domingo, 25 de diciembre de 2016

SUGIHARA, UNA HISTORIA DE BONDAD Y FELIZ NAVIDAD PARA TODOS

A pesar de la progresiva comercialización y banalización de la Navidad  todavía hoy seguimos asociándola a las reuniones familiares, a la ilusión de los niños, a un afloramiento de los buenos sentimientos que en otras épocas del año permanecen ocultos. Las personas , incluso aunque sean desconocidas y no tengan creencias religiosas, se desean unas a otras  una Feliz Navidad y por un tiempo, aunque cada vez más efímero, la sonrisa parece acompañar nuestros saludos y conversaciones. Pero poco a poco este sentido de la Navidad se va desvaneciendo , quedando reducida a un pretexto para comer más de lo habitual , gastar más dinero del que deberíamos y enviar miles de mensajes de felicitación impersonales donde falta lo más importante, el calor humano. Decimos "ojalá el espíritu navideño perdurara durante todo el año" pero incluso el espíritu navideño se está perdiendo en esas dos semanas que van de Nochebuena al Día de  Reyes. Es cierto que a medida que las creencias religiosas, al menos en buena parte de Europa, son cada vez más tibias, la Navidad pierde la connotación espiritual  que le daba su sentido esencial, pero creo que si dejamos que la Navidad vaya desvaneciéndose estaremos perdiendo algo importante, una ocasión de reivindicar la bondad, una palabra que cada vez utilizamos menos. En mi infancia los cuentos, los villancicos, las películas navideñas te hablaban sobre todo de bondad, esa hermosa palabra que nuestro Diccionario de la Lengua define como la "Natural inclinación a hacer el bien". Pero ¿qué significa "hacer el bien"?  Tendría que ser un filósofo para dar respuesta a esa pregunta y , por desgracia, no tengo esa condición y sólo puedo responder desde mi percepción de la realidad. Para mi hacer el bien es , sobre todo, olvidarte por un momento de ti mismo, de tus  propios intereses, de los egoísmos y preocupaciones personales que todos tenemos, para darte a lo demás. Creo que es el sentido que le daba el poeta libanés Khalil Gibrán (1883-1931) cuando escribía que "das poco cuando das tus posesiones. Es cuando das de ti mismo cuando realmente das"






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Imagen de la primera edición del "Cuento de Navidad" escrito por Charles Dickens(1812-1870) y publicado por primera vez el 19 de diciembre de 1843. Al comienzo del cuento su protagonista, el viejo Ebenezer Scrooge ,es un hombre de negocios amargado  que odia la Navidad y que parece no albergar ningún sentimiento en su frío corazón. Cuando su sobrino le desea una Feliz Navidad, Scrooge replica.
"¡Feliz Navidad! ¡Basta ya de Feliz Navidad!¿Qué son las  navidades sino una época de pagar  facturas sin disponer de dinero, una época para verse un año más viejo y ni una hora más rico, una época para hacer balance de cuentas y descubrir que todas y cada una de las entradas de los libros  de los doce meses anteriores son negativas? Si pudiera imponer mi voluntad, todos esos idiotas que van por ahí con el "¡Feliz Navidad!" en la boca acabarían  en una cazuela y después enterrados  con una estaca de acebo clavada en el corazón. ¡Así acabarían!" Muy diferente será el Scrooge que encontraremos al final del cuento, como veremos también a la conclusión de éste artículo
(Imagen procedente de https://es.wikipedia.org/ )







