Hace apenas una semana estábamos celebrando el Día Internacional de la Mujer, ese día en el que en nuestras sociedades civilizadas aprovechamos para felicitar a las mujeres y nos congratulamos de los pasos adelante que se han dado en el camino hacia la igualdad y el respeto de los derechos de las mujeres, y también hacemos votos para seguir por ese camino de progreso del que afirmamos que aunque todavía queda por recorrer la meta se halla ya muy cerca. Quizás estas afirmaciones sean validas para países como España u otras naciones de la Unión Europea , Estados Unidos y lo que llamamos mundo desarrollado. Pero nuestra situación de bienestar, esta burbuja en la que vivimos y que nos separa de la realidad que se vive en otras partes del mundo,nuestras propias preocupaciones cotidianas ,nos ofrecen una visión distorsionada de lo que es la realidad del día a día para millones de seres humanos y, en especial , para los más débiles, las mujeres y los niños.
Muchas veces he gritado desde el Mentidero para despertar a esta sociedad dormida en la que vivimos, donde día a día damos pasos atrás en la defensa de los derechos sociales para cuya conquista tanto tuvieron que luchar nuestros padres y nuestros abuelos mientras nosotros dejamos que nos los arrebaten sin mover un sólo dedo y agachando la cabeza.Es la indiferencia que se ha apoderado de nuestra sociedad, como un virus que nos impide reaccionar, ahítos de información, de estímulos que no provocan ninguna respuesta.
De vez en cuando nos conmovemos cuando la televisión nos ofrece un reportaje sobre , por ejemplo, las violaciones de niñas en Nicaragua, la explotación de niños en las factorías de grandes multinacionales en la India o en Bangladesh o el sometimiento de la mujer en ciertos países musulmanes como Afghanistán . Si, nos impresiona por un instante su sufrimiento pero con rapidez su imagen es sustituida por otra noticia que la borra de nuestras mentes y la lleva a ese rincón donde guardamos las cosas desagradables para que no nos importunen. "Bastante dura es la vida y suficientes problemas tengo para amargarme más" pensamos y tratamos de tranquilizarnos a nosotros mismos diciendo "yo no puedo hacer nada, hay tantas cosas que van mal en el mundo"
Entre las muchas situaciones indignantes que tienen que sufrir los más debiles y que casi permanecen ignoradas en nuestra sociedad se encuentra las más de 14.000 niñas violadas en Nicaragua durante la última década, la mayoría de ellas dentro de sus propias familias y forzadas luego a abortar cuando quedan embarazadas. Sólo en el año 2009 17 de ellas murieron por complicaciones en el parto o en el aborto |
Es verdad que en el mundo hay demasiadas injusticias, demasiadas desgracias y sufrimientos para que una sola persona pueda hacer algo por remediarlas , no hay más que poner la televisión para ver estos días el dolor de centenares de miles de personas en Japón, pero hay una frase de Teresa de Calcuta que creo haber usado en otras ocasiones pero que pienso es el mejor lema que debe guiar nuestros pasos por la vida , decía la religiosa albanesa "A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota".
Mi forma de aportar mi gota a ese mar es escribir artículos en los que dar a conocer a quién me lea algunas de estas situaciones, para no quedarme sólo en un artículo sobre el Día de la Mujer y olvidarme hasta el año siguiente. La historia sobre la que hoy escribo me ha llegado a través de varios reportajes leídos en "Periodismo Humano", una de las muchas fuentes a través de las cuales podemos conocer el sufrimiento y la injusticia que sufren otros seres humanos, iguales que nosotros pero que han tenido la mala fortuna de nacer en sociedades donde las palabras derechos, igualdad, respeto, libertad o dignidad no tienen el mismo sentido que el nuestro.
Las mujeres protagonistas de esta historia proceden de Eritrea, un pequeño país de 121.000 kilómetros cuadrados y una población de unos 4.600.000 habitantes , situado en lo que se conoce como el Cuerno de África , fronterizo con Etiopía, Sudan y Yibuti. Esta región del mundo había pertenecido a varios reinos africanos durante su historia , en especial al Imperio Etíope, hasta que en 1890 fue ocupada por los italianos quienes la convirtieron en la Colonia de Eritrea hasta la II Guerra Mundial , cuando fue ocupada por los británicos en 1941. En 1952 se federó con Etiopía, pero diez años después, en 1962 Etiopía la convirtió en provincia, iniciándose a partir de entonces un movimiento de resistencia contra el dominio etíope encabezado por el Frente Popular para la Liberación de Eritrea, que desembocó en una guerra abierta en 1983 y culminaría con la independencia de Eritrea en 1993.
