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martes, 1 de enero de 2013

LOS VIAJEROS DE ÍTACA

Este es el primer artículo del cuarto año de vida del Mentidero y a partir de mañana recuperaré los temas habituales que forman el espíritu con el que nació en el cercano pero al tiempo ya lejano 2010, pero permitidme que en el primer día del año abuse de vuestra paciencia y cuando aún la mayor parte del planeta está recuperándose de las celebraciones de la Nochevieja acuda a la poesía para mirar al futuro con la esperanza que a veces la realidad pretende hurtarnos. Porque en la poesía a veces encontramos respuestas a preguntas que ni siquiera habíamos formulado pero que, sin ser conscientes de ello, llevábamos en nuestro interior y al leer los versos del poema despiertan en nuestra mente , como si se tratara de un despertador del alma. Creo que eso es lo que quería decir el gran poeta mexicano Octavio Paz cuando escribía que "Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro." El poema parece que nos habla a nosotros pero en realidad encontramos en él un eco de nuestra propia voz pero con las palabras hermosas que nosotros no habríamos sabido unir de esa manera bella y misteriosa , porque es un misterio que las palabras puedan conmovernos, sacudirnos y transformarnos.

Otro gran poeta, el español Federico Garcia Lorca , definía a la poesía como "la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio" y de ese misterio brtoa como  una fuente la  belleza y la vida. Hay un poema que en este primer día del año quiero compartir con vosotros,porque es inevitable que los primero de enero los contemplemos como un comienzo, una nueva oportunidad, algo así como el inicio de un nuevo viaje en nuestras vidas, por más que, como escribía ayer, la única diferencia entre el treinta y uno de diciembre y el uno de enero sea la hoja del calendario y las pocas horas que transcurren entre uno y otro. Pero así es la mente humana, forjadora de ilusiones, sueños y esperanzas, y este poema en particular es de un poeta cuyos versos hablaban de la vejez, la muerte y el paso inexorable del tiempo. Porque sobre ello versaban los poemas de Konstantin Kavafis (1863-1933), un poeta griego que había nacido en la ciudad egipcia de Alejandría, la legendaria ciudad fundada en 331 a.C por Alejandro Magno (356-323 a.C) y sede de la malograda Biblioteca de Alejandría, aquel templo del conocimiento que la ambición política, las guerras y el fanatismo religioso habían reducido a cenizas muchos siglos antes, condenando al silencio eterno a grandes obras que ya nunca conoceremos, voces del pasado que no llegarán hasta nosotros.

Konstantin Kavafis encontraba en la palabra la luz que tal vez no encontraba en su vida cotidiana, una biografía que resumida nos puede parecer casi anodina, la de un gris funcionario del gobierno egipcio para el que trabajó durante treinta años de su vida, pero no siempre la vida se muestran en forma de acontecimientos extraordinarios sino en eso tan misterioso y hermoso que son las palabras. Durante años escribió en el anonimato pero hoy es considerado una de las figuras literarias más importantes del siglo XX, exponente de la evolución del griego moderno pero, lo más importante para nosotros que somos lectores, autor de versos tan bellos como el de su más célebre poema "Ítaca" que me ha inspirado este artículo para saludar al nuevo año y de versos tan hermosos en su aparente sencillez como este "Sombra y noche es el silencio; / día de luz, la palabra." Su palabra, como la de otros grandes poetas, son la luz que a muchos nos ilumina , animándonos a vivir la vida como una aventura magnífica (Imagen procedente de www.denstoredanske.dk )


