jueves, 30 de mayo de 2013

REBELIÓN A BORDO. EL CAPITÁN BLIGH Y EL MOTÍN DE LA BOUNTY (SEGUNDA PARTE)

 
Dejaba ayer el relato de las aventuras de William Bligh(1754-1817)  y la tripulación del HAMV Bounty en el 26 de octubre de 1788, cuando ,ante los ojos de aquellos hombres que hacía diez meses que habían zarpado del puerto inglés de Portsmouth, aparecía la silueta de Tahití, la isla que era el objetivo principal de aquella expedición pues allí se aprovisionarían de árboles de pan para poder llevarlos de regreso a Inglaterra.  El viaje se había retrasado mucho más de lo debido porque el mal tiempo  impidió que  la expedición siguiera el itinerario previsto a través del Cabo de Hornos y siempre rumbo oeste hasta Tahití, y Bligh tuvo que ordenar poner rumbo este hacia el Cabo de Buena Esperanza en el extremo meridional del continente africano y después de pasar junto a Australia y Nueva Zelanda finalmente llegaban a aquella isla paradisiaca casi cinco meses más tarde de lo que tenían previsto. Vimos como hasta entonces el ambiente en la Bounty había sido bastante bueno y Bligh solo había perdido a uno de sus hombres en tan larga travesía, evitando los estragos causados por el escorbuto y otras enfermedades gracias a una dieta rica en chucrut , que contiene abundante vitamina C para prevenir el escorbuto causado por el déficit en esta vitamina, y también por la obsesión por la higiene de Bligh. Y la llegada a aquella tierra no podía ser más deslumbrante, con los tahitianos esperando a sus visitantes en la playa con ofrendas de frutas y carne para darles la bienvenida a lo que Bligh describe en su diario como "el paraíso en este mundo".

Una fotografía de Tahití, la isla más grande de la Polinesia Francesa, con sus 1042 kilómetros cuadrados de superficie y dominada por el imponente coloso del Monte Orohena de 2241 metros de altura . Permanecería ignorada por los europeos hasta el siglo XVII cuando fue descubierta por el navegante portugués al servicio de la Corona española Pedro Fernández de Quirós (1565-1614). Pero el contacto con los europeos no se produciría en realidad hasta la segunda mitad del siglo XVIII. Primer en 1767 cuando es visitada sucesivamente por el inglés Samuel Wallis(1728-1795) que le da el nombre de isla San Jorge en honor del rey Jorge III de Inglaterra(1738-1820) y unos meses después por el francés Louis Antoine de Bougainville(1729-1811) que la bautizó con el nombre de « Nouvelle-Cythère».  Siete años más tarde , y después de la estancia de la expedición de James Cook en la isla, en 1774 llegaría hasta ella  el navegante y explorador español  Domingo de Boenechea y Andonaegui (1713-1775) que la dio el nombre de isla de Amat en honor del que entonces era virrey del Perú, Manuel de Amat y Junient, y  donde Domingo encontró la muerte en 1775 tras reclamar su posesión para el Imperio español. Finalmente la isla sería conocida con el nombre que le daba sus habitantes Otaheite, que los europeos transformarían en Tahití. Aunque viendo imágenes como la que hay sobre estas líneas la palabra Paraíso la define muy bien y más aún cuando la hallaron aquellos primeros exploradores que encontraron una sociedad que se parecía mucho al ideal de la Ilustración del Buen Salvaje defendido por el filósofo Jean Jacques Rousseau ( 1712-1778) (Imagen procedente de http://portalvacaciones.com )
 
