jueves, 9 de junio de 2016

EL SUEÑO NEOYORQUINO DE RAFAEL GUASTAVINO: EL ARQUITECTO QUE VENCIÓ AL FUEGO (PRIMERA PARTE)

Si os preguntara que tienen en común la Grand Central Terminal, la estación neoyorquina que es la más grande del mundo por su número de andenes, el gran vestíbulo de lo que hoy es el Museo Nacional de Inmigración de la Isla de Ellis donde entre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX millones de personas hacían su entrada en Nueva York en busca de una nueva vida , la catedral inacabada  de Saint John Divine, una de las dos catedrales anglicanas más grandes del mundo, el Puente Queensboro que conecta sobre  el East River  Manhattan con Long Island city y que durante ocho años fue el puente voladizo más largo del mundo, el imponente Museo Americano de Historia Natural con su inabarcable colección de treinta y dos millones de espécimenes, la Wolfgang´s Steak House, una casa de comidas neoyorquina  convertida hoy en Patrimonio Protegido  Interior de Nueva York o la estación fantasma de  City Hall del metro neoyorquino , ¿sabríais encontrar el nexo de unión entre todas estas obras al margen del hecho evidente de que se encuentran en Nueva York y se encuentran entre algunos de sus lugares más emblemáticos? Hace apenas un mes yo no sabría responder a la pregunta porque nunca había escuchado el nombre de un arquitecto español, nacido en Valencia, y que respondía al nombre de Rafael Guastavino (1842-1908). Un hombre que a su muerte había intervenido en cerca de trescientos sesenta construcciones en Nueva York , en un centenar en Boston, en centenares más por todos los Estados Unidos , de Boston a Washington pasando por Filadelfia o Baltimore  hasta un total de más de un millar de edificios que también incluían obras en su tierra natal, Valencia, o en Barcelona. Un  hombre del que el arquitecto estadounidense Peter Bonnet Wright (1838-1925)  decía, todavía en vida de Guastavino, que "Los arquitectos de América tienen con él una deuda de gratitud no sólo por haber sido un constructor fiable y concienzudo, sino por haber hecho posible nuevas posibilidades en el campo del diseño arquitectónico" y a quien el prestigioso periódico  The New York Times calificaba en el momento de su muerte como  "El arquitecto de Nueva York"



Fotografía de Rafael Guastavino tomada hacia 1880 antes de que el protagonista de ésta historia dejara todo y se marchara a Estados Unidos en 1881. En el documental "El arquitecto de Nueva York" de Eva Vizcarra nos introducen con estas palabras en la vida del que hasta hace poco era un gran desconocido en España a pesar de ser e primer arquitecto español que traspasó fronteras y tuvo reconocimiento internacional 
"Esta es la historia  de un hombre que tocó el cielo de la arquitectura  -nos cuenta la narración del documental sobre su vida - un arquitecto español que con  treinta y nueve años emprendió una aventura que le llevó a Nueva York. No hablaba inglés,no tenía contactos pero tenía un sistema que cambiaría la forma de construir en Estados Unidos. Conoció la ruina y el desprecio, pero persistió, patentó  sus invenciones  y se convirtió en el arquitecto que venció al fuego. Ayudó  a construir miles de edificios y su sistema salvó innumerables vidas. Pero su nombre cayó en el olvido"
Y del olvido le  están sacando en estos últimos años personas como Eva Vizcarra con su documental a través del que yo conocí su historia que ahora os traigo aquí 
(Imagen procedente de www.cabovolo.com)  