Konstantin Kavafis era el menor de nueve hermanos del matrimonio formado por el comerciante griego Juan Kavafis y la hija de una familia noble de Constantinopla, Jariclea Fotiadis. Su padre fallece cuando el pequeño Konstantin tiene sólo siete años y la familia se traslada en ese año, 1870 , a Inglaterra, donde realizará sus estudios hasta 1878 cuando regresa a Alejandría para completarlos. Permanece en Egipto los siguientes cuatro años, pero en 1882 la situación política de Egipto se deteriora y la primera potencia mundial en aquel momento, el Reino Unido, ocupaba el país y lo ponía bajo protectorado británico. Huyendo de los disturbios que precedieron a la ocupación británica Kavafis se trasladó a Constantinopla, la actual Estambul y entonces capital del decadente Imperio Otomano. Regresaría a Alejandría en 1885 donde residiría permanentemente hasta su muerte en 1933, trabajando primero como periodista y después como funcionario del Ministerio Egipcio de Obras Públicas  egipcio durante tres décadas. Vivió con su madre hasta que ella falleció en 1899 y durante un tiempo convivió con sus hermanos para vivir el resto de su vida en soledad.No formaría una familia, pues Kavafis era homosexual y nunca lo ocultó en un tiempo donde la homosexualidad era un estigma social . Escribió versos durante años casi en el anonimato, y sólo su nombre comenzó a ser conocido cuando el escritor británico Edward Morgan Forster(1879-1970) le mencionó en su libro sobre Alejandría  titulada "Alejandría: historia y guía" publicada en 1923.

Diez años después fallecía Kavafis en la ciudad en la  que había pasado la mayor parte de su vida y fue entonces cuando su obra comenzó a ver la luz . Pero el poema que hoy quiero rescatar es , tal vez, el más conocido de su obra. Yo , por desgracia, no tengo una buena cultura poética, pero este poema, "Ítaca", me parece un hermoso canto a la aventura de la vida, a desafiar a los temores que nos impiden hacer tantas cosas de las que luego nos arrepentimos, no por haberlas hecho mal sino por no haberlas intentado. ¿Qué es Ítaca? Si hablamos de geografía, Ítaca es una isla griega de apenas noventa y seis kilómetros cuadrados de superficie , con unos tres mil habitantes y perteneciente al archipiélago de las islas Jónicas, frente a la costa de la Grecia continental. Pero si vamos a la historia y la literatura Ítaca es mucho más grande, es la patria del héroe de dos de los mayores poemas épicos de la Antigüedad, la "Ilíada" y la "Odisea" de Homero. En  esta última Homero relata las desventuras de Ulises u Odiseo, rey de Ítaca y héroe de la guerra de Troya , que durante diez años vaga por el Mediterráneo tratando de llegar a su hogar mientras los dioses le ponen toda clase de obstáculos que el héroe tiene que superar gracias a su ingenio y valor hasta que por fin logra alcanzar las costas de su amada Ítaca, se reencuentra con su hijo Telémaco y su esposa Penélope justo a tiempo de recuperarla a ella y al reino que los pretendientes de la reina, creyéndole muerto, trataban de arrebatarle.

Cuadro "Ulises y las sirenas" del pintor británico John William Waterhouse (1849-1917), donde el héroe de la guerra de Troya , atado a un mástil, desafía al seductor canto de las sirenas que buscan atraerla para su perdición, una más de las pruebas que Ulises u Odiseo, pues por ambos nombres le conocemos, tendrá que superar durante sus diez años de periplo por el mar en busca de su hogar. En el Canto IX de la Odisea Ulises, que es recibido en la corte del rey Alcínoo, instado a que relate las vicisitudes de su viaje, dice apesadumbrado "¿Cuál cosa relataré en primer término, cuál en último lugar, siendo tantos los infortunios que me enviaron los celestiales dioses?" Pero a pesar de los obstáculos Ulises nunca perderá de vista su destino, su amada patria Ítaca . Kavafis nos animará a que también nosotros busquemos nuestra Ítaca, aunque tal vez esta no se halle en el hogar donde nacimos, sino muy lejos, en tierras extrañas. Nunca sabemos donde podrá terminar el viaje, pero lo importante es emprenderlo igual que un peregrino inicia su peregrinación con un primer paso sin que sepa que es lo que encontrará a lo largo del camino. Es arriesgado, es una aventura pero sólo así hallaremos nuestra Ítaca  (Imagen procedente de http://www.nelmmezzodelcamin.es )