Aquellos hombres agotados por tantos meses de viaje no podían evitar caer rendidos a la simpatía y la belleza de los habitantes de Tahití , al igual que les había pasado a los miembros de la expedición del James Cook (1728-1779) y del naturalista Joseph Banks (1743-1820) que era ahora el organizador del viaje de Bligh. Como habían llegado con retraso tendrían que esperar para poder retornar a Inglaterra pues estaba muy próxima la estación de las lluvias , una época en la que también se levantaban grandes tempestades en el mar que rodeaba Tahití. Pasarían cinco meses antes de que pudieran prepararse para el viaje de vuelta , lo cual no era una mala noticia para la mayoría  de aquellos hombres que ya habían comenzado a disfrutar de los placeres que proporcionaba la isla. Con toda probabilidad serían testigos de escenas como las que describía Joseph Banks en su viaje a la isla algunas de las cuales voy a recuperar para que os hagáis una idea de como era la vida en la isla. Empezando por un deporte al que hoy conocemos con el nombre de surf  "Su principal diversión - escribía Banks sobre los tahitianos - era la que llevaba a cabo con la popa de una vieja canoa. Con la pieza ante sí, nadaban hasta alejarse muchísimo de la costa, y entonces uno o dos montaban en la madera  y oponían el lado con menos punta a la ola a punto de romper, que llevaban a una velocidad increíble." y añadía "No he visto olas más pavorosas : ninguna embarcación europea podría haberlas cabalgado; y no creo que ningún europeo que se hubiera metido por sus propios medios en  semejante lío llegara a salir con vida". También relataba Banks la liberalidad en las costumbres tahitianas que sorprendían a aquellos hombres educados en la puritana sociedad inglesa, pero que no tardaron en adaptar con entusiasmo.


En este mapa vemos los nombres de algunas de las islas que van a aparecer a lo largo de la aventura de Bligh y Fletcher Christian. Tahití se halla en la Polinesia Francesa, a la derecha del mapa , y un poco más a la derecha se encuentra Pitcairn, donde se establecerían los últimos amotinados supervivientes. En el centro se encuentra Tonga, , alrededor de la cual se había formado un  poderoso reino con más de cuarenta mil habitantes y un poco más adelante Fiji, que sería navegado por primera vez por Bligh y sus hombres cuando ya habían sido abandonados por la Bounty e iban a bordo de un pequeño bote rumbo al Estrecho de Torres que separa Australia  de Nueva Guinea y que terminaría en Timor , en Indonesia , después de seis mil kilómetros de travesía (Imagen procedente de http://www.mapnall.com )
 
"Casi todos los compañeros del barco consiguieron esposas temporales entre las nativas, con las que ocasionalmente cohabitaron. Lo que en Europa es pecado  en América se convierte en una simple e inocente gratificación, lo que significa que la obligación de la castidad es local y sólo queda restringida a determinados sectores del globo" Banks sintió una gran estima por los tahitianos y diría en una ocasión en la que hubo una disputa motivada por el robo de unos mosquetes "Si reñimos con estos indios, no nos llevaremos bien con los ángeles".  En su ensayo sobre aquel mundo tan diferente al europeo titulado "Sobre los modos y costumbres de las islas de los Mares del Sur"  Banks también describía el célebre baile tahitiano  que hoy casi todos identificamos con esta  isla por las películas de Hollywood , el timorodee "Además de este baile que ejecutan sobre todo las jovencitas en cuanto se reúnen ocho o diez, cantan con las letras más indecentes  y recurren a los gestos y acciones más indecentes también, y tuercen la boca de una manera extraordinaria , en la práctica de lo cual se las educa desde la más tierna infancia. Todo esto lo hacen llevando el ritmo con una delicadeza exquisita, yo diría que tan bien como cualquier bailarina que haya visto en Europa , aunque es cierto que sus pasos son más sencillos. Este es un ejercicio al que de todos modos renuncian en cuanto llegan a los años de madurez. Y es que , tan pronto como han establecido una relación con un hombre , se espera de ellas que renuncien al baile de Timorodee" Cuando ya habían pasado meses desde que la expedición de Cook dejara la isla, Banks recordaba con añoranza aquella sociedad donde sus habitantes parecían tan felices viviendo lejos de los artificios de la vida en sociedad europea.