Fue precisamente un documental con ese título , "El arquitecto de Nueva York" , realizado por la directora y productora española Eva Vizcarra la que me dio a conocer la vida y la obra de Rafael Guastavino , uno de los grandes nombres de la arquitectura española y uno de los más internacionales,  que , como acabamos de ver, llegó a ser llamado "el arquitecto de Nueva York" y del que , sin embargo, creo que la mayoría de nosotros no habíamos escuchado hablar, ni siquiera mencionar su nombre, al menos ese era mi caso y por ello, basándome en el excelente documental de Eva Vizcarra, he creído que sería interesante traer su vida al Mentidero, para contribuir en lo posible a descubrir la figura de éste arquitecto que sigue siendo un gran desconocido en la tierra donde nació y sólo ahora, gracias a documentales como el de Vizcarra o a exposiciones como la que en 2001 se dedico a su figura con el título de "Las bóvedas de Guastavino en América " o la que ocho años más tarde, en  2009 ,se dedicó en Valencia a su obra y a su empresa con el título de "Guastavino Co. la reinvención del espacio público de Nueva York"  organizada por la Generalitat Valenciana, comienza a sonarnos a todos algo más aquel hombre que ejercería una influencia tan importante en la arquitectura de los Estados Unidos y en particular en uno de sus elementos emblemáticos, las bóvedas. Así que emprendamos nuestro viaje en el espacio y el tiempo para trasladarnos hasta la ciudad de Valencia. Estamos en el año 1842  cuando el 1 de marzo de ese año nace  el quinto hijo (o cuarto)  de Rafael Guastavino, y lo hace en el domicilio familiar situado en una calle donde hoy se encuentra la Plaza de la Reina, al lado de la catedral de la ciudad, y aunque esa casa ya no se conserva se cree que estaba situada en el mismo lugar donde hoy se puede contemplar una maqueta de la catedral valenciana. Al nuevo miembro de la familia le bautizarán con el mismo nombre que a su padre, Rafael,y no será el último, pues en los años siguientes la familia seguirá ampliándose hasta sumar catorce hermanos 




Fotografía del interior de la Iglesia Arciprestal de San Jaime en la localidad castellonense de Villarreal. Construida entre 1752 y 1779 fue diseñada por el arquitecto aragonés Juan José Nadal (1690-1763) , tatarabuelo de Rafael Guastavino, y un destacado arquitecto de su época. Es probable que en su niñez Rafael Guastavino visitara en alguna ocasión   éste templo , una de las obras más importantes de Juan José Nadal y que aquí naciera su inclinación por la arquitectura . En ella podía observar un elemento que luego será clave en la arquitectura de Guastavino, la bóveda tabicada , que hunde sus raíces en el Imperio Romano  y que se caracterizaba por el uso de tres materiales, ladrillo, yeso y cemento, que son ligeras y rápidas de construir pues solo necesitan los ladrillos y el cemento, sin ninguna otra estructura, y se sostiene por la forma de la bóveda  . La técnica de construcción fue introducida en España por arquitectos italianos y no tardó en extenderse adoptando diferentes variaciones, entre ellas la bóveda catalana que sería sobre la que trabajaría Guastavino  El tatarabuelo de Guastavino era uno de los hombres que la usaba y Guastavino se encargaría de exportarla a Estados Unidos pero mejorando las técnicas de construcción tradicionales . En la segunda parte os hablaré con más detalle sobre la bóveda tabicada
(Imagen procedente de www.vila-real.es)



La familia Guastavino tenía ya una larga tradición de vinculación con el arte bajo diferentes formas. Su apellido, Guastavino, procedía de su abuelo paterno, Carlos Davide Giuseppe Guastavino (1780- fecha desconocida) , nacido en la localidad de Varazze , en la provincia italiana de Savona que a su vez pertenece a la región de Liguria , cuya capital es Génova. Hacia 1798 Carlo habría abandonado su localidad natal para viajar a España, estableciéndose en Barcelona donde trabajaría como constructor de pianos y donde contraería matrimonio con Antonia Buch Martínez (fechas desconocidas), aunque he encontrado que en algunas fuentes se refieren a ella como María Josefa Buch. Me baso en las fechas y nombres en el árbol genealógico trazado por María Alejandra Guastavino que he podido consultar a través de Internet. Fruto de éste matrimonio nacerá el 16 de marzo de 1817  Rafael Juan Ramón Guastavino Buch (1817-1875), el padre de nuestro Rafael Guastavino , protagonista de ésta historia.. Éste Rafael se haría ebanista  y contraería matrimonio con Pascuala Moreno Ebri (1815-1875) procedente de una familia de origen aragonés que contaba entre sus antepasados con el tatarabuelo de nuestro protagonista , Juan José Nadal(1690-1763) , que había sido un reputado arquitecto sobre todo en Aragón y Levante, diseñador ,entre otros edificios,  de Iglesia Arciprestal de San Jaime en la localidad de Villarreal (Castellón)  que se caracterizaba por su destreza en el uso de un tipo de bóveda llamada tabicada, hecha con ladrillo y que será fundamental en el futuro para nuestro protagonista, pero eso ya lo veremos más adelante. Parece ser que fue la familia de Pascuala Moreno la que ayudó a Rafael a establecerse definitivamente en Valencia donde, como acabamos de ver a comienzo de esta historia, nacía el 1 de marzo  de 1942 su cuarto o quinto hijo, en esto no se ponen de acuerdo las fuentes,al que bautizarán con el nombre completo de Rafael Ramón Rosendo Guastavino Moreno . No he encontrado demasiada informaciones sobre sus años de infancia y adolescencia al margen de las que incluye Eva Vizcarra en su documental. 