El título de la obra sería incorporado a nuestro lenguaje cotidiano y el Diccionario de la Lengua Española define hoy la odisea como un "Viaje largo, en el que abundan las aventuras adversas y favorables al viajero" y en una segunda acepción explica que se trata de una "Sucesión de peripecias, por lo general desagradables, que le ocurren a alguien.". Kavafis empleó esta imagen de Ítaca como la protagonista de su poema del mismo título "Ítaca" , una metáfora de la aventura de nuestro viaje por la vida donde  Kavafis nos anima a desafiar los peligros como Ulises hizo a lo largo de sus diez años de periplo por el mar, sin dejarse vencer por la melancolía y la desesperanza, arrostrando los peligros con los ojos puestos en su Ítaca. Kavafis nos cuenta que cada uno de nosotros tenemos nuestra Ítaca, nuestro reino lejano y perdido  y la vida consisten en zarpar de los puertos seguros en los que buscamos refugio para adentrarnos en el mar , aunque lo de menos sea llegar , porque lo esencial es el viaje, la peregrinación  y por eso nos aconseja "Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca  debes rogar que el viaje sea largo, lleno de peripecias, lleno de experiencias." y más adelante insiste en la necesidad de que viajemos sin prisas, viviendo nuestros días sin pensar en el puerto de destino mientras llegamos a otros en los que nunca pensábamos  estar "Debes rogar que el viaje sea largo,  que sean muchos los días de verano;  que te vean arribar con gozo, alegremente, a puertos que tú antes ignorabas."

Pero después de enfrentarnos a monstruos, temporales y dioses hostiles, a las dificultades que todos hallamos en nuestras vidas, tal vez no encontremos al llegar a nuestra Ítaca lo que nuestra imaginación esperaba hallar " No has de esperar - escribe Kavafis - que Ítaca te enriquezca " y añade "Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado." Pero en realidad , una vez más, lo importante no es el premio final , igual que en una peregrinación al final lo de menos es el lugar de peregrinación, porque la vida transcurre en ese viaje y nunca lo habríamos emprendido si no hubiéramos tenido una Ítaca por la que luchar en nuestros sueños . Por eso , escribe Kavafis "Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.  Sin ellas, jamás habrías partido; mas no tiene otra cosa que ofrecerte." Ítaca  son nuestros sueños, nuestras esperanzas , nuestras ilusiones, aquello que da contenido y argumento a nuestras vidas, que nos anima a superar los momentos difíciles, que nos sostiene cuando las fuerzas parecen abandonarnos, la que nos hace emprender aventuras , arriesgarnos. Tal vez la singladura no nos lleve al puerto que soñábamos pero el viaje siempre habrá merecido la pena  pues, como dice una frase atribuida a Abraham Lincoln, "Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años." Mañana ,después de este pequeño paréntesis, regresaré a los temas habituales del Mentidero pero quiero terminar este primer artículo del año, aún con el sueño velando la mirada, con los hermosos y esperanzadores versos de Kavafis y deseando que cada uno de nosotros nos convirtamos en Viajeros de Ítaca y nos arriesguemos a buscarla por muchos obstáculos que hallemos en el camino.Que los vientos nos sean propicios y lleven nuestras naves a puertos lejanos llenos de vida. Buena singladura, viajeros de Ítaca.

ÍTACA

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni la cólera del airado Posidón.


 Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo

Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.

Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.

Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.

Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.

Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino

No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.

Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.



