir  en busca de oro; pero no pudo ir, porque se destrozaron las naves en Eyson Esyón-Gueber"(Reyes I 22, 49-50). En otro libro del Antiguo Testamento , Crónicas I,  se menciona de nuevo a Ofir en las instrucciones que el rey David da para la construcción del Templo de Jerusalén, el que luego sería conocido como Templo de Salomón pues se concluyó bajo su reinado  "Y también , en mi amor por la casa de mi Dios, entrego el oro y la plata que poseo al templo de mi Dios, además de lo que he preparado para el templo santo, a saber: tres mil talentos de oro, oro de Ofir" (Crónicas I 29, 3-4) y de nuevo en Crónicas II "Por aquel entonces fue Salomón a Esyón-Guéber y a Elat a orillas del mar, en el país de Edom. Y Juram, por medio de sus súbditos , le envió navíos y servidores expertos en la mar, los cuales fueron con los súbditos  de Salomón a Ofir, de donde trajeron cuatrocientos cincuenta talentos de oro , que entregaron al rey Salomón" (Crónicas II 8,17-18)


"Visita de la Reina de Saba al rey Salomón" realizada en 1890 por el pintor inglés John Edward Poynter (1836-1919) que refleja el lujo y la suntuosidad de la que estaba rodeado  Salomón y que tanto impresionó a la reina de Saba , a la que algunos dan el nombre de Makeda, pero en realidad no sabemos nada de ella excepto lo que se dice de ella en el Antiguo Testamento. al igual que sobre su reino. Según relata el Kebra Nagast o o Libro de la Gloria de los Reyes de Etiopía, una crónica histórica de los monarcas etíopes,  Salomón y la Reina de Saba habrían tenido un hijo, Menelik, que según este libro habría nacido en Etiopía. Después habría viajado a Israel para encontrarse con su padre que le ofreció la corona de Israel, que éste rechazó , regresando a Etiopía pero llevando consigo el Arca de la Aianza . De regreso habría sido coronado por su madre como nuevo rey de Etiopía con el nombre de Menelik I y  según el Kebra Negast todos los reyes etíopes descendían por línea directa de Menelik . De hecho , todavía hoy los etíopes creen que siguen custodiando el Arca de la Alianza en la Iglesia de Santa María de Sión en la ciudad de Aksum.   (Imagen procedente de ttps://laexuberanciadehades.wordpress.com)

Ofir, ¿donde se encontraba aquel puerto donde  se embarcaban tales riquezas, oro, plata, madera de sándalo? Es una pregunta que se hicieron desde la Antigüedad. El historiador romano de origen judío, Flavio Josefo (hacia 37-101) aventuraba que se hallaba en India  mientras que los portugueses veían una conexión entre el nombre de Sofala , el puerto de la costa de Mozambique,  y el mítico Ofir, pues en algunas traducciones aparecía escrito como Sofir y de Sofir a Sofala no hay una gran distancia.Otro marinero portugués, Tomás López , que estuvo en Sofala en 1502, tres años antes de la construcción del fuerte de Sao Caetano,  recogió los relatos de los mercaderes árabes que afirmaban que los barcos de Salomón recalaban allí cada tres años y llenaban sus bodegas de oro  extraídas de una ciudad cercana. ¿Tal vez allí se encontraba el reino de la legendaria Reina de Saba?¿Quien era esta reina? Una vez más la única referencia que tenemos sobre ella es el Antiguo Testamento cuando la menciona en su célebre visita al rey Salomón  "La reina de Saba tuvo noticia de la fama de Salomón  y fue para ponerlo a prueba con sus enigmas. Llegó a Jerusalén con un gran cortejo, con innumerables  camellos, cargaos de aroma de oro en gran cantidad y de piedras preciosas"(Reyes I 10, 1-3) y después de quedar admirada por la sabiduría y del rey y la prosperidad del reino  "Luego entregó al rey ciento veinte talentos de oro y gran cantidad de aromas y de piedras preciosas . Nunca llegó tanta cantidad de aromas al rey Salomón como la que le entregó la reina de Saba"(Reyes I, 10-11)  y un poco más adelante "Por su parte , el rey Salomón  regaló a la reina  de Saba todo cuanto a ella se le antojó pedirle, además de lo que Salomón le entregó conforme a su munificencia de rey. Luego ella emprendió el regreso hacia su país con sus servidores" (Reyes I 10 13-14) Nada más sabemos de la reina de Saba y de su reino cuya ubicación, al igual que Ofir, ha sido objeto de especulaciones a lo largo de la historia, aunque hoy los arqueólogos creen que  si existió realmente, debería hallarse en el sur de la Península Arábiga en lo que hoy es Yemen  y tal vez también se extendería al otro lado de la costa, en Etiopía. Pero en realidad no hay pruebas concretas de su existencia al margen del relato bíblico, lo que tampoco quiere decir que no exista. 