DOCUMENTAL "POLINESIA FRANCESA" DE TELEVISIÓN ESPAÑOLA

Os incluyo este documental sobre la Polinesia francesa de la serie española "Paraísos Cercanos" que nos muestra la belleza de aquellas islas que cautivaron a todos los que la conocieron, desde Joseph Banks hasta Fletcher Christian. Bora Bora, Tahíti, Moorea son nombres que aún hoy siguen hablándonos de la idea que muchos tenemos del paraíso en la tierra


 
 
"Así es como viven estas gentes - escribe Banks - a punto he estado de decir felices, contentas con poco ; qué digo: contentas con casi nada. Alejadas de todas las ansiedades que asedian a los ricos , alejadas, incluso, de la posesión de lo que nosotros llamamos necesidades comunes . Con ellos se hace evidente cuán pequeñas son las verdaderas necesidades de la naturaleza humana que nosotros, los europeos , hemos incrementado hasta un exceso que con toda seguridad parecería increíble a estas gentes, si alguien pudiera explicárselo" Joseph Banks ,como la mayoría de sus compañeros de la expedición de James Cook, había caído bajo el hechizo de Tahití , y lo mismo sucedía ahora, casi dieciocho años después, con los tripulantes de la Bounty. Pasan las semanas mientras recogen los ejemplares del árbol del pan que van a llevar a Inglaterra y realizan las reparaciones que necesita la Bounty además de acumular nuevas provisiones para el viaje de regreso, un regreso en el que casi prefieren no pensar. Se produce un episodio que demuestra como la disciplina se había relajado y algunos pretendían no marcharse de aquel paraíso,. A principios de 1788, cuando llevan ya más de dos meses en la isla, tres hombres roban una de las lanchas con provisiones y armas y durante varias semanas permanecen desaparecidos hasta que son entregados por los propios tahitianos después de que Bligh les hubiera amenazado con tomar represalias sobre la población si sus hombres no regresaban. Bligh ordenó el castigo de los desertores, azotándolos , e incluso amenaza a sus oficiales con el mismo castigo si no logran recuperar la disciplina de la tripulación. Si hasta entonces la convivencia había sido buena entre Bligh y su tripulación, las cosas estaban cambiando.

Una de las obras más conocidas del pintor que mejor supo captar el espíritu de la Polinesia, el francés Paul Gauguin (1848-1903) . Se titula "Dos tahitianas" . Al igual que los hombres de William Bligh también Gauguin quedaría atrapado por la belleza de las tahitianas que se convirtieron en protagonistas de la mayoría de sus obras.  Pero había sombras en el aquel paraíso que Joseph Banks describiría en su ensayo sobre las costumbres de sus habitantes, y una de ellas era el infanticidio . Richard Holmes escribe en su obra "La edad de los prodigios" la impresión que causó en Banks esta costumbre "La única práctica de los tahitianos que a Banks le resultó completamente ajena y repulsiva fue la del infanticidio , al que entonces recurrían  con asiduidad y sin reparos como forma de control de la natalidad las parejas que no estaban todavía listas para mantener a sus hijos. Banks apenas pudo creer lo que había llegado a sus oídos hasta que interrogó a varias parejas , quienes libremente reconocieron haber acabado con la vida de dos o tres niños propios sin ninguna muestra de culpa o pesadumbre" (Imagen procedente de http://www.reproarte.com )
 