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martes, 16 de noviembre de 2010

LA FUNDACIÓN MÍTICA DE MADRID :OCNO BIANOR

Si Atenas fue fundada por el príncipe Teseo, quién había dado muerte al Minotauro, y Roma por los gemelos Rómulo y Remo, quienes sobrevivieron gracias a recibir la leche de una loba, nuestra querida Madrid no iba a ser menos, y también tiene a un príncipe en su nacimiento. Este artículo es el primero de una serie de artículos que pretendo escribir sobre Madrid y su historia, para que todos conozcamos un poco más los misterios  de la hermosa ciudad en la que vivimos.

Pero, para conocer su historia debemos remontarnos muy atrás en el tiempo, al final de la guerra de Troya ,que había enfrentado a troyanos y aqueos hacia el siglo XII a.C. Una guerra mitológica donde los dioses y los héroes compartían el campo de batalla. Todos conocemos como,finalmente, los troyanos fueron derrotados gracias a la astucia de Ulises, que se escondió junto a sus hombres en el vientre de un inmenso caballo de madera que dejaron abandonado frente a las murallas de Troya, mientras los aqueos fingían una retirada. Los troyanos lo metieron dentro de sus murallas creyendo que era un presente de los dioses y se dedicaron a celebrar la victoria. Al amparo de la noche ,Ulises y sus hombres salieron del interior del caballo, abriendo las puertas de la ciudad para que entrasen los aqueos. Troya caía así  en manos de los aqueos y terminaba una guerra que había durado diez años, una guerra iniciada por una mujer, la bella Helena.



Recreación de la entrada del Caballo ideado por Ulises  en la ciudad de Troya ante unos ciudadanos que se dipsonen a festejar lo que creen que es la victoria sobre los aqueos (Imagen procedente de www.republica.com)  


Uno de los príncipes troyanos que logró huir se llamaba Bianor , y junto con su familia navegaron hasta las tierras que hoy conocemos con el nombre de Albania y allí se estableció. A su muerte, le sucedió su hijo Tiberis que tenía dos hijos, uno legítimo y otro bastardo fruto de su relación con una pastora llamada Manto.Manto le puso por nombre a su hijo Bianor, en recuerdo de su antepasado. Para que no hubiera problemas en la sucesión, el hijo legítimo de Tiberis  se quedó con el reino de su padre, mientras que Manto y su pequeño hijo Bianor fueron enviados al norte de la actual Italia , donde  fundaron la ciudad de Mantua, en honor de Manto.

Los años pasaron y cuando Bianor ya es adulto, su madre desea entregarle el reino. Bianor le dice entonces a su madre que ha tenido un sueño en el que Apolo, el dios de la profecía, le ha hablado para decirle que tiene que abandonar la ciudad y dirigirse hacia donde muere el sol o todos perecerán por una terrible epidemia. En un principio, Manto se ríe por la ingenuidad de su hijo, pero poco después mueren de una extraña enfermedad  algunas de las personas más importantes del reino. Convencida de la verdad de la visión del joven, Manto le deja partir pero le pide que adopte el nombre de Ocno Bianor(ocno significa "el que posee el don de ver el futuro a través de los sueños").

Después de un viaje de diez años hacia poniente, una vez más aparece el número diez como los años que Ulises anduvo errante en busca de Itaca,  Ocno Bianor tuvo un nuevo sueño en el que Apolo le anuncia que justo donde se encuentra en ese momento es donde tiene que fundar su nuevo reino, pero  también le avisa que si desea que su pueblo sea feliz y próspero deberá sacrificar su vida .

Ocno Bianor despierta del sueño y ,al mirar a su alrededor, descubre que está rodeado de un hermoso  paisaje con un río y bosques de encinas y madroños. También, entre las colinas, se ven aquí y allá pequeñas aldeas y hacia ellas se dirige. Habla con la gente que allí había (no me preguntéis como sabía su lengua si nunca había estado allí, los relatos míticos hay que aceptarlos como son pues con la magia todo es posible) y así se enteró que ellos se daban el nombre de Carpetanos, que significa "los sin ciudad". Habían venido de oriente y construyeron ciudades en la costa, para perderlas a manos de otros pueblos y por ello habían buscado refugio en el interior.Sin embargo, sus sacerdotes les prohibieron fundar más ciudades hasta no recibir una señal de los dioses.