Ese darse a sí mismo , de entregarte a los demás, es , al menos para mí, lo que significa la bondad , hacer el bien.  En el célebre  "Cuento de Navidad"  del escritor inglés Charles Dickens (1812-1870), convertido hoy en la que es tal vez la obra literaria más emblemática de la Navidad, nos encontramos con la figura del avaro y amargado Ebenezer Scrooge , cuyo corazón parece de piedra y es incapaz de hacer nada por los demás, viviendo sólo para él mismo . Es entonces cuando en la noche de Nochebuena recibe la mágica visita de los fantasmas de las navidades pasadas, presentes y futuras que le van mostrando como era en su infancia, en lo que se ha convertido y lo que le espera si no hace nada por cambiar su actitud ante la vida. Y entonces se produce la transformación de Ebenezer, descubre que todo ese tiempo en el que no dio nada a los demás lo que hizo fue perderlo todo . Pero como decía el filósofo español Julián Marías (1914-2005)  mientras el ser humano tiene vida siempre existe la posibilidad de rectificación, de cambiar nuestra trayectoria vital , de experimentar un renacimiento .Y así es como se siente Scrooge, ha renacido y al despertar en la mañana de Navidad después de la visita de los fantasmas , exclama " No sé que día del mes es hoy. No sé cuánto tiempo  he estado entre los Espíritus. No sé nada . Soy como un bebé. No importa. No me importa. Prefiero ser un bebé" Es un hombre nuevo, el peso del pasado se desvanece  y lo que se dibuja ante sus ojos es un nuevo horizonte para  emprender un nuevo camino.  Y Scrooge sale a la calle y comienza a darse a los demás, sintiendo como le invade una alegría desconocida, la que proporciona la bondad tal y como  afirmaba el filósofo francés  René Descartes (1596-1650) cuando escribía que "el bien que hemos hecho nos da una satisfacción interior , que es la más dulce de todas las pasiones" Scrooge hace algo que hacía mucho tiempo que no practica, ríe, baila , se siente vivo y , como escribe Dickens al final del cuento  "su propio corazón se reía". Pero eso, diréis, es un cuento de Navidad, un relato surgido de la imaginación y, por lo tanto, ficticio,  pero la vida está llena de cuentos de Navidad, aunque no sucedan en esas fechas del año, de ejemplos de bondad , de personas que se dieron a los demás llegando a arriesgarlo todo en su empeño . Y es una de esas historias de bondad reales la que os quiero contar en este día de Navidad del año 2016.. 






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Fotografía de un joven Chiune Sugihara en el tiempo en que ya ´estaba destinado en labores diplomáticas en la ciudad de Harbin , en Manchuria, entonces todavía bajo soberanía China hasta la invasión japonesa de 1931. Su padre era médico y quería que su hijo siguiera sus pasos , pero  Chiune se negaba pues quería cursar filología inglesa. Mostrando la determinación de carácter que tanto iba a necesitar en el futuro,  en los exámenes de ingreso  para estudiar Medicina se limitó a poner su nombre dejando las hojas del examen en blanco. Finalmente logró salirse con la suya y pudo iniciar sus estudios de filología inglesa en la Universidad de Waseda en 1918
(Imagen procedente de http://www.chiune-sugihara.jp/en/aboutchiune/index.html






Conocí su historia  leyendo el libro "Cien historias secretas de la Segunda Guerra Mundial"   del periodista e historiador español Jesús Hernández (1963)  y para contaros su historia tenemos que viajar  al día de Año Nuevo de 1900. Fue ese día cuando nació  en  Kozuchi, hoy rebautizada como Mino, en la región de Chubu, situada en la principal isla  de Japón, Honshu, un niño llamado Chiune Sugihara (1900-1986). Era el segundo hijo de los seis hijos, cinco varones y una mujer, que tendría el matrimonio entre Yoshimi Sugihara , médico de profesión, y de Yatsu Sugihara. Aunque su padre  quería que su hijo cursara la carrera de Medicina ,  el joven Chiune ya demostró la firmeza de carácter de la que daría buena muestra de adulto, rechazando las exigencias paternas y escogiendo estudiar filología inglesa a partir de 1918 en la Universidad de Waseda. Un año más tarde lo encontramos realizando con éxito el examen de ingreso en el Ministerio de Asuntos Exteriores y es enviado a China , a la localidad de Harbin, en Manchuria, una región situada en el noreste de China. En esos años , además de inglés, aprenderá también alemán y ruso, una lengua esta última que llegará a dominar hasta el extremo de que le facilitará especializarse en temas relacionados con la Unión Soviética. Es una época tensa en esa región del mundo. Tras la victoria de Japón en la Guerra Ruso-Japonesa que se había librado entre 1904 y 1905 , se detuvo la expansión rusa en Oriente, mientras que el Imperio Japones se convertía en una gran potencia en la región. En 1910 invadiría Corea y veintiún años más tarde,  en 1931, Japón emprende la conquista de Manchuria,  , creando un nuevo estado títere dependiente de Japón al que dan el nombre de Manchukuo , situando al frente de su gobierno  al antiguo emperador chino, Pu Yi (1906-1967), que había sido destronado en 1912 y que no será más que una marioneta en manos de los japoneses. Sugihara , gracias a la confianza que había sabido ganarse de sus superiores , es nombrado viceministro de Asuntos Exteriores de Manchukuo . Según algunas fuentes, aunque no he podido confirmar estos datos, Sugihara se habría  interesado tanto por la cultura rusa que incluso se convirtió a la religión ortodoxa , adoptó el nuevo nombre de Pavlo Sergeivich Sugihara y contrajo matrimonio con una mujer rusa, Klaudia Semionovna Apollonova