Mapa con la situación de Eritrea. Desde este pequeño y empobrecido país, en conflicto permanente con Etiopía , a la que perteneció hasta su independencia en 1993, miles de eritreos, a los que luego se le unen por el camino sudaneses y egipcios , se encaminan hacia la frontera con Israel en busca de una vida mejor . En los últimos años su número se ha multiplicado en un 300% e Israel está levantando un muro para evitar su entrada |
Pero eso no hizo que se detuvieran los conflictos y , como suele suceder con esas guerras silenciosas que se desarrollan en África ante la indiferencia general, desde entonces ha tenido enfrentamientos con Etiopía y con Yemen y su población vive en constante temor de ser víctima de las continuas escaramuzas militares, que se unen a un territorio con un clima muy duro que va desde la costa del Mar Rojo donde se pueden alcanzar temperaturas de más de 50 grados hasta el Macizo Etíope al norte con alturas que superan los 2800 metros, climas extremos y malos para la agricultura . Es una zona endémica de malaria y tuberculosis , con una tasa alta de mortalidad entre los recién nacidos por infecciones ya que menos de un 30% de estos partos son atendidos por personal sanitario.
Las duras condiciones de vida , el miedo a las continuas acciones militares de las zonas fronterizas y el deseo de buscar una existencia mejor llevan a muchos eritreos a iniciar un largo camino que les lleve desde las llanuras costeras de Eritrea y Sudan hasta Egipto y desde allí hasta su nueva tierra prometida, Israel. En esta peregrinación se van uniendo por el camino sudaneses y egipcios que tratarán de atravesar las fronteras del estado hebreo. El éxodo se ha ido incrementando en los últimos años , 35.000 personas lo han intentado desde el 2005 , 10.000 de ellos sólo el año pasado.
Según la Organización Egipcia de los Derechos Humanos de estos 10.000 inmigrantes sólo 500 serán acogidos por Israel y el resto serán llevados a Centros de Internamiento para inmigrantes hasta su expulsión. En estos momentos, debido a la avalancha de inmigrantes, Israel está construyendo uno nuevo en el desierto del Neguev y las autoridades judías afirman que han tomado como modelo los centros de internamiento en España. En breve le dedicaré un artículo a nuestros centros de internamiento, que son más prisiones donde se les retiene hasta su expulsión, como si se trataran de delincuentes. Para evitar que sigan llegando nuevas oleadas de inmigrantes Israel está construyendo un muro de más de 140 kilómetros de longitud a lo largo de la frontera con Egipto , cuyo coste aproximado está calculado en 370 millones de dólares. Parece que el dinero nunca es un problema cuando se trata de aislarnos de los pobres que quieren robarnos nuestras riquezas y perturbar nuestra comodidad ¿no?
Imagen del muro que Israel está construyendo en la frontera con Egipto para impedir la entrada de los inmigrantes africanos. Cubre una extensión de 260 kilómetros, aunque el muro en sí tendrá 140 kilómetros pues el resto son zonas inaccesibles por su geografía. Queremos poner freno a la pobreza con un muro, pero el problema no se soluciona convirtiendo a los países más ricos en fortalezas inexpugnables para los pobres, sino tratando de desarrollar a estas naciones. Aunque es cierto que las dificultades para lograr eso son máximas ,también por la propia actitud de los gobiernos de las naciones de origen |
El primer ministro israelí , Benjamín Netanyahu , justifica la construcción del muro con estas palabras "Mi deber es garantizar el carácter judío y democrático del país. Los inmigrantes causan a Israel un daño cultural, social y económico imponente y nos conducen al tercer mundo". Esperan que este muro esté terminado en el próximo año 2012. Pero mientras los inmigrantes siguen llegando en número creciente y , como siempre, hay quien convierte el sufrimiento y la angustia de esta gente en un negocio, en este caso son los beduinos. ¿Quienes son los beduinos? Seguro que muchos los identificamos con la imagen romántica de las películas norteamericanas, esos caballeros que atraviesan el desierto con sus caravanas y tienen un rígido código del honor. Y no es mentira, pero como todas las idealizaciones tiene una parte falsa, y no todos los beduinos son honrados y dignos.
La palabra beduino significa "morador del desierto" y aunque en un principio eran originarios de la Península Arábiga, con las conquistas del Islam se fueron extendiendo por Iraq, Siria, Jordania, Israel, Egipto, Túnez. Libia y Argelia. Algunos siguen siendo nómadas , mientras que otros ya se han establecido como agricultores, recibiendo el nombre de fellahin. Miembros de este pueblo son los encargados de llevar a los inmigrantes africanos eritreos, sudaneses y egipcios hasta Israel, y para ello les cobran entre 500 y 1000 dólares a cada uno, auténticas fortunas para estas personas que les entregan todos sus ahorros. Hasta aquí nada que nos resulte desconocido, en España estamos habituados a las pateras donde son amontonados como ganado decenas de emigrantes subsaharianos y , en muchas ocasiones, abandonados a su suerte en medio del mar después de haberles entregado toda su fortuna a quienes les ayudan a cruzar el Estrecho de Gibraltar.
Pero hay otro hecho que lo diferencia de forma más dramática. Según un organismo establecido en Tel Aviv llamado The Hotline for Migran Worders(HMW), encargado de asistir a los inmigrantes que llegan a Israel, durante el pasado año 2010 unas 5000 mujeres africanas, la mayoría procedentes de Eritrea y Sudan, fueron violadas durante su intento de llegar a Israel. De las mujeres atendidas por esta organización durante 2010, 84 abortaron y otras 1300 acudieron al ginecólogo para ser atendidas de desgarros vaginales, infecciones, abortos mal realizados y un estremecedor 77% debió ser tratadas en los servicios sanitarios de Israel de lesiones físicas "por golpes, ataduras, patadas, bofetadas, latigazos y quemaduras". Estas mujeres vivieron ,muchas de ellas durante meses, como esclavas sexuales por el simple hecho de no tener suficiente dinero para pagar las cantidades que les exigían los beduinos.