BÓVEDA TABICADA CATALANA

En este vídeo podéis ver como se construye una bóveda tabicada usando exclusivamente cemento y ladrillo. El vídeo dura once minutos pero es un resumen de un trabajo de ocho horas. Son bóvedas que parecen de papel, pero resistentes además de rápidas y baratas de construir. 







Cuando el pequeño Rafael tiene siete años de edad la familia se traslada de vivienda pero siempre dentro de Valencia. Rafael asiste a la escuela al tiempo que aprende a tocar el violín, tal vez siguiendo el vínculo con la música de su abuelo paterno, que ,recordemos, era constructor de pianos. Pasan los años y en 1857, a los quince años , abandona la escuela y durante los siguientes dos años entra a trabajar como aprendiz  en un despacho de arquitectura, donde desempeña todo tipo de tareas, desde hacer de mensajero  hasta ejercer como delineante mientras se va formando poco a poco  como arquitecto. Obligado a decidirse entre sus estudios de violín o su vocación como arquitecto, se decanta por la arquitectura por lo que paulatinamente ira abandonado el violín. Ya en 1859, a los diecisiete años de edad, decide dejar Valencia para  continuar su formación como arquitecto en la Escuela de Maestros de Obra, estudios que podía seguir en las sedes de la escuela en Madrid y Barcelona, pero Rafael escoge Barcelona porque  allí vive su tío Ramón Guastavino Buch (fecha desconocida - 1871), un sastre que había logrado hacer fortuna . Se queda con su tío Ramón , la esposa de éste, Manuela López ,  y una hija que el matrimonio había adoptando  en 1847 y a la que dieron el nombre de María Pilar Guastavino López (hacia 1843- fecha desconocida) . Muchos años después quien fuera socio y tesorero del estudio de arquitectura de Guastavino, Malcolm S. Blodgett, diría de Rafael Guastavino que  " Era un hombre de un talento increíble, entusiasta, enérgico, brillante, sin igual entre los muchos que había conocido, pero descuidado en sus asuntos financieros y personales" Y nuestro joven Rafael iba a mostrar pronto su descuido en los asuntos personales cuando apenas un par de meses desde su llegada a Barcelona deja embarazada a la hija adoptiva de su tío. Estamos en 1859 y esto era un escándalo. No hay más remedio que casarlos aunque él tiene diecisiete años y ella unos dieciséis (aunque en el árbol genealógico que he consultado aparecía también como fecha de nacimiento 1839) Sea como sea se casan y para evitar que el apellido común, Guastavino, pueda suscitar sospechas de consanquinidad, utiliza el apellido Exposito, que era el apellido común de los niños huérfanos o abandonados en aquel tiempo en España , por lo que en sus biografías encontraréis a su esposa con el nombre de Pilar Expósito. 



Fotografía del impresionante interior del Edifici del Rellotge integrante de la Fábrica Batlló diseñada por Rafael Guastavino en 1868 y terminada en 1870,  hoy forma parte de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica e Industrial de Barcelona.  Fue una de sus obras más importantes durante su estancia en España, donde en un principio consiguió encargos a pesar de su juventud y de no tener siquiera el título de arquitecto, lo que lograría finalmente en 1872, gracias a los contactos que tenía su suegro , el adinerado dueño de un próspero negocio textil
(Imagen procedente de ca.wikipedia.org)