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En este mapa podemos ver la situación de Asia  durante la primera mitad de la década de 1930, cuando Japón se convierte en la gran potencia de la región . En color naranja vemos los dominios del Imperio del Japón en 1930 , que incluían la isla de Formosa (actual Taiwan) la península de Corea que había invadido en 1910. En 1931 procederá a la invasión de Manchuria. En el mapa podéis ver la situación de la ciudad de Harbin, donde estaba destinado como diplomático Sugihara . La Manchuria ocupada por los japoneses se convertiría en un estado independiente llamado Manchukuo y gobernado por el antiguo emperador de China, Pu Yi (1906-1967), aunque en realidad no era más que un estado títere pues estaba subordinado a Japón. Hasta 1935  Sugihara desempeñaría labores de viceministro de Asuntos Exteriores del nuevo estado, pero  estando en desacuerdo con los malos tratos que recibía la población china por parte de las fuerzas japonesas decidió dimitir y regresar a Japón  
(Imagen procedente de http://www.lahistoriaconmapas.com/)






Parecía que su carrera política y diplomática ya estaba bien encauzada pero la integridad moral de Sugihara le conducirá a dimitir en 1935 después de denunciar los malos tratos que estaba recibiendo la población china bajo el dominio japonés. Regresa a Japón  aunque  antes se habría divorciado  de Klaudia, casándose por segunda vez en Japón con Yukiko Sugihara (1913-2008). Será en marzo de 1939 cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón envía a nuestro hombre a la que entonces era la capital de Lituania, Kaunas , para que se encargara de abrir un consulado japonés  en la ciudad, aunque probablemente llevaba también instrucciones de informar de la situación en la región, y , principalmente , de los movimientos del Ejército Rojo de la Unión Soviética y de la Wehrmacht alemana   En los meses siguientes los acontecimientos se precipitan. La Alemania de Adolf Hitler (1889-1945) y la Unión Soviética gobernada por Josef Stalin (1878-1953), firman el 23 de agosto de 1939   el Tratado de No Agresión entre Alemania y la Unión Soviética , más conocido por el nombre de los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países que lo rubricaron con sus firmas, Joachim von Ribbentrop (1893-1946) por Alemania y Viacheslav Mijáilovich Molotov (1890-1986) por la Unión Soviética,   como Pacto Ribbentrop-Mólotov. Ocho días después, el 1 de septiembre de 1939 Alemania emprendía la invasión de Polonia  y daba comienzo la Segunda Guerra Mundial.  En aquel momento vivían en Polonia cerca de tres millones y medio de judíos , y muchos de ellos  comenzaron un éxodo  para huir del avance alemán.. Lituania sería uno de los lugares escogidos para hallar un primer refugio. Según nos cuenta Jesús Hernández a su llegada a Lituania "los refugiados  explicaban que estaban siendo asesinados en masa, pero los judíos de Lituania pensaban que se trataba de exageraciones. " En Lituania residían en aquel momento unos 210.000 judíos  que vivían en el país en paz y disfrutando de una relativa prosperidad.  Pero todo estaba a punto de cambiar. 






En estos dos mapas podemos ver a la izquierda el reparto que hicieron soviéticos y alemanes en virtud  del Pacto Ribbentrop-Mólotov por el que a la Unión Soviética le correspondería la mitad de Polonia y las Repúblicas Bálticas de Letonia y Estonia  además de Finlandia , mientras que  Lituania quedaba dentro de la influencia alemana. Sin embargo , esta planificación sufrió algunos cambios y finalmente Lituania sería anexada por la Unión Soviética el 15 de junio de 1940, aunque  un año más tarde, el 22 de junio de 1941, serían los alemanes los que ocuparon Lituania en el primer día de la Operación Barbarroja que tenía como objetivo la invasión de la Unión Soviética rompiendo el Tratado de no agresión firmado el 23 de agosto de 1939 entre ambas potencias. Y fue tras la invasión alemana cuando comenzó el holocausto judío en Lituania que acabaría con la vida de alrededor de 195.000 de los 210.000 judíos que residían establemente allí a lo que habría que sumar los que murieron  entre los judíos que habían huido de Polonia en septiembre de 1939 tras la invasión alemana. del país
(Imagen procedente de https://es.wikipedia.org )