A finales de marzo de 1788 las reparaciones y el aprovisionamiento de la Bounty habían concluido y Bligh ordena a sus hombres que se preparen para emprender el viaje . Después de cinco meses en los que muchos hombres incluso vivían en pareja con algunas tahitianas, que han comenzado a conocer sus costumbres y a integrarse en una forma de vida que les parece mucho más atractiva que la que llevaban en Inglaterra, la orden de Bligh no podía ser acogida con entusiasmo. Ante ellos se presenta la perspectiva de meses de navegación, de tempestades, de frío, de mala alimentación, de duros trabajos  y acompañados por el recuerdo de aquellos meses de libertad, de amor, de calor , de felicidad en suma en aquella isla de la que ahora tenían que alejarse casi con la completa seguridad de que sería para siempre. Incluso hay un intento de sabotaje para evitar que el barco zarpe, pero el 5 de abril de 1789  la Bounty dejaba Tahití con un millar de árboles del pan y una tripulación de hombres desanimados que de mala gana se disponían a dejar la tierra donde habían sido felices por unos meses. Todo el buen ambiente que antes había reinado en la nave se ha transformado en una atmósfera de descontento y malestar que va tensando las relaciones del capitán con el resto de la tripulación y entre ellos con quién era su hombre de más confianza, Fletcher Christian(1764-1793), uno de los hombres que más se había integrado con la población de Tahití y cuyas relaciones con Bligh eran cada vez peores. Al parecer Bligh le había desautorizado y humillado en varias ocasiones durante la estancia en la isla, acusándole de incumplir su deber y responsabilizándolo de la falta de disciplina de la tripulación. Y lo malo de ir juntos en un barco es que no hay forma de evitarse.Navegan rumbo oeste , en dirección a otro de los objetivos de la expedición , la exploración del estrecho que separa Australia de Nueva Guinea.

File:WilliamBligh.jpeg
Retrato de William Bligh realizado hacia 1814 , casi treinta años después del Motin de la Bounty. En una carta dirigida a su esposa Elisabeth cuando ya se hallaba en lo que hoy es Timor, Bligh insistía en su inocencia en los acontecimientos que provocarían el motín " Mi desgracia confió que se tenga debidamente en cuenta por el mundo —fue una circunstancia que no podía prever— ya que  no tenia suficientes oficiales y no había marines para que el asunto no hubiera ocurrido —no tenía  valientes cerca de mí y los amotinados los trataron como tales. Mi conducta ha estado libre de culpa, y le mostré a todos, atado como estaba, y desafíe a cada villano a hacerme daño" y añadía " Sé cómo te sorprenderá este asunto, pero te pido mi querida Betsy que pienses que todo eso ya ha pasado y volveremos a la espera de la felicidad futura. Nada más que la verdadera conciencia como oficial que ha hecho bien podría ayudarme" (Imagen procedente de http://commons.wikimedia.org )
 
Llegan al archipiélago de Tonga, un reino formado por más de ciento setenta islas que en el siglo XVIII habían sido unificadas bajo un único poder y estaban habitadas por unas cuarenta mil habitantes. Tonga habría sido el primer archipiélago de la Polinesia habitado por el hombre durante la Prehistoria. Cuando arribaron a una de las islas del archipiélago Bligh ordena a sus hombres que desembarquen para hacerse con nuevas provisiones de agua, madera  y alimentos pero no son bien recibidos por los habitantes de las islas  y les roban varios objetos. Bligh ordena tomar como rehenes a algunos de los jefes hasta que aparezcan los objetos robados, lo que no es bien visto por Fletcher Christian y otros marineros que están en contra de todo maltrato a los habitantes de las islas después de su experiencia en Tahití. Los objetos son devueltos y la Bounty  zarpa de nuevo adentrándose en el archipiélago de Tonga en dirección a la isla de Tofua, descubierta por James Cook en 1774 y que albergaba un gran volcán activo con un lago en su interior.  Antes de llegar a la isla se produce una nueva discusión entre William Bligh y Fletcher Christian cuando Bligh acusa a Fletcher por la desaparición de unos cocos y delante de todos le llama ladrón y dirigiéndose a toda la tripulación les amenaza con mandarles al infierno. y ordena que se les reduzca la ración de alimentos a la mitad como castigo por su indisciplina. Era el 27 de abril de 1789 y el ambiente en el barco se vuelve casi irrespirable aunque Bligh no parece ser consciente del profundo malestar que invade a gran parte de sus hombres y en especial a Fletcher. El capitán se retira a descansar y a las cuatro de la madrugada del 28 de abril Fletcher toma el relevo de la guardia.