Al igual que su padre  , Rafael parece decidido a tener una familia amplia porque el joven matrimonio tiene  ya en 1863  tres hijos.  Gracias a los buenos contactos de su tío , y sin haber terminado sus estudios en la Escuela de Maestros de Obra, Rafael recibe sus primeros encargos importantes después de pasar un tiempo preceptivo reuniendo más experiencia como delineante y como ayudante de otros arquitectos. Entre los edificios que diseñará en la década de los años sesenta, aunque utilizaba testaferros pues  los planos no podían llevar su nombre ya que  seguía sin tener el título de arquitecto  en espera de realizar un período obligatorio de prácticas para el que nunca encontraba tiempo, sobresalen dos . Por un lado la Fabrica Batlló, que sera construida en base a los diseños de Rafael entre 1868 y 1869 en Barcelona. y que hoy es sede de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica e Industrial de la Universidad Politécnica de Cataluña y que ya demuestra su talento como arquitecto a pesar de su juventud. Mientras continua con una carrera profesional ascendente su matrimonio navega por aguas más turbulentas debido al carácter mujeriego de Rafael y sus frecuentes infidelidades lo que hace que Pilar le abandone en 1869. Dos años más tarde fallece su tío Ramón, y con su muerte pierde todos los contactos que éste le proporcionaba además del sustento económico que le había prestado en aquellos años . La heredera de la fortuna de Ramón es Pilar, por lo que Rafael trata de reconciliarse con ella y parece que logró convencerla porque al año siguiente nacería el cuarto hijo de la pareja, Rafael Guastavino Expósito (1872-1950)  que en el futuro será el gran apoyo de su padre. En 1872 le conceden el título de arquitecto convalidando su experiencia profesional con las prácticas laborales que necesitaba completar.  Pero esta década de los setenta no es muy afortunada porque en 1875 perderá a sus padres, que mueren con pocos meses de diferencia , y también pierde a dos de sus hermanos. 




Interior del teatro La Massa en la localidad de Vilasar de Dalt, a veinte kilómetros de Barcelona. , un encargó que Rafael Guastavino recibió en 1880 y que era inaugurado el 13 de marzo de 1881, donde sobresale su ´gran bóveda de 17 metros de diámetro que parece flotar sobre el techo del teatro . Durante muchos años Guastavino ha sido un gran olvidado incluso en los libros de arquitectura . Innovador, creativo y artístico , Guastavino supo captar  la esencia de la arquitectura medieval , de un tiempo donde los constructores disponían de pocos medios y se las arreglaban  con el sistema de bóvedas  tabicadas  formada sólo por ladrillos unidos . Al día siguiente la bóveda ya estaba terminada. Guastavino no vería la apertura del Teatro La Massa porque para entonces ya emprendía viaje a Estados Unidos para empezar una nueva vida
(Imagen procedente de  www.costadebarcelonamaresme.cat )    




Llegamos al año 1881  cuando realiza  la que tal vez sea la obra  más representativa de su etapa en España, el Teatro La Massa erigido en  Vilasar de Dalt, una localidad situada a veinte kilómetros de Barcelona , donde utiliza la bóveda tradicional  incorporando como elemento de construcción el ladrillo y el cemento. lo que abarata mucho los costes de construcción. El edificio sería inaugurado el 13 de marzo de 1881 pero para entonces Rafael ya no estaba en España.  Su vida personal sigue haciendo aguas y en ese mismo año de 1881 su esposa, cansada definitivamente de sus infidelidades, embarca para Argentina en compañía de sus tres hijos mayores y con la herencia recibida de su padre,  mientras que Rafael se queda en Barcelona con su hijo pequeño, Rafael, y con su amante, Paulina Roig, que había sido primero niñera de la familia y después amante del arquitecto, una relación a la que hay que sumar los dos hijos que Paulina incorporaba a la relación. La imagen de Rafael está dañada por las circunstancias de la marcha de su esposa,  su situación económica no es buena , va a cumplir cuarenta años  y siente que es el momento de empezar de nuevo. Así toma una decisión crucial para su futuro , marcharse a Estados Unidos. Eso suponía vencer varios obstáculos, y no precisamente nimios. No sabía inglés, no tenía ningún contacto en Estados Unidos  y , lo más importante en estos momentos, no tiene dinero para pagar los pasajes . Pero Rafael es un hombre de recursos , organiza una pequeña estafa con unos pagarés y con el dinero que obtiene   emprende lo que podríamos calificar de fuga, poniendo rumbo a Nueva York. El barco que les lleva hace una primera escala en Marsella  y de allí continúa su singladura hasta Nueva York en compañía siempre de su hijo pequeño Rafael Guastavinto, de su amante Paulina Roig, y de las dos hijas de ésta. ¿Qué pensaría en aquel momento e arquitecto que tenia que empezar de cero en un país desconocido, del que desconocía el idioma y donde tampoco conocía a nadie? Sólo tenía algo a su favor, un sistema de construcción que iba a cambiar la forma de construir en Estados Unidos. 