Fotografía del consulado de Japón en Kaunas. Todas las fotografías que estoy poniendo de Sugihara proceden de la página dedicada  a él que podéis consultar en este enlace: http://www.chiune-sugihara.jp/  Sugihara había sido enviado en 1939  a Kaunas, que entonces era la capital de Lituania, para abrir el primer consulado japonés en el país además de informar sobre los movimientos  de soviéticos y alemanes pero en menos de un año se convertiría en el único embajador extranjero en Lituania junto al cónsul holandés, después de que tras la invasión soviética todos los demás embajadores fueran obligados a marcharse en julio de 1940. Sugihara se resistió a abandonar el consulado hasta que no tuvo más remedio a primeros de septiembre de aquel año
(Imagen procedente de http://www.chiune-sugihara.jp/)







El 15 de junio de 1940 Lituania era ocupada por la Unión Soviética. Lo que ahora nos interesa es la situación de los judíos en Lituania. Escribe Jesús Hernández que las autoridades soviéticas " permitirían a los judíos  polacos (los que habían huido de Polonia después de la invasión alemana) emigrar fuera de Lituania  a través de la Unión Soviética" , pero sólo si podían obtener visados de tránsito que les permitieran atravesar los países por los que tuvieran que pasar hasta llegar al lugar de destino pero había dos problemas muy difíciles de resolver. Primero había que hallar un territorio seguro  y  en segundo lugar debían obtener un visado para entrar en ese territorio seguro. Las cosas se complican más todavía cuando en julio de 1940 los soviéticos ordenan a las embajadas extranjeras en Kaunas que abandonen Lituania, una orden que fue cumplida de forma casi inmediata por todas las delegaciones excepto dos, la de Japón, con Sugihara al frente, y la de Holanda, dirigida por el diplomático holandés Jan Zwartendijk (1896-1976). Ellos eran los únicos diplomáticos que quedaban en Kaunas en el verano de 1940 y representaban por ello la última esperanza para los judíos que estaban en Lituania pues sólo ellos podrían extenderles  visados para salir de Lituania, atravesar la Unión Soviética y buscar otro refugio pero ¿dónde? Vuelvo a las palabras de Jesús Hernández que  nos explica que los judíos encontraron por fin un lugar al que podrían dirigirse , y eran dos colonias holandesas en el Caribe, la Guayana Holandesa, a la que hoy conocemos con el nombre de Surinam,  y el archipiélago de Curaçao. El embajador holandés Zwartendijk  "les comunicó -escribe Jesús Hernández - que  había obtenido una autorización  para sellar sus pasaportes con los permisos de entrada a esas colonias holandesas" Pero, por desgracia para los judíos aquella salida no era suficiente. o. Necesitaban otras alternativas  y la última posibilidad lo representaba el consulado japonés  






Fotografía del hombre de negocios y diplomático holandés Jan Zwartendijk (1896-1976). Era director de la empresa holandesa Philips en su delegación en Lituania desempeñando al mismo tiempo tareas de cónsul holandés en el país,  cuando estalló la Segunda Guerra Mundial . Contando con el permiso del gobierno holandés y de su superior, el cónsul holandés en Letonia, Jan Zwartendijk comenzó a sellar visados  para entrar en las colonias holandesas en el Caribe de la Guayana Holandesa y el archipiélago de las Curaçao   para los judíos que querían abandonar Lituania después de la invasión soviética del 15 de junio de 1940 . Extendió más de 2400 visados a estas colonias holandesas antes de que el 3 de agosto de 1940 las autoridades soviéticas obligaran al cierre del consulado holandés  teniendo que regresar a los Países Bajos. A lo largo de su vida nunca haría mención de su labor en Kaunas y todos los homenajes que recibió lo fueron de manera póstuma, entre ellos su condición de Justo entre las Naciones otorgado por el gobierno de Israel en 1997, la distinción que Israel otorga a todos los no judíos que prestaron su ayuda al pueblo judío durante el Holocausto
(Imagen procedente de https://en.wikipedia.org)