Esta obra realizada por el pintor británico especializado en paisajes y escenas marinas, Robert Dodd (1748–1815), retrata el momento en que el teniente William Bligh y los dieciocho hombres que permanecieron leales a su capitán son abandonados por los amotinados de la Bounty dirigidos por Fletcher Christian. William Bligh relataría a su mujer lo que sucedió aquella madrugada del 28 de abril de 1789  "Sabe, pues, mi querida Betsy, que he perdido el Bounty... el 28 de abril a la primera luz de la mañana, teniendo Christian la guardia de la mañana. Él y varios otros entraron en mi camarote, mientras estaba dormido, y me apresaron, con bayonetas desnudas en mi pecho, me ataron las manos a la espalda y amenazaron con la muerte instantánea si decía una palabra. Sin embargo, pedí a gritos ayuda, pero la conspiración estaba tan bien establecido que las puertas del camarote de oficiales estaban custodiadas por centinelas, por lo que Nelson, Peckover, Samuels o el maestro no pudieron venir a mí. Fui luego arrastrado a cubierta en camisa y muy bien custodiado —le pregunté a Christian por ese acto violento, y gravemente degradado por su villanía, pero sólo pudo responder —«ni una palabra señor o estás muerto». Me enfrenté a él por el acto y me esforcé por su sentido del deber, pero sin efecto... El secretismo de este motín está fuera de toda concepción de modo que no pude descubrir que ninguno de los que están conmigo tenían el menor conocimiento de ello. Es por que me era desconocido por lo que tuvieron que engañar a la fuerza. Incluso el Sr. Tom Ellison tomó tal afición a Otaheite [Tahití] que también se volvió pirata, por lo que fui abatido por mis propios perros." (Imagen procedente de http://glup2.blogspot.com )

No había pasado una hora cuando a las cinco de la madrugada William Bligh es sacado por la fuerza de su camarote y llevado a cubierta vestido sólo con su camión de dormir y las manos atadas  mientras mira con ira a aquellos hombres que hasta hace unas horas obedecían sus órdenes y ahora le rodean amenazadores mientras él les grita "asesinos", aunque un pequeño grupo de hombres aún siguen leales a su capitán . A la cabeza de los amotinados se encuentra Fletcher Christian, que ordena que se lance un bote al agua y ponen en él algunas provisiones, pan, carne de cerdo, seis litros de ron, ciento veinticinco litros de agua y otros seis de ron junto con seis botellas de vino. El bote tiene unas dimensiones de siete metros y medio de eslora (longitud del barco) y apenas dos metros y medio de manga (ancho del barco) y allí son depositados William Bligh y los dieciocho hombres que le eran leales. Antes de abandonar la Bounty Bligh se dirige a Fletcher "Reflexione sobre lo que está haciendo , señor Christian" a lo que éste replica "Cierra la boca, sir, ya es demasiado tarde". Al menos así lo cuenta la escritora Caroline Alexander(1956) en su libro "La Bounty: la verdadera historia del motín de la Bounty" en cuyo relato y el de la periodista Emilia Romer para la revista "Geo" me estoy sirviendo para contaros esta historia. Algunos  de los leales que siguieron a Bligh recordarían después que antes de separarse la Bounty de su pequeño bote en el que iban hacinados diecinueve personas, escucharon como los amotinados exclamaban "¡Viva Otaheite!" el nombre nativo para Tahití. Regresaban a la isla que les había seducido y casi enloquecido. Mientras, Bligh y sus dieciocho compañeros se hallaban e medio del Mar del Sur en un pequeño bote donde no había provisiones suficientes para tantos hombres, ni espacio, ni refugio para el sol, ni posibilidades de afrontar una tormenta si esta se producía.