Probable localización del reino de Saba, aunque también se apunta a que pudiera estar a ambos lados del Mar Rojo , en lo que hoy es Etiopía y donde antiguamente estuvo el reino de Aksum , aunque las primeras referencias a este reino  es del siglo I d. C , casi un milenio después de la época de Salomón y la reina de Saba  que podría ser , si realmente existió, la gobernante del pueblo de los sabeos que vivían en parte de lo que hoy es Yemen.. Volviendo sobre la figura de Salomón , en Crónicas II nos describen así el poder del monarca
"El rey Salomón sobrepujó en riquezas y sabiduría  a todos los reyes de la tierra. Y todos los reyes de la tierra  deseaban ver a Salomón  para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón . Todos le llevaban regalos: objetos de plata y de oro, vestidos, armas, aromas, caballos y mulos. Y así año tras año. Tenía Salomón cuatro mil caballerías  para sus caballos y sus carros,  y doce mil jinetes . Dominaba sobre todos los reyes , desde el Éufrates hasta el país de los filisteos  y hasta la frontera de Egipto."(Crónicas II 9, 22-27)
El objetivo de Karl Mauch sería hallar aquellas minas de oro que abastecían incansablemente al reino de Israel de  éste metal precioso (Imagen procedente de  queaprendemoshoy.com )

Pero cuando el joven Karl leía las crónicas portuguesas sobre Sofala lo que aventuraban es que   Sofala podía tratarse de Ofir, el mítico puerto al que se dirigían  las naves de Salomón, y en el interior de aquel territorio se hallarían las minas de oro que alimentaban la riqueza del monarca hebreo y el palacio de la Reina de Saba. Karl se convenció de que las minas de Salomón se encontraba en el sur de África  y estaba dispuesto a  ser él quien los encontrara,pero también era consciente que no tenía la formación académica adecuada que le permitiera afrontar una empresa de aquel tipo contando con el apoyo de publicaciones científicas que avalaran su aventura. Así que con quince años tomó la decisión de emprender  un largo proceso de formación tanto intelectual como física , para preparar su soñada expedición. Ya que su familia no podía costearle estudios universitarios, se preparó él solo. Aprendió por su cuenta  inglés, francés y árabe, estudió astronomía, medicina y latín, trabajó en el Museo de Ciencias Naturales de la localidad austriaca de Graz donde adquiriría  nuevos conocimientos de botánica, geología e historia natural y también estudio magisterio para poder trabajar como tutor, dando clases con las que ahorrar el dinero necesario para organizar la expedición . Y  ,por fin, en 1863, Karl Mauch , que tiene veintiséis años, se siente preparado para  emprender su aventura  y escribe una carta  al geógrafo y cartógrafo alemán August Heinrich Petermann (1822-1879) , fundador en 1855 de una prestigiosa publicación de geografía , la "Pettermans Geographische Mitteilungen", de la que Karl era asiduo lector , esperando el apoyo de su director aunque no obtendría la respuesta que esperaba. Pero sobre esta carta y , sobre todo, las aventuras que vivió en África y sus descubrimientos, os hablaré en la segunda parte de éste relato de un hombre en busca de un mito, las Minas del Rey Salomón y el Reino de Saba. 

Enlace con la  segunda  parte de "Karl Mauch y las Minas del rey Salomón"
http://chrismielost.blogspot.com.es/2015/06/grandes-exploradores-karl-mauch-y-las_28.html

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