Fotografía de Chicago después del gran incendió que la arrasó entre el 8 y el 9 de octubre de 1871 , destruyendo  alrededor de 17.5000 edificios , la mayoría de ellos construidos en madera, hasta dejar una imagen como la de la fotografía, que pareciera que la ciudad había sido bombardeada y los efectos fueron muy similares pues además de causar alrededor de ciento veinte muertos dejó a cien mil personas sin vivienda, un tercio de la población de la ciudad. Un año más tarde se produciría el gran incendio de Boston  y se hizo manifiesta la necesidad de buscar métodos de construcción que fueran menos vulnerables al fuego. Rafael Guastavino  jugaría un papel destacado en esta guerra contra el fuego de los arquitectos estadounidenses
(Imagen procedente de www.emaze.com)   

Una década antes  la nación estadounidense quedó conmocionada por dos grandes incendios que  arrasaron dos de sus ciudades más importantes. El 8 de octubre de 1871 Chicago sufría  desde hacía tiempo una larga sequía  y aquel día en concreto   soplaba un fuerte viento del suroeste. Esas condiciones favorecieron que  un pequeño establo situado en un callejón de la ciudad comenzara a arder accidentalmente aquel día hacia las nueve de la noche. El viento y la madera reseca con la que estaban construidos la mayoría de los edificios de la ciudad además de las aceras, también hechas de madera,hicieron el resto.  Por si fuera poco, la mala suerte entró en juego. Los bomberos que acudían al lugar del incendio fueron enviados al sitio r erróneo, por lo que cuando llegaron al lugar correcto éste se había extendido y ya era incontrolable. El resultado fue que el fuego saltó de edificio en edificio  y  ardió durante toda aquella noche y lo siguió haciendo al día siguiente hasta que al caer la noche del 9 de octubre comenzó a llover y el fuego se extinguió. Harían falta días para valorar los daños, pero contemplando lo que había quedado tras el incendio era suficiente  para hacerse una idea de sus dimensiones. La ciudad estaba devastada. Luego se supo que una superficie de seis kilómetros de largo por uno de ancho había quedado reducida a cenizasDiecisiete mil quinientos edificios desaparecieron dejando sin vivienda a cien mil personas, un tercio de la población de la ciudad que en aquel momento alcazaba los trescientos mil habitantes.. Se pudieron recuperar ciento veinte cuerpos aunque fue imposible establecer una cifra exacta de muertos porque muchos pudieron quedar reducidos a cenizas por el fuego o perecieron ahogados en el río  siendo arrastrados lejos de allí por la corriente. Los daños se valoraron en más de doscientos veinte millones de dólares de 1871, unos cuatro mil millones de dólares de nuestros días. Un año después , el 9 de noviembre de 1872 , hacia las siete de la tarde, comenzaba un incendio  en el sótano de unos grandes almacenes de la ciudad de Boston. El incendió no tardó en extenderse y los bomberos no pudieron detener las llamas hasta doce horas después. El resultado fue de más de setecientos setenta edificios destruidos, unas veintiséis hectáreas calcinadas (un campo de fútbol tiene aproximadamente una hectárea)  y, al menos, una treintena de muertos. . Los daños ascendieron a más de setenta millones de dólares de la época.  Después de estos dos devastadores incendios el fuego se convirtió en el principal enemigo y en casi una obsesión de los arquitectos americanos . Este era el Estados Unidos al que llegaba Rafael Guastavino con su hijo , su amante y los dos hijos de ésta en  aquel año de 1881. Aún no lo podían sospechar , pero aquel hombre sin dinero, sin contactos y sin saber inglés cambiaría la historia de la arquitectura estadounidense y , en particular, de Nueva York . Y eso es lo que conocemos en la segunda parte de esta historia. . La aventura americana de Guastavino iba a comenzar. 


Enlace con la segunda parte de  "El sueño neoyorquino de Rafael Guastavino: el arquitecto que venció al fuego" 
http://chrismielost.blogspot.com.es/2016/06/el-sueno-neoyorquino-de-rafael_12.html

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1 comentario:

Damaris. dijo...

Interesante.
Estoy leyendo el libro de Javier Moro "A prueba de fuego" sobre la vida de Rafael Guastavino.

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