Uno de los visados firmados por Jan Zwartendijk  que lleva la fecha del 31 de julio de 1940. Gracias a documentos como éste miles de judíos pudieron escapar de Lituania que un año más tarde sería ocupada por la Alemania nazi iniciándose el Holocausto que casi produjo el exterminio de la población judía de ésta república báltica.   Aunque los visados firmados fueron alrededor de 2400 serían muchos más los beneficiados ya que con cada visado podía viajar una familia entera.
(Imagen procedente de By Huddyhuddy - Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=38427206 )






Y aquí entra de nuevo en escena Sugihara.  Los judíos también habían tratado de lograr visados para entrar en Japón , pero el gobierno japonés prohibió hasta en tres ocasiones a Sugihara que extendiera visados de residencia en Japón  autorizando que fueran concedidos sólo a aquellos que tuvieran todos sus documentos de inmigración y dispusieran de los fondos necesarios para mantenerse en Japón, condiciones que no cumplían casi ninguna de las miles de personas desesperadas  que se agolpaban ante las puertas de la embajada como su última oportunidad, no ya de huir sino de sobrevivir. Sugihara veía cada mañana al despertarse a esa multitud  esperando algo que su gobierno le prohibía. ¿Desafiaría las instrucciones de su gobierno para salvar a  todos los que pudiera de entre aquella multitud? Es muy sencillo decir lo que es bueno hacer, , mucho más difícil es llevarlo a cabo. Desafiar las instrucciones de sus superiores  significaba, como nos explica Jesús Hernández, "que podría ser despedido y deshonrado , y probablemente nunca más trabajaría para el gobierno " Incluso esa mancha en su expediente podía significar una especie de muerte civil y que no volviera a encontrar trabajo. Podemos imaginar a Sugihara observando por las ventanas de la delegación nipona a la gente en el exterior, el miedo y la desesperación en sus miradas, y luego darse la vuelta para contemplar a su esposa y a los tres hijos que tenía el matrimonio, en 1949 nacería el cuarto . Era una lucha entre sus sentimientos, la necesidad de obedecer a su conciencia que le impelía a ayudar a aquella gente, o el temor a lo que le pudiera suceder a él , y sobre todo a su familia, si desobedecía las órdenes. El filósofo griego Pitágoras (hacia 569- hacia 475 a.C) escribió que  "Los males de los hombres son fruto de su elección,  y que la fuente del bien la buscan lejos, cuando la llevan dentro de su corazón"  Sugihara encontró la fuente del bien en su corazón y tomó la decisión que iba en contra de su seguridad pero a favor de su conciencia. De acuerdo  con su esposa y desobedeciendo a sus superiores, a partir del 31 de julio de 1940 comenzó a firmar visados de tránsito para Japón









Fotografía donde vemos a la multitud de judíos que se agolpaban junto a la verja de entrada del consulado japonés en Kaunas.  En 1985 Israel concedió a Sugihara el título de Justo entre las Naciones y cuando ese mismo año le preguntaron las razones por las que decidió actuar de ese modo y no inhibirse como hicieron el resto de cónsules , respondió:
"¿Quiere conocer mi motivación? Es el tipo de sentimientos que cualquiera tendría cuando ve a un refugiado cara a cara, implorando con lágrimas en los ojos.  Sencillamente no puedes dejar de simpatizar con ellos. Entre los refugiados había ancianos y mujeres.  Estaban tan desesperados que llegaron al extremo de besar mis zapatos. Si, fui testigo de esas escenas con mis propios ojos. Además, me di cuenta que el gobierno japonés no tenía ninguna idea  clara en Tokyo. Algunos líderes militares japoneses sólo tenían miedo a la presión de los nazis, mientras que otros funcionarios del Ministerio del Interior   tenían simplemente ideas ambivalentes. Así que me hice a la idea de no recibir una respuesta de ellos. Sabía que alguien seguramente se quejaría de mi en el futuro. Sin embargo, pensé que esto es lo que había que hacer.No hay nada malo en salvar la vida de muchas personas. Es el espíritu de la humanidad, la filantropía, la vecindad y amistad... Con éste espíritu me aventuré a hacer lo que hice, afrontando una situación muy difícil y, por esa razón, seguí adelante con valor redoblado "
(Imagen procedente de http://www.chiune-sugihara.jp/en/aboutchiune/photog_02_004.html)