Una de las mujeres que habla con la autora del articulo de "Periodismo Humano", Carmen Rengel, es una sudanesa de apenas 21 años y que ya se encuentra en Israel, en un centro de inmigrantes de Saharonim. Como las demás inmigranes, fue en busca de una vida mejor y a través de un contacto que actuó como mediador, le prometió que la llevaría con los beduinos egipcios para que estos la ayudasen a cruzar la frontera con Israel y para ello tenía que pagar 2500 dólares. Así lo hizo, pero cuando ya estaba con los beduinos, estos la exigieron primero 2800 dólares , que era todo lo que tenía, y cuando había pagado esa cantidad la exigieron otros 7000 , dinero que ya no podía pagar. La forzaron a llamar a su familia para que reuniesen el dinero y ,mientras, permaneció cautiva. Así relata su cautiverio, lo que se convirtió en su día a día durante tres meses " Me golpeaban con mangueras y barras de hierro, me dejaban medio inconsciente y me violaban. A veces usaban esos palos para penetrarme. Eso ocurrió todos los días durante tres meses, y en ese tiempo me daban de comer una vez cada dos días, y siempre gachas de harina. Si algún beduino de otro campo venía y me violaba me daban más comida porque la pagaba el extraño"
Esa fue su vida durante tres meses y a continuación hubo un pequeño cambio porque la utilizaron para ir a buscar agua para el campamento y también se dedicaba a limpiar los excrementos de los otros presos como ella, hasta que cuando llevaba ya cinco meses en manos de los beduinos su familia pudo enviar el dinero y fue liberada. Después de tanto sufrimiento ahora es una ilegal en Israel que puede ser expulsada en cualquier momento. Pero no es este el único relato , hay muchos más, cada una de estas mujeres lleva en su corazón una historia de terror, de humillación, de violencia y dolor , como la de otra joven eritrea de 22 años.
A esta mujer los beduinos la amenazaron primero con extraerle el riñón si no pagaba lo que le exigían y cuenta en el artículo que "me pegaban con una barra de hierro en la espalda y las piernas mientras llamaban a mis familiares para que pagaran" En una sola noche la violaron cinco hombres y fue testigo de como otras tres compañeras que la acompañaban en su cautiverio fueron víctimas de violaciones masivas de hasta 20 hombres y al no reunir sus familias el dinero para pagar murieron descuartizadas a hachazos. Podría poner alguno más de los relatos que reune Carmen Rengel pero creo que con lo que ya habéis leido podéis haceros una idea del horror por el que tienen que pasar estas mujeres, nada menos que 5000 el año pasado , convertidas en esclavas sexuales en pleno siglo XXI y a las puertas del Mediterráneo, muy cerca de la civilizada Europa.
Una patrulla fronteriza de Israel vigila la llegada de una columna de inmigrantes africanos. Serán retenidos para su posterior expulsión. De los 10.000 que lograron entrar en 2010 sólo 500 podrán quedarse. Israel proyecta un nuevo centro de internamiento para inmigrantes en el desierto del Neguev inspirados en los españoles. Allí son tratados poco mas que como delincuentes |
Me es imposible ponerme en su lugar, empatizar con su situación para poder llegar a comprender todo el dolor que pueden albergar estas mujeres en sus corazones y la soledad con la que tienen que vivir sus días, en un país extraño y vistas como extranjeras que deben de ser expulsadas. Cuando lees y oyes la descripción de sus cautiverios, sólo puedes sentir impotencia y rabia ante la injusticia y la indignidad que tienen que sufrir estas personas indefensas, cuya única culpa es haber nacido en una nación pobre y tratar de vivir mejor como haríamos cualquiera de nosotros en su misma situación.No se de que puede servir que escriba estas lineas, supongo que en nada puede ayudar a su situación, pero al menos que su dolor no se pierda en el silencio y sirva para despertarnos de la indiferencia y la desidia que parece haberse adueñado de nuestro mundo.
Hay muchas batallas que librar, hay muchas causas por las que merece la pena luchar , desde estas mujeres que sufren en algún lugar del desierto hasta el inmigrante ilegal que deambula perdido por nuestras calles, o la mujer maltratada en la puerta de al lado. Tenemos que despertar, debemos recuperar las ganas de enfrentarnos a la injusticia, a la humillación y , sobre todo, debemos de luchar contra nuestra propia indiferencia en todos los aspectos de nuestra vida, desde la política y los derechos sociales hasta la defensa de los más elementales derechos humanos. Si, debemos luchar todos, aportar cada uno nuestro esfuerzo para tratar de que las palabras de Simone de Beauvoir se conviertan en realidad "cada niño que nace es un dios hecho hombre"
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