Antes de seguir os hago sólo un inciso. Los carpetanos existieron realmente y eran un pueblo celta que habitaba la zona comprendida entre la sierra del Guadarrama y el curso del río Tajo.

Volviendo con Ocno Bianor, les dijo a los carpetanos que él era la señal enviada por los dioses, pues el mismo Apolo le había ordenado fundar allí  una nueva ciudad. En un principio sus palabras fueron acogidas con recelo, pues pensaban que lo que quería era gobernarles, pero entonces Ocno les desveló que tendría que sacrificar su vida a cambio de la prosperidad de la ciudad y al ver su valor y generosidad terminaron por aceptar su palabra.

Tiempo después, la ciudad fue construida pero nació una disputa cuando tuvieron que consagrarla, ya que los ancianos que habían hablado con Ocno Bianor pretendían consagrarla a Apolo, el dios que había ordenado la fundación , mientras que otros carpetanos querían consagrarla al culto de toros y verracos que formaba parte de su cultura (podéis encontrar muestras de este culto en los célebres Toros de Guisando , cerca de la población abulense de El Tiemblo , que además es célebre porque fue donde se firmó el Tratado de los Toros de Guisando donde el rey Enrique IV de Castilla concedía a la futura Isabel la Católica el título de princesa de Asturias y, por lo tanto, heredera al trono de Castilla).

Los Toros de Guisando donde fue sellado el tratado que lleva su nombre entre el rey Enrique IV de Castilla y su hermanastra Isabel de Castilla (Imagen procedente de destinocastillayleon.es)



Ocno Bianor tuvo un nuevo sueño, con sueños como los suyos mejor no tener pesadillas,  en el que le habló Apolo diciéndole que la ciudad tenía que ser consagrada a la diosa de la tierra, Metragirta o Cibeles, que además era también diosa de la vida, la muerte y la resurrección, pero además le anuncia que ha llegado el momento de entregar su vida en sacrificio.Ocno reune al consejo de ancianos de los carpetanos y les comunica que debe ser enterrado vivo en un pozo y con su muerte terminaría toda discordia entre ellos y la ciudad sería prospera bajo la protección de los dioses.

Los carpetanos cumplieron la voluntad de Ocno Bianor, lo enterraron vivo e hicieron guardia junto a su tumba hasta que, una noche, se desató una gran tormenta y una enorme nube descendió desde las cumbres del Guadarrama,  y entre las nubes se podía adivinar la forma de un carro y una mujer que lo guiaba. Se detuvo sobre la tumba de Ocno Bianor y lo llevó a los cielos (relato que recuerda otras ascensiones a los cielos como la del profeta Elías en el Antiguo Testamento ,quién subió en un carro de fuego)

La ciudad recibiría el nombre de la diosa a la que fue consagrada, Metragirta, que posteriormente fue evolucionando como  Maiorito, Magerito, Magareto, Mayorito, Maieritum, Mageritum, Magerit, Madrit y ,finalmente, Madrid.


La diosa Cibeles o Metragirta , en su representación en la fuente que lleva su nombre en Madrid, la ciudad que, según cuenta la leyenda, fue consagrada a la diosa (Imagen procedente de platea.pntic.mec.es ) 



Hasta aquí el mito de la fundación de Madrid. Si nos remitimos a lo que nos cuenta la historia, los primeros indicios de la existencia de un núcleo habitado se remontan al gobierno del emir Muhammad I en la segunda mitad del siglo IX. El emir construyó una fortaleza para vigilar los pasos de la sierra del Guadarrama  y junto a ella se construyó un pequeño pueblo que daría origen a Madrid.Pero esa es ya otra historia  

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