domingo, 19 de diciembre de 2010

LOS NUEVOS ANALFABETOS: IGNORANTES ILUSTRADOS DE UNA SOCIEDAD DORMIDA

Quizás el título de este artículo pueda parecer un tanto exagerado, porque hablar de nuevos analfabetos a las , en teoría, generaciones con una mayor preparación , donde hallamos la proporción más alta de universitarios de toda nuestra historia, debería resultar absurdo. Pero no siempre disponer de un titulo significa que la gente sea más culta, sino que ha estado más años estudiando , que no es lo mismo. He conocido a gente sin estudios con una cultura muy superior a la de licenciados que ocupan , gracias  a sus títulos, importantes puestos dentro de empresas, pero con un conocimiento muy bajo del mundo y de la realidad de su entorno.

Leyendo una frase del filósofo británico Herbert Spencer en la que dice "El objeto de la educación es formar seres aptos para gobernarse a sí mismos, y no para se gobernados por los demás" entiendo mucho mejor los problemas que nos afectan hoy en día, la pasividad de la sociedad ante la grave crisis que estamos sufriendo, la contemplación impávida del continuo retroceso de nuestros derechos mientras los jóvenes, los que siempre habían impulsado los cambios con su energía e idealismo, parecen al margen de la realidad, como si esto no fuera con ellos.

La ignorancia es tan peligrosa que puede llevar incluso a negar hechos históricos tan atroces como el Holocausto judío

Ya escribí ayer que no podemos desentendernos de la política porque tiene una influencia decisiva sobre nuestras vidas, y no podemos ignorar las maniobras de los políticos, de los empresarios ni desconocer las corrientes de pensamiento que están configurando el futuro que viviremos en poco tiempo. No quiero generalizar, se que hay jóvenes comprometidos , preocupados por la deriva que están tomando los acontecimientos, jóvenes altruistas que no dudan en sacrificar su tiempo libre para participar activamente en labores sociales o en actos en defensa de los más desfavorecidos, jóvenes que se indignan ante la progresiva desigualdad social y la creciente injusticia de nuestro mundo capitalista, pero también se que hay un porcentaje muy alto de jóvenes para los que su principal inquietud es la llegada del próximo fin de semana para salir con los amigos y beber .

Las diferentes reformas educativas han conseguido que el grado de conocimiento sea cada vez menor, como lo demuestran informes como el PISA, donde descubrimos como muchos de los estudiantes que terminan la educación secundaria tienen problemas para entender  el significado de un texto escrito. Pero mejor será que no les preguntemos de historia, una de las grandes marginadas de nuestra educación, una asignatura que ha sido utilizada con fines políticos en las diferentes comunidades autónomas, falsificando los hechos reales para adaptarlos a las fábulas nacionalistas de vascos, catalanes o gallegos, inventando reinos que nunca existieron, conquistas que no fueron tales y creando una imagen distorsionada sobre nuestra nación que tendrá unas consecuencias muy graves en el futuro.

Soy consciente de que los conocimientos científicos son muy importantes para entender este mundo en continua transformación pero quiero ahora subrayar la gravedad del escaso conocimiento de las humanidades. Historia, geografía, filosofía, lenguaje son fundamentales para  lo que Platón afirmaba que era el objetivo principal de la educación "El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano"   y no sólo percibo desconocimiento de estas materias sino que incluso me parece que llegan a ser despreciadas como áreas del saber que no tienen ningún valor práctico. 

Si no conoces la historia del mundo , no sabes porque suceden las cosas, ni de donde vienes, careces de referencias y no sabrás cuando te están mintiendo y manipulando. Así es muy fácil decir que España a oprimido a Cataluña o , quizás dentro de un tiempo, negar el Holocausto judío. Si desconoces la geografía no podrás entender las relaciones entre las diferentes naciones, no podrás analizar un mapa ni sabrás situar los acontecimientos de los que se habla en los informativos, te parecerá todo un mundo extraño donde eres incapaz de ubicarte. Si no tratas de estudiar un poco de filosofía no aprenderás a hacerte preguntas, porque es a lo que nos ayuda las teorías filosóficas, a cuestionarnos lo que nos rodea, a preguntarnos sobre ello, a buscar respuestas. Si no tienes un buen dominio de tu propia lengua, no serás capaz de formular ni expresar tus propios pensamientos ni entender correctamente el de los demás.

En la Edad Media los estudios se basaban en las llamadas siete artes liberales divididas en el Trivium, que comprendía gramática, retórica y dialéctica , y el Cuadrivium que incluía aritmética, geometría, astronomía y música. Ojalá pudiéramos presumir hoy de que nuestros universitarios tuvieran, no dominio de ellas, sino al menos un conocimiento suficiente de ellas, pero creo que todos conocemos a universitarios cuya ignorancia sobre la mayor parte de las cosas resulta sonrojante.