"Desde el 31 de julio - nos cuenta Jesús Hernández - hasta el 28 de agosto de 1940  Sugihara y su mujer Yukiko  pasaron interminables horas  escribiendo y firmando visados a mano. Confeccionaron más de trescientos visados  por día, cantidad que normalmente significaba todo un mes de trabajo en un consulado"  No paraban ni para comer, trabajando en agotadoras jornadas de hasta veinte horas,  porque sabían que cada minuto podía significar la vida de una persona y que el tiempo se agotaba porque las autoridades soviéticas no permitirían que el consulado japonés siguiera abierto mucho tiempo más. Finalmente la orden de abandonar el consulado llegó y tuvo que marcharse, bien el 2 de septiembre o bien el 4 , pues en esto difieren las fuentes (según Jesús Hernández fue el 1 de septiembre)  Según testigos de su marcha, estuvo escribiendo y sellando visados incluso cuando ya estaba a bordo del tren que le llevaba con destino a Berlín  arrojando los visados por la ventanilla a la multitud que rodeaba el tren. E incluso  entonces  "cuando el tren dejó la estación , le entregó su sello oficial a un refugiado con un paquete de hojas en blanco con su firma, quien así podría seguir sellando visados para salvar a otros judíos"  Gracias a  aquellos visados  en los meses siguientes una cantidad  de entre seis mil y diez mil judíos pudieron abandonar Lituania y dirigirse hacia el este , marchando primero en el tren hasta Moscú y luego subiendo al Transiberiano que cruza toda Siberia hasta llegar al puerto de Vladivostok, en el Pacífico , donde podían embarcar rumbo a Japón   en el que se les permitiría la entrada con los visados  firmados por  Sugihara. Muchos de ellos se dirigirían después a otros destinos como Estados Unidos, Canadá , Nueva Zelanda, Australia  o Sudamérica mientras que los que permanecieron en Japón serían después enviados por el gobierno nipón a Shangai , donde llegarían a residir una colonia de  hasta veinte mil judíos. Mientras, el 22 de junio de 1941 Alemania ponía en marcha la Operación Barbarroja, nombre en clave de la invasión de la Unión Soviética, rompiendo el tratado de no agresión firmado en agosto de 1939. Ese mismo día las tropas alemanas entraban en Lituania y comenzaba el infierno para la población judía que permanecían allí . De los 210.000 judíos que residían en ésta república del Báltico se estima que alrededor de 195.000 morirían en el Holocausto judío de Lituania





Fotografía de Sugihara y su familia tomada en el momento en que dejaban Kaunas en tren con dirección a Berlín después de que fuera obligado a cerrar el consulado japonés. Los testigos de su marcha  relataron que incluso ya subido en el tren seguía firmando visados y lanzándolos a la multitud que rodeaba los vagones . Y cuando ya no pudo seguir se dirigió a los que le rodeaban
"Por favor, perdonadme. No puedo escribir más. Os deseo lo mejor"
Y aún tuvo tiempo para entregar hojas con su firma y el sello del consulado para que pudieran seguir emitiendo visados en su nombre. Los alrededor de seis mil visados que llegó a firmar (parece que la cifra oficial está en 5580 visados) pudieron probablemente salvar alrededor de diez mil vidas pues los visados, al igual que vimos en el caso de los visados holandeses extendidos por Jan Zwartendijk, podían ser utilizados por familias enteras , aunque no todos ellos lograrían finalmente escapar de Lituania
(Imagen procedente de http://www.chiune-sugihara.jp/en/aboutchiune/photog_02_005.html)



Fotografía tomada en Lituania el 9 de julio de 1941, apenas dos semanas después de la invasión del país por los alemanes el 22 de junio de ese año, donde  vemos a tropas alemanas y población local observando como arde una sinagoga judía. Aunque parte de la población lituana colaboró con los alemanes en el holocausto judío, también hubo lituanos que trataron de protegerles y hoy Israel ha concedido el título de Justo entre las Naciones a 723 lituanos . El número final de muertos en el Holocausto de Lituania es todavía materia de discusión entre los historiadores y se movería en unas cifras que van desde los 163.000 hasta los 254.000 (en este último caso incluyendo los judíos que habían llegado a Lituania huyendo de Polonia porque el número de judíos lituanos era de alrededor de 210.000). En todo caso significó casi el exterminio del pueblo judío en Lituania.    
(Imagen procedente de https://es.wikipedia.org/wiki/Holocausto_en_Lituania#/media/File:Bundesarchiv_Bild_183-L19427,_Litauen,_brennende_Synagoge.jpg)