File:Bountya.jpg
En este mapa podéis ver en primer lugar el itinerario de la Bounty antes del motín (la línea azul continua) que después de pasar por Tasmania y junto a las costas de Nueva Zelanda llegó a Tahití el 26 de octubre de 1788. Zarpó de la bella isla de la polinesia el 4 de abril de 1789 (las dos flechas azules separadas marcan el rumbo hasta Tofua donde se produjo el motín el 28 de abril de 1789. Desde allí vemos ahora dos itinerarios, en verde punteado la ruta que siguieron William Bligh y sus hombres hasta Timor, casi seis mil kilómetros de navegación hasta que arribaron a aquella posesión holandesa el 14 de junio de 1789. La línea azul punteada con puntos más gruesos es el itinerario de la Bounty al mando de Fletcher Christian de regreso a Tahití y la línea de puntos más fina es la ruta de la Bounty hasta su destino definitivo en la isla de Pitcairn donde llegarían el 15 de enero de 1790. Una semana después, el 23 de enero de 1790 , sus tripulantes la prenderían fuego para que nadie pudiera descubrirles desde alta mar  (Imagen procedente de http://commons.wikimedia.org )

¿Qué alternativas tenían? Regresar a Tahití era imposible ya que ese sería el destino más probable de los amotinados y el enclave europeo más cercano era la isla de Timor, en Indonesia, que formaba parte de las Indias Orientales Neerlandesas y donde Holanda tenía una base naval. El problema es que estaban a 3600 millas de allí, a unos 5800 kilómetros de navegación. La única baza que tienen a su favor es la pericia como navegante de Bligh que decide llevarles primero al lugar más próximo, la isla de Tofua, para aumentar sus provisiones, en particular de agua porque con ciento veinticinco litros para dieciocho personas era casi imposible abordar aquel viaje. La pequeña isla de ocho kilómetros cuadrados y bien visible por el volcán que se erige en su centro, se hallaba a cincuenta y cuatro kilómetros de distancia pero cuando llegaron allí no fueron bien recibidos y no sólo no pudieron aumentar sus provisiones sino que uno de ellos , el marinero John Norton, murió cuando fueron atacados por los habitantes de Tofua. A partir de ese momento Bligh decide que no volverán a detenerse en ninguna isla. Siguen rumbo oeste en dirección al Estrecho de Torres , el que separa Nueva Guinea y Australia  , el paso más corto para llegar a Timor. Bligh impone un estricto racionamiento de las provisiones  , recibiendo cada uno veintiocho gramos de pan diario y la séptima parte de un litro de agua para todo el día. El frío de la noche, la tortura del calor por el día, la sed y el hambre irán debilitando gradualmente a aquellos hombres a los que sólo les sostiene la disciplina impuesta por Bligh. Mientras, los amotinados dirigidos por Fletcher Christian deciden buscar otro lugar diferente a Tahití para establecerse, una isla que no apareciera en las cartas de navegación ni fuera lugar de paso de los barcos ingleses que, sin duda, irían en su busca.