Escribía Aristóteles que "hay la misma diferencia entre un sabio y un ignorante que entre un hombre vivo y un cadáver" y eso es aún más cierto en una sociedad  tan compleja como la que vivimos, donde todo se transforma a una velocidad a la que nuestra mente apenas puede adaptarse. Lo más grave de esta ignorancia ilustrada es que no son conscientes de su incultura , creen que saben y no tienen curiosidad alguna por aprender más. La cultura ha dejado de ser un valor , algo importante por sí misma, y así vivimos en un mundo cada vez más mediocre, gris y manipulable. 

El filósofo francés Jean Paul Sartre fue uno de los inspiradores de los movimientos estudiantiles de Mayo de 1968.¿Qué estudiantes de nuestros días sienten admiración por un filósofo? 

Cuando ayer hablaba de la juventud rebelde que se levantó en Mayo del 68 contra el poder establecido , estaba hablando de unos jóvenes que leían a filósofos como Jean Paul Sartre, que sabían distinguir el marxismo del capitalismo, que tenían sus propias ideas, equivocadas o no ,eso es otra cuestión, y además tenían el entusiasmo de luchar por ellas. ¿Donde está hoy ese entusiasmo, esa implicación en la sociedad y en las disputas políticas? Parece que nuestra única aspiración es conseguir un trabajo, comprar una casa y seguir trabajando hasta la jubilación para morir en silencio después de una vida en la que realmente no viven, sino que su existencia se desarrolla en una especie de burbuja donde son manipulados continuamente, como una veleta que apunta donde sopla el viento.

La ignorancia, "la madre de todos los crímenes" en palabras del escritor francés Honóré de Balzac o "la noche de la mente" como la definía Confucio , en esa ignorancia vive sumida una gran parte de nuestra juventud, y son ellos los que están facilitando el trabajo a la élite realmente cultivada que toma las decisiones sin oposición  porque carecen de la capacidad y de la formación necesaria para analizar y entender lo que está sucediendo. Su ignorancia va a poner en peligro nuestra libertad y nos llevará a un mundo donde de nuevo una aristocracia educada dominará a una plebe analfabeta, aunque sepa leer.

El primer paso para cambiar esta situación sería modificar nuestros planes educativos, buscando de nuevo el esfuerzo y el premio a la excelencia y al trabajo , no igualar por abajo sino por arriba. Pero me temo que, en el fondo, es muy conveniente para el sistema tener una masa adocenada que cree saber cuando en realidad  no sabe nada. La sabiduría popular lo describe muy bien, "en el reino de los ciegos , el tuerto es el rey" 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es curioso, pero estoy de acuerdo en todo lo que has escrito, MENOS EN UN ÚNICO PUNTO: ¿en realidad crees que se han inventado reinos y conquistas (en tu opinión FALSAS) con fines políticos?, ¿Piensas que Catalunya no ha sido oprimida por España?

Yo creo que ha sido JUSTO AL REVÉS; se han ocultado REINOS(como el de Navarra, si no, infórmate) y CONQUISTAS (como por ejemplo el del año 1512) con fines políticos del estado español.

¿VAS A NEGAR ESO... MÁS?

Siento decírtelo así, pero EL IGNORANTE ILUSTRADO ERES TÚ.

Miguel Ruiz del Amo dijo...

Anónimo, que curioso que ocultes tu identidad bajo una palabra, ¿porqué será?. No se trata de creer, si estudias un poco verás que todos los seres humanos venimos de unos Antecesores, que no tenían ni fronteras ni reinos, si puedes estudia el Paleolítico en navarra o catalunya porque IGNORAS la realidad,y así de paso de ILUSTRAS y podrás hablar con propiedad. A parte de ser cobarde por no decir quien eres, yo te digo que eres un inculto por escribir tan a la ligera.

Miguel Ruiz del Amo dijo...

Jo, anónimo, no diu nothing, Perhaps you are learning to read or to write. Por cierto tu sabes si descientes de los monos o de la Marca Hispanica, del Rosellón o de una costilla, o como eres analfabeto y seguro que lobótomico, lo mismo desciendes de perros sarnosos. La unión del condado de Barcelona y el reino de Aragón no fue, pues, el fruto de una fusión ni de una conquista, sino el resultado de una unión dinástica pactada.
Lo mismo eres aragones. Saludos.

Anónimo dijo...

COBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDECOBARDE

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