Fotografía de la familia de Chiune Sugihara  y su familia durante su  época de cónsul japones en Praga , su siguiente destino después de tener que marcharse de Kaunas. Le seguirían la ciudad de Könisberg en Prusia Oriental  y más tarde Bucarest, en Rumanía, donde fue detenido en 1944 cuando las tropas soviéticas invadieron  Rumanía  . En la imagen vemos al propio Chiune Sugihara (primero por la izquierda) , a su lado su esposa Yukiko Kikuchi y los tres hijos que tenía entonces. De derecha a izquierda Chiaki Sugihara (1938-2010) , Hiroki Sugihara (1936-2001) y Haruki Sugihara (1904-1947) que moriría a los siete años de leucemia.  En 1949 nacería el cuarto de sus hijos,  Nobuki Sugihara, que es el único de sus hijos que sigue con vida en la actualidad  
(Imagen procedente de http://www.chiune-sugihara.jp/en/aboutchiune/photog_02_006.html)




Mientras el horror se desataba en Lituania y en otros muchos puntos de Europa Sugihara fue enviado a diferentes destinos en Europa, que le llevaron primero a Praga , más tarde a Könisberg y finalmente a  la capital rumana, Bucarest, donde él y su familia serían capturados por las tropas de la  Unión Soviética cuando  éstas ocuparon en 1944 el país . Fue llevado a un campo de prisioneros de guerra donde permanecería durante un año y medio antes de ser liberado. Regresó a Japón en 1946 pero no pudo reincorporarse al ministerio de Asuntos Exteriores  porque  , alegando una reducción de personal, fue dado de baja . ¿Un castigo por su desobediencia en Lituania? Aunque el gobierno japonés siempre lo negaría es muy posible que esa fuera la causa. Vinieron tiempos difíciles para Sugihara , teniendo que aceptar cualquier trabajo para sobrevivir, a lo que se unió la tragedia de la pérdida de su tercer hijo, Haruki Sugihara (1940-1947) que moría a los siete años de edad en 1947 víctima de la leucemia. aunque finalmente , gracias a su dominio  del ruso  logró encontrar acomodo en una compañía exportadora  que realizaba negocios con la Unión Soviética donde establecería su residencia en los años siguientes . Ya en 1968 fue contactado por uno de los japoneses que había salvado la vida gracias a los visados de Sugihara  y que ahora se encontraba trabajando en la embajada de Israel en Tokyo. Ya en 1969 Sugihara viajaría a Israel donde fue recibido por el gobierno y se encontró con algunas de las personas a las que salvó la vida. Hubo que esperar hasta 1985 para que Sugihara  recibiera el honor de ser considerado Justo entre las Naciones, un reconocimiento que Israel estableció en 1953 para honrar a todas aquellas personas que , sin ser de confesión judía, arriesgaron sus vidas para ayudar y salvar la vida de la población judía perseguida durante el Holocausto. Su nombre fue inscrito  en el Muro de Honor del Jardín de los Justos aunque Sugihara, entonces ya muy enfermo , no pudo acudir y fue su esposa e hijos los que agradecieron el reconocimiento al valor y bondad de Sugihara . También recibió la Medalla de los Justos e nla que aparece inscrita una frase extraída del Talmud  y que reza así "Quien salva una vida salva al Universo entero". Poco tiempo después, el 31 de julio de 1986 , fallecía a los ochenta y seis años de edad  Chiune Sugihara. Un hombre bueno , que puso por delante su conciencia y humanidad, desafiando  las órdenes y las consecuencias que de ello se pudieran  derivar, para salvar la vida de miles de personas .