Llegan a la isla de Tubuai , a 640 kilómetros al sur de Tahití, una isla que había sido descubierta en 1777 por James Cook . Les parece un buen lugar para establecerse . Uno de los amotinados, James Morrison (1760–1807), escribió "La isla está llena de habitantes para su tamaño, debe haber tres mil almas" En efecto , estaba superpoblada teniendo en cuenta que sólo tiene cuarenta y cinco kilómetros cuadrados de superficie, y los amotinados no fueron muy bien recibidos. Después de diez días en la isla y de un conflicto con los nativos en el que tuvieron que matar a varios de ellos para defenderse, Fletcher Christian ordena zarpar y ponen rumbo a Tahití, aunque no piensan quedarse allí. Durante la breve estancia en la isla, donde Fletcher contrae matrimonio con la hija de uno de los jefes tahitianos, Maimiti, lo que habría sucedido el 16 de junio de  1789, de nuevo abandonan la isla dejando allí a dieciséis amotinados mientras que en la Bounty siguen nueve de los amotinados, incluido Fletcher Christian, junto a once tahitianas y seis tahitianos que quieren viajar con ellos. Pero volvamos ahora con William Bligh y sus compañeros . Los días van pasando y los tripulantes cada vez están más extenuados , aunque tienen que seguir trabajando para achicar el agua que entra en el bote. En mayo atraviesan el archipiélago de las hermosas islas Fiyi, convirtiéndose en los primeros europeos en hacerlo y en el mes de junio alcanzan el Estrecho de Torres . Durante todo este tiempo Bligh no deja de tomar nota de sus observaciones sobre los lugares que van descubriendo y dibujando mapas de las islas que luego serán muy útiles para futuras expediciones. El destino de aquellos hombres estaba en manos de la mente de Bligh que se guiaba por las cartas marinas que conservaba en su memoria.

ESCENAS DE "MOTÍN A BORDO" DE 1984

Quería incluiros alguna de las películas dedicadas al motín de la Bounty pero no he encontrado ninguna versión completa, por lo que he elegido este breve vídeo de diez minutos donde podréis ver una escena del juicio realizado a William Bligh después de su regreso a Inglaterra y la epopeya de su viaje una vez que fueron abandonados en medio del mar por la Bounty . William Bligh es interpretado por Anthony Hopkins(1937) y Fletcher Chirstian por Mel Gibson





Después de una breve parada en una isla que estaba deshabitada continúan su periplo y recorren todo el Estrecho de Torres cumpliendo con la misión que le había sido encomendada por el Almirantazgo, la exploración de aquel estrecho del que Bligh dibuja un detallado mapa a pesar de las circunstancias en las que se encuentran. Después de abandonar el Estrecho entran en el Mar de Arafura y aún les quedan más de mil millas por recorrer , alrededor de mil setecientos kilómetros. Agotados, los hombres ya apenas tienen fuerza para moverse y Bligh anota en su diario los síntomas de lo que el define como "un indicio de su total decadencia anímica y mental" La suerte parece echada para aquellos hombres , pero siguen navegando y por fin , el 14 de junio de 1789, cuarenta y ocho días después del motín, avistaban la línea costera de Timor y entran en la bahía de Kupang. No sólo habían conseguido navegar casi seis mil kilómetros sino que además sólo habían perdido a un hombre, el que murió en Tufalu a manos de los nativos , e incluso les habían sobrado provisiones para sobrevivir una semana más. El aspecto que presentaban era más parecido al de unos espectros que al de unos seres humanos, unos esqueletos que sólo tenían pellejos sobre sus huesos, con la carne llena de úlceras y llagas, tambaleantes y con miradas alucinadas. Irónicamente, después de haber sobrevivido a tantas penurias, de los diecisiete supervivientes cuatro morirían víctimas de la peste antes de poder regresar a Inglaterra, un regreso que se produciría en marzo de 1790. Bligh es recibido como un auténtico héroe. Habían pasado dos años y casi tres meses desde que abandonaran Inglaterra.

Denunció a los amotinados y el Almirantazgo enviaría una nave en su busca para capturarlos, el HMS Pandora, que zarpó al mando del capitán Edward Edwards (1742–1815) del puerto de Portsmouth el 7 de noviembre de 1790. Cuando el HMS Pandora arriba a Tahití el 23 de marzo de 1791  se encuentra allí con catorce de los dieciséis amotinados que habían decidido quedarse en la isla , pues dos de ellos habían muerto en un enfrentamiento personal . Para los demás terminaba el sueño de su paraíso en la tierra y eran trasladados de regreso a Inglaterra para ser juzgados por amotinamiento, aunque no todos lo conseguirían porque en el camino de vuelta el Pandora encalla en los arrecifes de la Gran Barrera de Coral  el 29 de agosto de 1791. Los amotinados de la Bounty estaban en una celda de madera pero Edwards ordena que los liberen para que ayuden a achica el agua y puedan ponerse a salvo. Finalmente, el Pandora se hunde y con él mueren  treinta y uno de los tripulantes y cuatro de los amotinados. Curiosamente tuvieron que seguir la misma ruta que habían tomado Bligh y sus compañeros casi dos años antes, y a bordo de cuatro botes los ochenta y nueve tripulantes y diez prisioneros llegarían a Timor el 16 de septiembre de 1791. De regreso en Inglaterra, de los diez amotinados supervivientes seis de ellos serían condenados aunque finalmente sólo tres fueron ejecutados, mientras que cuatro de ellos fueron absueltos. Entre los encontrados culpables pero que salvaron la vida se hallaba  Peter Heywood (1772-1832) que había sido uno de los protegidos de Bligh y que gracias a sus influencias familiares no sólo logró salir pronto de prisión sino que llegaría a ser capitán de la Royal Navy.

Fotografía de la isla de Pitcairn , el destino final de Fletcher Christian y los últimos amotinados que le acompañaron en lugar de quedarse en Tahití, donde estaban seguros que irían a buscarlos para juzgarles. Nunca les encontraron excepto al último de los supervivientes de los amotinados , John Adams , que fue encontrado allí por un barco ballenero norteamericano en 1808. Los habitantes de la isla son hoy los descendientes de aquellos hombres y los tahitianos que les acompañaron. ¿Encontraron finalmente el paraíso que buscaban? Al parecer, por la historia que llegó hasta nosotros, no lo encontraron  tal vez porque el paraíso, más que un lugar físico, es un sentimiento, una idea que cada uno lleva en su interior(Imagen procedente de http://www.moonligh-mile.com

En cuanto a Fletcher Christian y los otros ocho amotinados que habían abandonado Tahití en la Bounty , buscaron refugio en una remota isla que no aparecía en las cartas de navegación, Pitcairn, de menos de cuatro kilómetros cuadrados de superficie. Ordena que se prenda fuego a la Bounty para que nadie pueda descubrirles desde alta mar. Se establecen allí y aunque no se sabe mucho de lo que entonces sucedió, parece que los ingleses comenzaron a tratar a los tahitianos que habían viajado con ellos como si fueran esclavos lo que al final causa una rebelión de estos y un enfrentamiento en el que morirían algunos de los amotinados de la Bounty, incluido probablemente  el propio Fletcher Christian. Durante los años siguientes fueron muriendo el resto de amotinados supervivientes bien por enfermedades, asesinados o por alcoholismo y el último de ellos, John Adams(1767-1829) no sería encontrado hasta el año 1808  cuando llegó a Pitcairn un ballenero americano, el Topaz. Hoy todavía viven en Pitcairn medio centenar de personas que son descendientes de los amotinados y tahitianos que llegaron allí en 1789. William Bligh volvería a Tahití en un segundo viaje en 1792 , tres años después del motín, culminando su misión de llevar los plantones del árbol del pan a Inglaterra pero la Tahití que halló era ya muy diferente a la que encontró la primera vez . La presencia continuada de los amotinados y otros marineros que habían ido llegando a la isla había corrompido sus costumbres, se emborrachaban, vestían ropas arrebatadas a los marineros, sufrían la sífilis contagiada por los europeos, hay asesinatos cometidos con las armas de fuego que les han proporcionado los marineros y las mujeres se entregan a los hombres no ya siguiendo su tradición de amor libre, sino a cambio de dinero. El paraíso estaba dejando de serlo, había perdido su inocencia, tal vez porque el hombre no está preparado para vivir en el paraíso. Muchos años después el filósofo francés Émile Cioran escribiría  "El paraíso no era un lugar soportable, de lo contrario el primer hombre se hubiera adaptado a él; este mundo tampoco lo es, ya que en él se añora el paraíso o se da otro por seguro."
 

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