Fotografía de Chiune Sugihara junto a su hijo Nobuki tomada durante su viaje a Israel en diciembre de 1969  donde recibió los primeros homenajes por su labor salvando miles de vidas de judíos en Lituania. El escritor español Pío Baroja (187-1956) mostraba su asombro ante eso tan extraño y hermoso que es la bondad del ser humano que nos lleva a olvidarnos de nosotros mismos, de ir en contra incluso del instinto de supervivencia para ayudar a los demás, y en ese sentido la bondad es lo que nos hace más humanos
"A mí no me admira el ingenio - escribía Baroja - porque se ve que hay muchos hombres ingeniosos en el mundo. Tampoco me asombra que haya gente con memoria, por grande y portentosa que sea. Lo que más me asombra es la bondad"    
Cuando hoy vemos a decenas de miles , a centenares de miles de personas huyendo dela pobreza, de la guerra, de la persecución religiosa podríamos recordar el poder de transformación que tiene un gesto de bondad como el que tuvo Sugihara hace más de setenta años    

(Imagen procedente de https://en.wikipedia.org )






Este ha sido mi cuento de Navidad de éste año, pero con la diferencia de que Sugihara no es un persona de ficción, sino un hombre bueno que ejerciendo  la bondad hizo ciertas las palabras del filósofo griego Platón (427-347 a.C) cuando escribía que " buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro"  Ante el dilema de actuar según los demás esperan de nosotros o según lo que nos dice nuestra conciencia, aunque ese sea precisamente el camino más difícil, escojamos el de nuestra conciencia . Ejerzamos la bondad, pongamos nuestra voluntad en ello, porque  como decía el poeta romano Publio Sirio (85-43 a.C)  "Querer llegar a ser bueno es gran parte de la bondad".Los cuentos de Navidad, las palabras de felicitación, los buenos deseos pueden ser meros rituales de ésta época del año o los podemos convertir en un impulso para  empezar a practicar la bondad como si fuéramos gimnastas que tratan de poner en forma su cuerpo. ¿Cómo empezar? No es muy difícil , basta con que cada día realicemos un gesto de generosidad, esbocemos una sonrisa amable, pronunciemos una palabra de aliento que haga a los demás un poco más fácil y cálida la vida . Por supuesto no es igual que  salvar la vida de de miles de personas como Sugihara, pero cada buena acción cuenta, y así nos lo quería explicar la madre Teresa de Calcuta (1910-1997) cuando decía que "A veces sentimos que lo que hacemos es sólo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota"   . Tampoco debemos esperar  recibir  ningún reconocimiento por  tus actos de bondad , pero eso no debe importarnos , pues,  como bien decía John Lennon (1940-1980) "Cuando hagas algo noble y hermoso  y nadie se de cuenta, no estés triste. El amanecer es un espectáculo hermoso y , sin embargo, la mayor parte de la audiencia que podría contemplarlo duerme todavía"  Al final de Cuento de Navidad, Dickens nos cuenta que a partir de aquella Navidad  en la que se le aparecieron los tres espíritus  el antaño avaricioso, áspero y amargado Scrooge  nunca más volvió a despreciar la Navidad como hacía antes, al contrario  "siempre se dijo de él que sabía celebrar la Navidad como nadie" y añadía "¡Que pueda decirse lo mismo  de nosotros, de todos nosotros!" Eso es lo que os deseo hoy desde el Mentidero , que disfrutemos de la Navidad  más allá de las comidas y los regalos , experimentando ese renacer del viejo Scrooge  y armándose con  el valor de Sugihara  emprendamosr el camino de la bondad , por muy ingenuo que nos pueda parecer decir eso,  pues como nos recuerda el bueno de Aristóteles "solamente haciendo el bien se puede realmente ser feliz"  Y por eso hoy os deseo a todos y cada uno de vosotros, a todas las personas que queréis y a toda la humanidad, sea de la confesión religiosa que sea, ¡¡Feliz Navidad!!




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Desde el Mentidero quiero desearos a todos una Feliz Navidad y que ese sentimiento de hermandad, de bondad, de alegría que  suele acompañarnos en estas fechas no termine el Día de Reyes. Recordemos lo que hombres como Sugihara consiguieron con la bondad . No es necesario salvar la vida de una persona, quizás no tengamos ocasión en nuestras vidas de hacerlo, pero siempre tendremos la oportunidad de tender la mano a quien la necesita y ese es el gesto más hermosos que puede realizar un ser humano.  Y como decía el escritor belga Maurice Maeterlinck (1862-1949)
"Un acto de bondad es por sí mismo un acto de felicidad"
¡¡FELIZ NAVIDAD!!
(Imagen procedente de http://laclasedelmaestroenrique.blogspot.com.es/)



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